Posase en su rostro una sonrisa inconsciente, ligera y dulce, capaz de derretir los glaciares del corazón. Por supuesto ese tipo de acto no paso desapercibido, al menos no por todo el mundo, ya que desde una prudente distancia Kaede había estado observando a su primo por más rato del que creyó necesario.

-¿Me podría contar, mi caballero tímido, que ocurrió en el momento en que desapareció del salón real, siguiendo muy de cerca a nuestra soberana?-podria usar un tono muy formal, mas esa mirada picara de Kaede demostraba el hecho de que se divertía con la situación

-Nada malo si es lo que mi dama piensa...-intenta huir, sin efecto, del próximo mar de preguntas que seguramente su querida prima le lanzara sin pena

-Ya se que no es nada malo Shu-nii, solo quiero que me cuentes como te fue con la princesa~-termina contando con un rostro sonrojado y soltando un aura de corazones de caramelos, muy dulce para algunos gustos

-...-aparta la vista ante el recuerdo de tener en sus brazos el cansado, pero realmente ligero, cuerpo de su futura soberana, la forma en la que su cabeza se apoyaba contra el pecho del detective es algo que nunca podría olvidar, teniendo en cuenta que aun puede sentir el calor que emanaba la misma, algo muy dulce en su opinión

—Si no me querías contar haberlo dicho...—finalmente Saihara se digna a dirigir su vista hacia la chica rubia a sólo unos pasos de si mismo, el puchero casi infantil haciendo contraste con su intento de seriedad delante de otras personas parecieron en extremo adorables para el joven detective

Mas aun una pregunta rondaba en su mente, ¿porque su corazón se oprimió dolorosamente al contemplar el melancólico rostro de la princesa? No es que sea alguien sin corazón, pero inesperadamente esa ligera expresión, casi imperceptible, logro revolver su mundo como nunca nadie había logrado, ni siquiera su querida prima, quien se mantenía mostrando un pequeño berrinche, algo mas infantil de lo que se esperaría de una dama de su porte. A pesar de todo, y frustrado por no hallar una coherente solución a el nudo que se formo en su garganta la noche pasada, decide finalmente centrarse en el caso entre manos, y ya que la quiere, explicarle a su prima lo ocurrido de forma que no malinterprete las situaciones como muchas veces antes hizo.

—Kaede—llama solo por su nombre, buscando que cambie un poco la expresión, palmea a su lado en el sofá de la biblioteca, esperando a que su familiar ocupe el puesto designado

Finalmente la pianista se rinde, por el momento, y pasa a ocupar el lugar junto a su primo favorito, bueno, el único que tiene.

—Será mejor que empieces a hablar—advierte en tono bajo, las manos posadas a cada lado de su cadera, gesto que comúnmente le restarían seriedad al asunto cuando se trata de la tan especial chica, esta vez solo logro estremecer a Shuichi un poco mas de lo que pensaba—O sino leo en voz alta "aquello"—y ahí estaba, la amenaza final, capaz de convertir a el siempre inteligente e irrefutable joven detective en un borrego perdido dentro de territorio de lobos—Creo que a la princesa le gustara~—los ojos de Kaede revelaban la verdad, su prima si se atrevería a ir delante de la futura soberana y leerle en voz alta "aquello" sin importarle asesinar de vergüenza al detective en el progreso

—¡Todo menos eso!—no puede evitar temblar al imaginarse la reacción de las personas que lo escuchen, más aún, si la princesa Ouma se llegase a enterar...mejor se pierde de ese caprichoso universo

—¡Entonves cuenta! ¿De que hablasteis con la princesa?—la anterior seriedad se convirtió en emoción, la esperanza de escuchar acerca de la privada conversacion le mantenía expectante

—No mucho...—viendose acorralado por su prima responde con la verdad—La princesa estaba muy afectada por lo ocurrido con Shinguji-san...utilice un hechizo en ella para que pudiera recomponerse...—tenia pensado dejarlo hasta ahí pero la expresión de Kaede le incito a continuar—Cayó dormida mientras que lloraba, al final Harukawa-san me guió hasta la habitación donde podría dejarla para que descanse—

—¿Eso quiere decir que...?—el silencio confundió ligeramente a Shuichi, pero no tanto como la siguiente acción de su prima

—¿Q-Que haces?—pregunta, pues la chica se había lanzado hasta su pecho, olfateándolo con ahínco

—Uvas...—es lo único que deja salir en un susurro, el dulce aroma de las bayas aun estaba impregnado cerca del cuello de su primo—La princesa huele a uvas~—con una sonrisa rompe la cercanía

—A veces me olvidaba de ese lado tuyo...—suspira resignado, tocando las finas orejas de lobo sobre la rubia cabeza de Kaede

—¿No te alegra saber algo lindo de la princesa?—pregunta inclinando su cabeza hacia el toque, la voz sonando casi como un ligero jadeo de felicidad

—No era necesario...—afirma, aun cuando le alegro saber esa pizca de información, en cierta forma le hacia sentirse mas cercano a Ouma, aunque no quiera revelarlo

—Yo se que si~~—canturrea la rubia apretando con un dedo en la mejilla de Shuichi

—Que no hacia- —son interrumpidos por el ruido de pasos acelerados en su dirección y la imagen de su tío entrando acelerado a la biblioteca, carta en mano

—¡Shuichi-kun!—grita cuando lo encuentra, tirándose del lado contrario de su hija, quien ignoraba el infantil comportamiento del adulto, eso era algo de todos los días—¡Tengo una importante noticia!—levanta el papel en su mano como si en el estuviera el mas grande tesoro que ojos humanos pudieran encontrar

—¿Que ocurre tío?—con cuidado trata de tomar la carta, mas su prima fue mas rápida que ambos y al momento se encontraba leyendo el mensaje

—"Distinguido señor Saihara Shuichi"—comienza a decir—"Por la presente le hacemos informe que en un par de días hará acto de presencia en nuestra morada la joven hija de una distinguida familia provenientes del reino vecino"—alza la vista de la carta, fijándose de reojo en el sello real colocado con sumo cuidado en el sobre—"La joven Les Données, Fujisaki Chihiro, va a permanecer bajo nuestra protección por el periodo mínimo de 3 semanas...El señor Les Données nos ha informado sobre una posible amenaza a la vida de su hija...Le imploramos que nos ayude a descifrar quien esta detrás de ello...para facilitarle en la búsqueda ponemos a su disposición a todo aquel miembro del castillo el cual pueda serle de alguna utilidad, así como le aseguramos alojamiento por el tiempo que sea requerido...atentamente, la reina Le Fleur, Toujo Kirumi..."—