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YYY

Capítulo 18. Paseo en moto 

Había pasado una semana desde el día donde Katsuki fue espiado por el par de amigos, y pese a su obsesión por perseguir al niño Midoriya, no lo había hecho en días porque se dedicaba a trabajar en su amada motocicleta. Kirishima no le dijo nada sobre el hecho de haber recibido la visita de Izuku y Hado ese día, porque tenía la sospecha de que las cosas se pondrían aún más raras entre esos dos, no quería tener que soportar la cantaleta del dueño de “Pink Beer”.
Así que Bakugo se la pasaba entrenando y Kirishima apoyándolo como de costumbre. Solo que últimamente a Death pareciera no serle suficiente, se sobre exigía de manera muy notoria. Katsuki amaba estar arriba de su moto, solo que ahora era de las únicas veces que Eijirou lo notaba tan perturbado, tal vez era lo suficientemente orgulloso para admitirlo, pero el haber besado el suelo contra Izuku, lo tenía con un bajón de autoestima bastante fuerte. Le pegó en la única cosa que para Katsuki era sagrada: su record invicto.
Como su agente y amigo, el hombre de dientes afilados debía de cuidar del rubio enojón; así esto significara meterse en problemas con el mencionado. Estaban en la casa que rentaban juntos. El agente tenía el desayuno de ambos medianamente decente enfrente de él. Esperando por su problemático cliente, el que estaba seguro se enfurecería en cuanto supiera la decisión que tomó hoy. Lo escuchó bajar corriendo las escaleras y Eijirou tomó de su café en un intento de calmarse.

/Aquí viene/

─ ¡No me despertaste hoy maldita sea! ¡Se nos hará tarde!

Se quejó Katsuki en cuanto se sentó delante del pelirrojo, quien seguía impasible tomando café. Este no respondió nada y en su lugar solo respiró tranquilamente. Eso sin duda inquietó al motociclista.

─ No te levante porque hoy no entrenaremos. Es tu día de descanso.

Listo, con esto la bomba fue lanzada. La expresión de Death dejaba en claro su shock y su obvio desagrado ante esa respuesta.

─No necesito un puto descanso, joder no soy un maldito debilucho.

Estaba prácticamente gruñendo pero eso no amedrentó para nada a Kirishima, quien ya se esperaba aquella rabieta.

─Mi decisión ya está tomada, mi deber es cuidar de tu salud si eres lo suficientemente terco como para darte cuenta de que eres humano y como tal, necesitas descanso.

Bakugo golpeó la barra de la cocina con fuerza, con ambos puños.

─ ¡Ya te dije que no me subestimes!

─ ¡Sobre exigirte podría incluso arruinar tu carrera y no te ayudara a derrotar a Midoriya Izuku!

Luego de semejante bomba, ambos se miraron uno al otro con la respiración agitada y las fosas nasales dilatadas. Fue Bakugo quien apartó primero la mirada.

─Vete a la mierda.

Tras esa declaración, fue por sus llaves y salió de la casa dando un portazo. Kirishima solo se quedó en la cocina, sobándose sus cienes.

YYY

/Ese estúpido ¿Quién mierda se cree? Si no fuera porque estoy en medio de la nada y no puedo conseguir otro agente en estos momentos, juro por lo más sagrado que lo corría/

Death iba en una de su moto; manejando como un demonio, echando humos por todos lados, gruñendo. No tenía rumbo fijo, solo quería sentir que se alejaba de todos y todo. Hasta que dio con una linda pedrería que solamente terminó siguiendo sin ser consciente de ello. Por fin se detuvo cuando en una especie de sumidero, escuchó el rugir de una motocicleta, se acercó; ahí, en su motocicleta con su estúpida prótesis; iba la imagen de Midoriya Izuku, sonriendo como solo él podría hacerlo, brincando y haciendo piruetas en su vehículo motorizado.
De nueva cuenta, Katsuki volvió a tener esa horrible sensación de admiración inconsciente que tanto odiaba, porque ahí ese maldito niño se veía tan libre y hermoso, la moto pasaba a convertirse en una extensión de él. Bakugo soló podía pensar que ese maldito manco aparte de todo, parecía tener cierta paz mental. Una que obviamente Bakugo carecía. Entonces en un arrebato, se metió a donde estaba el tranquilo muchacho, para estorbarle de repente. Izuku por fin fue consciente de su presencia cuando apareció a su lado, con su moto rugiendo, haciendo una sonrisa socarrona llena de altanería. Izuku sonrió ante el obvio reto y eso fue todo, ante esas miradas intensas, los dos comenzaron acelerar y hacer piruetas. Lo que uno hacía, el otro lo imitaba a la perfección.
Estuvieron toda la tarde ahí, en ese extraño juego que más que hacerlos enojar o frustrarlos, parecía devolverles la tranquilidad; no lo admitirían pero esa competencia tonta era muy divertida y relajante. Cuando por fin ambos pararon, llenos de tierra se observaron fijamente uno al otro, siendo incapaces de decir algo luego de aquel momento tan agradable que habían tenido. Se sentía prohibido hablar de ello, como si al hacerlo, fuera a perder su magia. 

─Vamos por algo de comer, mocoso.

Fue todo lo que Bakugo dijo antes de avanzar en su motocicleta, con un Izuku sorprendido pero que no dudo en seguirlo.

─ Está bien pero usted invita.

Death solo torció los ojos.

─De acuerdo, pero eso solo si me alcanzas.

Tras eso, el rubio aceleró dejando al peli verde algo detrás quien solo atinó a acelerar como pudo.

─ ¡No sea tramposo!

YYY

¿Qué tal Mirio demuestra su descontento con todo esto? Lo sabremos en el próximo capítulo 19. No me agrada.