La vida está hecha de decisiones, caminos que elegimos sin saber adónde nos llevarán. Algunos están iluminados por las expectativas y sueños que nos inculcan desde niños; otros, en cambio, están cubiertos de sombras, llenos de duda y temor. Pero son esos caminos oscuros los que también ofrecen una libertad salvaje, esa que solo encontramos cuando dejamos de aferrarnos a lo que creemos seguro.

Candás no siempre fue una rebelde, pero ahora, a sus 19 años, ha decidido vivir bajo sus propias reglas. Para ella, cada acorde y cada nota son el pulso de su existencia, su forma de resistir y abrazar la vida. Sin embargo, sabe bien que la vida no siempre sigue el ritmo que uno espera. A veces, se detiene de golpe, obligándote a escuchar un compás que jamás pensaste enfrentar.

Por otro lado, Lenard siempre creyó tener el control. Su vida estaba trazada: estudios, universidad, una carrera que prometía éxito. Tenía un propósito claro, hasta que el destino, caprichoso como siempre, lo empujó hacia un camino que jamás imaginó recorrer. Y cuando conoció a Candás, descubrió que la vida, como una buena canción, no siempre sigue una partitura.

Porque, al final, no se trata de cuánto dure la melodía, sino de cómo elegimos vivirla mientras aún podemos escucharla.

¿Listo para acompañarlos en esta travesía?