|| IV || Primer resultado ||
~ 3ª persona ~
Tras pasar la noche, los chicos se reúnen con Kamui en el comedor para desayunar. Se sientan los tres, Kamui en el medio, y cada chico a un lado de ella. Estaban "tranquilamente" hablando hasta que llega Dwyer con el desayuno.
Takumi: *sorprendido* ¿Té con pastas? ¿Otra vez?
Dwyer: *respondiendo en un tono lento y tranquilo* Sí, pero es para que tengáis fuerzas hasta la hora del almuerzo.
Kamui: *riéndose* Mirándolo por el lado positivo, las pastas estaban ricas, no creéis, ¿chicos?
Leo: Eh... Sí. Tú siempre tan optimista como siempre, Kamui. Verdaderamente, creo que nunca cambiarás.
Takumi: Espero que para el almuerzo haya algo distinto. ¿Has entendido, Jakob? No creas que estás bien escondido detrás de la planta que hay al lado de la puerta de la entrada.
Jakob: *saliendo de su "escondite"* Me habéis visto, señor Takumi, verdaderamente Kamui tenía razón.
Takumi: *enfadado* ¡¿Qué te ha dicho Kamui de mí?!
Kamui: Takumi, no hace falta que te enfades tanto, jeje.
Jakob: Señor Takumi, ella no ha dicho nada malo, solo me ha comentado que tenéis unas habilidades increíbles que no se comparan con nadie.
Takumi: *sonrojado y más calmado* ¿D-de verdad Kamui ha dicho eso de mí?
Leo: *irritado, interrumpe la conversación* Jakob, ¿te ha comentado algo de mí?
Jakob: Sí, señor Takumi. Señor Leo, Kamui me habló sobre vuestras capacidades únicas con la magia. Además de que sois muy aplicado en vuestros estudios.
Parecía que las palabras del mayordomo eran música para los oídos de los príncipes, quienes se quedaron algo atontados después de eso.
~ PV Kamui ~
¿Qué les pasa a mis hermanos? Desde que Jakob les dijo eso, no han parado de fantasear y de mirarse a los ojos de una forma amenazante, ignorando por completo que estaba ahí. Por eso creo que he terminado de tomarme el desayuno tranquilamente mientras que a ellos se les ha enfriado el té. Tendré que ir a decirle a Jakob más tarde que no les vuelva a poner infusiones, que siempre que toman algo de eso, empiezan a ponerse raros...
Después del desayuno, me dirijo a mis aposentos y ellos al suyo. Llamo a Jakob y viene:
Jakob: *preocupado* ¿Qué pasa, Kamui?
Kamui: Jakob, quería decirte una cosa.
Jakob: Decid lo que deseéis.
Kamui: No vuelvas a hacerles infusiones a mis hermanos. Parece que les sienta mal o algo, porque después de tomárselas empiezan a comportarse de una forma muy rara, aparte de mirarse con cara de asesinos. ¿No te has dado cuenta de ello?
Jakob: Sí, y Takumi sobre todo. Vuestros deseos son órdenes, Kamui. ¿Algo más?
Kamui: No, gracias Jakob. Puedes retirarte a hacer tus quehaceres.
Jakob: De acuerdo, adiós.
Kamui: ¡Hasta luego!
Ahora ya me quedo sola... Otra vez... Me echaré una siesta, apenas dormí anoche. (¡!) ¡Los documentos! Mmmm... Los acabaré... Más tarde... Ahora tengo sueño...
Me quedé dormida a los pocos instantes de pensar eso...
~ PV Takumi ~
¿De verdad Kamui habla así de mí? Eso significa una batalla ganada para mí. Aunque de Leo también ha dicho cosas buenas, así que podría resultar esto en un empate.
~ PV Leo ~
No sabía que Kamui le hablara así de mí a sus vasallos... Me imagino que esto será un empate, porque de Takumi también dice cosas buenas...
Tras el desayuno, volvemos a la habitación.
Takumi: Así que fue un empate eso, ¿no?
Leo: Se podría decir que sí, sólo dijo cosas positivas de ambos.
Takumi: Bueno, y ¿cómo serán las siguientes batallas?
Leo: No sé, tendríamos que hacer alguna actividad con ella, ¿no?
Leo: ¡Ya sé!
Takumi: ¿Qué?
Leo: Una excursión por Valla.
Takumi: Si ella ya se sabrá este reino como la palma de su mano.
Leo: Pero nosotros no, le podemos pedir que nos dé una excursión por los lugares más turísticos y así pasamos tiempo con ella.
Takumi: De acuerdo, ¿cuándo se lo pedimos?
Leo: Si quieres después de jugar una partida de ajedrez.
Takumi: ¿Ajedrez? ¿Ahora? Bueno, vale, será fácil ganarte. Oye, pero ¿y el tablero y las figuras?
Leo: No te preocupes, me traje unos de Nohr por si acaso.
Takumi: Vale, escojo las blancas.
Leo: Pues en ese caso yo las negras.
Saco el juego de mi bolsa de viaje morada, y lo coloco sobre la mesa que se supone que era para el té, mientras nosotros nos sentamos en las sillas que hay en cada extremo. Empezamos a jugar, él comienza. Mueve primero al peón que está bloqueando la reina, dejando acceso libre un alfil. Es mi turno, y muevo un peón para dejar camino libre a otro alfil.
Y así, la partida transcurre con tranquilidad, mientras hablamos de otras cosas para despejarnos la cabeza. Hasta que llegamos a un punto sobre Kamui, cuando vamos empate y sólo nos quedan cinco piezas a cada uno, poniéndonos en jaque constantemente.
Leo: ¿Y qué viste en Kamui?
Porque, si pierdo esta guerra, al menos tengo que asegurarme que esté en buenas manos.
Takumi: P-pues... Su personalidad amable. Su sonrisa deslumbrante. Sus ojos de color carmesí. Su pelo blanco como la nieve. *emocionado* Prácticamente todo de ella. ¿Y tú?
Leo: Siempre confía en los demás. Tiene un corazón dulce y bondadoso. Siempre se esfuerza al máximo, y pone a los demás siempre por delante de ella. Además, quisiera protegerla y ayudarla en todos los aspectos de su vida.
Takumi: Interesante. Por cierto, te queda una menos.
Caíste en mi trampa. Gané la partida, al igual que ganaré la guerra.
Leo: Pero ahora me como esa, y... Jaque mate. Perdiste. Como perderás esta guerra.
Takumi: Ya sé por qué me preguntaste eso... Me he distraído, bien hecho, Leo. Pero la próxima partida no será igual. ¿Echamos la revancha?
Leo: Sinceramente, me da igual. Si sabes que voy a ganar, pero bueno.
Takumi: ¡Esta vez si te ganaré, ya verás!
Leo: Sí, sí, todo lo que tú digas. Si quieres ganar, concéntrate, ya he movido.
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