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YYY

Capítulo 34. Hola chico

─De verdad sería feliz si dejaras de tenerle miedo a la vida, te enamoraras de alguien.

Fueron las palabras del mayor de los Midoriya, desayunaban juntos en la casa de este último. Izuku torció los ojos.

─ Eso viniendo de un hombre que nunca quiso volver a casarse ni tener citas luego de la muerte de mamá.

Ese golpe era bajo; ambos lo sabían, mas sin en cambio era una realidad muy dura que tenían que afrontar. Izuku, desde su accidente, había perdido a una pareja que él había amado mucho; sin embargo, esta persona no pudo lidiar con el hecho de que su pareja hubiese perdido un brazo; además, estuviera tan deprimido e inconsolable, por lo que finalmente terminó la relación; se fue para no volver, dejando a Izuku siendo cuidado por su padre, Togata, Kaminari y Hado. Por lo que el pobre chico le tenía miedo a las relaciones, las evitaba a toda costa; a pesar de haberse vuelto popular, tener hasta un club de fans; su vida sentimental y sexual, era inexistente.

Por su parte el señor Park había sufrido tanto con la muerte de su esposa, las dolencias de su único hijo; que dedicó su vida a cuidarlo, salvar su negocio, el cual estuvo a punto de perder; resurgió de entre las cenizas. Para él eso era lo único que valía la pena, lo demás era superfluo.

El tema tan incómodo entre ambos era evitado, hoy a Izuku se le ocurrió contarle sobre el enamoramiento de Denki, el progreso de Mirio con Nejire; por lo que su padre desvió el tema para convertirlo en una plática sobre la situación sentimental de su hijo, que al Midoriya mayor no le gustaba para nada; lo que, eventualmente, terminaría con Izuku echándole en cara lo mismo.

─ Sabes que yo ya tuve un buen matrimonio, tengo un hijo al que adoro. Yo llevó la delantera porque al menos yo ya se lo que es haber amado con todo tu corazón, ser correspondido. Haber estado casado con tu madre fue duro, todos esos años a su lado, pese a todo, valieron toda la maldita pena. A pesar de que ahora sigo triste desde su muerte, la extraño como a nadie; no cambiaría por nada del mundo, esos maravillosos momentos a su lado. Eso es lo que quiero para ti hijo, sinceramente me dolería verte solo porque le tienes miedo a esas cosas.

Izuku volvió a torcer los ojos. Era joven, sabía que su relación fue más otra cosa cuando era tan chico, sin embargo; su primer amor fue tan desastroso que sentía que con eso era más que suficiente para esta y las demás vidas.

─ Ya papá no insistas. Sino estas, dispuesto a iniciar otra relación, eres igual de cobarde que yo; no tienes derecho a regañarme.

─ Puedo porque soy tu padre, quiero que vivas una buena vida. Que seas feliz. Yo ya lo fui, es tu turno de serlo.

─ No tengo pretendientes decentes. Mi club de fans no cuenta, eso que sienten es muy diferente a la atracción real.

─Bien, porque no me gusta ese doctor Keigo tampoco a mí. Es un bruto, torpe, te trata como si fueras de cristal. Lo odio, pareciera que no supiera que puedes valerte por ti mismo sin problemas.

─Vamos papá, yo no le gusto al doctor Takami.

─ Tienes razón, le encantas. Él a mí no me gusta ni un poco para ti. Haciéndote sentir débil.

Izuku bufó, antes de levantarse de la mesa con los platos sucios, llevándoselos al lavadero.

─ Es imposible tener este tipo de conversación contigo, eres imposible. Me rindo. Se acabó el tema, ya cancelado, no soporto más.

Tras eso, Izuku se fue de ahí para lavar los platos, dando por terminado el tema, una espinita de la duda se quedó impregnada en el corazón del mayor de los Midoriya, que estaba bastante dispuesto a averiguar un par de cosas, que si su hijo se enterara lo mataría.

YYY

─ Hola chico, ¿Qué haces aquí afuera?

Con esto, Bakugo Katsuki brincó saliendo de su: "perfecto escondite", donde estaba espiando, como era usual cuando tenía un tiempo libre; a Midoriya Izuku, quien estaba adentro de la casa de su padre, quien salió por la puerta trasera a comprar unas cosas, quería pasar a su garaje por su moto; cuando vio a Bakugo ahí, como todo un stalker, espiando afuera de su casa. Era un cuadro algo inquietante, no menos gracioso para el mayor, quien sonrió satisfecho.

─Vamos muchacho, quiero hablar contigo.

YYY

¿De que hablaran? Lo sabremos en el próximo capítulo 35. Te noto interesado.