—¿Quieres dejar de Fastidiar?.

Empezó a golpear el lápiz en la mesa, representando su falta de paciencia.

Ya hacía unos diez minutos qué Ni-ki buscaba tocar su vientre sin dejar de "molestarlo" a pesar de que esté sólo se mantenía en silencio dejando que sus manos tocaran la parte más suave del vientre y cachetes del peli-negro.

A eso el pequeño de apenas catorce años hizo oídos sordos al pedido del alto, tratando de acercarse disimuladamente al contrario esperando no ser fríamente rechazado cómo otras incontables veces.

Para nadie que vivía en esa casa era una novedad el tierno y sincero enamoramiento de el maknae hacía su mayor, el menor siempre trato de llevarse bien con el peli-negro pero generalmente solía ser abruptamente rechazado por el mayor sin tener explicación previa.
Quizás simplemente era por el poco gustó del chico con lindos cachetes hacia los niños o simplemente para Kim, Nishimura Riki era la persona más fastidiosa del universo.

—¿Sabes que?... desaparece, esfumate, piérdete o haz lo que quieras pero déjame de Fastidiar— el mayor dejó el papel sobre el qué intentaba escribir alguna letra improvisada —¿Acaso te lo debo qué decir en otro idioma para que lo entiendas?.

Observó fijamente al bajo, qué tenía sus pequeños ojitos cristalizados, casi al borde del llanto.

-quizás, sólo quizás me pasé un poquito con mi comentario- pensó mientras observaba salir al menor de la habitación, soltando un -lo siento- con una voz quebradizas.

Sunoo no consideraba tener un rencor hacia el bajo pero tampoco consideraba tenerle algún cariño en concreto. Él consideraba al menor de la agrupación era cómo una carga, no sólo por qué al ser el menor solía recibir más atención de lo debido, sino también por el hecho de qué el pequeño de pelo castaño siempre solía apegarse a él más que a los demás miembros.

—Al fin— pensó dejando escapar un suspiro de alivio solo hasta escuchar un grito completamente reconocible desde la planta baja de la casa.

—¡¡Kim Sunoo, más te vale bajar ahora mismo o juro que iré a golpearte ahí mismo!!— el peli-negro maldijo para si mismo, mientras se paraba de su lugar apresurado.

Mierda, estaba jodido, y se podía percibir muy bien gracias al tono -muy- molesto de su mayor.

Se apresuró en bajar por las escaleras, rezando por qué Nishimura no lo haya acusado con Heeseung.

—¿Qué ocurre?— el peli-gris le dió una mirada sarcástica.

—Tú sabes muy bien lo que ocurre, así que no vengas de imbécil conmigo— su mirada cambio a una cargada de notable enojó o quizás ¿Decepción? Visiblemente el menor no sabría cómo describirla.

—¿Qué fue lo que Nishimura te dijo?— frunció el ceño — cualquier cosa que te haya dicho es falso, son sólo caprichos de niño.— el peli-negro mintió con descaro.

—Si, claro Sunoo... y yo nací ayer— bufó indignado por el descaro de el contrario —después de todo es muy normal ver personas salir por la puerta llorando, lo veo todos los días— un tono sarcástico se hizo presente, mientras que Sunoo buscaba una manera de poder salir de aquella incómoda situación.

Para suerte del menor, la puerta de la casa fue abierta, dejando a la vista a Jungwon y Jake con una cara de notable preocupación y algo agitados.

—No llegamos a alcanzarlo— hablo Jungwon, mientras se tomaba algunos segundos para recuperar aire "joder....cuando quiere puede correr bastante rápido".

—Felicidades Sunoo, por tu culpa perdimos a un niño de catorce en plena noche— felicito Jake sarcásticamente mientras lo observaba con una mirada asesina.

—Genial, si se muere me avisan— para cualquiera eso hubiera sonado bastante frívolo, mientras que para Sunoo era simplemente una bromilla insignificante.

—Bastardo...— el peli-negro logro escuchar las últimas palabras de su mayor pero sólo siguió su camino hasta la habitación, para cerrar de un portazo.

El peli-negro se recostó en su cama, dejando escapar un suspiro y observando al techo de un color crema de la habitación, buscando en su mente algo de inspiración para una nueva letra, pero en cambio su mente se encontraba en blanco y bastante ida de la realidad.

—Mierda...— Sunoo se llevó un pequeño susto al ver un gato de un hermoso color blanco observándolo fijamente por la ventana que daba al exterior de la habitación.

El peli-negro se sentía algo incómodo, para Sunoo los gatos eran unos animales extremadamente adorables, a pesar de ser una persona con preferencias en perros, pero lo que lograba asustarlo de ese gato era el hecho de que este no despegaba su mirada felina de el.

—¿Tendrá hambre?— Se cuestionó pará si mismo, esperando a que el felino hiciera otro movimiento, aparte de observarlo a través de el cristal de la ventana

Luego de unos segundos comenzó a sentirse bastante incómodo con la situación, pero prefirió dejar de lado al pequeño animal pará cerrar sus ojos y tomar un "merecido" descanso.

Para desgracia del peli-negro en su mente solo aparecía la tierna imagen de un pequeño niño de catorce años el cual logro estrujar su pecho al imaginar llorando.

Sacudió su cabeza, negándose a ver la cara de el pequeño Nishimura en su imagen mental.

—Creo que me está afectando el cerebro pasar demasiado tiempo con el— pensó en voz alta mientras volvía a cerrar sus ojos —Lo que daría por una semana sin él.

¿Cuál era el significado de los sueños?

Su hermana solía decirle que los sueños son una interpretación que hace nuestro cerebro tanto de nuestro mundo consciente, es decir, la realidad que vivimos y a la que nos enfrentamos día a día, como de nuestro mundo inconsciente, lo que incluye nuestros deseos, manifestados o no, miedos y esperanzas.

Sunoo podría hacer una lista de diferentes sueños raros que ha tenido pero claramente no podría describir a la perfección el significado de aquel sueño el cual lo mantenía perdido en sus pensamientos.

Se mantuvo caminando dentro de un entorno vacío, todo a su alrededor era un simple color negro el cuál hacia que su pánico aumentará a cada segundo.

Pudo ver a una distancia algo larga una bola de pelos sentada en el suelo sin despegar sus ojos de él.
Sunoo comenzó a correr para lograr llegar al gato de pelaje blanco y ojos color grisáceo, por supuesto su plan de atrapar al pequeño mínino hubiera sido un éxito, sólo si este no hubiera comenzado a correr con la intención de perderse del punto de vista del peli-negro u simplemente ser perseguido.

Sacó un suspiro y corrió detrás del animal, pará intentar atraparlo pero sin duda no se espero caer al vacío mismo. Tras caer en la nada misma el chico de cabellos negro golpeó su espalda contra un mar siendo sumergido bruscamente en el agua.

Para cualquiera hubiera sido fácil salir a la superficie sin ningún temor, pero había pequeños detalles que no debían ser dejados de lado, como el detalle de qué el chico con cachetes no sabía nadar. Cerro sus ojos con fuerza intentando salir a la superficie pero sin tener mucho éxito comenzó a moverse en desesperación.

¿Cómo era posible que todo se sintiera tan real? ¿No era solo una simple y horrible pesadilla?

Se levantó rápidamente, dejando que sus ojos se acostumbraran a la inusual luz solar que entraba por la ventana de su habitación, dando a está un toque más animada de lo normal.

—¿Qué ocurrió?— tocó su pecho, en busca de tranquilizarse sus latidos acelerados —por Dios... sólo fue un mal sueño— volvió a recostarse dejando que su brazo cubriera sus ojos.

Si no hubiera sido por aquel repentino ruido que se escuchó en la habitación el alto hubiera jurado que podría dormir unas cuantas horas más.

El peli-negro se levantó, para reincorporarse a la habitación de color blanco, observó la hora en el reloj digital que se encontraba sobre una mesa de madera antigua.

—Joder...— maldijo al observar que se retrasó una hora de ensayo.

Se levantó a toda prisa, buscando una prenda de ropa lo más cómoda posible, para sólo terminar optando por unos pantalones y camiseta holgada y salir corriendo hacia la empresa, que para su suerte sólo quedaba a unos diez/quince minutos a pie.

Al entrar saludo a el personal del staff, para correr a la sala de prácticas, pero se detuvo al notar el lugar bastante callado, generalmente el lugar solía ser más ruidoso y algunos de los sillones tenían peluches de Ni-ki echados por ahí.

Prefirió restarle importancia, y se acercó a la puerta de la sala de prácticas, para quedarse estático ante los gritos de discusión que salían de está, los gritos de Heeseung y Jake eran simplemente reconocibles a largas distancias, así entre abrió la puerta con la intención de que su vista se centrará en las personas que estaban en la sala.

Luego de unos minutos los gritos subieron de tono, siendo qué aún el menor no lograba comprender el porqué de la discusión, pero aún así prefirió intervenir en esta.

—Hola...— entro a la habitación en un ambiente sumamente incómodo, cuál intentó ignorar.

—Hasta qué te dignas a aparecer Sunoo— la voz de Heeseung se hizo presente en sus oídos, a lo qué solo dejó escapar una risita.

El peli-negro dejó sus cosas en uno de los pequeños casilleros qué tenía una pequeña pegatina con su nombre pegada en la puerta, al igual que el de sus compañeros, pero una de estas logro llamar su atención, una de las casillas en la cuál debería estar el nombre de Nishimura.

De un momento a otro comenzó a buscar alguna de las cosas del menor, pero ese espacio estaba totalmente vacío, sin ningún rastro de algún objeto del menor.

—¿Comenzamos el ensayo?— pregunto Jungwon parándose de su sitio.

—¿Donde esta Ni-ki?— observó a los contrarios, los cuales tenían una expresión de confusión.

—¿Quién es Ni-ki?

Está historia no me pertenece, créditos a la autora _one_dream ¡muchas gracias por permitirme adaptarla! ♡

La linda portada y banner es hecha por dorasilove (^^)