
Capítulo 44 [Maratón: Un cumpleaños con buen inicio... y mal final].
Maratón 5/5:
_____ POV:
—¿Sabes de casualidad por qué un cuervo es igual a un escritorio? —preguntó Corey.
Lo observé alzando una ceja, él solo sonrió.
—¿Sabes de casualidad por qué mi novio es un idiota? —respondí.
—Se le cayó a su mamá cuando era chiquito.
—Eso lo explica todo —reí.
Habíamos vuelto a caminar, él cojeando y yo con dolor en el costado. Bien me he dado cuenta que fue una locura saltar de los columpios. Pero como buena samaritana que soy, de todas maneras lo hice.
Viva la locura y muera el sentido común, carajo.
—Bien, apenas son las once —comentó Corey—. ¿Qué hacemos ahora?
—Buena pregunta —me llevé una mano al mentón, pensando—. A ver, ¿qué pueden hacer dos adolescentes caminando a solas en una calle desierta casi a media noche?
Nos miramos.
—Al césped —dijimos al unísono y nos tiramos en el césped podado de una de las casas.
Si creyeron que íbamos a hacer cosas locas, pues están muy equivocadas. La competencia en el parque nos dejó más tiesos que las arepas que hace Sabrina (parecen rocas. Rowan aprendió ese día que Sab solo sirve para cocinar brownies), por lo que ambos coincidimos en tirarnos a descansar. El césped está un poquito húmedo y picoso, pero mirar el cielo, donde la luna está casi casi en su punto más alto, lo compensa.
—¿Por qué no hay estrellas? —preguntó mi novio, acabando con el silencio que se había creado.
—Bueno, por muchas razones: la contaminación, la época del año, las nubes, el hecho de que hay sobrepoblación de estrellas en Hollywood...
—¿Y eso último qué tiene que ver con las estrellas en el cielo?
—¡No lo sé, Corey! ¡No soy científica!
—Eso ya lo noté —bufó, riéndose—. Pero ¿no te parece extraño que no haya estrellas?
—Hay una luna enorme —la señalé.
Corey la observó.
—Sí, tienes razón. Es bonita... Y voy a hacerle una foto —sacó su teléfono.
Reí. Se había tardado, más bien.
Después de hacerle la fotografía a la luna (y otra a mí cubriéndome la cara), se puso a revisarlo unos minutos. Yo hice lo mismo con el mío.
—Rowan se fue a coger con Peyton —dije.
—Peyton se fue a coger con Rowan —dijo Corey, a mi vez.
Nos echamos a reír. Intercambiamos teléfonos para ver los mensajes de nuestros amigos notificándolo.
—No entiendo por qué tienen que decírnoslo —comenté—. Digo, que no nos interesa lo que hagan.
—Pero a ellos sí les interesa que nosotros lo sepamos, Sarcastichica. Ya sabes, eso de "aún seguimos siendo más promiscuos que ustedes" —imitó la voz de Meyer.
—"Si, quiero dejar en claro que no soy gay, ja ja" —hice lo mismo.
—"Soy un macho pecho no peludo, ja ja. Tengo un auto que se llama Rowena y ustedes no."
—"Ja ja"
—"Ja ja."
Eso nos hizo soltar una carcajada, la cual fue reduciéndose hasta que quedamos en silencio otra vez, pero con una sonrisa en la cara. ¿Hay algo mejor que momentos de tener momentos de rareza con tu novio? Si, tal vez haya varias cosas, pero yo no cambiaría esto por nada.
Sentí la mano de Corey puesta sobre la mía. Se la tomé. Él tiró de ella hacia sí y terminamos abrazados en la grama de un jardín ajeno.
—¿Sabes de casualidad por qué un cuervo es igual a un escritorio? —susurró.
Alcé la cabeza para mirarlo.
—¿Todavía sigues con eso?
—Es que vi Alicia en estos días y me quedó la curiosidad —hizo un puchero.
—Pues no sé, yo no soy Yahoo.
—¿Crees que en Yahoo aparezca? —se sorprendió.
Me encogí de hombros. Sé que en Yahoo salen respuestas hasta de por qué es "tú mamá en tanga" y no en "pantis", así que es lo más probable.
Corey sonrió mirándome como si hubiese tenido la mejor idea del mundo. Sacó su iPhone y se puso a teclear. Luego soltó un bufido.
—Se me acabaron los megas —maldijo.
—Qué triste tu caso, Honguitochico.
—Préstame tu teléfono.
—No.
—¡¿Por qué?!
—No voy a prestártelo para que busques cosas estúpidas. Es un mal uso de mis megas, los cuales no quiero gastar en ti.
—Tú eres mala. Privas mi derecho de querer adquirir conocimiento.
—Ah, y ahora eso es un derecho —reí—. Lamento privar tu "derecho de adquirir conocimiento", Honguitochico, pero mis megas son muy valiosos.
—¡¿Más que tu novio?!
—Sip —le sonreí.
Corey abrió la boca, pero la cerró. Luego la volvió a abrir... y la cerró otra vez.
—Tú eres la mejor novia del mundo —masculló.
—¡Aww, Corey, eres tan amable en decirlo...! Pero eso ya lo sabía.
—Solo quería recordártelo —me dedicó una sonrisita falsa.
Apreté los labios. No te rías... nop, no lo hagas... No. No lo vas a hacer, joder.
—Toma —le pasé el teléfono después de dejar de morderme la lengua.
Corey exclamó un «¡Yeeeeeeey!» y se quedó mirando la pantalla del celular.
—Me gusta la foto —dijo.
—Sí, me encanta cuando Antonella toma mi teléfono prestado y se hace fotos enseñando hasta lo más profundo de sus fosas nasales y luego me las deja como fondo de pantalla a modo de regalo —sonreí.
Un brillo de malicia brilló en los ojos de Honguitochico.
—¿Y si la subimos a instagram?
—¿Quieres morir?
—Buen punto.
Reí. Él me regresó el teléfono.
—¿Ya se te quitaron las ganas de adquirir conocimiento? —pregunté.
—No, tú tampoco tienes megas. Alguien se estuvo metiendo en Youtube para ver videos de Matt Steffanina.
—¿Qué...? —lo revisé y sip, era cierto—. ¡Me cago en Antonella!
—Ay, me lo imaginé y es asqueroso...
—¡Corey!
—Oye, ya casi va a ser media noche, Sarcastichica. A esta hora me pongo estúpido.
—Tú siempre te pones estúpido.
—No puedo contra esa lógica.
Suspiré. Corey es un caso serio, lo he dicho ya y lo seguiré diciendo. Y Antonella y su obsesión por las coreografías de Matt Steffanina, igual.
Cinco minutos después de seguir discutiendo, decidimos dejar de invadir propiedad privada y regresar a la fiesta. Queríamos pensar que Antonella había logrado tranquilizar a Diego y que podríamos por lo menos cortar el pastel antes de las doce. Claro, hubiésemos llegado de no ser porque siete minutos antes de la doceava campanada, Corey se antojó de ir al parque... de nuevo.
Y aquí estábamos, dos pubertos de diecisiete años columpiándonos de lado a lado casi a media noche, al parecer sin nada mejor que hacer.
Había silencio de nuevo, de ese en el que te sientes cómoda y te deja espacio para pensar y observar. Yo pensaba y observaba, no en ese orden sino al revés. Observé la esquina de la otra calle, donde hace una hora mi novio y yo estábamos sumidos en el mismo silencio, hasta que decidimos hablar de cosas triviales hasta que él mencionó algo que ahora me deja pensando... y necesito sacármelo porque si, pues, porque entrometida se nace.
—¿Te sientes inferior a mí? —solté.
Corey me miró y suspiró como tratando de decir "nunca te guardas nada".
—¿Por qué no puedes conformarte con un "nada", Sarcastichica?
—¿Quién se queda conforme con un "nada"?
—Eso es cierto —coincidió—. Pero de verdad, no quiero hablar de eso.
—No, no, no. Sí que hay que hablar de eso. Corey, no eres inferior a mí. No sé por qué lo dices, si eres condenadamente mejor que yo en muchos sentidos...
—Yo no creo eso —me miró— Sarcastichica, para mí eres jodidamente perfecta... y yo soy sólo un idiota que tuvo suerte de ser atropellado por ti.
Negué. Eso es mentira. No sé de dónde saca eso, si aquí la suertuda del cuento fui yo.
—¿Por qué lo piensas? —quise saber.
Apretó los labios y miró sus zapatos. Y no soy psicóloga, pero ese gesto me dijo que Corey guardaba más cosas dentro suyo que yo no tenía ni idea de que tenía.
—De verdad no quiero hablar de eso, _____ —susurró—. Si te sirve de algo, ahora mismo quiero ir y enfrentar a Diego de una buena vez. Estoy... estoy cansado de que seas tú la que tenga que defenderme a mí. Por una vez en la vida quiero ser el príncipe que rescata a la princesa y no al revés.
Y con una decisión que ni puta idea de donde salió, se levantó y avanzó hacia la carretera con la vista al frente... porque de haber mirado a los lados, nada hubiese pasado.
—¡COREY! —grité, pero en vano.
Todo pasó en cámara lenta: el impacto. Corey volando por los aires y cayendo al suelo como un saco de papas. El auto pisando el acelerador, huyendo de la escena. Yo corriendo a su lado, gritando su nombre. Estaba quieto, casi estático, pero con los ojos abiertos y respirando. Sin embargo, un charquito de sangre se estaba formando en su cabeza, y eso me alarmó a sobremanera. Comencé a llorar.
—Sarcastichica... —murmuró.
—¡¿Si?! ¡¿Corey?! ¡Por favor, no cierres los ojos! ¡Por favor!
—Sarcastichica...
—¡Maldita sea, ¿Dónde dejé mi teléfono?! Corey, quédate conmigo, voy a llamar a emergencia. Por favor...
—Sarcastichica...
—¡¿Qué, Corey?! —exclamé, presa del pánico.
Él me sonrío. Y a pesar de la sangre, de mi histeria y de lo que acababa de pasar, eso me tranquilizó.
—¿Sabes de casualidad por qué un cuervo es igual a un escritorio? —susurró, su voz lenta, apagada.
Me reí entre las lágrimas. ¿Por qué tenía que ser así en un momento como este?
—No me dejes, ¿vale? —pedí—. Te prometo responder la pregunta si te quedas conmigo.
Corey asintió, todavía sonriendo. No obstante, y a pesar de mis gritos, cerró sus ojos.
Y mi pánico aumentó.
N/A: Primero que todo, antes que nada: les agradezco por la preocupación y la lealtad que me han brindado. Eso de que sigan aquí leyendo las historias, a pesar de que no las actualice y me desaparezca, demuestra que de verdad son lectoras que les interesa y quieren saber qué pasará a continuación, negándose a abandonar, y eso me alegra mucho :'3
Les pido disculpas por dejarlas así como así, pero tuve mis razones, como la falta de internet, instrumentos de escritura(? (el teléfono, mi laptop), el exceso de trabajos y esas malditas faltas de inspiración que tanto detesto, y que la mayoría de los escritores sufren en algún momento de su vida.
No obstante, les prometo que aunque dure mil y un años en publicar, voy a completar A Nuestro Estilo, porque ustedes y yo nos merecemos saber cómo van a terminar estos personajes (porque ni yo sé). Así que no se preocupen, que de mi no se van a librar nunca >:3
Y por supuesto que no está de más decir que las amo, y que gracias gracias gracias gracias gracias por seguir aquí, a mi ladito :3
Ah, y hablando del final de la maratón... no me maten, yo las amo D': y saben que no las haría sufrir... tanto.
Pero bueno, me voy antes de que empiecen a acribillarme a insultos (que serán bien recibidos bc me los merezco :D). No se olviden de que las adoroooo <3
Se despide xlexlutthorx.
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