En Ajnâ, el mundo antiguo donde la energía variada llamada prána fluye, los humanos surgieron en medio del dominio del Chaos. A pesar de su debilidad ante los seres ancestrales, los humanos aferraban a la esperanza de una vida mejor, multiplicándose con el deseo ardiente de sobrevivir.

Después de milenios de súplicas, Ajnâ respondió permitiendo que estos humanos percibieran diferentes corrientes de energía, otorgándoles una forma de defensa contra el Chaos mediante la prána.

Sin embargo, el descubrimiento del poder oculto en estas energías desencadenó una serie de conflictos entre humanos y dominantes, llevando al resurgimiento del Chaos y desatando una lucha por el renacimiento y la supervivencia.

Así se teje el tapiz de la historia en Ajnâ, donde el destino de la destrucción es también la alegría del nuevo renacimiento.