Capítulo 8. Un autógrafo
Hola de nuevo, espero que estén bien, yo estoy con dolor de cabeza pero bien.
Los invito a comentar siendo respetuosos y leer mis otros trabajos.
Disfrútenlo
YYY
Capítulo 8. Un autógrafo
Nejire Hado iba corriendo dentro del hospital como si su vida dependiera de ello.
─ ¡Nejire no corras en los pasillos!
Alcanzó a escuchar dentro de su carrera, la voz de Mirio, quien le regañaba de nuevo, por ser imprudente. Ese hombre era mayor y pese a que era incluso más infantil que ella pues mentalmente hablando Mirio Togata tendría unos 13 años; se la vivía regañándola.
De todos modos, la joven no le escuchó y continúo su camino sin disminuir su velocidad. Casi chocó con una enfermera, a quien ágilmente esquivó. Aun así esta se enojó y le gritó.
Por fin, huyendo, llegó a su destino: pediatría. Sin tocar o detener su carrera, llegó volando brincando todo los juguetes que estaban a su paso, incluidos a un par de niños. El peli verde que cantaba con los niños guardó silencio apenas la vio entrar de ese modo tan abrupto a la peli azul quien se recargó en su hombro. Intentando regular inútilmente la respiración, la chica se agachó.
─ ¡Midoriya!
Llamó entre jadeos, poniendo nervioso al que la escuchaba, porque no sabía si creer que era una emergencia o una de las cosas raras que solía gastarse la chica.
─ ¿qué ocurre?
Preguntó un poco preocupado, esta clase de interrupciones de parte de la mujer, se estaban volviendo una costumbre.
─ ¡¿Es cierto que mandaste por culo al increíble “Death”?!
Ese tono casi dramático de parte de ella realmente logró incomodar a Izuku quien solo torció el gesto, dando a entender que no le gustaba aquel tema.
─ No hables así delante de los niños.
Llamó su atención en su lugar, pero la más alta lo tomó de los hombros para comenzar a zarandearlo, obligando a mirarla de frente.
─ ¡Lo digo en serio!
─ ¡Nejire por favor, para!
─ Solo respóndeme…
─ Si, lo golpee…
Ante esa ruda actitud, Izuku intentó liberarse del agarre con cuidado pero la peli azul apretó fuertemente para impedírselo.
─ ¡¿Qué mierda tienes en la cabeza como para atreverte a golpear a un ídolo?!
─ Nejire, Izuku; sé que les gusta venir a visitar a los niños pero si van a tener esa clase de conversaciones con ellos aquí, les tendré que pedir que salgan.
Regañó una enfermera, quien les miraba con severidad. Izuku nunca era un problema en sí mismo, tampoco lo era con Mirio alrededor o incluso Kaminari, pero si la que se ponía cerca era Hado Nejire, esta lograba sacar siempre lo peor del dulce muchacho.
─ Lo siento, lamento las molestias.
Tras una reverencia muy marcada por parte de Izuku, salieron obligadamente del edificio deteniéndose a las afueras porque el mayor iba molesto.
─ Nejire, por favor ¿Podrías…?
─ Nop.
─ Estas un poco agresiva hoy...
─ Eso lo dijo un chico fiero que golpea a cualquiera que lo ofende o provoca un poco, solo porque tocan el tema de su brazo.
─ No voy a permitir que se burlen de mí.
─ No, lo que tú haces es no demostrar debilidad aunque sea detrás de esa falsa seguridad o peor aún, detrás de esa sonrisa de niño bonito que te cargas.
─ Tú solo estas enfadada porque golpee un poco a tu ídolo.
Eso hizo que Hado se frenara de golpe, algo molesta.
─ ¡No debiste meterte con el gran Death!
─ Debí grabar cuando lo mande al suelo… se hubiera hecho viral esa cosa.
─ ¡Yo voy a romperte el culo!
Entonces tanto Izuku como Hado dejaron su discusión, reparando en la persona que estaba delante de ellos: al lado de una Mina quien tenía una extraña mueca de disculpa; estaba Bakugo Katsuki, con una playera de tirantes negra, que se le pegaba, dando un buen espectáculo de sus músculos debajo de la tela y en las partes visibles de piel, se alcanzaban a notar varios de sus tatuajes, tenía unas muñequeras igualmente negras y una gorra blanca con letras negras, sus pantalones rasgados negros entubados y sus converse negros. Ese rubio lucia como un matón sexy, que prácticamente eso era lo que era. Izuku por su parte se veía hermoso en esos jeans y su playera negra con blanco unas tallas más grande, le daba un aire tierno.
─ No esperaba verte aquí.
Admitió Izuku y antes de que pudieran decir otra cosa, el ambiente tenso se disolvió rápidamente porque Hado Nejire chilló cuan fangirl emocionada.
─ ¡Es Death!
No dejaba de gritarlo como si su vida dependiera de ello y sin importarle otra cosa, se acercó a Bakugo con esa mirada de admiración absoluta.
─ ¡Yo soy Nejire Hado, amiga de Izuku, mucho gusto!
Tras esto, estiró su mano en una silenciosa invitación, que el rubio ignoró.
─ ¡Death me ignoró! ¡Soy una gran admiradora suya! Sería mucho pedir ¿Qué me diera un autógrafo?
Le dijo con una mirada de ilusión que le hizo gracia a Ashido al grado que se carcajeó e Izuku se sintió avergonzado. Mientras a Katsuki si bien la tipa lo estaba hartando un poco, al menos era la más agradable de los amigos de ese mocoso, la única que no había querido golpearlo, insultarlo o enseñarle algo.
─ Como sea.
Entonces dejando salir otro chillido agudo, Hado sacó una hoja de servilleta de uno de sus bolsillos y un lápiz negro, entregándosela al rubio quien tenía esa sonrisa torcida en el rostro. Se notaba que realmente le inflaba el pecho la atención recibida, porque desde que había llegado a ese lugar árido y sin vida, había sido ignorado, debido a que la gente ya tenía un ídolo: Miracle Child. Por lo que, esta chica Hado, acababa de recordarle un poco la maravillosa sensación de sentirse adulado.
YYY
¿Qué tal si el próximo capítulo lo narra Izuku? Lo sabremos en el próximo capítulo 9. Un día cansado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro