Alicia es mi nombre, me he jurado no decir mi apellido. Mi edad 23 años, soy estudiante de Ingeniería en química Industrial, está mañana tenía un día normal, ahora me encuentro en medio de una extraña pesadilla.  

-Señorita Alicia, sus padres la están esperando.-me dice una mujer de unos 30 años de edad, pero de belleza envidiable.  Ella hace una reverencia y se levanta. 

-¿Mis padres?, se supone que ellos están en la tierra, eje... no aquí, ¿cierto?, ¿extraño sin nombre?

-Jajaja... Princesa Alicia, el tiene nombre, se llama Calisto y en la tierra, no tiene permitido dar su nombre.

-Aaa... así que Calisto. Entonces, Calisto necesito hablar a solas contigo.-él mira a su alrededor, haciéndole unas señas a las mujeres y ellas se van.

-Dime princesa.

-Primero que nada, no entiendo nada. Todo es confuso.-muevo mis manos como una loca, mi expresión no me la puedo ver, pero si se que es la de una loca desesperada-.Hacía, ¿donde me has traído?, ¿Porque, me llaman  Princesa Pachamama?

-Son muchas preguntas, pero está bien, seran respondidas, pero no por mi.

-Ah... y ¿Por quien? 

-Por tus verdaderos padres.

-mis... ¿verdaderos padres?

-Ven.

Calisto toma mi mano, mi corazón late con fuerza, puedo sentir la calidez y la energía que me transmite al rozar sus yemas sobre mi piel. 

Observó el largo pasillo blanco lleno de plantas, el techo está lleno de plantas enredaderas, hay flores lilas, son pequeñas, alrededor todo es hermoso. aún es de dia y la brisa fresca me trae buenos recuerdos que añoro en mi interior.  Calisto se voltea para verme y me dedica una sonrisa, dejándome absorta y confundida en mis pensamientos.

-¡Calisto! ¡Para! -le grito, pero el no  se detiene, y de nuevo decido llamarlo-. ¡Calisto! ¡detente!

-¿Qué sucede?

 El se detiene, ahora toma mi otra mano, ambas manos rozan mi piel, se siente incomodo y nuevo, no como hace minutos atrás.

Lo suelto  con ímpetu, y mis motivos son bastante evidentes. El primero es, tengo miedo a lo que acabo de sentir hace segundos atrás y también tengo miedo a lo que tengo que enfrentar, al conocer supuestamente mis verdaderos padres. Toda mi vida fue una porquería de mentira. Yo no puedo ser la Pachamama, ya que ella ya existe y es enorme.

El viento desordena mi cabello, Calisto me hace unas señas con sus ojos, pidiéndome que nos vayamos. Yo retrocedo, necesito escapar e irme de este lugar. Pero la voz de una persona mayor me detiene y me hiela. Me volteo para mirar de donde proviene la voz que dice mi nombre. 

-¡Alicia!, ¿Eres tú?

Escucho la voz de una mujer a lo lejos, ella corre hasta mi, y me da un fuerte abrazo, sus ojos se ven cristalinos, ella me dedicó una cálida sonrisa llena de ternura. Besando mis mejillas y mi frente a cada segundo. 

-Mi niña, mi linda, al fín estás con nosotros. 

-¿Perdón?, ¿Disculpe? y usted ¿quién es? 

-Soy tu madre, Tania. Hija han pasado veintidós años mi querida.

-Usted no es mi madre, así que no me toque, las madres no abandonan a sus hijos.

-Lo se hije, se que no merecemos tú perdón, pero tenemos nuestras razones. 

-¿Qué razones son importantes que su hija?, me dejaron con personas extrañas todos estos años, no te puedo llamar madre, lo siento.

-Muy pronto comprenderás, pero primero debes descansar, a tu padre lo conocerás en la cena, bien hija.

No le contesto nada, decido tomar mi propio camino en este inmenso lugar. Calisto me sigue, yo avanzo rápidamente, trato de dejarlo atrás, pero me acorrala en un árbol, nuestras mirada se conectan. Puedo sentir su respiración, su boca es como un imán, me atrae, mis labios se sienten como metal, quiero besarlo, acabamos de conocernos, pero la verdad todo esto me parece un sueño y estoy dispuesta a correr el riesgo. 

El silencio se hace presente, ninguno de los dos habla, lo único hacemos, es mirarnos, estudiarnos, me pregunto que pensara, ya que el ya sabe lo que pienso. Me dedica esa sonrisa traviesa yo acerco mis manos a sus mejillas, acercó su rostro al mío, el se deja. Dejándose plasmar mis labios con los suyos, el tacto provocó en una corriente eléctrica, esas mariposas vuelve, pero esta vez las siento equilibradas, y tranquilas. nuestro beso continua. Pero decido detenerme, no es momento ni tiempo para hacer este tipo de cosas. Lo miro bien a los ojos, mi voz quiebra el silencio.

-Calisto, disculpa esto no está bien.

-Pero si tú me has besado.

-Lo se, pero creo que no es momento para esto, ademas somos dos extraños.

-No te preocupes, pronto saboreare eso labios.

-Tan seguro estas.

-Si cariño, lo estoy.

Beso nuevamente sus labios, dejándome con más apetito.

-Eres atrevida, pero como has dicho antes, no es momento, no quiero que tú padre nos sorprenda y menos tú madre.

-Ellos no son mis padres, no tienen derecho.

-Si que lo tienen. Todo ya ha sido planeado, es cosa de tiempo, para que aprendas y aceptes y te hagas cargo de tu destino.

Le sonrió.

-Hare que te creo, pero sabes, necesito procesar bien las cosas, ¿donde me puedo quedar?

-En mi habitación, no mentira. Tu habitación ya está lista, como debes saber, eres una princesa y como toda princesa tiene su castillo y vive con sus padres. 

-Estas tratando de decirme que estaré en el mismo techo que ellos.-niego con la cabeza.

-Emm... si... no puedes quedarte conmigo, y mucho menos volver. 

-Pero, me dijiste que volveríamos en dos horas.

-Alicia, han pasado 3 horas, ese viaje fue solo para llamar tu atención.

Golpeo su pecho con mis manos.

Le exclamó

-¡Eres un mentiroso! ¡todos ustedes son unos mentirosos!

El me abraza, yo trato de soltarme pero me dice shh shh... tranquila, todo es esto es demasiado para tí, no tienes idea de cuanto te comprendo, pero debes ser fuerte. 

-Todos me han mentido, no los perdonare nunca, por haberme dejado. 

-Te cuento una cosa, yo tambien fui abandonado, también me raptaron y con el tiempo logre comprender mi misión y mi destino.

Limpio mis ojos y siento unas gotas que caen sobre mi rostro descubierto, son cálidas, pero no se si son sinceras. 

Respiro profundo y boto el aire... me suelto de él. Me doy la vuelta y caminó con tranquilidad. Todo es hermoso un paisaje ficticio de otro mundo, bueno estoy en otro planeta. Aquí es tan distinto a la tierra, todo aquí es verde. La brisa fresca, el aroma de la tierra de hojas es perfecta y el perfume de las flores cautivante.

Continuará...

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Espero que les haya gustado.