Capítulo 25. Por favor, aclaremos las cosas.
Hola de nuevo, espero que estén bien.
Los invito a comentar siendo respetuosos.
YYY
Capítulo 25. Por favor, aclaremos las cosas.
Mirio Togata estaba aterrado. Había adquirido esa mala costumbre de sentirse pequeño al lado de Izuku. Desde el accidente, al rubio le costaba no tratar diferente a Izuku, con esa necesidad insana de sobreprotegerlo; pero que este sin ningún tipo de esfuerzo y de ayuda, lograra lo que se proponía; le hacía sentir como un estorbo en la vida del peli verde. Por eso, cuando solicitaron doctores del hospital para que estuvieran en las carreras de motociclismo, no lo dudó dos veces. Así posiblemente, podría apoyar a Midoriya un poco más. Intentar sentirse vital en la vida de su mejor amigo y no un simple espectador o peor aún, en una barrera que le impedía llegar a sus objetivos. Se veía a él mismo como que no era digno de estar al lado de alguien tan maravilloso, aunque su Izu cuando era pequeño era más adorable. Este Izuku dulce pero fuerte e inquebrantable, era demasiado independiente. Aun, en sus recuerdos y añoranzas más íntimas, estaban las escenas de un pequeñito Izuku llorando y de él consolándolo; siendo abrazado con fuerza por su mejor amiguito una vez que lo ayudaba, ganándose una sonrisa llena de lágrimas y mocos. Era tan lindo. En esa época, Mirio no sentía que mendigaba el afecto y que era solo un extra en la vida de su mejor amigo.
Se alejaron, ante la atenta mirada de Death y el doctor Takeo. Este último siendo consciente de que algo grave había ocurrido. El rubio cenizo se dio cuenta del ambiente tan tenso que ese par se traían. Inclusive él, comprendió que no era prudente seguirlos, aunque realmente se muriese de curiosidad por saber que estaba ocurriendo.
Por su parte los mejores amigos estaban en los jardines del hospital, que a esa hora, como no era el descanso; estaban solitarios. Togata se quedó alejado de Izuku, mientras este se adelantó a tomar asiento en frente de un árbol. Estaban callados ambos, e incomodos. Midoriya no sabía por dónde iniciar y el ojiazul le rehuía a su mirada. Izuku alzó su mirada al cielo y no al doctor, quien le seguía ignorando con sus brazos cruzados y una pose desinteresada.
─ ¿Aun recuerdas cuando correteamos al tarado de mi vecino, cuando él y su estúpido amigo, se atrevieron a robar mi primera bicicleta?
Eso descocó al de bata, quien no se esperaba ese tema tan raro. Aun en su posición y cruzado de brazos, sonrió sutil.
─ ¿Cómo olvidarlo? Duramos en esa persecución por más de 4 horas, siguiéndolos por lugares imprudentes. Cuando los encontramos les lanzamos piedras y los golpeamos con varas hasta que logramos recuperar tu bicicleta.
El chico sin un brazo sonrió ante recuerdo y lanzó una pequeña risita.
─ Tu madre estaba totalmente histérica, porque aparte de desaparecer de la nada, cuando volvimos veníamos muy heridos y hechos un desastre. Se podía seguir nuestro rastro de ramas, lodo y unas gotas de sangre que eran dejadas en el piso cerca de las marcas de las llantas de la bici.
Togata ahora se rio sin disimulo, formando en su rostro su típica gigante sonrisa.
─Tuvimos torceduras severas, raspones, arañazos, chichones, moretones, nos dio una infección por las porquerías que entraron en nuestras cortadas expuestas, nuestros pies terminaron hinchados y con callos de tanto caminar; no pudimos caminar con regularidad por dos semanas. Se suponía que iniciamos esa travesía para evitar que tu padre estuviera furioso y nos salió el tiro por la culata. Aparte de un fuerte regaño, terminamos castigados una eternidad.
Izuku se rio de nuevo.
─ Vaya que fuimos lamentables ¿verdad?
Togata coreaba las risas.
─ Éramos unos mocos tontos.
Izuku dejó de reírse para mirar atentamente a su amigo, quien al ver esa extraña expresión, se quedó a la espera de que quería decirle este.
─ ¿Recuerdas cuando llegaste y me encontraste luego de que esos niños me hubieran golpeado y tirado de la bicicleta?
─ Claro, estabas a unas cuadras de mi casa, llorando en el piso. Hecho un mar de lágrimas, berreos y mocos. Estabas herido. Desconsolado.
Midoriya sonrío con amabilidad.
─ ¿Recuerdas que hiciste tú?
El mayor se sonrojó ligeramente antes de apartar la mirada. Aunque con algo de ganas de llorar.
─Te levanté del piso y te limpié las lágrimas bruscamente. Te dije "Los hombres se levantan a afrontar sus problemas, llora pero luego de eso, haz algo al respecto".
Izuku volvió a sonreír con cariño ante el recuerdo.
─ ¿Sabes? Cuando me propusiste que fuésemos a buscar mi bicicleta, recuerdo que acepté sin dudar. Sin embargo, estuve a punto de desistir más de una vez. Pero, verte ahí esforzándote tanto por mí, con esa demostración de fortaleza y sonriéndome para aliviar mis inseguridades; me hizo querer seguirte hasta el final. Siempre he admirado eso de ti.
El de bata estaba a punto de llorar y tenía la voz quebrada.
─ ¿De verdad?
Izuku asintió.
─ Siempre quise ser como tú, luego de eso, supe que tendría que superar la adversidad con una sonrisa en el rostro; como tú, para poder ser digno de ser tu amigo. Para que estuvieras orgulloso de mí. Para que no tuvieras que volver a consolar al "nene llorón" que se quedaba en el piso sentado, llorando; esperando que llegara su mejor amigo, para que lo protegiera. Tu presencia me ha ayudado a sentirme seguro y madurar. Gracias por eso, Togata-kun.
Volvió a sonreírle, pero ambos con lágrimas amenazando con salirles de los ojos, entonces Togata, fue a abrazar a Izuku con fuerza.
YYY
¿Qué tal les ha ido a Kirishima y Denki? Lo sabremos en el próximo capítulo 26. No molestes
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro