Desperté por una pesadilla, aquella que llevaba teniendo por semanas... aquella en la que la bala si atravesaba mi cabeza.

Me empezaba a faltar el aire y la vista se me estaba nublando, unas manos me sacudieron con fuerza.

—¡Jens! —me llamó mi hermano.

Su voz me hizo volver, estaba en mi habitación con el pequeño sobre mi.

—¿Estás bien? —preguntó el menor.

Miré el reloj, eran las tres de la mañana.

—Si, yo... —vi la pantalla de la televisión prendida— ¿Qué estabas haciendo?

—Jugando, papá me prohibió los videojuegos violentos —bufó apagando la tele— como sea, ¿Estás bien? —repitió— despertaste muy alterado.

—No fue nada —lo calmé.

No me creyó, estaba por decir algo más pero papá entró por la puerta.

—¿Todo bien chicos? —preguntó viéndonos despiertos— deberían estar durmiendo.

Miré a mi hermano por apoyo, si yo caía él caía peor.

—Nada, solo tuve una pesadilla —mintió— Jens trataba de calmarme.

Mi papá se acercó para abrazar a mi hermanito y besar su mejilla.

—¿Quieres dormir con nosotros? —preguntó preocupado.

—Ya no soy un niño pequeño —se quejó.

Lo decía quien aún dormía con su peluche.

—Si tu lo dices, ahora vuelvan a dormir que es tarde —ordenó.

Asentimos, una vez que se fue mi papá mi hermano me miró sospechoso.

—Muévete —dijo empujándome para acostarse a mi lado.

—¿Qué haces? —pregunté confundido,

—Tuviste una pesadilla —supuso— yo cuido tu sueño ahora duerme.

Asentí, en el fondo era bueno.

Me acosté a dormir pues estaba cansado pero solo dormí un para de horas, aún con mi hermano a mi lado.

Al despertar me fui rápido de la casa pues no quería un asalto de mi hermano, podía ser muy insistente.

Al llegar a la escuela ahí estaba Percy.

<Te ves bien, te hiciste algo especial hoy> —se burló el castaño.

Levante los dedo de en medio para sonreírle.

<No has hablado con tus padres verdad> —insistió.

—No me desesperes cabron —regañe.

Él negó con la cabeza.

<Me ayudarás con quimica hoy> —se adelantó.

—En mi casa después de clases —acepté.

Bostece pues estaba cansado de verdad.

—Mala noche —dijo Vic's llegando.

—Mi hermano que se pone a jugar a las tres de la mañana —me quejé.

Ella sonrió para después negar con la cabeza.

—Salimos un rato después de la escuela —animo.

<Me ayudará con quimica> —estableció Percy.

—Ya nunca quieren hacer nada —se quejó— ustedes se traen algo.

Nos miramos, empezaba a sospechar de nosotros.

—Cosas de hombres —concluí.

—Por favor, apenas y llegan al título de adolescentes —se burló— y actúan más como niños.

<Que tal si el sábado hacemos algo> —propuso Percy —<al cine, kayac, lo que quieras>

Ella sonrió triunfante, claro Percy siempre buscaba hacerla feliz.

—Es una cita —dijo tomando nuestra manos.

Percy sonrió para azotar la puerta de su casillero de metal... un ruido similar al de una bala.

Una vez más un ataque de pánico se suscitó.

—Si paso el número al otro lado este...

Sam me miraba aburrido.

—No sé —contestó sin interés.

—Vamos Samuel esto lo sabe hasta mi hermano —regañe.

—Tu hermano es un jodido nerd como tú —me recordó— podemos parar, llevas toda la semana dándome clases que no voy a necesitar.

—Si sabes que tenemos exámenes finales verdad —miré a la rubia.

—Si sabes que te voy a copiar verdad —aclaro mirándome.

Negué con la cabeza para poner los ojos en blanco, él suspiró para tirarse en la mesa abrumado.

Tenía que prepararlo pues no llegaría a los exámenes y no podía dejarlo en blanco.

—¿Todo bien rubia? —pregunté ante su reacción.

—No —contestó.

Después de un momento de drama se levantó para verme con sus ojitos azules.

—Papá dice qué tal vez regresemos a Kansas —expresó— yo no me iré.

—No vivías haya —le recordé— recuerdo que jodias todo el día con que querías regresar.

—Si pero eso fue antes de... —él se lo pensó dos veces.

—¿Qué? —pregunté, lo sabía pero quería escucharlo.

—Nada —contestó— tu solo te burlas de mis sentimientos.

—No quieres irte por mi —sonreí triunfante— oh qué bonito.

—¡Cállate idiota! —exclamó— pero si, no dejaría a mi mejor amigo.

Sonreí, crecer con puras mujeres lo hacía ser muy sentimental, era la parte que más me gustaba de él.

—Tenias dos mejores amigos no —le recordé— un tal Beck y Tristan, piensa que volverás a verlos —anime.

Él me miró dolido.

—Entonces está bien por ti si me voy...

—Sam yo no dije eso —sabía que iba a empezar.

—Está claro que si, yo no te importo —atacó— solo soy otro títere como son los demás para ti no.

La rubia se levantó molesto para irse, tome mis cosas para salir tras de él, probablemente había sincronizado ciclos con sus hermanas.

Tenía que resolverlo cuando me detuve al ver a Jens, se veía pálido y estaba temblando.

Percy le dijo algo a lo que asintió para después ver al enano salir corriendo con su amigo tras de él entrando al baño.

Tenía que asegurarme que mi enanito estuviera bien, entre al baño para verle sentado con su amigo frente a él, Percy me miró.

<Vete de aquí, ahora no es momento> —gruño su fiel compañero.

—Solo me aseguro de que esté bien —contesté.

Ambos me miraron, recayendo en que había entendido lo que me había dicho Percy.

—Se un poco de lenguaje de señas —confesé— crees que iba a dejar que me insultaras sin que yo lo supiera.

Dijo algo que no entendí, sabía un poco pero no lo suficiente para mantener una conversación, miré a Jens por ayuda.

—Estoy bien —me dijo— ahora vete.

Miró a su amigo, me había arriesgado al ser bueno frente a Percy.

Salí para seguir con la búsqueda de la rubia, lo encontré en las gradas del estadio.

—Ya le bajaste a tu drama —me burlé sentándome a su lado.

—Vete a ver a quien puedes manipular —atacó.

—¿De verdad piensas que hago eso contigo? —pregunté dolido.

Él asintió con el seño fruncido.

—A ver Rubia estupida quien te compra la comida —empecé— quien te deja estar en su casa todo el día.

—Tu —contestó molesto.

—Exacto yo —le miré— yo soy quien te ayuda estudiar y te deja copiar en los exámenes, soy tu hombro para llorar el cual usas a cada rato, tu banco y más importante tu mejor amigo.

—Si eso ya lo dejé en claro hace un momento —se quejó.

—¿Hago eso por los demás? —pregunté.

Él negó entendiéndolo.

—Eres mi mejor amigo, a quien le cuento todo —le recordé— si te vas claro que te voy a extrañar tonto, pero donde estes yo voy a estar contigo.

—¿Te mudarás? —preguntó confundido.

Negué con la cabeza para abrazarlo, al decírmelo quería que regresara porque así él no estaría solo, tendría más amigos.

—Ya estoy bien —calmé al castaño que me miraba preocupado.

Había sido un ligero mareo y un gran temblor.

<Necesitas ayuda> —empezó.

—Si, si —puse los ojos en blanco— algún día de estos.

Me levanté cansado con mi amigo a mi lado.

Percy se había vuelto mi amigo cuando éramos pequeños.

Mis problemas alimenticios empezaron desde que era pequeño, en esa etapa solo pensaban que era un drama infantil como el que muchos experimentaban.

Aquella maestra que hasta la actualidad está en mi lista negra me prohibía ir a jugar hasta no comer dejándome sentado en la cafetería.

A la edad de cinco pensaba que Percy era muy tímido, siempre hasta adelante, nunca hablaba y aunque cada mañana me esmeraba por ir a saludarle, el castaño solo saludaba con su manita para salir corriendo.

Ambos siempre nos quedábamos juntos, siempre trataba de sacarle plática pero el menor me ignoraba, tontamente eso es lo que pensaba.

En ese momento no sabía que era mudo, y después de una pelea, pues me sentía ofendido por que me ignoraba, la maestra tuvo que separarme para explicarme lo que sucedía.

Recuerdo que ese día al volver de la escuela me aprendí el abecedario y a decir hola, desde ese momento fue parte de mi vida.

Aunque seguí odiando no poder jugar por comer pase ese tiempo aprendiendo lenguajes de señas junto con él.

No sabía los dolores de cabeza que me causaría.

Pasó toda la mañana jodiendome con lo mismo junto con Vic's que había visto mi pequeño episodio.

Por la tarde fuimos a mi casa para que le ayudara a estudiar, me estaba quedando dormido.

—Quieres algo más de comer Percy —ofreció papá levantando su plato.

<No, gracias> —sonrió.

Papá se fue a la cocina, Jake había llegado temprano para mirar a mi amigo quien tenía cierta relación amor-odio.

<Agh un idiota> —dijo con una sonrisa triunfante, le había enseñado un poco.

<Un jodido Gremlin> —atacó, no se lo iba a decir pero estaba feliz de que mi hermano hablara en señas.

Jake se voltio para tomar lo primero que encontró afinando su puntería.

—Jake —le gritó mi padre— baja la lámpara —pidió.

Mi hermano se calmó para dejarla en su lugar, para sentarse con mi Pa en el sillón para ver televisión.

Mientras trataba de explicar la sencilleza del ciclo de Krebs el idota estaba distraído, me miró para sonreírme, nada bueno.

Percy empujó su estuchera de metal haciendo que cayera en el suelo, el ruido alertó a mis padres pero a mi solo me desató un ataque de pánico.

No podía describirlo más que como horrible, esa gran ansiedad dentro de mí aplastando mis pulmones, mi corazón latiendo fuerte, todo se distorsionaba y dejaba de escuchar con claridad.

La distorsionada voz de mi papá apenas y la alcanzaba a escuchar "Jensen" "Jensen" "escúchame"

Sentí su mano tocar la mía.

—Cariño —llamó Papá — concéntrate en mi voz, dime que sientes.

—Yo...

Traté de mirarle, ese miedo irracional se apoderaba de mi.

—Escúchame y concéntrate en mi voz —repitió— respira, saca y mete aire.

Negué con la cabeza, era mejor que escuchar a Percy gritándome.

—Si puedes, vamos solo saca y mete aire —pidió— aquí estamos, tú puedes.

Traté de concentrarme en la voz de papá y hacer lo que me pidió, sentí que fue eterno pero por fin lo logré.

Me sentía mareado y con náusea, había sido la más fuerte que había tenido.

—Toma un poco de agua Jens —dijo mi padre quien aún sostenía mi mano.

Negué cansado, mi mirada recayó en Percy quien me miraba preocupado.

<Lo siento, pero necesitas ayuda> —se excusó.

—Vete de mi casa —ordené— ya no eres mi amigo.

Él me miró triste, se levantó para tomar sus cosas.

—Yo te llevo —dijo Pa.

Mi Pa se llevo a Percy, me quedé ahí sentado hasta que mi corazón dejó de latir tan fuerte y las náuseas se controlaron.

Subí a mi habitación con mi papá tras de mí al igual que mi hermano.

—Ya estoy bien —dije acostándome en mi cama— pueden dejarme solo.

Mi papá negó con la cabeza, estupido Percy.

—Jensen tuviste un ataque de pánico —me dijo papá.

—Un poco exagerado no crees —me quejé.

—Porque tú no te viste —murmuró Jake.

Le miré molesto para que cerrara la boca.

—Esperaremos a tu padre para hablar de esto —dijo papá.

Él salió para llevarse a mi hermano y calmarlo, unos minutos después llegaron los dos para mi intervención.

—Lo que te haya dicho Percy no es verdad —me adelanté— se mete donde no le importa.

—Es tu mejor amigo y esta muy preocupado por ti —me calmó.

—Te contó todo —me cruce de brazos.

—Porque no me dijiste que aún te afecta lo del asalto...

No supe que decir, mi Papá me miró con demasiada tristeza.

—Percy no sabe...

—Jens —me detuvo Pa tomando mi mano— ya no te mientas a ti mismo hijo.

Una lágrima rodó por mi mejilla, papá se sentó a mi lado para secar la lágrima.

—Ya había tenido uno de estos... llevo teniéndolos desde hace un par de meses —confesé— no habían sido tan graves, empeoraron desde el... el... —no podía.

—Asalto —completo papá.

Suspiré cansado.

—Ayuda —pedí en un susurro.

Mis padres me abrazaron para calmarme, me dijeron que iba estar bien y que tenía que ir con un psicólogo.

Pedir ayuda siempre era difícil, sin embargó siempre habría alguien dispuesto ayudarme.

Uff este ship no oficial me encanta, quien no ama a bb Jens y bb Hades 🤨

Ya pueden ir a darle amor a Nico y Hades en Frases para Amanda que ya está publicada y escrita por Keniteitsuki