¿Días?
Días...
Días buenos y días malos... ahora eran más malos que buenos.
"Cuidados paliativos" los llaman, pero básicamente era llenarte de drogas para no sentir como te mueres, aún así me dolía... dolía todo.
Pero hoy, hoy no dolía tanto, hoy era de los días que podía respirar sin sentir que me ahogaba, que mi estómago no dolía para poder comer, que podía ponerme de pie sin problemas.
Hoy haría lo que me faltaba por hacer, cosas banales y simples que no podía irme sin hacer.
—¡Ni hablar! —bufo el pequeño frente a mi.
—Prometiste qué harías lo que yo quisiera hacer hoy —insistí, llevábamos ya diez minutos peleando.
—No me hagas esto —chillo Jens mirándome con sus ojitos de perrito.
—No seas dramático solo es una película de terror —le recordé al dramático.
Así era, quería terminar de ver The Babadook, nunca la había terminado de ver y quería hacerlo los dos grandes problemas es que: una no quería verlo solo y dos Jensen era un chillon de primera.
Eso lo sabía bien, el Halloween no era lo suyo y cada fin de mes en la escuela nos obligaban a ver una película con todo el grupo, en las de terror se la pasaba platicando, dormido o simplemente huía para no verla.
—Anda ni siquiera da miedo —convencí.
Pero a los cuarenta minutos él y mi hermanito estaban aterrados, Liam... dios el chico se quedó dormido a los diez minutos y no había poder humano que lo despertara.
Veinte minutos después Dee Dee huyó a refugiarse con Jeff dejándonos solos, el pequeño solo miraba de reojo, cubriéndose con una cobija como si eso fuera a protegerlo... la cosa más tierna del mundo.
Su teléfono sonó provocando que el pequeño brincara hasta mi tremendamente asustado.
No pude evitar reírme, revolví su cabellera que empezaba a crecer para calmarle.
—Te odio —reiteró alejándose molesto.
Jens se levantó para contestar el mensaje, tardándose minutos de mi vida.
—Te molesto, quiero acabar de ver la película—reproche.
—Perdón, era mi primo y si no le contestó se pone como tú —atacó dejando el teléfono en la mesa.
—¿Caleb? —pregunté confundido.
—Oti —confirmo sin importancia.
Le mire con una sonrisa pícara, claro que me acordaba de Oti.
—Y que te dice, planea venir pronto —me interese.
Él me miró confundido cayendo en cuenta lo que planeaba decir.
—¡Mierda no!, es mi primo —remarcó negando.
—Que te puedo decir, tengo debilidad por los latinos —aseguré— entonces que dices, viene a convalecer a un chico moribundo.
El pequeño solo hizo como si vomitara para mostrarme su dedo medio.
—Solo terminemos con esto —prefirió.
Terminamos la película, si bien fue buena no era el grado de terror que esperar pero para Jens era suficiente terror para toda su vida.
—Tranquilo lo siguiente te gustará —lo calme.
Pero no, que mierda de diversión era comerse una hamburguesa más grande que yo.
—Sabes el objetivo de esto es que si te lo comes no pagas la cuenta —aseguré.
—No, es la gloria y fama de haberlo hecho —explicó Cade.
—Pues disfrútalo —dije palmeando su hombro, mirando la gran hamburguesa frente a mi.
—Oh no, también hay una para ti —sonrió— y no puedes decirme que no.
—Pero yo...
—No puedes decir no —me recordó.
Y el pendejo era yo por haber aceptado su plan "No puedes decir que no a nada hoy bebé Jens" puff y lo peor que pensé sería lanzarnos de un avión, este cabron me quería muerto iniciando por un infarto por su estupida película.
—Idiota —gruñí sentándome.
—Tienen una hora —sonrió Li animado.
—¿De verdad es necesario? —pregunté.
—Absolutamente —intervino él.
No sé en qué pensaba el idiota al creer que podría acabarse una, mucho menos al pensar que yo podría.
—Venga Jens —animó Liam.
—Ya no puedo —dije cansado recostándome en la mesa.
—Apenas llevas dos mordidas —intervino Dee.
Mire al Niño molesto el cual solo se empezó a reír.
—No ibas a jugar toda la tarde con Jake en línea —mencione.
—En eso estábamos, pero al parecer tu padre lo castigó —explicó ya acostumbrado.
No era novedad, ese niño pasaba más tiempo castigado que cuando no.
—Menos platica más comida —me jaló Cade para mirar la hamburguesa.
Respire para continuar, hace unos dos días había tenido la misma pelea pero a su lado esa hamburguesa era nada.
Ni de broma no la acabamos en una hora sin embargo a las dos con trampas Cade lo hizo y a la tercera yo también.
—No volveré a comer nada hasta morir —suspiró cansado.
—Yo igual —no mentía.
Cade me miró para sonreír y negar con la cabeza.
—Un chico de cuarenta y cinco kilos comiéndose una hamburguesa de ocho, nada mal —alago riendo.
—Peso cuarenta y siete —corregí orgulloso— cincuenta y cinco con la hamburguesa.
—Por primera vez en tu vida entras en peso normal —se burló.
Le mostré el dedo medio a lo que contestó mordiéndolo, estaba por golpearlo cuando sentí las náuseas, corrí al baño para sacar un par de kilos de esa hamburguesa, adiós récord.
Cade me tendió un jugo para quitarme el mal sabor de boca.
—Hey aún así puedes decir que lo hiciste —me animo.
Asentí un poco decepcionado.
—¿Es todo por hoy? —pregunté cansado— ¿O aún tienes algo más para intentar matarme?
—Una cosa, solo falta una cosa y moriré feliz, pero tienes que hacerlo conmigo porque de lo contrario no funcionará —murmuré— Y es... algo que de verdad quiero hacer.
Bufé algo cansado para verle y asentir.
—Bien porque ya está aquí —menciono.
Mire confundido, al salir del baño vi aquel hombre y su compañero conectando una máquina.
—¡Nos haremos un tatuaje! —anunció mi fin.
Pase saliva, mi gran boca metiéndome en problemas.
—Ya se que te dije que si pero...
—Jens —le miré, si no se lo hacía mi plan se iría a la mierda.
—Cade me van a matar si me hago el tatuaje, sé que me quieres cabron pero déjame vivir un poco más —pidió nervioso.
—Te lo haces en un lugar donde no se vea —lo calme— anda estoy seguro que te gustará, hazlo por mi.
—Hazlo por mi, como si no me la pasara haciendo cosas por ti —susurro molesto— de acuerdo hagámoslo antes de que me arrepienta, pero será pequeño y quiero un dinosaurio.
Miró al Tatuador amenazandole con la mirada, el hombre me miró algo asustado.
—Ya lo elegí —sonreí.
—Oh no, mierda que no... te conozco bien y estoy seguro que me tatuaras un gremlin —aseguró molesto.
Ganas no me faltaban, pero quería algo para los dos.
—Confía en mi carajo —lo regañó— ahora siéntate, relájate y espera.
Primero me hice un tatuaje con mi hermano, Dyl se lo haría al volver pues tenía una junta importante sobre su último libro y Dee Dee era muy pequeño pero se lo haría al cumplir dieciocho.
Era algo simple pero con un gran significado, Era nuestro apellido HOPE con el color de nuestras casas de Hogwarts porque si... éramos unos nerds.
Mi hermano mayor sería en coloro rojo por Gryffindor, Liam sería azul por Ravenclaw y claro mi hermanito amarillo como el Hufflepuff que es.
Yo verde, si más que decir soy un orgulloso Slytherin.
Después de ponerme el tatuaje en mi pecho era hora del tatuaje con Jens.
—¿Es necesario? —preguntó mientras le vendaba los ojos.
—Claro, eres un chismoso y no quiero que lo veas —sonreí— ahora recuéstate, y no grites.
Asintió, el hombre me dió un último vistazo de aprobación al diseño que le había enviado el cual acepté.
Un tatuaje duele, obvio que duele sin embargo es un dolor soportable y momentáneo, un dolor que deja una marca para siempre.
Decidí tatuármelo en la pantorrilla y Jens en su cadera, según él para que no lo vieran sus padres.
Podía escucharlo quejarse, no lo culpo escogió una mala área y con la poca grasa que tenía...
—Bien ya están listos —anunció el hombre orgulloso.
—Perfectos —sonreí al ver el de Jens.
—¿Ya puedo ver? —preguntó el enano temblando de los nervios.
—Si, solo si prometes no enloquecer —permití.
—Seguro es un pene, Cade te voy a matar si...
Se quedó sin palabras al ver el tatuaje, su vista iba del mío al suyo... del suyo al mío.
—Somos...
—Nosotros, encontré la polaroid entre mi desmadre, un poco de magia y es nuestro tatuaje —sonreí.
Era simplemente el contorno, la suya en color rosa y la mía en color azul en honor a su apellido.
—Mi plan era ponerte un sombrero de duende pero mi hermano no me dejo...
Jens se abalanzó a mí para abrazarme, correspondí su abrazo.
—Me encanta hacer tatuajes de pareja —murmuró el hombre.
Le cubrí la boca a Jens para que no peleara con el hombre.
—Gracias por el descuento —intervine.
Nos colocó los parches y nos dió las cremas para ponerlas más tarde, el hombre se fue con su compañero después.
Jens se quedó mirando sus tatuaje, era imposible saber que pasaba por su cabecita lo cual muchas veces me preocupaba.
Lo amaba... mierda me encantaba y odiaba no poder putearmelo por ponerme algo malo.
Me senté a su lado cuando la oleada de ideas me devolvió a la realidad.
—¿Por qué? —pregunté inseguro.
—Joderte un poco, me llevarás para toda la vida —sonrió triunfante.
Asentí, el cabron tenía razón.
—Y porque te has convertido en un gran amigo para mí en este corto tiempo, ademas necesitaré un recuerdo de mi enanito cuando esté en el infierno —aseguró.
—Si me descubren te alcanzaré más rápido de lo que piensas —informe lo que era verdad.
El chico sonrió para revolver mi cabello, no sabía que pretendía cuando lo hacía pero para nada me gustaba.
—Jens hay una última cosa que quiero hacer —expresó mirándome a los ojos.
—Si me tocas de alguna manera te parto la madre —asegure, no me fiaba del cabron.
—Ya quisieras tener ese gusto —me guiño.
Negué levantando el dedo medio, me miró serio esta vez y me dió miedo lo que me fuera a decir.
—Quiero pedirte disculpas —habló por fin.
—¿Qué? —pregunté confundido.
—La ultima vez me disculpé por los errores que cometí los últimos meses... pero no me disculpé de la mierda que te he hecho todos estos años —expresó.
—No es necesario...
—Si lo es —interrumpió— Jensen he sido una mierda de persona contigo, te he lastimado física y mentalmente, ofendí a tus padres, a tus amigos, confieso que he llamado a tu hermano idiota más de lo que debí...
No lo culpo de lo último, hasta yo lo hacía.
—Así que perdóname —una lágrima salió de sus ojos castaños —de verdad perdóname, de haberme dado cuenta antes del daño que te hacía no lo hubiera hecho jamás... yo de verdad lo siento.
Lo atraje hacia mi para calmarle, me había hecho daño en un pasado, tirado mis libro, vaciado refresco en mis cuadernos, arruinado mis tareas, casi me mataba un par de meses atrás, me había hecho sentirme insuficiente... pero eso había sido una vida pasada.
—Cade yo ya te perdoné, te perdoné desde hace tiempo amigo —lo calmé.
—Lo siento —murmuro con la cabeza aún en mi hombro.
—Te perdonó Cade —le repetí— además no es para tanto, estoy bien después de todo.
Él soltó una pequeña risa para mirarme y secar sus ojos.
—Enano estupido —murmuró— sabes eres como una cebolla.
—¿Tengo capaz? —pregunté.
—No, apestas —sonrió divertido.
Le di un pequeño empujón a lo que contestó con una pequeña risa, siempre decía que no expresaba mis sentimientos.
Si empezara por hacerlo... estaría jodido de verdad.
—Quiero que te lleves mi puff —estableció.
—Si me lo llevo a donde me sentaré cuando venga —cuestioné.
—En mi cama, en el suelo, donde sea solo quiero que te lo lleves —murmuro— cuídalo por mi si.
—Es un puff —le recordé al dramático.
—Llévatelo de acuerdo —insistió— Jeff te llevará, demasiado peso para tu cuerpo.
—Soy fuerte —asegure mostrando mis músculos.
—Claro que si —sonrió apretándolos.
Mis padres ya estaba alterados porque no llegaba así que era hora de irme, llegué y con ayuda de mi padre puse el puff a lado de mi cama.
—¿Cómo te fue hoy? —me pregunto Papá acostándose a mi lado para abrazarme.
—Comí una hamburguesa de ocho kilos —conté emocionado— la vomité después pero estuvo en mí por casi media hora.
—Estoy orgulloso de ti —sonrió burlón, claro que no me creía.
Empecé a contarle mi día omitiendo el tatuaje claro esta, había sido el mejor día en meses.
Inicia la cuenta regresiva 😔 10
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro