Era raro, definitivamente todo lo que ocurría era raro.

Luego de tener ese raro sueño despertó de un salto de su cama, con una capa de sudor cubriendo completamente su cuerpo acompañado de aquella sensación de miedo y resentimiento.

Su cuerpo se sentía denso y su respiración era agitada, pero restregó sus ojos para luego abrirlos de manera lenta para poder adaptarse a la luz que entraba por la ventana de la habitación.

A decir verdad, nada había cambiado.

Sus ojos volvieron a picar, tal vez era estúpido, pero en su interior tenía aquella esperanza que decía que podría volver a su universo, pero el mundo parecía darle cualquier señal menos una positiva.

Sunoo se levantó de su cama para acercarse a su ventana y cerrarla, era invierno, por lo tanto el frío era bastante presente en la ciudad de seúl por lo que no era bueno tener la venta abierta mucho tiempo.

El horario en su reloj marcaban las ocho en punto, por lo que tomó un suspiro al recordar que era sábado y por su suerte no tendría prácticas.

Con su mirada recorrió toda la habitación, aquella habitación la cuál estuvo viviendo los anteriores dos años con sus compañeros de grupo. Definitivamente no era la habitación más linda del mundo, su pared era totalmente blanca mientras que algunos cuadros -que Heeseung y Jake lo obligaron a colgar- decoraban la habitación. Su mirada se centró en aquéllos peluches qué estában encima de la silla la cual generalmente se sentaba a escribir algunas letras de canciones las cuales jamás lograban terminar.

Se sentía extraño,por más raro que sonara, sus compañeros de grupo no tenían peluches, nisiquiera Jungwon siendo el "maknae" de su "nueva" agrupación le gustaban los peluches, era algo muy extraño a su parecer. O tal vez era el simple hecho de que se acostumbró a que un extranjero con cara de masita tuviera un increíble amor hacía aquellos peluches.

Sonrió algo triste al ver aquéllos peluches, por lo que tomó uno que tenía forma de molang y lo acarició de manera suave, para luego sentir el perfume de aquel tierno animal de felpa. Abrió sus ojos al sentir aquel aroma, quizás su olfato no era el más sensible del mundo, pero podría distinguir aquel aroma a vainilla en cualquier parte.

El peli-negro parecía un animal buscando a su dueño en todas partes, no le bastó con recorrer toda la sala en busca del extranjero, si no que también entró en cada habitación de los miembros, llevándose una riña de Heeseung, el cual dormía plácidamente en su cama. Pero terminó por llevarse una decepción al ver qué el extranjero ni Jake y Jungwon se encontraba en la casa.

—¿Qué te pasa?— está vez hablo el mayor, con un tono de somnolencia.

No hubo ninguna respuesta.

—¿Me quieres explicar que te ocurre?— Heeseung extro a la sala con unas pantuflas de pollito y una cara de pocos amigos.

—Yo...— no logró acabar de hablar ya que la puerta principal de el departamento fue abierta sin previo aviso.

Jake y Jungwon  entraron en el departamento, tampoco con caras muy felices que podría describir.

—¿Lo encontraron?— ambos negaron con la cabeza —¿Donde mierda de puede ir un niño de catorce años?— Heeseung comenzó a morder sus uñas en forma de desesperación.

Para cualquiera lo que habría dicho Heeseung hubiera sido trágico, pero para Sunoo fueron las palabras más felices de toda su existencia.

—Lo buscamos en todos los lugares posibles, pero no lo encontramos, también fuimos a hablar con su madre pero la señora Nishimura tampoco sabe dónde está...y... Estoy comenzando a preocuparme mucho ¿Y si le pasó algo? ¿Tendrá hambre? ¿Estará con alguien?— esta vez hablo Jungwon, casi al borde del llanto mientras que Jake lo abrazaba.

Dejó de lado su felicidad para que aquella sensación de preocupación inundará su cuerpo.

—¿Y Riki?— el de cabello negro hablo, captando la atención de los tres chicos en la habitación.

Se llevó una mala cara por parte de Jungwon y Heeseung, mientras que Jake solo lo miro con algo de ¿Pena?¿Disgusto?.

—Todavia tiene cara para preguntar eso, siendo que finges no saber de su existencia toda la semana, bastar.....— dejo escapar Jungwon entre dientes, mientras que Jake al final cubrió su boca para que no hablara de más.

—No aparece desde el lunes, y ya no sabemos que hacer o qué excusa ponerle al manager...— la voz de Jake fue interrumpida por la de Jungwon.

—¿Ya buscaron en todos lados?— para Heeseung, Jungwon y Jake aquella repentina preocupación era una actuación para fingir no tener la culpa de la sorpresiva desaparición del menor de todos, pero sus ojos comenzaron a dejar escapar lágrimas las cuales luego de algunos segundos recorrieron completamente sus mejillas, dando a entender que no era una actuación —Yo..

Su voz fue interrumpida por el ruido de la puerta siendo abierta de manera suave. Los ojos de Sunoo dejaron escapar un brillo al ver al extranjero entrar por la puerta.

...
......
........

El silencio era bastante incómodo a decir verdad, cuatro pares de ojos clavados en el extranjero, el cual mantenía una mirada firme pero a la vez confundida.

—Quizas porqué era normal entrar a la casa y encontrarse a dos de sus compañeros en llanto.

—¿Porque me miran así?— el extranjero fue el primero en hablar.

—Te desapareces por una semana y todavía preguntas— Jungwon se soltó de manera rápida de Jake para ir directo a Niki y abrasarlo —te odió— le dió un pequeño golpe de manera suave —no vuelvas a hacer esto, Niki.

Niki dejo escapar una risa, mientras que también recibía un abrazo por parte de Heeseung y Jake.

—¿Dónde estuviste, mocoso?— Heeseung  acarició el cabello de Niki de manera juguetona.

—Estuve con mi hermana, de hecho solo vine a buscar ropa, pero regresaré a las prácticas el lunes— el menor logro libertarse del fuerte abrazo de Jungwon —buenos días hyung...— Sunoo sonrió al saludo del menor pero está desaparecido al instante por la forma en la cual lo saludo el castaño, el menor no le negó el saludo pero lo hizo de una manera muy diferente... muy falsa.

—Ire a buscar mis cosas— salio corriendo a su habitación dejando a un Jungwon molesto ya qué su mejor amigo volvería a irse y un Heeseung y Jake muy confundidos por la actitud nada normal de Niki.

Sunoo por instinto fue a la habitación del menor mientras sus compañeros estában en su mundo.

Al entrar a la habitación encontró al menor haciendo exactamente lo que decía, sacaba algunas prendas de ropa, sin prestar atención a su alrededor ni al intruso en su cuarto compartido con Jungwon.

El mayor se acercó sigilosamente al castaño, abrazándolo por la espalda, sacándole un pequeño gritó al más bajo por el susto.

—No vuelvas a irte...te lo ruego, no te vayas...— el mayor se aferró más al pequeño cuerpo del extranjero, escondiéndose de a poco en el cuello de éste, mientras que intentaba guardar sus lágrimas.

Pesaron minutos hasta que el extranjero diera signos de respuesta.

—Pero....— titubeos un poco —usted fue el que me dijo que me fuera...yo sólo cumplí con lo que pidió y...— Sunoo lo interrumpió rápidamente.

—Yo se lo que pedí, y me arrepiento...— tomo aire antes de seguir hablando —te extrañe... Te extrañe y mucho, una semana sin ti fue como un infierno y tarde eso para darme cuenta de que si no estuvieras en mi vida sería lo más horrible que podría ocurrirme, tanto a mí como al universo completo— el más bajo no habló dejando a Sunoo una sensación de miedo y frustración.

—Se que fui un imbécil por como te trate, pero quiero que sepas que me di cuenta que lo hice por miedo a encariñarme mucho contigo... Soy inseguro y eso no es excusa por como te trate, lo sé, pero quiero que sepas que en el fondo te quiero, y sí te vas y-yo..— en su garganta se formó un nudo el cual no lo dejo terminar de hablar.

Para su sorpresa el extranjero se dió la vuelta, de modo para que pudieran verse a los ojos.

Sus miradas conectaron, una mirada cargada de ternura por parte del extranjero y una mirada avergonzada por por el mayor, el cuál tenía varias lágrimas en sus ojos.

Para suerte de Sunoo el menor rompió aquel contacto visual para abrazarlo por la cintura recordándole al peli-negro que ellos estaban a 20 centímetros de distancia aquello le pareció tierno, ya que Niki era un tierno niño.

Correspondió el abrazo, acercando su nariz al cabello del menor, el cual mantenía aquel dulce aroma a vainilla, era bastante vicioso a decir verdad.

—Eso ya no importa— el menor se escondió en el pecho del mayor.

—Gracias, mi chicle.

Los demás se encontraban algo confundidos, luego de un rato -cuatro horas siendo más precisos- No encontraron señales de vida no el extranjero ni el azabache, por lo que mandaron a Jake como espía para entrar a la habitación compartida de sus menores pero luego de que este no regresará por varios minutos Heeseung y Jungwon decidieron ir a ver porque tardaba.

—Jake porque tardaba-... — Heeseung se quedo callado al ver a Jake sacando fotos a Sunoo y Niki abrazados mientras dormían plácidamente en la estrecha cama.

—...
—...
—...

—Ustedes dos no vieron nada...

—Solo si nos pasas las fotos.

—Un gusto hacer negocios con usted, Yang Jungwon..— sonrió mientras salía de la habitación acompañado de el más bajo que fanboyleaba por ese par que dormía en la cama.

Sería un largo día, un largo pero tranquilo día.