En lo profundo de un frondoso y de montañas camufladas, se encuentra un pueblo.

Ese pueblo no es uno cualquiera, porque tiene magia. ¿Cómo? Muy simple.

Un día, una mujer dio a conocer que su casa había sido bendecida con magia, haciendo que esta cobrara vida hasta cierto punto, aunque lo interesante vino cuando ella mencionó que la bendición había dado un poder extraordinario a su querido hijo.

Muchos se mantuvieron escépticos ante tales afirmaciones, sin embargo, las cosas cambiaron cuando ella los invitó a su casa a todos, entonces fueron testigos de que las palabras dichas por la mujer eran ciertas.

Las cosas cambiaron desde ese momento, porque la casa no solo se convirtió en el hogar de la mujer y su hijo, sino que también empezó a manifestar puertas, dichas puertas eran para tener nuevos dueños.

Primero fueron dos, donde dos niños de familias ajenas fueron escogidos para recibir sus poderes, luego fue un niño, luego otro niño y por último fue una jovencita.

Aquellos niños y jóvenes que eran escogidos comenzaron a vivir con la mujer y su hijo en la misma casa, ya que ese era su lugar desde el momento en el que abren la puerta, también usaban sus poderes para ayudar a los pueblerinos, los días solían ser radiantes y las flores abrían sus capullos de manera hermosa, la gente dejaba de sufrir por enfermedades y también recibían un poco de ayuda con sus propios reflejos.

Un pueblo que vio cómo la magia fue usada de forma sabia, volviéndose un motivo de unión en su comunidad y su fuente donde pudieron mostrar su crecimiento.

Y Kai era fanático de todo eso, desde la historia del origen de la magia, de las ceremonias que ha presenciado y fue testigo en primera fila de cómo los poderes se manifestaban, adoraba y respetaba a todos los jóvenes que formaban parte de ello.

Conocía casi todos los síntomas de que pronto habría un nuevo poder.

Lo primero que pasaba era que el hijo de la mujer dejaba de verse en las calles del pueblo, luego el clima se volvía radiante y las flores que fueran azules o púrpura abrían sus capullos. Aquello hacía que todos comenzaran a murmurar y rumorar, no solo por el próximo en ser escogido, sino que también qué poder podría manifestarse.

Es por eso que cuando hubo un huracán y las flores se abrían en capullos rojos y rosados, nadie pensó que estarían cerca de recibir otro bendecido. Al menos hasta que, exactamente dos semanas después de eso, las campanadas del pueblo se hicieron oír.

En esos momentos estaba recolectando piedras en el río junto a San, pero les llamó la atención, así que acordaron que pronto podrán investigar.

Cuando se adentraron todos estaban rumoreando sobre quién era el escogido, lo que llamó la atención de San, el cual corrió hasta encontrarse con su madre y saber lo que estaba pasando.

Kai lo esperó en la plaza con las piedras que recogieron en el río, ya que San se apresuró tanto que las olvidó.

Fue impactante cuando San llegó corriendo y agitado, todo para decirle que en un mes llegaría un nuevo poder.

Ambos estaban algo confundidos, porque a pesar de que esos días estuvieron soleados y con unas pocas nubes, no era común que hubiera un huracán y flores de colores cálidos dos semanas exactas antes del anuncio, aquello San lo consideró un mal augurio, mientras que Kai comentó que tal vez solo fue un mal día, una curiosa y escalofriante coincidencia.

Con aquello en mente, San tomó sus piedras y ambos tomaron la respectivos caminos a sus hogares, donde las cosas se pusieron interesantes para la vida de Kai, o al menos confusas por ver que Jung Wheein estaba en su casa.

Su made lo recibió tan cariñosa como siempre y ella le dio la noticia del nuevo poder, así dando razón que Wheein hubiera ido a su hogar y hablar al respecto; luego Wheein se le acercó y le dio a Kai la nueva noticia que cambió todo rumbo de su vida.

Kai era el nuevo elegido.

Cuando el sol se estaba poniendo, Kai estaba llevando unas pocas cosas consigo mientras veía la casa cada vez más grande al estarse acercando, estaba nervioso, porque conocería en persona e iba a convivir con quienes tanto admiraba desde que tenía memoria.

Por lo que aprendió en sus primeros días, la magia nació en una vela, la cual bendijo la casa y al hijo de Wheein, esa vela les había dado una de las mejores épocas a cada uno de los pueblerinos, la cual a ese punto de sus jóvenes quince años era el signo de honor y estatus en el pueblo.

Siempre se le animó con eso, de que si algún día era escogido pronto llenaría de orgullo a su familia y al pueblo, sirviendo de manera humilde y alegre, esas eran las palabras que Jung Wheein siempre le decía, dándole esperanzas de que su vida ahora sería como una de ensueño y orgullo, le prometieron que sería alguien de admirar al igual que todos los niños y jóvenes que recibieron su poder antes.

Así pasó un mes, ayudando como podía y tratando de ser un apoyo en la maravillosa casa donde vivía y tratando de entablar una buena relación con todos, tratando de no causar problemas y siempre escuchando, tratando de ser lo más servicial posible.

La emoción ese día estaba a flor de piel, flores azules y púrpuras florecían y el clima era maravilloso, todos ayudando porque la casa en la que vivían había manifestado una nueva puerta, sin nada encima más que una preciosa nebulosa que representaba cómo esa nueva puerta tendría un dueño.

Todos limpiaban, y a pesar de que Kai era el festejado, hizo el doble de sus quehaceres y se dedicó a ayudar a todos lo más que pudiera, manteniendo un ambiente feliz y armonioso, ayudando en la cocina a preparar grandes cantidades de comida y a la casa para que pudiera decorarse acorde a la ceremonia, pero cuando los invitados comenzaron a llegar, tuvo que irse a su cuarto temporal para prepararse.

Jung Wheein estaba encantada con la actitud y disposición de Kai, así que como sorpresa le dejó ver la vela poco antes de que comience la ceremonia.

Allí, Wheein le dijo que no sabía cuál será su poder, pero le aseguró que sería uno tan importante y especial como lo es Kai, aunque en realidad más retumbó en su cabeza cómo la mujer le comentó que estaba honrada de poder ella estar presente para ese momento.

Fue así como Kai, con el pecho inflado, se volvió el protagonista de la ceremonia, a punto de recibir su poder y cumplir su parte de convertirse en el orgullo de su familia.