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Los invito a comentar siendo respetuosos.

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Capítulo 31. Una NO cita

─ Recuérdame ¿Yo por qué mierda estoy acompañándote?

Se quejó Bakugo Katsuki, quien iba bastante atractivo con sus botas negras, chaqueta militar, una playera blanca debajo de esta y unos pantalones de jeans negros rasgados. Death iba completamente en contra de su voluntad. Su expresión de furia contenida era incalculable.

─Bro, porque pese a que eres un bastardo sin corazón, no te atreverías a dejarme a mi suerte aquí. Mas si terminó siendo golpeado o algo parecido, necesitare de un amigo cuando ese tipo me mande al carajo. Porque estoy seguro de que va a dolerme como el infierno.

Pese que Death quería decirle "aun así me importa una mierda, muere tú solo", la realidad era que no podría lidiar con el pobre de su amigo si lo enviaban a la mierda. Se notaba que Kirishima estaba un tanto perdido por el tipo ese dueño del local famoso de comida; entonces de verdad el rechazo iba a dolerle y el hombre pese a ser un dolor en su culo más de lo que tendría que soportar; también era más de lo que le gustaría admitir un buen amigo, por eso no lo dejaría solo. Kirishima nunca lo había abandonado, era su turno de no defraudarlo.

─ Está bien; mañana me dejaras dar un paseo en motocicleta, sin supervisión.

El pelirrojo hizo una mueca, de todos modos asintió.

─ Me parece justo.

El agente se detuvo abruptamente una vez que estuvieron frente del local. Pese a que ese día se había arreglado mejor de lo esperado, pues llevaba una camiseta abierta color negro con una playera blanco debajo y su peinado le resaltaba sus encantadores hoyuelos; seguía siendo un manojo de nervios.

Katsuki estaba un poco harto de que ver a su amigo de ese modo. Tenía hambre y sed, fue prácticamente obligado a ir. No estaba para nada contento con tener que aguantar más tiempo ahí, luciendo como un completo estúpido. Sin embargo, el pelirrojo seguía ahí observando la puerta como si se tratase de su peor enemiga. Haciendo hervir la sangre de Death.

─ ¡Entra ya, maldición!

Con esto, furioso Bakugo empujó a su amigo hacia la puerta de entrada; en empujones lo obligó a entrar.

Cuando por fin entraron en la barra del local estaba sentado Midoriya Izuku comiendo su platillo favorito con su bebida favorita, charlando amenamente con el dueño del local quien estaba conversando hasta que alzó la vista para ver a quien acababa de entrar. Sus ojos estuvieron a punto de salirse de sus cuencas al notar ahí, al hombre del cual se enamoró; cuando Izuku se giró igualmente pudo ver a Kirishima ahí quien traía a Death detrás. Ambos mayores se quedaron congelados ante el otro, al tiempo que se sonrojaban. El ambiente incomodo, fue rotó por Death quien volvió a empujar a su amigo para que avanzase, lo que logró y por fin, de dientes afilados, se acercó a Kaminari.

Todo siendo observado por Death e Izuku, quienes estaban a la expectativa de ver qué ocurriría de ahora en más. El manager parecía más torpe que de costumbre, no podía ni hablar sin tartamudear o decir incoherencias.

─ Yo estaba pensando, pues si quieres ir a pasear... yo podría llevarte, mañana tendré un poco de tiempo libre.

Fue lo que por fin salió de sus labios, luego de mucho batallar; todos se quedaron mirando al pelirrojo con ojos de sorpresa absoluta.

─ ¿Es una cita?

Preguntó ahora Kaminari, ante la intensa mirada de todos; el más alto no pudo soportarlo.

─O-obvio no ¡Incluso ira Death!

El rubio cenizo que estaba sentado al lado de Izuku, un poco retirados de la pareja, antes estaba riéndose bajito porque la escena le parecía hilarante; ahora, lucia perplejo y furioso.

─ ¡¿Qué?!

Fue ignorado por Kirishima, Kaminari se sintió de verdad decepcionado, él quería una cita; aun así, ¡Esta era una oportunidad única! Por lo que sonrió un poco forzado.

─ Claro, incluso puede acompañarnos Izuku-kun.

Ante esto el aludido dejó de comer tranquilamente para mirar a su mayor, con un rostro que indicaba que estaba igual de sorprendido y molesto por aquello; tanto como Death.

─ ¿En serio?

Mas una mirada suplicante de parte de Kirishima a Death como de Denki a Izuku; fue lo suficiente para dejarlos a ambos callados y rendidos.

─ De acuerdo.

─ Tsk.

Ambos al mismo tiempo asintieron, Death se cruzó de brazos resignado, no lucia nada feliz. Entonces Denki por fin le llevó su comida; tanto el chico de amarillo como el pelirrojo lucían ilusionados. Tanto así, que ninguno quería arruinarles las cosas.

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¿Qué pasara? Lo sabremos en el próximo capítulo 32. Pista de patinaje