Regresar
Y ahí estaba yo regresando a casa, dos semanas no habían sido suficientes, por mi me hubiera quedado con el dios del infierno y el niño bonito para siempre, pero empezaba a creer que Hades estaba a nada de volverme a usar como saco de box.
Eso y que si no volvía mis padres vendrían por mi, una carta no era conveniente... apagar mi teléfono mucho menos.
Llegué cerca de las doce, esperando todos estuvieran dormidos, me equivoqué... al entrar mis padres estaban en la sala con la computadora encendida y miles de papeles en la mesa.
—Jensen —murmuró papá al verme.
—¿Aún no me remplazan con un cachorro verdad? —pregunté nervioso.
Suspiré esperando el castigo, sin embargo mis padres se levantaron para abrazarme con fuerza.
—¡No vuelvas hacer eso! —regañó mi Pa— nunca me oíste.
—Lo siento —susurré, papá beso mi frente con fuerza para calmarse.
Nos sentamos en la mesa, me quedé mirando las miles de hojas con mi rostro.
—¿Aún no los pegan verdad? —pregunté temeroso, me veía de cinco en esas fotos.
—Si hubieras llegado media hora antes no hubiéramos perdido miles de hojas —mencionó papá mirándolas.
—Dejé una carta...
—Una carta Jensen, una carta que solo decía vuelvo después, no contestas mensajes, llamadas... mierda Jensen... —regañó Pa con un nudo en su garganta.
Abracé a mi Pa para calmarlo, sabía que había hecho mal al irme de esa manera.
Él correspondió al abrazó con fuerza.
—Sé que no debí irme así, pero no podía —suspiré— no podía estar cuando los videos fueran entregados... no podía Pa.
Pa suspiró para besar mi frente, Papá se acercó para abrazarnos a los dos, me quedé así por un par de minutos.
—Era castigo usar esa foto —traté de aligerar la tensión.
Ellos me vieron molestos, suspiré para mirarles y asentir.
—Lo siento, yo... estoy cansado iré a dormir —mencioné.
—Mañana hablaremos de acuerdo —sentenció papá.
Asentí, subí a mi habitación para ver a mi hermano dormido en mi cama.
—Dos semanas y te adueñas de mi cama —dije al menor.
El chico abrió los ojos para verme, estaba emputado.
—¡Eres un gran pendejo! —exclamó.
El pequeño se levantó para pegarme con fuerza.
—Jake... —lo llamé.
—No, sabes qué tan preocupado estaba por ti —me regañó— es que no piensas tarado.
—Ya lo se, soy un estupido idiota, cabron —le mire— lo siento si.
Mi hermano suspiró para abrazarme triste, lo abracé con fuerza pues había extrañado a mi pequeña bolita de odio.
—Te odio —murmuró.
—Seguro que si —me reí.
Me quedé dormido con mi hermano a mi lado, al despertar mis padres me obligaron a ir a la escuela.
—No puedo ir mañana mejor —pedí a Pa.
—Jensen no vas alargar más esto —dijo papá sirviéndome el desayuno.
—Estoy cansado —me quejé, viajar solito era aterrador.
—No estabas cansado para asolearte en Santa Monica verdad —mencionó Pa.
Me obligarían a ir, no había de otra.
Jake bajó para empacar su desayuno, metiendo cuanto dulce podía en su lonchera.
—Caerás en coma por tanto dulce —le mencioné.
—No es para mi, alimento a Dee Dee de dulces —comentó— se siente mejor así.
—¿Cómo está? —pregunté recordando al nene.
—Regresó ayer pero sólo fue un par de horas —explicó— cada hora que pase es un dulce.
—No puedes sobornarlo con dulces...
—Hago lo que puedo Jensen tengo doce —me recordó— al menos yo no huyo.
Asentí, tenía razón y me lo haría saber todos los días.
Papá nos llevo a la escuela, probablemente para asegurarse de que llegará y no escapara.
—Vendré por ti —mencionó papá.
—Puedo volver a casa solo —le recordé.
—Seguro pero vengó por ti, no vaya a ser que camines para la casa y termines con tu primo Oti —se burló papá.
Era lo que pasaba con la confianza, si se perdía era difícil de recuperar.
Respire para entrar a la escuela, las miradas recayeron en mí con fuerza, podía ver como murmuraban.
Pase por el casillero de Cade, ahí estaba todo adornado, con algunas fotos, cartas y flores... lo hubiera amado.
Camine hasta el mío para sacar mis cosas, de un momento a otro sentí los brazos abrazándome con fuerza.
Me giré para ver a Percy, cuando me soltó el chico me plantó un buen putazo en el hombro.
—<Tu maldito idiota...
—Lo sé, me lo merezco —murmuré.
El chico me volvió abrazar más calmado, le devolví al abrazo.
—<¿Cómo estás?> me preguntó.
Levanté los hombros para responder, a lo lejos vi a la chica acercarse a mi molesta.
—Serás mi escudo —le miré nervioso.
El chico retrocedió un paso para no meterse.
Vic's llegó para plantarme una buena bofetada y después abrazarme, la abracé de nuevo... joder cuanto lo necesitaba.
—Si vuelves...
—No me iré —asegure— necesitaba hacerlo pero ya estoy aquí.
Ellos se miraron para recaer inseguros en mi.
—Jensen yo... lamento lo que te dije —mencionó— estaba molesta y no debí decirte esas cosas, nadie se ante pone a lo que mi primo quería no es así.
Asentí, seguro que ya había visto el video.
—Está bien Vic's, ¿Amigos? —pregunté.
Ambos me abrazaron fuerte.
—Claro que si —dijo ella.
Fuimos a clases, todos hablaban de lo mismo... Cade.
Había debate hoy pero no participe, ya que caso había...
—Jensen te quedas —pidió el profesor, mire a Percy que me sonrió para salir.
—No tenía ánimos —mencioné.
—Lo se Jens no esperaba que lo hicieras —me calmó— ¿Quería saber cómo estás?
Levanté los hombros y es que no podía decir que bien.
—¿Cómo estás tras los acontecimientos? —me preguntó— tu y él tenían una relación única.
—Cree que estoy feliz no...
—Jensen tu y él eran amigos —me cortó— Cade me lo dijo.
—¿Qué? —pregunté confundido.
—Un par de días antes de dejar de venir vino a mi —dijo sonriendo— me dijo "Profesor es probable que no esté para el debate final así que vengo a darle la mejor idea para ese día"
—¿Cuál? —pregunté intrigado.
—Si las personas que miden menos de uno sesenta y uno se consideran personas o gremlins —mencionó.
Sonreí, un tremendo idiota.
—Que bueno que lo entiendas porque yo no —dijo inseguro— pero también me pidió que fuera tu tutor de último año, sabes Jens los profesores sabemos quien se lleva bien con quien o quien no y aunque todos aquí piensen que no, ese día, el día que hablo conmigo de ti supe que ustedes dos tenían una relación única.
Asentí cansado, al menos una persona aquí lo sabía.
—Está bien sentirte triste, enojado pero que no sea continuo, él no querría eso —aseguró.
—Si profesor —murmure.
—Bien Jens —sonrió.
Salí de la clase para ir a mi casillero recayendo una vez más en ese pequeño altar.
—Que huevos los tuyos he Jensen —me dijo la voz, me giré para verlo era Devon.
—¿Qué quieres? —pregunté con molestia.
El chico sonrió frustrado para mirarme.
—Eres un jodido hipócrita —bufó— ir a su funeral, soltar todas esas lágrimas falsas, Dios mereces un Oscar pequeñín —dijo poniendo su mano en mi hombro.
Retire de mi hombro su asquerosa y gigante mano.
—No te devo explicaciones así que no me jodas —dije pasando de él.
El capitán del equipo de americano me tomó de la mochila para regresarme.
—No pero a él le debes respeto —aclaró— era un chico maravilloso y tú llevaste a esos payaso a su funeral —dijo dándome un ligero empujón— a que se burlaran de su padre...
El chico me dió otro empujón.
—Y armando tu show de desaparecer, eres patético —señaló dándome el último empujón— se hombre y respeta a mi amigo, seguro sacaste lo marica de tus padres.
Le di oportunidades de dejarme pero no quiso, ahora seria su problema.
Le metí un tremendo puñetazo que hizo que su sangre brotara de su nariz a mares.
—No me vengas con tu mierda de qué es tu amigo te metiste con su novia —se hizo ruido, todos nos miraban— recibiste video acaso, no y sabes porque no porque yo estuve ahí cuando los grabé —bufé.
Me acerqué para darle un empujon.
—Yo fui el primero en enterarme —empujé— yo fui quien lo llevó a reconciliarse con su hermano —otro empujón— yo fui el que estuvo a su lado viéndolo enfermar hasta morir.
Vi a Vic's tratándose de meter pero fue detenida por Percy, me iban a dejar partirle la madre.
—Yo estuve ahí en sus quimios, yo estuve ahí cuando sentía que morir era mejor que estar viviendo así... yo estuve ahí cuando murió —le grité.
Cada vez más se iba juntando más la gente.
—Así que no Devon tu no eras su amigo era solo una jodida farsa como en la que vivío la mayor parte de su vida, un hipócrita más de los cientos que hay aquí, así que no, tu no me vas a venir a decir como debo sentirme por la muerte de la única persona que me entendía —empuje con todas mis fuerzas— tu, ni nadie porque de aquí soy el único que lo conoció de verdad y mierda que no era perfecto pero era mi amigo, uno de los mejores y ya no está...
Recaí en lo que decía... ya no estaba y no iba a volver.
Devon sonrió para limpiarse la sangre, el chico resolvió como todo en su vida, con el poco cerebro que tenía.
Se aventó a mi tirándome al suelo, 90 kilos de músculo sobre un cuerpo de cuarenta y tres pues había perdido unos kilos.
El chico me dió un buen golpe que me mareo por unos segundos, pero no lo dejaría, empecé a golpearle yo también.
Soy pequeño si, pero también rápido por lo que le pude meterle muchos golpes, el chico con habilidad tomó mi mano para apretarla, y doblarla, sentí que me la iba a romper.
Solté un pequeño chillido, sonrió satisfecho, estaba por acabarme cuando alguien lo empujó con fuerza.
—Cállense malditos idiotas —gruñó— él era mi mejor amigo... de las únicas personas que pueden decir que lo conocieron bien soy yo así que cierren la boca.
Sam me miró para luego ver a Devon.
—No Devon tu no eras su amigo eres un maldito hipócrita que solo estuvo el día de su funeral porque tus padres son amigos de los suyos —dejó en claro— para que sepas se la pasaba burlando de tu cabeza de condon, y tú —me miró.
El chico me vió para señalarme tratando de decirme algo para terminar negando.
—Te eligió a ti —negó para irse.
Los profesores llegaron, Percy se acercó a mí para ayudarme a levantar.
—<¿Estás bien?> —preguntó.
Negué cansado, mis amigos me llevaron a la enfermería pues tenían miedo de que esos noventa kilos me hubieran roto mi costillita, pero no aunque parecía ser que si me había lastimado la muñeca.
Mis padres llegaron al igual que los de Devon, tenía el contorno de los ojos morados.
Entramos a la oficina del director, el cual me miró inseguro, solo venía aquí cuando tenía que traducir a Percy.
—En está escuela tenemos una política de cero tolerancia —mencionó él viéndome— me han dicho que has sido tú Jensen en dar el primer golpe.
Asentí cansado, una sonrisa se formó en el rostro de Devon.
—Jensen ¿Por que lo golpeaste? —preguntó Pa serio.
—Dijo que había sacado lo maricon de ustedes —contesté.
El director suspiró con cierta molestia.
—Es la primera vez que te ha hecho algún comentario de este tipo —prosiguió, sabía a dónde iba a llegar.
—No —contesté.
Mi padre asintió para ver al director.
—Ciertamente su política de cero tolerancia no está funcionando cuando mi hijo recibe comentarios homofóbicos de un compañero —agregó.
El director asintió.
—Es una broma cierto, mire como dejaron a mi hijo —murmuró la madre— ruega porque no se la hayas roto y si está escuela no hace nada lo llevaremos a juicio.
Me revolví un poco en mi asiento, papá tomó mi mano para darle un ligero apretón.
—Perfecto si es lo que quiere —señaló papá— mi hijo no fue el único en dar un golpe, y ciertamente no lo inició, ya veremos como se ve su hijo en el juzgado.
—Porque no solo dejamos esto en el castigo de la institución —mencionó el padre de Devon.
Mi Pa me miró, actuaría como yo quisiera pero sinceramente no tenía las fuerzas para pasar por un juicio, asentí.
Mi padre miró al director aceptando los términos.
—Jensen golpear no es bueno en ninguna de las circunstancias, pero debido a los acontecimientos y a que eres de los mejores alumnos de la escuela solo te suspenderé por tres días —informó.
Asentí, en estos momentos ya no me importaba.
—En cuanto a ti Devon te daré el mismo castigo sin embargo quedas fuera del equipo de americano —dijo la mayor condena.
—¡No puede soy el capitán! —exclamó molesto.
—No es la actitud de un capitán que buscamos en esta escuela —aseguró.
—Por favor expúlseme si quiere pero no me saqué del equipo —rogó.
No pude evitar reírme, mi Pa me miró para que me callara pero termino riéndose también.
—¿De que te ríes imbecil? —atacó.
—Si te expulsan no puedes volver a la escuela —le expliqué.
Se quedó pensando por un momento.
—Es mi última decisión por favor retírense —pidió.
Estaba por salir cuando pidió que me quedara.
—Jensen ¿Por qué nunca dijiste nada? —preguntó.
—Porque si hablara cada vez que recibo un comentario de ese tipo se quedaría sin alumnos —expliqué.
El hombre asintió cansado.
—Lo siento, no volverá a pasar —mencionó, suspiré para salir.
Mis padres me esperaban afuera con los chicos.
—<Tres días, fue lindo contigo> —me dijo Percy.
—No le quedó de otra —mencioné.
—Vámonos Jens te llevaremos a revisar la mano —dijo Papá.
—Solo denme cinco necesito hablar con alguien —pedí.
—Te esperamos en el auto de acuerdo —dijo Pa— nada de golpes.
Asentí, me fui a buscar a la rubia y lo encontré sentado en las gradas del estadio donde siempre estaba con Cade
—Gracias —le dije— por quitarme a Devon.
El chico asintió, me senté a su lado sin decir nada.
—¿Por qué a ti? —preguntó— Tu y él...
—Los videos, quería a alguien que los grabara —expliqué— no estaba en nuestros planes hacernos amigos.
—Yo pude...
—No Sammy, no quería que lo vieras así, que lo recordarás como un chico enfermo —confesé— lo hizo para protegerte.
—¿Tu estuviste ahí... —preguntó.
Asentí, sabía a qué se refería.
—¿Le dolió? —preguntó temeroso.
Negué cansado repitiendo el momento.
—El solo... se fue en mis brazos, no le dolió Sammy —calme.
—Debí estar ahí... debí... él era mi mejor amigo —me gritó.
Respire profundo.
—También el mío —confesé— pero me eligió a mí para que tú no pasarás por eso, no te quería ver mal Sam... no quería eso...
El chico me abrazo para desmoronarse, trate de calmarlo pero era difícil cuando ni yo había podido sacar lo que traía adentro.
Su hermana llegó, ya la había llamado por lo que no tardo en llegar.
Fui a casa después de la visita con el doctor, solo había sido una lesión menor en la muñeca.
Llegué a mi casa sintiendo tantas emociones.
Me mire en el espejo viendo a alguien que solía conocer, alguien que no había visto en meses... ese no era yo.
Golpeé el espejo con la mano lastimada quebrando el vidrio, golpeé, patee y lancé todo lo que se interpuso en mi camino, Pa llegó para tomarme entre sus brazos.
—Tranquilo Jensen, tranquilo —me dijo.
—Se fue papá... se fue...
Entre en un ataque de pánico, había tratado de ser fuerte las últimas semanas por él, pero cuando murió también se llevó mis fuerzas y ganas de seguir.
Ay nuestro nene 😔 pobrecito.
👉🏼Continuamos: 4 ya no me hagan caso en el conteo me perdí jaja.
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