Parte tres
Lo que hizo despertar inesperadamente fue ese inmenso dolor de cabeza acompañado de una enorme sensación de ser; en efecto era la resaca de la noche anterior y era lo que siempre sucedía después de beber sin control.
Sin embargo lo que miró a su derecha lo dejó perplejo, era aquel jovencito de cabellos esmeraldas que descansaba pacíficamente sobre la suave almohada blanca recostado boca abajo.
- Pero que...
Dégel se levantó lentamente de la cama intentando no despertarlo, colocó las sábanas a manera de que aquel joven sintiera que aún estaba a su lado.
Bajó la mirada a su cuerpo, en su torso se podían apreciar varios hematomas; tomó sus prendas del suelo y entró al baño para poder cambiarse antes de que aquel chico despertara.
- Esto no me pudo pasar... Yo - se recriminaba una y otra vez, para sus ideales esto no era correcto, esto estaba mal, ni siquiera sabe si ese chico lindo le corresponde.
Se acomodó sus prendas, peinó su largo cabello, terminó de colocarse sus anteojos y salió de inmediato de la habitación sin recordar que dejó su identificación tirada cerca de las prendas de Camus.
Una hora después fue el turno de Camus despertar, demasiado confiado en que aquel hombre de anteojos estuviera aún a su lado se giró sobre el colchón para rodearlo con sus brazos pero lo único que se encontró fue unas sábanas acomodadas.
Fue donde comprendió que aquel sujeto con quién había pasado la noche se esfumó sin decir nada al respecto.
- Siempre es lo mismo - Se quejó Camus acercandose al mueble de madera que tenía a su lado para poder tomar su celular - Unos al menos tienen la delicadeza de quedarse para solo llenar de palabras vacías promesas que jamás cumplen, otros son muy insaciables que se dan sus aires de grandeza cuando no les funciona al cien su aparatito - Al decir está palabra final no pudo evitar reírse por qué realmente en sus encuentros casuales aprendía cómo era cada persona con quién disfrutaba esa pasión de unas horas.
Nuevamente dejó su celular sobre el mueble y se quedó pensando en lo que había ocurrido en la noche.
- Anoche fue... - Hizo una leve pausa mientras pasaba sus dedos sobre sus labios - Jamás me había sentido tan, deseado, amado quizá... Fue como si el tiempo estuviera a mi favor, era sutil pero apasionado; algo que no cualquiera tiene.
Resignado bajó la mirada pero un pequeño objeto rectangular en el suelo llamó su atención.
Aún desnudo se levantó de la cama para poder tomar aquel objeto, grande fue su sorpresa al darse cuenta que era una identificación oficial de Dégel.
- Aquí están sus datos... Su dirección.
Sonrió ladino al mirar que no todo estaba perdido, quizá podría volver a tener una oportunidad de verlo una vez más.
A la par de ese momento, Dégel llegó a su casa ignorando las insistentes llamadas de Kardia en su celular. Lo único que deseaba en ese momento era tomar una ducha y poder dormir para dejar de pensar en aquello que Dégel hizo en la noche con ese joven.
- ¡En que diablos estabas pensando Dégel!
Se dijo a si mismo molesto golpeando con furia la pared, aún no podía creer en aquel encuentro del cual se sentía culpable por tener relaciones con un total desconocido ¿En que estaba pensando?
Estaba dispuesto a entrar al baño para olvidarse por un momento de sus culpas pero el sonido del timbre se lo impidió.
- Si es Kardia juro que voy a matarte - Murmuró molesto para ir hasta la puerta - Tus ideas solo me ocasionan problemas y malas jugadas con mis ideales y principios.
Lentamente tomó la perilla de la puerta, grande fue su sorpresa al darse cuenta de la curiosa visita que había llegado a su hogar.
Ahí estaba aquel joven de cabellos esmeraldas con una cálida sonrisa mientras le mostraba la identificación que Dégel había dejado en la habitación.
- Yo...
- Esperaba verte a mi lado al despertar... Veo que desapareciste como un cobarde - Se burló Camus entregándole su identificación.
- No, yo no quería dejarte, yo... - Tartamudeó nervioso, por alguna extraña razón la presencia de Camus lo hacía doblegarse, sus piernas temblaban con tan solo mirarlo, había algo muy especial en el y no sabía la razón.
- Solo dime una cosa - Camus comenzó a invadir su espacio personal haciendo que Dégel retrocediera hasta pasar el marco de la puerta - ¿Buscas algo especial? O solo placer de un rato.
- ¿A qué se debe esta pregunta?
Camus cerró lentamente la puerta principal para evitar llegadas inesperadas, realmente se estaba jugando la vida sin saber realmente si Dégel tenía pareja o familia en casa, siempre decía que si no arriesgaba no ganaba.
- Solo respóndeme - Aquel joven de cabellos esmeraldas comenzaba a pasar la yema de sus dedos sobre el borde de la camisa de Dégel de manera divertida - Quiero ser sincero antes de dar un paso más, quiero estar seguro, eso es todo.
Dégel dejó escapar un poco de aire entre sus labios, siempre se había llevado los malos momentos cuando de una relación se trataba y ahora volvía a pasar lo mismo con Camus, solo esperaba no ganarse otra decepción más por el simple hecho de ser sincero y abierto a su corazón.
- No soy el tipo de personas que buscan placer de un rato Camus, anoche no se que me sucedió, perdí totalmente el control bajo el influjo de tus encantos... Por primera vez sentí la necesidad de desear a alguien, de querer dar todo aunque vuelva a ser rechazado y...
- Espera - Interrumpió Camus inesperadamente.
Aunque Dégel estaba más que listo para recibir otro rechazo más, intentó apartarse pero Camus no sé lo permitió.
- Si tienes algo malo que decirme mejor puedes darte la vuelta y...
- Dégel, si estoy aquí de nuevo en tu casa sin saber realmente sobre tu vida es por qué jamás me había sentido tan pleno y reconfortante con alguien... Anoche descubrí que fue tu manera tan atenta lo que yo espero de alguien, no te conozco, no se de dónde vienes ni se nada de ti pero quiero intentarlo, quisiera que tú y yo...
Palabras que fueron interrumpidas por Dégel quien tomó con delicadeza el rostro de Camus para mirarlo a los ojos - Soy el tipo de persona que te llevaría el café todas las mañanas a tu cama, aquel que no olvidaría alguna fecha especial y sobre todo un romántico con el alma enamorada deseando ser el complemento ideal en tu vida.
- Jamás había escuchado palabras tan bonitas ¿Acaso eres poeta?
- No lo soy, me gusta leer y mi mayor fantasía es hacer realidad todo aquello que he leído. Si tú quieres puedo ser todo aquello que gustes y mandes, tengo un corazón sincero que te ofrece amor y momentos solo para ti deseando complacerte, que dices ¿Quieres intentarlo a mi lado?
Dégel se alejó un poco de Camus para poder extender su mano esperando la aprobación del joven de cabellos esmeralda.
Camus sonrió de lado al escuchar la confesión de Dégel, si bien ya había pasado varias situaciones de un rato, no perdía nada con intentar algo con Dégel, después de todo era una oportunidad de estar con alguien donde todo es mutuo, solo era cuestión de conocerse mejor.
Levantó su mano y la colocó sobre la palma de Dégel aceptando su confesión.
- Acepto y cambiando de tema miré en tu identificación que es tu cumpleaños, cinco de febrero casi muy cercano al mío.
- El tuyo cuando es preciosura.
- Siete de febrero.
- Hay que hacer algo por nuestros cumpleaños - Sonrió Dégel tomando a Camus de la cintura para acercarlo a su cuerpo.
- Mi regalo es este - Camus rodeó con sus brazos el cuello de Dégel, se acercó lentamente para rozar sus labios con los de él, un beso suave y sutil que podía sentirse cargado de una nueva esperanza en el amor.
Después de todo era algo que ambos buscaban y en el momento preciso ambos se encontraron, naciendo con ello una historia de amor.
Cerca de ahí Kardia miraba lo que sucedía detrás de un árbol acompañado de su inseparable primo mientras sostenía unos binoculares para observar mejor.
- ¿Ya nos podemos ir Kardia? Ya me aburrí.
Se quejó Milo cruzando los brazos molesto al ver que su primo seguía mirando a la casa de Dégel.
- Mmm ¿Tanto esperar para que los dos solo se besen? Yo esperaba que se cogieran cariño.
Milo rodó los ojos molesto, tomó a Kardia de la camisa y comenzó a jalarlo para irse de ese lugar - No todos son como tú Kardia; ahora andando que nos esperan en casa.
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Y fin...
Personitas bellas lo se fue corto pero era para que el cumple de mi amor no pase desapercibido, de mi parte Dégel siempre tendrá amor 😁😁😁
Espero que les haya gustado esta pequeña idea que me saque justamente en la media noche 🤗🤗🤗
Hoy es el cumple de Camus así que esta historia corta va para los dos 🥳🥳🥳
Sin más me despido y en estos días seguiré actualizando lo que me falta y espero sacar una que otra idea que me ronda en la mente, yo espero que se pueda.
Muchas gracias los quiero 💖💖💖
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