Capítulo 7.
—Eh, hola —intenté hacer mi sonrisa convincente—. ¿Tú eres...?
—_____, ella es Sophie Reynolds. —Corey señaló a la chica y luego a mí—. Soph, ella es _____ Córdoba.
Volví a observar a la chica. Sophie Reynolds... ¿de donde me sonaba ese nombre? Creo que se lo oí mencionar a Camila, la novia de Cameron, hace algunos meses atrás pero ¿que era lo que había dicho sobre ella?
Traté de recordarlo, mas no pude (tengo memoria de pez, sorry). En su lugar, decidí dejar mis pensamientos de lado y terminar con nuestro apretón de manos.
—Que bueno que hayas podido venir, _____ —dijo Sophie cuando mi novio y yo tomamos asiento—. ¿Quieres tacos?
—Eh... no. Muchas gracias, pero referiría unos nachos —aseguré sin sonar muy dudosa.
No sé por qué, pero no confió en ella y si hay algo que mi madre me dejó bien en claro es no aceptar comida de extraños.
—Op, yo si quiero —Blake (Michael, Blake, como quieran llamarlo) tomó la bandeja de tacos y empezó a engullirlos.
Olivia hizo una mueca. —Que lindos tus modales, Blake.
—Dejame comer en paz —el chico de cabello largo se lamió los dedos.
Famosos sin modales a la hora de comer comida latina. Clásico.
Olivia rodó los ojos mientras negaba con la cabeza.
—Lamento que tengas que ver eso, _____ —se disculpó ella y le envió una mirada asesina a Blake—. Es todo un maleducado. No le importa comer así frente a nuevas personas.
—Nah, descuida —reí—. Mis mejores amigas son igual o peores que él. Creeme, estoy acostumbrada.
—Ella misma es otra maleducada —Carlos llegó con nuestra comida—. Tenían que verla la última navidad en Colombia. ¡Deboró arepas como no tienen idea!
Olivia y Blake (quien ya había terminado con su taco pero tenia una rodaja de tomate como bigote) fruncieron el ceño.
—¿Arepas?
—Comida típica de mi país —explicó él encogiéndose de hombros—. Por cierto, soy Carlos Córdoba. Es un gusto —les guiñó un ojo.
—Oh, si —Blake sonrió—. Te he visto en esa serie de Nick. Muy buena.
—Gracias, lo sé. Soy novato en eso de la actuación pero creo que me sale al natu...
—¡CARLOS! —Guille llegó todavía con su delantal rosa y semblante serio—. Deja de interactuar con los clientes cuando trabajas. ¡Y mucho menos con ellos! —los señaló y luego se acercó a mi primo para susurrar en un chillido—: ¡Él es el baterista de Limonate Mouth!
—¿Por qué crees que le estoy hablando? —dijo Carlos obvio. Guille gruñó.
—¡Te vienes conmigo! ¡Adios, chicos! ¡No se olviden de tomarse fotos conmigo cuando se vayan! ¡LOS AMO!
Y se llevó a mi querido primo por la orejas. Olivia, Blake y yo los observamos hasta que los dos raros sujetos se perdieron entre las mesas del restaurante. Luego volvimos a lo que hacíamos... O por lo menos yo, ya que ellos dos tenían una pokerface.
Blake suspiró al tiempo en que yo comía mis nachos.
—Vaya, y yo pensé que era raro.
¿Ya dije que amo la comida mexicana?
—Pues ellos te ganaron, amigo mío —Olivia alzó las cejas—. ¿Esta buena la comida, _____?
—Guenisimah —levanté mi pulgar mientras me tragaba lo que había comido.
Los dos chicos rieron y volvieron a lo que estaban haciendo. Estuvimos varios minutos hablando y conociéndonos un poco.
La risa de Sophie captó mi atención y giré mi cabeza en esa dirección. No paré en que Corey y ella seguían ahí puesto a que estaba más entretenida con Blake y Liv, pero cuando noto sus presencias, me doy cuenta de que tienen una charla amena y no paran de reír. Tomé el vaso de Corey para tener un pretexto para unirme a su charla.
—¿De qué se ríen? —tomé un sorbo.
Él y Sophie me miraron e hicieron un gesto de aguantarse la risa. Corey respiró hondo y se limpió las lágrimas.
—¿Y tu soda? —preguntó.
—Ya me la tomé.
—Pero yo la veo llena —Sophie señaló mi soda.
Shit.
—¡Magia! —exclamé, abriendo los ojos—. ¡Brujeria! ¡Quemadlos a todos vivos!
—¿Me estas llamando bruja, mi niña? —gritó una voz desde la cocina.
—¡Pero veale el lado positivo, señora Nacha! —sonreí abiertamente—: ¡Nunca es tarde para ir a Hogwarts!
La risa de la señora Nacha se vio opacada por la de los demás en el restaurant. Me acomodé en la silla riendo también. La verdad es que aveces yo también me sorprendo de las estupideces estúpidamente divertidas que digo.
Corey me dio un beso en la mejilla y lo miré extrañada.
—¿Y eso por qué? —pregunté.
—Me acabo de dar cuenta que extrañé tus estupideces —se encogió de hombros.
Sonreí y me acerqué para besarle en los labios. Dios, había olvidado como besaba.
—Yo también extrañé tus estupideces, Honguitochico —susurré cuando nos separamos.
De repente, sentimos un «¡Clic!» seguido del flash de una foto.
—¡Corgerlmanis power!
—¡Luis Guillermo Figueroa! —chilló Andrea—. ¡Deja a mi prima y a su novio en paz!
—¡Lo siento, mamá! ¡Tenia que hacerlo! —regresó a la cocina.
Los de la mesa soltaron unas risitas... claro, todos menos una.
—Son una hermosa pareja, ¿no, chicos? —Sophie sonrió y me miró—. Ya veo por qué son tan queridos en Disney.
—Gracias —le devolví la sonrisita—. Nos lo dicen mucho, ¿verdad, Honguitochico?
—Ajam —Corey asintió mientras tomaba de mi soda (esto es raro: yo tomando de su soda y él de la mía ¿Quien rayos hace eso?).
—Por cierto, nunca me dijeron de qué se estaban riendo Sophie y tú —argumenté.
Los dos exclamaron un «¡Oh!» y de la nada volvieron a reír como idiotas.
—Cosas de Cor y yo —respondió Sophie—. Él y yo nos entendemos, ¿no?
—Así es, Soph —aseguró él, pero luego terminó de reír y me miró—. Es un chiste. ¿Te digo de qué tarta...? ¡De qué trata!
Él se echó a reír de nuevo como viejito epiléptico. Blake, Liv y yo lo mirábamos en plan «Rlly?». Sophie, por otro lado, rodó los ojos, al parecer molesta porque Corey me había dicho su "cosas de los dos".
La ignoré pues se me era más fácil decirle un comentario troll a Corey.
—Creo que necesito lentes —comenté.
Corey fruncio el ceño.
—¿Por qué?
—Porque no le veo la gracia.
Mis dos nuevos amiguchos explotaron en una carcajada, mientras que Corey me miraba con ojos entrecerrados (aún no había parado en que le hice un TDFW) y Sophie volvía a rodar los ojos.
Al parecer no le caigo muy bien.
Bah.
—Que alguien le dé unos lentes negros, por favor —canturreó Blake y nos dimos los cinco.
—Aguarden —Corey levantó un dedo—. ¿Acaso acaba de trollearme?
—¿Y apenas te vas dando cuenta, Fogelmanis? —Olivia rio y también chocamos puños—. Me agrada ella. Eres genial, hermana. Sinceramente.
—Concuerdo con Olvia —Blake asintió y se acercó a mí—. ¿No tienes una hermana de mi edad, quizá?
—No que yo sepa, Blake —reí.
—Cor —Sophie llamó la atención de todos, no solo de Corey—. ¿Ya le contaste a _____ sobre que nos iremos en dos semanas?
Si antes tenia dudas con su sonrisa, ahora ya la había confirmado: falsa. Falsa en todo sentido de la palabra. F-A-L-S-A. Más falsa que el culo de Nicky, más falso que cuando te dicen que Gale merece a Kattniss. Falsa, falsa, falsa.
Falsa.
Y la de ahorita es maliciosa, como si esperara que yo me molestara por algo que haya dicho.
Corey se encogió de hombros, aparentemente ajeno a lo que yo veo en el tono de Sophie.
—Le dije en estos días.
—Ah, eso —hice un gesto de indiferencia—. Si, ya me lo dijo. Y estamos bien con eso, ¿verdad? —miré a Corey y éste respondió dándome un beso en la mejilla.
—De maravilla.
Ay, tan lindo mi novio.
Ay, tan lindas las sonrisas de Blake y Liv.
Ay, tan linda la mirada de odio de Sophie.
Yo ladeé mis labios formando una sonrisa arrogante y la completé con un guiño dirigido hacia ella, y pareció captarlo ya que soltó un gruñido disimulado.
Sip, ella y yo no nos llevaríamos bien.
Es un hecho.
[...]
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
—¿Por qué te va a decir algo gracioso? —gruñó Corey en mi hombro.
Ahí es donde me doy cuenta que está pegado a mi espalda, con el mentón en mi hombro para poder leer el mensaje que Froy me había enviado hace unos minutos. Precisamente a las dos de la madrugada.
Éstos chicos como que no duermen.
—Honguitochico, ya hablamos de esto...
—Oh, lo siento por celar a mi novia, la cual recibe mensajes de su galán co-estrella a las dos de la madrugada —derramó sarcasmo, aún sin quitarse de encima mío.
—Es un galán co-estrella muy necio —aseguré.
—Pues que sea necio de las seis para arriba.
—Sabes que no va a parar hasta que le conteste.
Como si mi voz tuviera poder, mi iPhone sonó como loco.
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
—¿Ves? —señalé.
Corey bufó.
—Contestale, que te diga lo que tenga que decirte y que se vaya a tener su sueño de belleza o lo que sea que haga para verse tan guapo el muy maldito —tomó aire después de eso y me dio la espalda.
Reí para mis adentros y di una vuelta en la cama para quedar ahora yo con el pecho pegado en su espalda y mi mentón en su hombro. Dejé un beso en su cuello.
—Tú eres más guapo.
Él se removió.
—Si, como sea —sacudió su hombro echándome y yo volví a mi posición de antes riendo—. ¿Encendiste la calefacción o algo?
—Tengo un buen comentario pervertido para responder eso pero no lo diré porque Froy está insistiendo mucho.
—Si... —tragó en seco—. Tampoco quería escucharlo.
Sonreí maliciosamente.
—"Creo que encendí otra cosa."
—¡Oh, jodete! —Corey se hizo un ovillo con las sábanas y yo solté una carcajada.
¿Que si soy mala torturándolo de esa manera? Si, digamos que si. Un poquito.
Volví a mirar la pantalla de mi teléfono y descubrí que tenia cuarenta mensajes de Ganso y todos ellos con el mismo mensaje:
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
Rodé los ojos y tecleé la pantalla.
YO: Froy, son las dos de la madrugada. ¿Acaso no tienes otra cosa que hacer? ¿Domir, quizá?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
YO: No vas a parar hasta que te diga “Que”, ¿verdad?
GANSO: ¿Te digo algo gracioso?
YO: Estúpido.
YO: Qué.
GANSO: Así no. Ponle signo de interrogación. No parece pregunta.
Bufé. Es exigente el niño.
YO: Que?
GANSO: Te faltó éste (¿) al comienzo.
Estúpido.
YO: (¿)Que?
GANSO: ¡Pero sin el paréntesis, Pato!
YO: ¿Que?
GANSO: Te faltó el acento en la e.
Maldita sea.
YO: ¿QUÉ?
GANSO: PERO NO EN MAYÚSCULAS, PARECIERA QUE ME ESTAS GRITANDOOOOO ;–;
Si no arrechara tanto mi iPhone como arrecho a Corey, ya lo hubiese estrellado contra la pared.
GANSO: A ver, comencemos de nuevo *se aclara la garganta* ¿Te digo algo gracioso?
YO: ¿Qué?
GANSO: Algo gracioso :v
Dejé el celular sobre mi regazo y miré el techo, canalizando las ganas de matar a Ganso que tenía. Cuando ya estuve lo suficientemente segura de que no aventaría el celular por la ventana, lo volví a tomar.
YO: Ve a dormir, ¿si? :)
GANSO: Lo haría, pero mi padre está haciendo mucho ruido. Por cierto, esa sonrisa del final me aterra.
YO: Esa era la idea :) Y, sabes, es algo perturbador que me digas que tus padres están teniendo un ñaca ñaca ruidoso.
Me reí ante el mensaje, puesto a que se lo dije en broma. No obstante, empecé a alarmarme cuando no me contestó por varios minutos. ¿Será que se ofendió? ¿Fui demasiado brusca? ¿O quizás pensó que lo decía en serio?
Estaba por escribir el mensaje de disculpa cuando el suyo llegó:
GANSO: Me voy a dormir, Pato. Nos vemos mañana.
Ay Diosito, me siento horrible.
YO: Froy, lo dije en broma. De verdad lo siento si te ofendí o algo por el estilo...
GANSO: Descuida, no me ofendí, en serio. Sé que lo dijiste en broma, Pato.
YO: ¿Y entonces...?
GANSO: Me voy a dormir, tengo sueño. Nos vemos luego, _____, y no estoy molesto contigo. Saludame a Corey. Buenas madrugadas)?
Y aquí es cuando me doy cuenta de que la acabo de embarrar... y bien feo.
N/A: ¡Actualicé en menos de un mes! ¡YEEEEEEY!
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