Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La vida sin ti.

La nieve caía, el frío me helaba y los días pasaban, a veces rápido, a veces lento pero pasaban sin sentirme en ellos.

Mis padres no me dejaban solo en ningún momento, cada día que pasaba metido en mi cama era un día más que su miedo crecía... mi hermano tenía razón, estaba perdiendo a su hermano, estaban perdiendo a su hijo, me estaba perdiendo en mi.

La psicóloga venía dos veces por semana, trataba de animarme, me daba discursos e incluso intentaba que jugara como si fuera un niño pequeño pero simplemente me la pasaba dormido o ignorándola.

No estaba bien, lo sabía, se notaba...

—Jensen —me llamo la voz de Pa— despierta cariño.

Abrí los ojos para verle, estaba ahí con su sonrisa triste, se había ido un par de días por trabajo pero había regresado esta mañana.

—Vamos cariño te lleváremos al hospital —dijo para besar mi frente.

—Estoy bien —murmuré cerrando los ojos.

—No lo estás Jens —dijo para levantarme— no lo estas mi niño.

Pa me ayudo a vestir, estaba tan débil que no podía hacerlo solo, me subió al auto casi a la fuerza, aunque no es que pusiera mucha.

—¿Me internarán en un loquero? —pregunté confundido.

—No Jens, iremos a que te revisen —me calmó— no es normal los dolores de cabeza, que te canses tan rápido y mucho menos la taquicardia.

—No estaría mal —murmuré.

—¿Qué? —preguntó confundido.

—Morirme —susurré cansado, reclinando el asiento para dormir.

Mire su cara de espanto pero no quise seguir despierto ante su respuesta, al llegar ya me esperaba mi papá con el doctor Grant.

—Hola Jens —me sonrió— ¿Cómo te sientes?

—Solo terminemos de una vez para que pueda ir a dormir —apresuré.

El doctor asintió, me pesaron y sacaron sangre recibiendo varios pinchazos por culpa del inexperto aprendiz.

Mientras me ponía la bata de hospital podía escucharlos hablar.

—No sale de su cama más que para ir al baño y ducharse cuando lo obligamos, se la pasa durmiendo todo el día, apenas y come... ya no sabemos qué hacer —expresó Pa— se ha empezado a sentir realmente mal y se le ve.

—¿Qué a dicho la psicóloga? —preguntó el Doc.

—Va dos veces por semana pero Jensen no a querido hablar con ella, ya lo diagnosticó con depresión mayor pero no quiere tomar la medicina —informó Papá.

Un medicamento no me traería de vuelta a mi amigo.

—No podemos abrirle la boca y metérsela a la fuerza pero... estamos a nada de hacerlo —dijo papá, estaba seguro que si lo harían.

Salí pues ya no quería seguir escuchándoles hablar así de mi, el silencio se hizo presente a lo que respondieron con una sonrisa triste.

—Jensen —dijo el doctor— vamos siéntate en la camilla de acuerdo.

Reviso mi muñeca que recién se había curado aunque aún me dolía por el frío, ya eran vacaciones así que no me perdía de nada.

El doctor empezó con la revisión general, tomándome la presión, la temperatura y revisando mis huesitos al igual que escuchando mi corazón.

—Jensen pesas treinta y ocho kilos ¿Sabes lo que eso significa? —me preguntó serio.

—Que mi hermano pesa mas que yo —contesté sincero, en mi defensa ese niño come demasiado.

—Que perdiste nueve kilos, tienes bajo peso para un chico de tu edad Jens —me miró— y lamento decirlo pero tu anemia volvió.

Asentí para ver a mis padres cansados, con cierto miedo de pasar lo que habíamos pasado un par de años atrás.

Cuando tenía doce una mañana baje a desayunar, como siempre una mínima cantidad sin embargo minutos después me desvanecí en los brazos de mis padres... fue cuando el terror de la enfermedad se hizo real.

Pase tres días en soporte vital pues al parecer mi cuerpo había empezado a "apagarse" no sabían porque, simplemente había pasado.

Miles de exámenes que decían que no pasaría de la semana, mi anemia se había hecho presente con mal diagnóstico, pero al cuarto día había empezado a mejorar mágicamente... me habían empezado alimentar con sonda lo que había hecho reaccionar a mi cuerpo.

Había pasado dos semanas en el hospital como paciente crítico, aún podía recordar a mis padres pidiéndome que luchara para sanarme, que no me rindiera, también recuerdo un Jake tremendamente amable.

Al final me diagnosticaron pero mi cuerpo ya había tenido daños, me instalaron un tubo gastrointestinal para alimentarme además de darme miles de simplementos y vitaminas.

Casi un año así y cuando por fin me establecí era solo tiempo para las recaídas, desde que conocí a Cade había empezado a tener los problemas otra vez.

Tras su muerte simplemente todo se fue al carajo, incluso cuando estuve las dos semanitas con los inmortales apenas y había comido un par de galletas y jugo en todo ese tiempo, gracias a dios Hades no se había dado cuenta pues de ser así hubiera sido uno más de los policías de comida con los que vivía.

—Te vamos a tener que poner la sonda si no empiezas a comer —amenazó el doctor trayéndome de vuelta.

—Póngansela —dijo pa.

—Pa yo...

—Jensen, no vamos a lograr que comas y menos así —miró al doctor— no quiero perder a mi hijo doctor, así que si, póngansela.

El doctor me miró, era mi "decisión" pero terminé por asentir por mis padres, era lo menos que podía hacer por ellos.

—Bien Jens, un poco de ayuda nunca es mala —me animó— iré por las cosas.

Mis padres se acercaron hasta donde estaba, Pa me abrazó para besar mi frente.

—Gracias —susurró, una lágrima amenazaba con salir.

Llevar una sonda significaba que me podrían alimentar a través de ella quisiera o no, pero era molesto y colocarla era la peor parte.

Era un tubo delgado que se introducía en mi nariz y llegaba hasta mi estómago, un tubo que pasa por mi garganta por lo que si me muevo muy brusco me provocaba unas náuseas terribles y el sangrado nasal era recurrente.

Papá sostuvo mi mano durante el procedimiento, me dieron nauseas pero nada que no me pasara ya.

—Te dejaremos en revisión un par de horas de acuerdo —sonrió el Doc.

Asentí cansado, mis padres se fueron pues tenían que recoger los suministros para estar listos, comida líquida especial , gasas y parches.

Me recosté esperando dormir un poco pero con el ruido del hospital era imposible.

—Jensen —me llamó la voz confundida.

Mire a la chica que conocía bien, su cabello estaba creciendo ya y aunque aún no era mucho lo lucia orgullosa, al igual que yo mi cabello ya había crecido bastante, sin embrago no tenía forma y era un desastre pues si lo dejaba largo tendía hacerse un poco rulo.

Ella se acercó observándome detenidamente para darme una sonrisa triste, aquella chico con la que convivía cuando Cade estaba en quimio, porque si él se sentía mal se encargaba de que yo también, por suerte siempre estuvo ella para intervenir y ponerle un alto al cabron.

"Te lo advierto Cade si le haces una más a mi chico yo misma me encargo de devolverte a donde perteneces" regañaba siempre, no lo sabía pero en ese tiempo, esas pequeñas acciones me hacían feliz.

—Iba a preguntar como estabas pero veo que no tan bien —dijo sentándose a mi lado.

Bajé la mirada pues no quería que me viera así, sentí su mano presionando la mía.

—¿Cómo está Li? —pregunté cambiando de tema.

—Pues mejorando —me calmó— estaba por ir verle pero vine a mi revisión —sonrió.

—¿Todo bien? —pregunté nervioso, siempre daba miedo venir a revisión.

—Sigo en remisión —aseguró para calmarme.

Asentí cansado, ella puso mi cabeza en su hombro para abrazarme.

—Tal vez sientas que puede estar en el fondo pero sabes que es lo mejor —sonrió— que solo te queda subir.

—O morir —señale— no te puedo tomar en cuenta si usas frases de un koala.

La chica sonrió soltando una risita, lo había sacado de una de las películas que ponían en él área de niños la cual repetían todo el día.

—¿Quieres morir Jens? —me preguntó— estoy segura que no, hace unos meses conocí un chico que no quería morir y cuando se lo planteo sabes qué pasó.

Levanté los hombros para verla.

—Su enanito lo convenció de que siguiera —sonrió— seguramente si estuviera aquí te estaría gritándote "gremlin estupido, solo no puedes comer después de la media noche no todo el día"

Solté una pequeña risita, era algo que ya me había gritado más de una vez.

—Tu puedes Jens —besó mi frente— si no siempre tendré brownis especiales para que te de hambre.

Sonreí triste para asentir, ella se fue y una hora después yo también, al llegar a casa mi hermano me miró triste para abrazarme, un par de lágrimas salieron de sus ojitos las cual limpié.

Terminé por acostarme a dormir pues estaba realmente cansado.

Llevar esta cosa era molesto, estar dormido y sentir el frío del líquido pasar por el tubo, las náuseas... no sabía como esto me iba ayudar si solo me hacía sentir peor.

Desperté por el tacto en mi cabello, podían ser mis padres, mi hermano o Percy que venía al acabar la escuela, se sentaba a mi lado a poner videos, se comunicaba con el traductor de su celular, pues muchas veces me hacía el dormido para no verle,  o molestarme de vez en cuando... esta vez no era ninguno de ellos.

—Hola Jens —saludó Dean.

—Dee Dee —lo llamé, el chico me miraba triste sin dejar de mirar mi sonda.

El castaño se había cortado el cabello, ya no tenía aquellos rulos enormes que amaba su hermano, había perdido algo de pesos y esos ojitos azules se veían triste.

—Tu hermano no me había dejado venir —mencionó triste— pero Cade me dijo que si necesitaba un consejo recurriera a ti.

Asentí algo cansado.

—¿Qué sucede Dee? — le mire preocupado, aún de pie a mi lado.

—Mi mejor amigo es un idiota —murmuró.

Sonreí para atraerlo a mi y abrazarle, el pequeño se acostó a mi lado abrazándome con todas sus fuerzas.

—Perdón solo quería verte, te extraño —confesó con un nudo en la garganta— y a mi hermano —chillo.

Bese su frente para calmarle, podía sentir su tristeza.

—Yo igual Dee Dee, yo igual —lo abracé más.

Estaba lejos de estar bien, porque la vida sin él era una mierda.


No me odien 😔

Oh Dios ya solo 2 🤧

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro