Otra vida
Cuando pensaba que te tenía cerca y el camino nos vuelve a separar. Juro que no me aferró a nada, solo quiero saber de ti. Otro adiós tal vez.
***
Un nuevo país. Agregados en la casa de alguien más. Muchos papeles que hacer y convivencia difícil.
Una hermana de mi suegra nos abre las puertas de su casa y allí estamos bien. Bueno, yo y los niños estoy bien. El resto solo sabe discutir sus diferencias. Mi ventaja era que había convivído en casas agendas otras veces y mi nivel de paciencia era más alto que ellos. Sabía escuchar, callar y esperar, ayudar y estar.
Publicaba en mi estado las salidas conociendo pequeños lugares y me sorprendió un mensaje tuyo como reacción. Oh, fue por la foto de la Playstation 5, que era una belleza en ese momento, y una figuras de acción de animes que me encantan.
Nos conocimos un poco más. Supe lo que haces y te gusta hacer, lo que quieras logrará pero me preocupa que no tengas metas ni sueños. ¿No planeas nada? ¿Qué te motiva?
Yo si tengo un sueño. Ser escritora y llegar a trabajar en guiones para pelis, series o animados, incluso quiero crear historias para videojuegos que tanto me gusta.
Y mientras todo a mi alrededor era un dolor de cabeza protegida a mis hijos pero nadie cuidaba de mi. Creo que no debí contarte eso.
—Conozco un abogado que puede ayudarte. Es muy bueno.—¿me dices que me ayudaras a conocer un abogado para que pueda divorciarme?
—No puedo hacer eso.
Tengo que callar y soportar, porque no estoy sola, y a la vez lo estoy.
—Deberíamos de dejar de hablar.—mi corazón dolió y mis manos temblaban.
—¿Me estás diciendo que quieres que te deje de hablar?
—Si.
—Está bien.—tarde en escribir esas dos palabras.
—Siempre que me necesites aquí estoy. Que te vaya bonito.—y dijo mi nombre en diminutivo al final.
No voy a llorar porque la verdad...no, si quiero llorar pero, no dejo las lágrimas salir, me digo que no vale la pena pensarte como si fueras mi amor de toda la vida.
Para ti no soy nada, y me aferró a esa idea.
Dos meses y pudimos salir de esa casa para ir a un apartamento. Convivimos por un año los cuatro y ¿Adivina? Si, la suegra.
No haré una historia tan larga. Pero soporte humillaciones, faltas de respeto, graserias, chisme a mis espaldas y todo nada más y nada menos que de mi querida suegra. ¿Por qué tiene que ser tan bruja? Y lo peor no era eso, sino que el hombre que se suponía era mi todo (aunque no lo era) solo la apoyaba. Esta mujer sabía manipular y hacer que todo fuera a su forma, y yo callaba.
—Alla arriba hay un Dios y todos tenemos tarde o temprano lo que merecemos.—reí por dentro cuando dijo eso, porque tenía toda la razón. Y seguí callada.
Me tildaron de cosas que ni yo sabía y estoy demasiado sorprendida, nótese el sarcasmo. Era mentirosa y siempre ponía a Dios como ejemplo. Si odiaba con el alma cada vez que para justificarse usaba la palabra "Dios".
"Dios sabe que yo...", "Dios está mirando y sabe...", "Porque a Dios no le gusta..."—si señora, Dios todo lo ve y lo sabe, y te está escuchando alto y claro más la sabiendo la intención en tu corazón. En serio soporte mucho de esta mujer y mejor ni cuento como su hijos la apoyaba incondicionalmente aun sabiendo como era ella. Obvio ya el no me conocía y desconfiaba por causa de la consejera que era su madre.
Una mujer que fue amante y alejó un padre de su hermosa familia. Mismo hombre sufrió esto y aunque ella le diera un hijo este tenía dolor y amargura en su corazón. Arrepentido, pero no tenía salida y termino quitándose la vida. A esta mujer no le importaba su sufrimiento y hoy por hoy miente diciendo que era un alcohólico. Así era, y dice que se arrepiente de muchas cosas, pero siento que nada cambia dañando a mi matrimonio y mis hijos a su forma para luego tirarme toda esa tierra encima. Callo cada acción suya pues no vale la pena gastar mi voz.
Yo a veces pienso en ese hombre y las veces que me cuestione por entrar en esta familia desconocida y sus malas manías.
***
Se abrieron una puertas desconodas para mí. Pide conocer el mundo poco a por por mi propia cuánta y fue trabajando como cajera en una tienda y relacionandome. Si me fue difícil hablar con desconocidos. Tenía miedo y la pena me invadía constantemente.
Tengo, que esforzarme. Seis años en cuatro paredes no van a detenerme ahora que puedo respirar un poco. ¿qué pasará mañana?
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