
.。:*☆🌷ᴄʜɪᴄᴏ ᴘᴇʟɪʀʀᴏᴊᴏ☆*:。.
»»--ʏᴇᴏsᴀɴɢ--««
Los claros rayos de sol hicieron que abriera mis cansados ojos, estaba teniendo un sueño raro pero lindo.
Soñaba con el día en que te conocí.
Es extraño, nunca había soñado contigo, aseguraba que estaba apuntó de olvidar tu rostro, pero mis vagos recuerdos se mezclaron con los sueños que crean mi cabeza y así pude recordar, ahora tu borroso rostro al fin estaba claro.
Así que de inmediato vino una idea a mi cabeza, se que puede ser extraño, pero decidí escribirte esta carta, sé que nunca lo leerás, pero solo así puedo expresarme.
Sabes, muchas veces me habían preguntado si creía en el amor a primera vista, yo siempre contestaba que no estaba seguro de eso, tal vez existía o tal vez no, tenía que vivirlo en carne propia para poder creerlo, cada persona piensa diferente.
Pero eso lo asegure el día que te conocí, aquel momento fue inesperado, hasta pensé que nuestro encuentro fue un poco cliché, pero no importa, porque pude conocerte, aunque sea por un corto tiempo.
El día que te conocí fue en aquel autobús, yo estaba sentado junto a la ventana mi vista estaba fija en el pedazo de vidrio, totalmente perdido en mis pensamientos, traía mis audífonos puestos, escuchaba a Nathan Wagner, todo estaba bien, sentí que alguien ser sentó junto a mí, pero no le di tanta importancia, seguía sumergido en mi mundo.
No supe cuanto tiempo pasó, pero una caricia en mi hombro hizo que volviera en sí, gire mi cabeza hacia la izquierda y mi vista fue bendecida, porque frente a mi estaba el chico más lindo que mis ojos hayan visto, con cabello rojo adornado con pequeñas ondas en las puntas, piel acaramelada, unos preciosos ojos claros que se asemejaban a la miel y qué decir de su tierna sonrisa, dejándome totalmente cautivando en ese momento, juraba que estaba viendo a un ángel.
Mis nervios aumentaron, los latidos de mi corazón no paraban, parecían el sonido de un tambor, no podía dejar de verlo, en ese momento solo sentía que flotaba entre las nubes o en medio de algodones rosas, muchas emociones se mezclaron, no sabía lo que me pasaba...
Pude salir de mi ensoñación cuando escuche tu melodiosa voz, aun la recuerdo, aun está muy clara en mi memoria.
-Hola, se que puede sonar raro, pero olvide mis audífonos, vi que estabas escuchando música, ¿puedes compartirlos conmigo? -
Me di un golpe mental por no responder, pero con el hecho de que me hablaste quede demasiado sorprendido, yo no soy bueno hablando con las personas más si son desconocidas, así que no sabía que responder, mis labios no querían moverse.
-Perdón si te moleste. -tú cara se veía preocupada. -No me gusta estar entre muchas personas, así que mi lugar seguro es escuchar música, hace que me olvide lo que pasa a mí alrededor. - diste una sonrisa avergonzada, me pareciste demasiado tierno.
-Está bien, puedo compartir mis audífonos, aunque no sé si mi música te agrade... -estaba sorprendido ya que te hable con seguridad y sin titubear.
-No importa, solo quiero huir un ratito de la realidad, la música me transporta a otros lugares... -
-Estoy de acuerdo contigo, toma... -te entregue mi audífono izquierdo y te apegaste más a mí, ahí fue donde pude sentir tu aroma, esta quedó impregnada en mi nariz, era un poco dulce, aunque los aromas así no me gustan, por una extraña razón el tuyo no me disgustaba para nada.
-Por cierto, Soy Jongho, es un gusto conocerte, lindo... -se presentó extendiendo su mano, pero yo aún estaba abrumado ¿me dijo lindo? o tal vez había sido mi imaginación la que estaba jugando conmigo.
-S-soy Yeosang, el gusto es mío... -me sonreíste y colocaste el audífono en tu oreja.
En todo el camino la música nos acompaño, hubieron algunas sonrisas inocentes y también nuestros ojos pudieron conectarse, pero hubo un momento en donde sentí el peso de algo en mi hombro, tú cabeza reposaba en el, habías caído dormido, sonreí y empecé a memorizar tu rostro, realmente eras hermoso, sin pensar deje un beso en tu cabeza y sin más me dispuse a dormir un poco, ya que aún faltaba para llegar a mi destino.
Un movimiento brusco hizo que despertará, gire mi cabeza y ya no estabas, ahora había otra persona junto a mí, mi mano se sentía extraña así que fijé mi vista en ella, cuando la extendí ahí estaba mi audífono junto a una pequeña nota.
"Te veías tan lindo durmiendo, que no quise despertarte, gracias por prestarme tu audífono, espero algún día volver a verte"
- Jongho.
Esa pequeña nota fue lo único que me quedo de ti. Ese fue nuestro primer encuentro, desde ese día tuve el deseo de volver a verte, en el presente aún sigo dudando, no sé si fuiste una ilusión o realmente hable contigo.
Pero aquella nota es la única que me confirma el hecho que te conocí.
Volví a verte tiempo después, esa vez no te sentaste junto a mí y tampoco sabía que habíamos tomado el mismo autobús, yo iba con los ojos cerrados, pero un conoció y dulce aroma hizo que volviera en sí, al abrir mis ojos logre ver una melena roja salir por la puerta, pensé que era mi imaginación la que jugaba conmigo.
Pero no fue así...
Porque al girar mi cabeza hacia la ventana, pude verte, tú levantaste el rostro y al verme me sonreíste y yo te devolví la sonrisa, delicadamente agitaste tu mano de un lado para otro, te despedías de mí, estaba paralizado en mi lugar, quería levantarme y correr hacia ti, pero mi cuerpo no respondía.
El bus retomo el camino y con tristeza solo pude ver tú silueta hacerse más y más pequeña hasta desaparecer.
Subí varias veces en el mismo autobús, con la esperanza de volver a verte, si eso pasaba, tomaría el valor y hablaría contigo...
Pero los días pasaron y eso jamás sucedió. Desde ese último día ya pasaron dos años, el tiempo pasó demasiado rápido.
Estoy sonriendo mientras mi mano se mueve y mis dedos sostienen la pluma, la tinta negra pinta en el blanco papel los sentimientos que me invaden en este momento, jamás me imaginé hacer algo como esto, pero mi corazón me lo pedía.
Ahora estoy terminando de amarrar la carta en un globo, lo suelto y veo como este se eleva en el cielo perdiéndose en el azul de este.
¿Será que llegará a ti?
Sé que es imposible, pero aún así no pierdo la esperanza.
Se vale soñar...
Ahora sé que una mirada, una dulce sonrisa o incluso un pequeño roce, solo eso lo puede cambiar todo...
Porque esa vez tus ojos color miel hicieron cambiar mi todo. Tu dulce aroma quedó impregnado en mí. No sé si algún día volveré a verte, espero que sí.
Pero por ahora sólo te escribiré esta carta, estas letras son para ese chico pelirrojo, al cual no volví a ver.
A ti, el lindo chico pelirrojo llamado Jongho, el cual me cautivo a primera vista.
ᝰ
ᝰ
ᝰ
Gracias por leer ଘ(੭*ˊᵕˋ)੭ ♡✧
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro