¿Fiesta?
Ver a Jens organizar una fiesta era la cosa más divertida del mundo, verlo tratar de comprar alcohol era mejor, si bien era mi culpa por dejar una labor tan pesada a un chico que aún paga boleto de niño en todas partes.
—Dijo que no —salió de aquella licoreria abrumado.
—¿Le dijiste que tenías veintiuno? —pregunté.
—Si —contestó cruzándose de brazos.
—Mostraste la identificación que te di —remarque el plan.
—Claro —dijo poniendo los ojos en blanco.
—¿Y? —pregunté, no veía fallas en mi plan.
—Cade acaso parezco un chico de veintiuno, no —se respondió— un tipo tuvo que ayudarme a bajar la cerveza, básicamente el vendedor amenazo con llamar a mis padres.
No pude evitar reírme, recibiendo un golpe del menor.
—Tienes suerte de que tenga proveedores —guiñe llevándolo a la cajuela para abrirla, estaba llena de cerveza y botellas.
—¿Por qué carajos me hiciste perder mi tiempo entonces? —preguntó molesto.
—Lo acepto quería ver que sucedía —confesé.
Jensen me mostró los dedos de en medio, seguimos nuestro camino hasta que regresamos a casa sin antes hacer una parada en el hospital.
—No tardo solo le doy esto a papá y regreso —mencionó.
—Sin presiones, iré a darme una vuelta —sonreí.
—No le quites ningún dulce a los niños —insistió.
—¡Una vez Jens! le quitas un dulce a un niño una vez y ya piensas mal de mí—exclame.
Jens negó poniendo los ojos en blanco para después salir del auto.
Me pase por el hospital como el rey que soy, después de todo este lugar era mío... terminé por ir a la zona de quimio para ver si la encontraba.
Lo que vi me gustó...
Mi hermano estaba sentado junto a Eve, ambos veían una película mientras ella se recargaba en su hombro, podía ver los nervios de mi hermano pero eso no me detuvo.
—Entonces que, ¿Ya lo desvirgaste? —sonreí.
—¡Cade! —exclamó mi hermano levantándose— ¿Estás bien?, ¿Qué haces aquí?
—Tranquilo solo vine acompañar a Jens —lo calme.
—Oh que le pasa a tu amiguito —se adelantó Eve.
—Lejos de su mal humor todo bien, su padre trabaja aquí —sonreí— pero ustedes dos me deben una explicación.
Mi hermano se puso nervioso para mirar a Eve en busca de ayuda, la chica me miró.
—¿De verdad? —me miró arqueando la ceja— no le hagas esto.
—Solo cojetelo ya —guiñe.
—Ya conseguí que me tome de la mano —anunció orgullosa.
Mire a mi hermano desaprobando su acción.
—Que atrevido —me burlé.
Ahí estaba él poniéndose rojo cual tomate, ambos nos reímos.
Bese la frente de la rubia, estaba partiéndole la madre al cáncer y estaba por terminar su ciclo.
—Me alegro que estes con ella Li, pero no te hagas del rogar no tienes la fortuna de ser tan sexi como yo —le recordé.
Él negó con la cabeza.
Vi a Jens en la entrada, apurándome con su mirada.
—Me voy antes de que se ponga morado y ataque —sonreí viendo al pequeño minion.
—No llegues tan tarde hoy —me recordó.
—Si papá —bufé molesto— usen condón —grité cuando ya estaba a lado de Jens.
Ambos nos fuimos para que me dejara en mi casa.
—Te veré ahí —dije antes de despedirme.
El chico me miró para asentir.
—Pero ahí cabron, te juro que si no vas yo mismo iré por ti —amenace.
El menor se cruzó de brazos, su ideal de viernes era pasarla en su cama viendo Netflix.
—Te odio —bufo.
—Lo sé —asegure revolviendo su cabello.
El chico se fue, era momento de prepararme.
Cerca de las ocho me coloqué la chaqueta de cuero, me peiné como siempre y salí.
—Así está bien —bufé ante las personas que llamaba amigos.
<Guapísimo> levantó el pulgar mi mejor amigo.
Respondí con los dedos de en medio.
—De verdad tenemos que ir —bufé.
—Si Jens, de verdad —regañó Vic's— me prometieron que saldríamos juntos y eso haremos.
<Prometimos salir, pero porque a la fiesta de ese idiota> cuestionó Percy.
—Es mi primo y lo amo —dijo ella.
—¿Y el chiste está...
Ella me aventó una almohada a la cara, me reí ante su agresividad.
—¡Mi cuerpo pide alcohol! —exclamó— Percy necesita alcohol y tu... tu necesitas no ser tan rígido todo el tiempo —aseguró ella.
—No lo soy —cuestioné.
<Pues...
—Puedo divertirme si quiero —asegure.
—Aja eso hace cuanto fue —me miró, si supiera— tu mi pequeño Jens te divertirás hoy, tan segura estoy como de que me llamo Vic's.
—Te llamas Victoria —le recordé.
—Cállate Donovan —gruñó.
No me afectaba, me encantaba mi nombre pero casi nadie lo usaba.
Ella nos tomó de la mano para sacarnos de la casa, Vic's era la niña de mis padres, no le decían que no nunca... menos si llegaba con esa carita de perrito que le salía bien.
En su auto lujoso llegamos al hotel, alcohol ilimitado, enfermedades de transmisión sexual garantizadas... después de todo no dejaba de ser un hotel.
Entramos a la primera planta donde ya había gente de la escuela, obviamente Cade decía fiesta e iba hasta quien lo odiará... prácticamente toda la escuela.
—Miren que tenemos aquí —sonrió la rubia, que también estaba enamorado de nuestra rubia— que bueno que llegas.
—Sam —dijo poniendo los ojos en blanco.
—Prima —interrumpió la odiosa voz de Cade.
—Primo —le miró irritada— controla a tu zorra quieres.
—Hey ya quisieras tener un hombre como este —dijo abrazando al chico quien solo sonrió orgulloso.
—Lo que digas —gruñó— ¿El alcohol?
—Igual que tú madre —sonrió.
—Ja-ja llámame cuando tengas mejores insultos —dijo tomándonos de la mano para alejarnos.
El chico solo me miró para asentir, mientras Vic's hacía sus mezclas extrañas para empedarnos Percy no dejaba de verla.
—¿Cómo vas con ella? —pregunté esperando buenas noticias.
<Estoy jodidamente enamorado y ella vive enamorada de otro> sonrió amargamente.
—La conoces, tiene malos gustos —trate de animar.
<Vaya que si> dijo con molestia en su rostro <Tu y Cade...
—Ya nos arreglamos —conté.
El chico asintió para verme inseguro.
<No deberías juntarte con él, solo terminará lastimándote y ahí estaré yo soportando tu mal genio> aseguró, era entendible mi amigo era muy sobre protector.
—No deberías enamorarte de tu mejor amiga pero ahí estaré yo llenándote de helado y soportando tu llanto —evadí.
Nos miramos por un momento hasta que llegó Vic's con tres vasos.
—Que intensos están —murmuro— ahora beban que no se a donde llegarán esas miradas.
Suspiramos para tomar los vasos.
—Salud —dijo ella feliz.
—Salud —acompañe.
<Salud> —se unió Percy.
Dimos un trago para terminar escupiendo su mezcla asquerosa.
—Muy bien salsa picante no va con vodka —gruño.
Bajamos sus experimentos por algo más normal, ellos bebían como si fuera agua... yo me limitaba, desde mi última vez de peda no quería terminar con la botella abrazada... no por nada me llamaban botellita.
Una, tal vez dos horas habían pasado, aquí el tiempo se hacía eterno... yo seguía con el mismo vaso pero ellos probablemente por la segunda botella.
Habíamos terminado en lo que era una especie de sala con muebles donde todo era un poco más tranquilo, Percy había ido por más alcohol dejándonos solo.
—Ya podemos irnos —me queje.
La chica se reía como loca sobre mi.
—Lo ves, no te haría mal divertirte —regañó— pórtate un poco mal.
—Eso a que me va a llevar —insistí.
La chica se levantó pues estaba recostada en mis piernas.
Se sentó sobre mí para recorrer sus manos sobre mi cuello.
—Vic's bájate de mi —me quejé.
—Tienes a una preciosura de mujer sobre ti y es lo único que dirás —murmuró.
—Bueno que quieres que te diga que pesas mucho —gruñi.
Para mi escaso peso todos pesaban demasiado, la chica se sentó a mi lado para recargar su cabeza en mi hombro.
—Nunca te has preguntado porque estamos aquí —murmuro.
—Oh no, tus crisis existenciales ahora no —la detuve— la última vez me hiciste cuestionarme mi realidad por una semana...
Su risita me detuvo, que buenas crisis te planteaba era todo una psicóloga.
—Me refiero de tu y yo, como terminamos siendo amigos —comentó.
Me quedé pensando, había sido culpa de Cade.
—Me defendiste como siempre lo haces —sonreí— eres la chica más amable que conozco.
Ella sonrió para mirarme y negar ligeramente.
—Sabes que desde que te conocí te quiero —sonrió.
—Yo también —correspondí besando su frente.
Ella volvió a negar con la cabeza, sus ojitos se llenaron de lágrimas.
—Tu no lo ves porque esa cabecita tuya le da muchas vueltas a todo Jensen —comentó— yo te quiero, te quiero de otro forma... así que no le des vuelta solo mira lo que tienes frente a ti.
Entonces lo entendí, Percy me lo había dicho ya ella vivía enamorada de un chico desde hace años... pero yo no lo veía.
—Vic's...
—Tu no ves lo grandioso que podemos ser, tu y yo —me miró seria.
—Eres mi mejor amiga —asegure.
Ella negó con la cabeza, limpio aquella lágrima y tomó mi rostro para acercarlo al suyo y besarme.
El ruido del vaso caer contra el suelo me hizo apartarme y mirar al dueño del vaso.
—Percy... —dije.
Mi amigo me miró dolido para darse la vuelta e irse, me levanté dispuesto a seguirle pero su mano tomando la mía me detuvo.
—Jensen —me miró, pidiendo que no me fuera... que le correspondiera.
—Lo siento Vic's —dije limpiando su lágrima— pero no soy para ti.
Salí tras de él, cuando por fin lo encontré ya estábamos rodeados de gente.
—Percy —dije tomándolo del hombro para detenerlo.
El chico se giró bruscamente para empujarme.
—Oye se que estás molesto conmigo pero yo no la bese, esta ebria de acuerdo —le grité por el ruido.
<Esta enamorada... enamorada de ti> soltó.
Miré a mi amigo quien me miraba con cierto odio.
—Se que te gusta amigo, y siento que esto sea así pero esto no es mi culpa —le recordé.
El chico negó abrumado, que podía hacer yo después de todo.
<Solo... jodete> atacó.
—Percy —dije guardando la calma, me acerque un poco más.
El chico me empujó de nuevo, el también estaba ebrio.
—Lamentó que no le gustes, deberías preguntarte porque en vez de culparme —me desesperé.
<Solo déjame en paz, no eres un buen amigo> —Atacó, el chico dió un trago para después lanzarme el resto y desaparecer.
En ese momento solo me llené de rabia... una rabia que me aplasto los pulmones al darme cuenta que estaba solo... que en esa noche había perdido a mis amigos... estaba teniendo un ataque de pánico.
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