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10

Luego de que Circe se tranquilizara, y tuvo en frente a Arabella, que ya no sabia para que lado correr, los ojos de la menor se le llenaron de lágrimas, y dejando todo ese falso rencor de lado se tiro sobre la rubia para darle un fuerte abrazo.

—Lo siento tanto.— le susurro Arabella al tener a la pelirroja en sus brazos.—Perdón por haber sido tan cruel contigo.

Tras las disculpas, y un largo abrazo, Circe sintió un peso menos en su pecho, pero otro que la hacia dudar de todo lo que conocía crecía en su lugar.

La pelirroja decidió dejar a Hisirdoux con Arabella a solas, y se fue a caminar por el campamento, a conocer sus alrededores, la gente, las brujas. En medio de su caminata se cruzó con la matriarca.

—Vaya, una hechicera nigromante. — dijo esta al verla.—Saliste viva de milagro de aquel bosque.

Circe la vio espamada, ella nunca dice lo que es realmente, en principio porque hasta ella misma quería olvidarse de sus raíces.

—No he conocido a muchas personas como tu, que lo quieren negar, por lo general los nigromantes quieren aun mas poder.— dijo alzando una ceja.—Menos tu.

—Yo, yo, yo no elegí esto, pero puedo evitar terminar como varios.— respondió nerviosa ante la duda.

—O puedes aprender de tu esencia, no terminar como ellos, cada uno elige su camino. Es bien sabido que la mayoría de los nigromantes eligen la oscuridad de su magia.

La pelirroja se tomó la boca del estómago, no sabia si eran nervios o que, pero le dolía. Aquel discurso de Caliope la descolocó por completo, desde que nació le marcaron que camino seguir, ir por uno propio no fue una opción para ella.

—Aun eres joven, te queda mucho por delante, que tus primero años de vids no te encasillen por lo que te reste de esta.— le tomo la mano, y observó algo en ella.—¿Viste este línea? Indica que aun te  queda mucho que recorrer.

La matriarca se fue, dejando en medio de una multitud festiva a Circe. Sobre su cabeza miedosa múltiples dudas surgieron. Camino sin rumbo, viendo las diferentes carpas, cada una ofrecía mucho, desde pócimas, libros, escritos sueltos, polvos mágicos, piedras rúnicas, hasta cualquier tipo de encantamiento. Si ella no estuviera tan absorta en sus incógnitas, hubiera hablado hasta por los codos con cualquier ser que se cruzara y le ofreciera hasta lo mas mínimo.

Ahora su único rumbo era ir donde estaba los demás, hacerlos callar, y dormir. Al llegar a la carpa vio una escena empalagosa, hasta que medio le dio un poco de celos, sin entender muy bien a quien estaba celando, si a Hisirdoux que era su figura de hermano mayor o Arabella que de alguna manera podía ponerla mas nerviosa de lo usual.

—Disculpen. — carraspeo.—¿Estaran toda la noche así? Quiero descansar un poco.

—Ah no, mí lady.— dijo Arabella poniéndose de pié.—Nadie duerme temprano esta noche, porque hoy hay festival.

—Vayan ustedes ya tuve demasiadas emociones.

—Debes venir Cir.— suplico.—Además quiero que conozcan a alguien.

—¡¿Quién?!— preguntaron al unísono Hisirdoux y Circe.

Arabella sonrió emocionada, tomo a ambos de las manos, y los arrastró al centro del gran campamento. Una fiesta bastante colorida, con musica, y comida se llevaba a cabo; Arabella llevó al medio de esta a sus amigos, se freno frente a la gran fogata que había a sus espaldas. El fuego parecía danzar con ella. Se detuvo por un instante alzando sus brazos, abriendo sus manos, y muy lento por sus piernas empezó a trepar una gran serpiente blanca, que se fue enroscado por su cintura, término de escalar por detrás de su cabeza, fijo sus ojos blanquecinos sobre Circe e Hisirdoux.

—Les presentó a mi familiar.

Las manos de la bruja se iluminaron junto con la serpiente, que no dejaba de sisear, como si estuviera furiosa.

—No se asusten, no hace nada.— trató de tranquilizar a los dos que tenían en frente.

—Es hermosa.— susurro Circe dando un paso a adelante.—Magnífica.

El gran familiar se transformó en una esponjosa gata blanca, que salto a los brazos de Circe.

—Bueno, así me agrada mas.— dijo Hisirdoux acercándose a la pelirroja.—Quizás te lleves bien con Archibald.

—No lo creas humano. Con suerte me puedo llevar bien conmigo misma.— respondió la gata.—Digo, miau.

Hisirdoux tomo a la gata, que en sus brazos empezó a ronronear, agarrándole cariño con rapidez. Se fue dejando sola a las dos chicas, que lo vieron con gracia.

—Ni siquiera conmigo ronroneo tan rápido.— dijo entre risas Arabella.

La pelirroja, empezó a reír con los comentarios de la rubia. Con el fuego a su alrededor Circe brillaba mas de lo usual, se fundía con la llama misma, con la luna, las estrellas. Arabella nunca la había visto así, tal alegre, libre, viva. Tomo a Circe de la mano, tirándola aun más cerca de ella. Sus miradas se cruzaron, y se iluminaron. El rostro de la pelirroja muy lento se fue tiñendo de rojo.

—Cuando no temes por las razones incorrectas eres muy linda.— susurro Arabella.—Cuando no le temes a nadas eres hermosa.

Juntas danzaron lento, en contra del compás de la musica. Circe sentía que flotaba, que eran ellas dos, que nadie mas se encontraba entre ambas. Cuando Arabella se acercó aun mas, casi rozando su nariz, aquel peso, aquella sensación de unas horas atrás volvía a resurgir en el centro de su pecho. No era magia oscura, era algo que no tuvo tiempo de experimentar antes. Algo que le falto durante sus primeros años de vida hasta el día que por accidente apareció en la sala de un viejo hechicero.

—Arabella, esto, esto no es correcto. — dijo alejándose de ella.

—No te preocupes, siempre va haber un momento para lo correcto.— sonrió, le beso la mejilla, y se fue.

  Circe se limito a verla, desapareciendo a través del fuego, fundiéndose con la gente. Nunca antes se había sentido tan frustrada, y confundida en su vida. Un toque sobre el hombro la trajo a la realidad otra vez

—¿Bailamos?— preguntó Hisirdoux ofreciéndole la mano.

—Claro.

Circe se movía nerviosa, al rededor del fuego, pisando a Hisirdoux, o chocando sin querer contra otras personas. Hisirdoux lo noto, y se aportaron de ahí, a un lugar mas silencioso, más tranquilo.

—¿Ocurre algo?— preguntó el pelinegro.

—Yo, uuhhmmm, no se. Siento una rara sensación justo acá.— dijo señalando el centro de su pecho.—No es como cuando estoy por usar mí magia, es raro.

—Aaawwww, alguien se esta enamorando.— dijo dándole un fuerte abrazo.

—Esto es terrible.— se dijo así misma abrazando aun mas fuerte a Hisirdoux.

—No lo es, no tanto.

  El abrazo duro más de lo usual, la inquietante alma de la hechicera se fundió con el tranquilo abrazo de hechicero.  —Algo mas a lo que temer.— pensó.—Quizás no sea tan malo.— se respondió así mimas.—Es un buen temor, como ella dijo. Se soltó del pelinegro y le vio a los ojos con confusión.

—¿Es así como te sientes cuando ves a Arabella?— preguntó con voz entrecortada, como queriendo llorar.

—Me temo que si.— respondió este dándole una dulce sonrisa.

Esa noche Circe durmió, o hizo el intento, sola, con la compañía de Archie que dormía acurrucado a sus pies. Hisirdoux y Arabella había desaparecido sin decirle a la pelirroja donde estarían.

—Como si fuera tonta.— se quejo.—¿Sabrán que no soy una niña y que se lo hace la gente de su edad?— se preguntó sin esperar respuesta de nadie.

—Lady Hestigio, debe comprender que hace mucho que no se ven, así es la naturaleza humana.— respondió el gato negro que se estiraba para caminar al lado de ella.

Circe se sonrojó ante las escuetas palabras de su compañero felino, decidió callar, para evitar cualquier charla incómoda sobre la naturaleza humana. Luego de una hora mirando al techo de la carpa, durmió como por arte de magia.

En la plena oscuridad de sus sueños, una voz rasposa hizo eco en ella. Haciendo que se despierte de un salto. Aun era de noche, seguía sola, solo fue una extraña pesadilla mas.

—Nada que temer.— repitió.

★★★

Hola ¿Como les va? Esperó que bien.

Saben, creo que esta historia va para largo, digo, ni siquiera tengo planificado el final, o sea si tengo una idea, pero...

¿Ustedes creen que la gente se enamora de Arabella por la magia de encanto que lleva? Nunca lo dije (creo) pero la doña tiene algo como ese ataque pokemon "encanto" Igual cuando ella es joven no lo puede controlar, ya de más adulta si.

🌌Como siempre, sin mas que agregar, gracias por el apoyo, hasta el sábado🌌

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