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O1

Desde esa noche, la vida de Kai se ha dedicado a solo ayudar a la gente del pueblo, como ahora, que ayudaba a un joven que estaba haciendo un precioso mural de los jóvenes que recibieron sus poderes.

Antes no se habían atrevido a hacer algo como eso por la forma constante en la que la magia estaba recibiendo poderes y portadores nuevos, pero el nuevo artista había creado el mural con la idea de poder actualizarlo cuando haya un nuevo poder.

¿Y cómo estaba ayudando? Pues, por el momento tratando de entretener a los niños que miraban intrigados el mural.

—Quietos, quietos —pidió mientras los niños intentaban pasar por encima de sus brazos, hasta que se le cruzó una idea —. Niños, miren, ¿saben quienes están en el mural?

— ¡Son los que reciben sus poderes por la bendición!

— ¡Exacto! ¿Y saben por qué son tan populares?

Una niña alzó su bracito.

—Porque nos ayudan en el pueblo.

— ¿Y qué hace cada uno? —preguntó otro niño, llamando la atención de Kai.

Son niños del pueblo, era intrigante que algunos niños no estuvieran del todo enterados sobre eso. Aunque no podía culparlos si la magia lleva conviviendo con ellos desde hace más de diez años, y estos pequeños eran recién nacidos o aún estaban en los vientres de sus madres cuando él ya tenía quince.

Para ese punto la magia ya era una herramienta común en sus vidas, es importante pero no algo como un cerdo con dos cabezas, más bien es como creer en la religión materializada en estos poderes, una constelación perfecta de magia y realidad.

Fue entonces que se levantó y colocó sus manos en su cintura.

— ¿Quieren saberlo?

— ¡Sí!

Varios niños exclamaron al respecto, entonces Kai sonrió y después de asegurarse de que el artista no tuviera problemas en dejarlo solo, le pidió a los niños que lo sigan, ya que les contaría de los jóvenes que aparecían en el mural.

—Bueno, supongo que sabrán que nuestra magia proviene de una bendición que cayó en la casa de Jung Wheein, ¿no?

Los niños afirmaron, estando a faldas de la pequeña montaña donde estaba la casa.

—Bueno, esa es solo una parte. ¡La bendición escoge a quién recibe su don! —los niños lucían cada vez más intrigados — ¿Ven que casi siempre hay un sol radiante y casi nunca llueve? Es porque ese es el poder de Beomgyu, él puede cambiar el clima según sea su humor.

— ¡¿En serio?! —preguntó una de las niñas, sorprendida por eso.

—Sip, pero eso no es todo. ¡Hay muchos…!

—Niños para comer —todos se voltearon, viendo también a Kai, lo cual confundió a los niños y se volvieron a voltear, viendo que de repente es como si apareciera Kai y un gemelo idéntico.

—Muy gracioso, Yeosang —se quejó el joven mientras se cruzaba de brazos y el contrario comenzaba a reír, volviendo a su imagen original —. Él es Yeosang, tiene el poder de cambiar su apariencia a quien quiera, niño o adulto.

Y dicho aquello, Yeosang se transformó para tomar la apariencia de uno de los niños, aquello con tal de ofrecerle chocar los cinco, pero el niño se dio cuenta de que el joven estaba algo hinchado.

—No soy así.

—Tienes razón —Yeosang suspiró mientras volvía a su forma original —. Ocurre que me picaron unas abejas, así que venía a ver a Minjeong.

— ¿Otra vez? —cuestionó Kai, entonces Yeosang alzó los hombros con esa sonrisa pretendiendo ser inocente, así el menor de los dos rodó los ojos —. De todas formas, Minjeong está en la plaza, así que te toca hacer fila.

—Oh. ¡Gracias!

Yeosang se fue y los niños lo vieron irse, luego miraron a Kai.

— ¿Minjeong?

El joven asintió con una sonrisa.

—Ella te puede curar con su comida. ¡Literalmente!

— ¿Podemos ir a verla?

Kai asintió, comenzando a guiar el camino de los niños a la plaza.

—Por cierto, señor. Una vez mi mami dijo que la señora Wheein tuvo un hijo, ¿él también tuvo un poder?

—Oh, creo que te refieres a Soobin —unos adultos que pasaron por ahí miraron algo aturdidos y molestos de escuchar a Kai pronunciar ese nombre.

Bueno, se supone que no se habla de Soobin.

—Bueno, creo que él podía ver el futuro.

— ¿Y dónde está? —Kai alzó los hombros ante la pregunta de otro niño.

—No lo sé, un día solo desapareció —comentó hasta que llegaron a la plaza, donde vieron a Haewon distribuyendo comida para ayudar a Minjeong con el trabajo.

— ¿Cuál es Minjeong? —preguntó la niña, confundida por ver a dos mujeres.

—Oh, es la de vestido rosa con cuadros blancos, la de vestido verde es Haewon.

— ¿Qué poder tiene ella?

—Oh, ninguno. Ella es esposa de Beomgyu.

—Ahora entiendo por qué está soleado siempre —comentó uno de los niños, entonces Kai se rio un poco —. Aunque es un poco triste que ella no tenga un poder.

—No, de hecho ella rechazó recibir un poder.

Fue así cómo Beomgyu aparecía entre todos e incluso se saltaba ambas filas hasta llegar a la mesa y robarle un beso a Haewon, la cual pronto le siguió la corriente y le dio varios besos en las mejillas para luego acabar con un largo beso en los labios, de repente formándose un bello arcoíris en el cielo por la felicidad que Beomgyu estaba sintiendo.

— ¿Saben? Ellos dos tienen un hijo —comentó y aquello llamó la atención de los niños —. Tiene cinco años, Sunoo.

— ¡Yo lo vi, pero él no tiene poderes!

—No, pero hoy es su ceremonia para recibir su poder —comentó con una sonrisa, tomando la altura de los niños —. Supongo que los veré en la ceremonia, todo el pueblo suele reunirse.

— ¡Sí!

Se levantó cuando los niños se emocionaron, e iba a llevar a los niños a otro punto del pueblo, pero se detuvo cuando San pasó con un gran cargamento de rocas talladas hasta ser bloques con una mano y con la otra llevaba un gran barril.

— ¡Hola, Kai!

— ¡Hola! —saludó con alegría a su amigo mientras se volteaba a los niños — Supongo que conocen a San, su poder es su extraordinaria fuerza. ¡Sí yo tomo dos de esos bloques no podré dar dos pasos sin caer de lo pesados que son!

— ¡Qué lindas flores! —una niña señaló una de las flores que acababan de florecer, entonces Kai se fijó en su ambiente, notando cómo destacaba esa cabellera castaña y bien peinada con una pequeña flor azul decorando, esa sonrisa perfecta, haciendo que Kai bufara de forma imperceptible.

—Ah, eso es producto del poder de Taehyun, sus flores son muy bonitas, sí —los niños exclamaron y pronto estaban viendo cómo Taehyun pasaba por ahí con esa aura de santo que siempre se ha cargado y encantando a todos los que se fijaban en él, también cómo brotaban flores de sus manos las cuales acababan en las manos de otras personas como ramos y algunas brotaban en las plantas con tal de embellecer la vista del pueblo —. Él es como un hijo para la señora Jung.

— ¿Qué con ese bufido?

Se giró, viendo a Yeonjun con esa sonrisa ladeada y sus brazos cruzados por encima de sus brazos.

—Oh —bajó su tono de forma considerable, entonces llamó la atención de los niños —. No podemos olvidarnos de Yeonjun, él puede hasta escuchar cómo una aguja se cae al suelo.

—Un gusto, niños —Yeonjun le sonrió a los niños y luego alzó sus cejas —. Ya debo irme, Wheein dice que es momento de empezar a alistarse.

Kai alzó las cejas cuando vio a Yeonjun hacer ese gesto cada vez que contaba lo que estaba escuchando y se fue después de despedirse de los niños.

Miró hacia el cielo, dándose cuenta de que había estado un buen rato con los niños para contarles los poderes, e incluso notó que se le habían sumado más niños que escuchaban intrigados sobre los poderes y sus dueños.

—Bueno, eso es lo que les puedo contar. ¡Los veo en la ceremonia, adiós!

Se despidió y se dio la vuelta, frenando en seco al ver que había un niño ahí.

— ¡Sabes mucho! —Kai sonrió algo nervioso por eso —. ¿Acaso tú eres uno de ellos?

—Uhm, bueno, yo vivo con ellos.

Los niños lo rodearon, pero antes de que se le hiciera imposible huir, comenzó a caminar de camino a la casa, ya que debía ir a arreglarse y ayudar a decorar la casa.

— ¡Entonces tienes un poder! —exclamó el mismo niño, entonces Kai empezó a acelerar el paso.

—Bueno, ustedes querían saber quiénes estaban en el mural. ¡Y se los conté!

— ¡Pero nos falta saber cuál es tu poder!

— ¿Ah sí?

—Sí.

Kai tragó y se aceleró, sintiendo el alivio al ver que estaban ya en las faldas de la pequeña montaña, pero se volteó cuando vio que los niños tenían tanta energía y curiosidad que fueron capaces de seguirlo hasta ese punto.

—Niños, de verdad. Solo no me permito ser tan autobiográfico.

Bueno, la subida es engañosa, aún recuerda cómo intentaba pretender que subir la montaña no lo dejó sin aliento, al menos hasta que Yeonjun lo expuso al comentar que su corazón estaba latiendo muy fuerte. Si subía un poco más podría ver que los niños se rinden por eso.

Aunque se equivocó.

— ¡Kai, por favor!

Jadeó al escuchar que uno de los niños conocía hasta su nombre.

— ¡Hey, esa es Yuna, la novia de Taehyun! —los niños se voltearon cuando Kai apuntó, entonces el joven intentó huir de nuevo, deteniéndose cuando sintió cómo uno de los niños jalaba su pantalón, pronto los niños estaban armando un alboroto sobre querer saber su poder.

— ¡Huening Kai!

Los niños se voltearon y tanto ellos como Kai se voltearon hasta la puerta de la casa, la cual estaba abierta con tal de que hubiera un paso libre entre las decoraciones exteriores como interiores, y justo se veía a Wheein, quien miraba confundida y algo molesta por ver que no estaba ayudando.

— ¿Qué se supone que estás haciendo?

— ¿Oh? Ah, solo que los niños querían saber un poco sobre la bendición y…

— ¡Estaba por contarnos sobre su asombroso poder!

Kai se quedó quieto a la vez que Wheein alzaba una ceja, entonces Yeonjun apareció por el umbral.

— ¿Les cuento? —le preguntó a Kai, quien suspiró y negó con la cabeza.

Tomó dos pasos al frente y se volteó a los niños.

—Yo no tengo ningún poder.

Los niños miraron a Kai, estupefactos.

— ¿No tienes un poder especial?

—Bueno, no un poder como tal pero no importa mucho, de igual forma me gusta ayudar.

— ¡Hey, Kai! —el chico se volteó cuando vio a uno de los pueblerinos acercarse con una canasta que llevaba demasiadas cosas, algunos decorativos y variados dulces — Te traje un especial por ser el único que no tiene un poder especial.

Le entregó la canasta a Kai, quien la tomó y se pudo dar cuenta de que estaba bastante pesada por llevar tantos objetos.

—Lo llamo el “no especial” porque no hubo un poder para ti.

—Uhm, gracias.

Kai sonrió, a pesar de que esta parecía una ligera mueca.

— ¡Cierto! Le deseo suerte a Sunoo. Estoy seguro que hay una atención especial en esta ceremonia porque la tuya fue un completo fracaso.

El joven tragó saliva, viendo cómo el hombre se iba tan tranquilo después de haberle dicho todas esas cosas.

—Si alguien me hubiera dicho eso, yo me habría sentido muy triste —admitió una de las niñas y Kai se volteó hacia ella con una sonrisa.

—Sí, pero no me afecta. Eso no me prohíbe de ser tan especial como los demás, así que estoy tranquilo.

Entonces todos vieron cómo Beomgyu abría una de las ventanas e hizo un arcoíris, luego Taehyun hizo que las flores favoritas de Sunoo florecieran y San entrara a la casa cargando unos barriles.

Pronto se escuchó a Haewon felicitar a su esposo por el bello arcoíris que hizo y a San preguntar en dónde dejaba los barriles.

—Tal vez tu poder es estar en negación.

Kai suspiró y luego entró a la casa, encontrándose con mucha gente transitando por la casa ya que estaban acomodando todo para que la ceremonia fuera perfecta.

—Yeosang, necesito un Wooseok.

— ¡En camino!

El joven mutó al dichoso hombre mientras las escaleras se formaban con tal de dejar la entrada libre para que en la ceremonia Sunoo recorriera un camino simbólico y físico a la puerta.

— ¡San, el piano debe estar arriba!

— ¡Como usted diga, tía Wheein! —San dejó los barriles en el suelo y Kai se hizo a un lado mientras el mayor corría en busca del dichoso piano.

Kai intentó hacerse paso hacia la cocina, pero se le hizo dificultoso cuando comenzó a hacerse un tornado, ahí pudo notar que Beomgyu estaba comenzando a ponerse más nervioso y a caminar en círculos mientras que Haweon le estaba haciendo el alcance.

—La noche de Sunoo debe ser perfecta y casi nada está listo, los invitados ya van a llegar y…

— ¡Cariño, el tornado se está llevando las flores! ¡Las flores, Beomgyu!

Beomgyu se puso más nervioso cuando su esposa le dijo eso, estaba hablando rápido y pronto cubrió la mitad de su cara con sus manos cuando vio que estaba por hacer un desastre.

— ¿Acaso han dicho flores?

Rápidamente las cosas cambiaron cuando la voz suave y ese tono de perfección se hizo oír, dejando ver a Taehyun, quien bajó de forma en la que todos estaban aliviados y encantados de verlo hacer lo suyo y dejar que flores nuevas florecieran a medida que se abría paso hasta el suelo, donde salieron vítores y aplausos, contrastando con la mueca de disgusto en la cara de Kai.

—Oh, basta de aplausos —pidió una vez estuvo en el suelo del primer piso con esa sonrisa de dentadura perfecta, mientras le daba un ramo de flores a Haewon y a Beomgyu, ayudándolo a relajarse un poco, luego acomodó su cabello, lanzando pétalos y flores al rostro de Kai, y cuando se percató de eso Taehyun rodó los ojos —. Como consejito, si dejaras de querer ayudar no estorbarías.

Kai jadeó de la indignación.

—De hecho, estoy ayudando, Taehyun —se quejó mientras comenzaban a seguir su rumbo — ¡Y de hecho estoy haciendo más que tú!

Se detuvo al casi chocar con uno de los pilares y le sacó la lengua de forma infantil a Taehyun antes de ingresar a la cocina.

—Santos cielos.

Minjeong pronto dejó de cocinar cuando vio a Kai colocar en el suelo la gigantesca canasta y pronto estaba sacando las cosas de ahí.

—Hola, Jeong.

—Kai, ¿no crees que es mucho?

—No, solo quiero ayudar —contestó mientras seguía con lo suyo.

—Es que… Te estás exigiendo mucho.

—Oh, no, no. Estoy bien.

—Minjeong tiene razón. Podemos entender que te sientas ansioso, es la primera ceremonia después de la tuya, pero no hay de qué preocuparse, de todas formas no nacimos con estos poderes y fuimos casos fortuitos —contestó Yeosang, quien había ingresado y comenzó a ayudar con la canasta, al menos hasta que Kai alzó la mirada.

— ¿Y ahora qué te pasó? —preguntó el joven al darse cuenta que ahora Yeosang tenía un ojo morado.

—Ah, pues Wheein quería un Wooseok porque quería acomodar una pancarta en el borde, cuando bajé me tropecé con el verdadero Wooseok y me caí.

Minjeong, quien no estaba prestando mayor atención, se dio la vuelta y solo suspiró, pronto tomó uno de los aperitivos que ya estaban listos y solo lo plantó en la boca de Yeosang, quien luego tomó el aperitivo y lo comió con calma.

—Gracias, Jeong, te quedó delicioso.

La chica alzó una ceja, pero luego sonrió algo tímida.

—A lo que iba, Kai —El joven miró a la chica, expectante de lo que ella pudiera decirle —. No te esfuerces demasiado, no tienes que demostrarle nada a nadie.

—Exacto, un poder no nos hace especial, estoy seguro que sin el poder la comida de Jeong sabría igual de deliciosa —ambos miraron a Yeosang y cómo se aliviaba de forma casi inmediata el ojo morado.

La chica le dio un manotazo a Yeosang con cierta vergüenza, entonces Kai sonrió, comprensivo.

—Lo sé, y no se preocupen, estoy bien.

Entonces tomó unas cosas más de la canasta y se fue de la cocina, mientras Minjeong veía con cierta preocupación cómo Kai se retiraba.

Yeosang estaba sonriente pero al notar ese detalle en ella, decidió seguirle la corriente y cambiar también a un semblante serio.

Es normal que Minjeong estuviera preocupada, de todas formas Kai es un chico bueno, el cual solo pudo ver que la realidad lo ha golpeado de manera injusta.

—Por favor, señora Wheein, no sea tan dura con Kai, será una noche difícil para él.

—Sí la ceremonia sale mal, será una mala noche para todos.

Kai cerró la puerta después de escuchar la conversación que Minjeong estaba sosteniendo con Wheein, la cual poco antes le había pedido que no se involucre tanto en las decoraciones, ya que necesitaba que la noche fuera perfecta, aquello fue poco antes de que la brisa corriera rápida y fría, así Wheein dejó de enfocarse en Kai para decirle a Beomgyu que tenía una nube, a lo cual el chico mencionó con obvia molestia que ya lo sabía pero que no encontraba a Sunoo por ninguna parte.

Se sentó en su cama mientras suspiraba, tratando de enfocarse en otra cosa que no fuera en los comentarios de más temprano, en cambio, abrió uno de sus cajones y de ahí sacó una cajita de regalo, el cual tenía bonitos dibujos de animalitos como decoración.

—Tus padres te están buscando, pequeño.

Hizo silencio para saber si escuchaba una respuesta, pero no fue así, aunque no lo necesitaba, Kai bajó la cajita colgada desde sus dedos, lo suficientemente baja como para que pueda ser tomada.

—Sí no tomas este regalo, se va a autodestruir en tres, dos, un… ¡Oh!

Mientras contaba, el regalo fue jalado y acabó debajo de la cama, entonces Kai rio un poco y se agachó al suelo, levantando las mantas y sábanas, viendo cómo el pequeño Sunoo se encontraba ahí, pero no parecía muy feliz a pesar de incluso tener un regalo de su tío Kai.

—Hey, ven.

— ¿Papá está aquí? —Kai negó, entonces el niño salió de su escondite con el regalo en sus manos, siendo sentado en la cama y su tío a su lado, acariciando con cuidado su cabello, ya que el niño se notaba realmente entristecido. — ¿Qué pasa?

El niño hizo un puchero, jugueteando en silencio mientras mantenía su mirada agachada.

—Te sientes nervioso, ¿no?

El pequeño lo miró y Kai le sonrió con comprensión, tomando una de sus manos para acariciarla y darle contención al niño.

—Tío… ¿Qué haré si no puedo abrir la puerta? No quiero que mi papá se decepcione.

La sonrisa de Kai se desvaneció.

Le encantaría decirle que ese era un caso imposible, que no importaba si tuviera un poder o no, lo importante es que sea feliz y pueda vivir su vida con tranquilidad. Su lengua ardía por decir que solo es una puerta, y que estaba bien si no se abría.

Pero nadie pensaba de esa manera, ni siquiera el niño, pues por algo estaba tan preocupado de si correrá el destino de su papá o de su tío favorito. Todos saben lo importante que es la magia y los poderes para el desarrollo del pueblo.

—Bueno, es cierto que a Beomgyu tiene sentimientos intensos y que es muy fácil que se sienta molesto, pero, jamás se sentirá decepcionado de ti. Es más, puedo apostar que con o sin poder, tu papá se siente muy orgulloso de tener un hijo como tú —contestó mientras trataba de subirle el ánimo al niño —. Además, San recibió su poder después de mí, la diferencia es que esta noche es para ti. Y en ese imposible caso, seguirás compartiendo cuarto conmigo, para siempre.

El niño rio cuando Kai intentó un tono de misterio, casi como si estuviera encarnando el papel de un sombrío villano para luego hacerle cosquillas, ambos comenzando a reír un poco.

Cuando se calmaron un poco, Sunoo abrazó a su tío Kai.

—Me gustaría que tuvieras una puerta.

La sonrisa del mayor se desvaneció un poco al escuchar aquello, pero negó con la cabeza.

—No te preocupes por eso. Hoy se trata de ti y esa alegría que tendrás cuando abras la puerta para que luego me digas que fue la mejor noche de tu vida —Kai acomodó un poco la ropa blanca del niño, luego tomó la cajita de regalo que había quedado a un lado y Sunoo la tomó cuando estaba frente a él —. Además, ¿importa tanto tener una puerta si ya tengo a los mejores amigos y al mejor sobrino del mundo?

El niño le sonrió a Kai y pronto abrió el regalo, sorprendido de ver que se trataba de ver tres peluches pequeños, uno de un zorro, otro de un oso y por último uno de un venado.

—Hiyyih y yo los hicimos porque sabemos que te encantan los animales, así también tendrás unos amigables compañeros para abrazar mientras duermas.

El niño sonrió mientras veía el cariño con el cual fueron hechos los amiguitos de felpa que ahora estaban en sus brazos, aquello emocionando y trayendo felicidad en el pequeño cuando fue envuelto en los brazos del mayor, e incluso se vio más animado cuando las tablas del suelo trajeron el reloj que estaba en la mesita de noche de Kai para mostrar la hora. La ceremonia estaba por comenzar.

El mayor sonrió y se levantó de la cama, extendiendo su mano al pequeño con esa sonrisa de amabilidad y Sunoo se levantó también de la cama, tomando la mano de Kai con algo de emoción, felicidad y nervios mezclados en su pequeño cuerpecito.

Todos estaban nerviosos, a pesar de que estaba despejado, en realidad Beomgyu estaba a punto de quedarse sin uñas de tanto que se las estaba mordiendo y Haewon rezaba en silencio para pedir que todo saliera perfecto en la noche de su hijito.

¿Cómo no? Si es algo casi sin precedentes. Estamos hablando que esta noche se le estaría brindando un poder y una bendición al hijo de alguien que ya la recibió, pero sobre todo, había demasiada expectación por algo.

Y es que, San no tiene una puerta en la casa.

La última vez que se celebró una ceremonia de esa manera pasaron demasiadas cosas, pero lo más impactante de la fatídica noche, sucedida siete años atrás, fue cómo la puerta que tanto anticiparon que sería de Kai, nunca se abrió.

Nadie sabe lo que pasó, si acaso la magia en esos momentos tuvo un momento de debilidad o si se trataba de la persona equivocada abriendo la puerta, solo tenían como antecedente la forma en la que la puerta dejó de existir ante los ojos de todos, el fulgor perdiendo fuerza y desapareciendo todo rastro de que alguna vez una puerta estuvo ahí.

Wheein estaba impactada al ver aquello, nunca había fallado una sola vez, la magia siempre bendijo con solemnidad a los niños y jóvenes en esa casa, aunque un poco de alivio llegó cuando San fue bendecido con la fuerza que tiene, sin embargo, la magia no fue manifestada como una puerta en la casa de Jung y su hijo, no. De un día para otro, San tenía una fuerza y su querida madre presumía que fue una bendición como la antes vista, con la diferencia de que su casa no cobró vida.

Kai estaba bien con eso, al principio fue incómodo y algo que de verdad le afectó, pero lo importante para él y todos era que Sunoo tuviera la mejor noche de su vida, celebrando su próximo poder que pronto iba a manifestar al igual que su padre.

— ¿Cuál cree que sea mi poder, tío Kai?

Miró al niño y se arrodilló hasta quedar a la altura del infante.

—No lo sé, pero sea cual sea, estoy seguro que te hará muy feliz —Sunoo sonrió al escuchar aquella noticia —. Quiero que sepas que, no importa cual poder se te otorgue, todos estamos muy felices y orgullosos de ti, porque eres un niño asombroso, Sunoo.

Le dio un delicado beso en la frente al niño, luego ambos abandonaron el cuarto.

La música alegre se hacía oír mientras que la casa recibía a los invitados junto a San y Yeosang, San tomando el rumbo de hacer inventario de los caballos y hasta un pony, mientras que Yeosang recibía a la gente, cambiando a sus apariencias y saludando con entusiasmo.

Dentro de la misma casa las cosas estaban entretenidas, Minjeong pasaba entre los invitados para ofrecer los bocadillos que fue preparando, mientras Taehyun bailaba y esparcía pétalos y flores a los invitados, llamando la atención por haber entregado con elegancia un ramo de flores rosadas y blancas a Yuna, generando que ella sonriera, encantada por el repentino gesto del joven.

Por supuesto, todos estaban felices y emocionados. Incluso Beomgyu, quien a pesar de no encontrar rastro alguno de su hijo, habían cielos claros y estrellas fulgurantes que destellaban al ritmo de la música, una clara señal de que la alegría esa noche era contagiosa, aunque también estuviera esa pequeña pizca de cautela y eso lo mantenía todo en orden.

Increíble y cierto, habían muchos invitados, resaltando aquellos pequeños que estaban curiosos de subir a la puerta pero la misma casa se encargaba de mantenerlos a raya sin hacerlos llorar, hasta buscaban diversión al estar montados en el espalda de San, las flores de Taehyun y las imitaciones tan carismáticas de Yeosang, todos tan animados como los adultos, Beomgyu y Haewon pasaron agradeciendo a los invitados por asistir, recibiendo las buenas vibras y deseos de suerte para que todo saliera bien con la puerta que yacía en el segundo piso y haciendo que todos piensen que sea para el pequeño Sunoo.

Kai estaba seguro de que la celebración se sentía con una mayor magnitud, no recordaba que fueran tantos invitados pero supuso que estaba bien de todas formas. Sabía que Beomgyu tenía demasiados primos y sobrinos mientras que la familia de Haewon también se ha estado expandiendo, sin olvidar que ambos han hecho muchos amigos a lo largo de su vida.

No es como si eso le molestara porque de hecho no es así. Un niño tan maravilloso como Sunoo merece ser celebrado a lo grande; además, su propia celebración fue hace siete años, por lo que es normal si no puede recordar con exactitud ciertos detalles.

Eso a pesar de que se supone que es una noche inolvidable.

Bajó las escaleras con el niño tomando su mano, la cual terminó por soltar cuando vio a sus padres ya un poco apartados de la celebración, conversando con Yeonjun.

El niño corrió hacia sus padres para abrazarlos, sonriendo y siendo correspondido con cariño.

—Ay, santos cielos. ¡Acabo de darme cuenta de cuánto has crecido! —Kai sonrió al ver cómo Beomgyu abrazaba a su pequeño mientras que una nube se formaba sobre él y su hijo, ya que se estaba poniendo emocional y las nubes traían bastante lluvia, así que antes de que las gotas empaparan a los dos, Haewon alejó la nube sobre ellos.

—Gyu, van a quedar mojados —Beomgyu miró a su esposa y asintió, luego acarició la mejilla de Sunoo con cariño.

De repente entró una versión más enana de Haewon y puso sus manos sobre los hombros de Sunoo.

— ¡Tu vieja madre está muy orgullosa de ti!

Haewon rodó los ojos.

—Yo no sueno así.

Kai negó con la cabeza mientras seguía sonriendo, ya que Yeosang imitó de nuevo a Haewon y ella solo le pellizcó el costado, haciendo que la versión más enana de Haewon mutara para volver a ser Yeosang y este chillar.

Yeonjun también sonrió, luego prestó un poco de atención y se acercó a Beomgyu, Wheein había indicado que ya es hora de comenzar, entonces Haewon le regaló un último abrazo a Sunoo y darle ánimos, diciéndole lo muy orgullosos que estaban de él, lo cual acaparó un poco la nostalgia de Kai. Podía recordar a su madre y a su hermana escucharlas decir lo mismo, mientras que ellas se retiran para esperarlo en la puerta, donde se supone que pronto estaría su puerta junto a su nuevo poder.

Beomgyu, Haewon, Yeosang y Yeonjun se retiraron, dejando a Sunoo en soledad, poco antes de ambos escuchar unos tambores, entonces Kai alzó las cejas cuando escuchó a Wheein.

—Hace veinte años, el pueblo fue bendecido por un milagro que ha sido fundamental para nuestro crecimiento en comunidad, uniéndonos y creando algo más que simples pueblerinos, porque hoy en día, somos unidos con fuerza. Hoy, ese milagro bendecirá el camino de Sunoo, quien recibirá un poder que lo hará ser parte de esta comunidad, sirviendo como toda persona que ha recibido un poder de este gran milagro.

Kai agachó un poco la vista al escuchar aquello, entonces la casa abrió las cortinas que privaron a Sunoo por unos segundos de ver a los invitados, las baldosas se volvieron rojas para imitar una alfombra roja, y los focos se movieron para iluminar solo a Sunoo, volviéndolo el centro de atención.

El niño miró a sus tíos, quienes le miraban con una sonrisa de amabilidad, sus padres detrás de Wheein, quien sostenía una vela, la cual era la fuente de la bendición que por tantos años ha traído bendiciones.

Esa vela existe desde que el hijo de Wheein, Soobin, tenía cinco años.

Alzó la mirada cuando vio que Sunoo se había quedado estático al punto en el que las baldosas de la casa intentaron hacer que diera unos pasos pero fue inútil. El niño estaba demasiado nervioso como para avanzar y ser el centro de atención como tanto se ha está esperando desde que la puerta apareció.

Al menos hasta que el niño giró su cabeza hacia Kai y le extendió su mano.

Kai se puso nervioso, miró detrás suyo para saber si había alguien detrás suyo y así pensar que Sunoo estaba buscando a otra persona y no a él, por supuesto, lo hacía por su propio bien y para no pensar que el niño lo necesitaba.

Pero, oh claro, es el tío favorito de Sunoo. Es obvio que lo estaba buscando a él, ¿no?

—No puedo, Sunoo —susurró con cierta preocupación, ya que no estaba planificado que él lo acompañara o algo por el estilo. Es más, Wheein estaba tan concentrada en que todo fuera perfecto que no le dejó indicación alguna para ayudar, así que ha estado haciendo todo lo que podía a ver si necesitaban ayuda y el resultado fue que ella le pidió que se hiciera a un lado.

—Te necesito —susurró el niño, casi suplicante.

Kai suspiró, pensando un poco en cómo la gente va a pensar que pueda querer robarse el protagonismo de un niño de cinco años, cómo podrían caerle rayos por Beomgyu o cómo Haewon podría hacerlo pedazos al creer esto.

Sin embargo, pronto estaba dando pasos hasta llegar al niño y extenderle la mano, a la cual el niño se aferró como si fuera un pequeño osito abrazado a la pata de su madre.

Todos lucieron extrañados y sorprendidos de verlo ahí, pero antes de que alguien pudiera decir algo, Kai le sonrió a Sunoo.

—Vamos, hay una puerta que debes abrir —el niño sonrió y comenzaron el camino hacia la puerta.

Decir que le daba miedo lo que pudiera pasar por esta situación era poco decir, ya que ni él ni nadie pudo haber sospechado que el niño tuviera miedo de ir solo a la puerta, sobre todo al ver la cara de extrañeza en Wheein, mientras que Beomgyu y Haewon se mostraban un poco preocupados, aunque podía ver que la duda también estaba en ellos al querer saber por qué de todas las personas, su hijo escogió a Kai.

Se dio cuenta que de entre los invitados estaba Bahiyyih, quien de todos los invitados fue la única que le sonrió con aceptación, lo cual causó que su corazón se escogiera y doliera, causando que solo quiera mirar al frente.

Amaba a su hermana con el alma, debía admitir que ella le brindaba mucho consuelo y alegría.

Cuando menos se dio cuenta, Sunoo había soltado su mano y ahora estaba a un costado, junto a Beomgyu y Haewon.

No pudo evitar sentirse culpable, sentir que había hecho algo indebido a pesar de que solo acompañó al pequeño a llegar a la puerta, ya que estaba demasiado nervioso.

Alzó la mirada hacia el cielo, viendo que en realidad seguía sin ninguna nube, al menos le relajaba un poco saber que Beomgyu no estaba molesto con él por ello, aunque no le gustaría saber si Wheein opinaba lo mismo. Quizás es por su edad, pero ella en realidad suele ser muy temperamental cuando se trata de que las cosas salgan perfectas, así que puede asumir que verlo ahí con Sunoo no fue mucho de su agrado.

Tomó aire mientras veía a Sunoo posar sus manitas en la vela, mirando a Wheein e intentando ganar confianza, todos pretendiendo e implorando en silencio que el ritual donde la magia de la vela se “contagiaba” al niño y este pueda abrir una nueva puerta en la casa.

Nadie quería descubrir qué pasaría si la magia falla otra vez, no es lo que Kai anhelaba para el pequeño niño que no ha hecho más que traer felicidad a todos los integrantes de la casa, incluso siendo un consuelo para Wheein.

— ¿Prometes usar tu poder para el bien del pueblo, corazón?

Sunoo asintió y Wheein sonrió con aprobación, indicándole al niño que podía ir a su puerta.

El niño se encaminó a la puerta, quedando cerca de la perilla y causando que todos comenzaran a mirar con expectación, en especial Kai y Wheein, ambos inmersos en lo que pudiera pasar.

《No te vayas, no te vayas, por favor no le hagas eso a Sunoo.》

La respiración de Kai se contuvo cuando el niño posó su mano en la perilla, el niño abriendo los ojos en grande cuando las esporas se acentuaron y la puerta brilló, incluso la vela acentuó su llama, lo cual fue una buena señal.

De la nada, un zorro corrió entre los invitados hasta que llegó a Sunoo y se alzó en sus dos patitas para emitir sus tauteos. El niño lo miró por unos segundos, incrédulo de lo que estaba pasando e incluso sacando un jadeo.

Beomgyu se puso en alerta, mirando a su hijo escuchar atento a los tauteos del zorro, al menos hasta que sonrió y asintió.

— ¡Sí, sí puedo entenderte! —Kai alzó las cejas mientras veía al pequeño prestar atención al zorro. — ¡Por supuesto que pueden venir!

— ¿Venir? —Susurró Beomgyu mirando a Haewon con confusión pero se encontró con que su dulce esposa tenía la misma expresión.

— ¿Pueden…?

Pronto, las dudas que los padres de Sunoo tenían se disiparon cuando un montón de animales aparecieron de la nada, entre ellas un gran oso pardo, quien subió las escaleras y lamió la cabeza del niño el cual solo rio porque aquello le había provocado cosquillas, es entonces cuando los animales restantes y Wheein vieron cómo las esporas de la puerta se juntaron en cierto punto de la puerta y explotaron.

En la puerta apareció una clara representación de Sunoo rodeado de animales que son del bosque junto a otros diseños preciosos y arriba de eso se hizo ver el nombre del niño, las líneas parecían talladas con cuidadoso detalle y rellenados en oro, la puerta brillaba con tal esplendor que fue imposible para la mayoría no tallar un poco sus ojos, tratando de acostumbrar su vista a la nueva luz.

Kai quedó impactado, pudiendo procesar todo de golpe cuando Wheein se acercó a las escaleras.

— ¡Tenemos un nuevo poder!

Fue lo último que se escuchó antes de la celebración y los fuegos artificiales.

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