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Capítulo 35.

Adivina qué —dijo Katherine, al otro lado de la línea.

—Kathe, no me gano la vida siendo adivina.

Lo sé, te ganas la vida siendo una actriz de cuarta. ¡Pero vamos, _____! ¡Adivina!

—Gracias por tu cumplido, mejor amiga —comenté, de manera sarcástica—. Veamos: ¿tienes un teléfono nuevo?, ¿te cortaste el pelo?, ¿te asesinaron y ahora quien me habla es tu espíritu, que no pudo alcanzar la luz y ahora viene a molestarme?

¿Sabes qué? Mejor abreme la puerta; tus habilidades en la adivinación son las mismas que en la actuación.

—Haría lo que me pides, pero tú me tratas tan bien que...

Okay, no lo hagas —y colgó.

Observé mi teléfono con una mueca. Katherine tiene problemas, la verdad.

Justo en el momento en que me disponía a seguir con mi almuerzo, el teléfono de Corey a mi lado sonó.

—¿Quién podrá ser? —preguntó.

—¿Por qué no contestas y lo averiguas? —propuso Peyton.

Entoces Corey contestó, todos pendientes.

—¿Hola? ¡Ah, que tal, Kathe...! ¿Que? ¿Por qué? ¡Ay! ¡Okay, okay, no hace falta usar vocabulario inadecuado! ¡Ya voy!

—¿Era Katherine? —inquirí, a lo que asintió.

—¿Qué es lo que quiere? —dijo Peyton.

—Que le vaya a abrir la puerta.

Rodé los ojos.

—Oh, yo voy —dijo Amir, levantándose del taburete.

Caminó en dirección a la puerta y la abrió. Mi amiga Katherine pasó divinamente al apartamento y, sin siquiera saludar, se lanzó al sofá de la sala y exclamó:

—¡Que alguien me traiga palomitas, una manta y ponga Titanic!

Los tres chicos y yo nos observamos mutuamente, confundidos.

—¿Disculpa? —alcé una ceja.

—Lo que escuchaste, _____. Y mejor que sea ahora.

—¿Y esta que se cree para mandarnos así? —chistó Peyton.

Katherine, al escucharlo, giró su cara a modo "el exorcista" y lo miró de manera interrogante. Peyton suspiró, intimidado.

—Amir, pon las palomitas en el microondas, por favor. Corey, pon la película. Yo iré a por la mantita.

—Ya qué —Amir fue a hacer lo que le dijeron.

—Parece que ya no soy el unico exclavo en este lugar —murmuró Corey, haciendo lo mismo.

—Igualmente sigues siendo uno, Honguitochico —sonreí, dándole un beso en la mejilla y levantándome.

Me lancé en el sofá al lado de mi amiga, inspeccionandola con la vista. Tenía el pelo marrón desarreglado, ojeras bajo sus ojos y su suéter gris favorito, con sus cross del mismo color. Sin duda algo malo le pasaba.

—¿Qué era lo que tenia que adivinar? —pregunté.

En ese momento, los tres chicos volvían con lo que mi amiga les había pedido: Peyton la cubrió con una mantita naranja, Amir dejó el bol de palomitas en su regazo y Corey puso la película.

—¿Algo más? —le dijo este último.

—Si —Katherine asintió—. Quítate del medio, atravesado. No me dejas ver.

—Ni siquiera un por favor ni nada —murmuró mi novio, apartándose.

—Entonces —proseguí, cuando los chicos habían tomado sus respectivos asientos, ansiosos por escuchar el chisme pues son unos malditos chismoso—. ¿Qué querías que adivinara?

Kathe se llevó lentamente una palomita a la boca y la masticó de igual manera, sin mostrar emoción alguna y con los ojos castaños pegados a la pantalla.

—Que terminé con Jake —soltó.

—¡¿Qué?! —exclamé.

—¿Ah? —exclamó Corey.

—¡No puede ser! —exclamó Peyton.

—¡¿Qué?! ¿Ah? ¡No puede ser...! —dijo Amir—. ¿Quién es Jake, por cierto?

Todos, con excepción de Katherine, nos llevamos una mano a la frente.

—Mi novio —dijo ella—. Bueno, ex novio, mejor dicho.

—¿Por qué terminaron? —preguntó Corey.

Katherine volvió a comer una palomita y encogió sus hombros.

—No le caí bien a su familia —respondió—. Llamé promiscuo a su hermano e hice llorar a su madre porque le dije sexy cuando en realidad pesaba más de cien kilos o algo así.

—¿Eso la hizo llorar?

—Pues si, al parecer tiene el autoestima tan por el suelo que mi humilde y para nada sarcástico comentario terminó por hundirla al núcleo de la tierra y más abajo que eso.

Uy, eso fue culpa mía, jeje.

—Veamosle el lado bueno —dije—. A mí no me funcionó tú consejo, a ti no te funcionó el mío.

—Es un trato justo —razonó Amir, señalándome.

—¡Cállense! —Katherine extendió una mano hacia nosotros—. Rose va a conocer a Jack.

Esperamos a que la escena trascurriera para seguir hablando.

—Asi que... ¿terminaron solo porque llamaste sexy a su madre? —dijo Peyton.

—Oh, Jack, qué bello eres —murmuró mi amiga—. Y si —respondió— resulta que el niño es un hijo de mami y hace lo que a ella le da la gana.

—Y si ella dice que no te quiere —dijo Amir—, él te termina.

—Y me terminó —Katherine lo miró con fingida admiración—. Qué capacidad de razonamiento tienes, Amir.

—Gracias —él sonrió, complacido y ajeno al sarcasmo—. Muchos dicen que es un don.

—Y esos muchos se resumen en tu madre y tu reflejo en el espejo —concluí, a lo que Katherine me señaló.

—Tú sí que sabes, amiga mía —me ofreció su bol—. ¿Palomitas?

—Por favor —tomé un poco.

Amir, Peyton y Corey nos observaron masticar hasta que tragamos.

—¿Y te dolió el rompimiento? —preguntó mi novio.

—Un poco —mi amiga bufó, aburrida—. Luego recordé que antes de Jake era una perra sin sentimientos igual que Antonella y lo superé.

—Antonella tiene novio —se apresuró a decir Amir.

Eso fue suficiente para que Katherine abriese los ojos como platos y arrojara el bol, causando una nevada de palomitas con mantequilla por sobre nosotros.

—¡¿Que esa maldita qué?! —masculló.

—¿Ahora quién limpiará esto? —exclamó Corey, a lo que todos lo miramos—. Saben, creo que comenzaré a cobrar —cruzó sus brazos.

—Dile a _____ que te pague con sexo —Peyton me apuntó.

—¿Lo harías? —Honguitochico me miró.

Encogí mis hombros, indiferente. Entonces Corey formó su mejor sonrisa del gato de Alicia y fue corriendo a buscar la escoba.

—Promiscuos y pubertos —Katherine negó con la cabeza, haciéndome reír.

—Grande la decepción que se llevará cuando, después de haber limpiado, no reciba sexo —murmuré con fingida lástima para luego girarme hacia Katherine—. Antonella no tiene novio —expliqué—. Solo está de "amigos con derecho a roce" con mi hermano, pero no, no han tenido sexo... al menos que yo sepa, claro. En los tres días que llevo aquí, lo único que me ha dicho la muy desgraciada es que Diego tiene nalgas grandes, ¡y eso ya lo sé!

—¿Y como por qué o qué yo no me había enterado? —cuestionó.

—¿Que Diego tiene nalgas grandes? Oh, pues porque seguramente no se las viste, aunque lo dudo ya que se le notan demasía...

—Sarcastichica —Corey llamó mi atención—. Habla de por qué no sabia lo de Antonella —y continuó barriendo.

—¡Oh! —exclamé—. Bueno, a mí se me olvidó —le sonreí inocentemente—. Sabes que siempre se me olvida contar todo lo que gira en torno a mi hermano.

—Yo soy testigo de eso —coincidió mi novio.

—Tú continúa barriendo, esclavo —ordenó Amir, logrando que Corey se detuviera.

—Sabes, aquí el que debería ser esclavo eres tú ¡Y sí! —chilló él—. ¡Lo digo porque eres negro!

Mi amigo de color se llevó una mano al pecho, súper ofendido.

—Haz roto mi corazón de negro —y tras decir eso, dio una vuelta, caminando dignamente hacia su habitación.

Katherine lo siguió con la mirada. —Él es raro.

—Ya eso lo sabemos.

—Como sea —sacudió la cabeza—. Ya conté lo que tenia que contar, ya me contaron lo que tenían que contarme. Así que, si me disculpan, continuaré viendo a mi Jack hermoso. No molesten.

—Ya la oyeron, muchachos —dije, soltando un suspiro y yendo a la cocina—. Por cierto, alguien tiene que lavar los platos sucios.

—¡Dejenme adivinar! —chilló Corey, con la escoba todavía en la mano—. ¿Lo haré yo?

Peyton, Amir y yo nos observamos, encogiendo los hombros a la vez.

—Si es lo que quieres.

—¡Por supuesto! —dijo, sarcástico—. Corey, haz esto. Corey, haz aquello. Corey, limpia aquí. ¡Todo yo, todo yo! ¡Porque ustedes si mueven un dedo, se les cae, ¿no?! ¿Que le cuesta tomar un trapeador y limpiar lo que esta tipa ensució? —señaló a Kathe—. ¡Nada! ¡Nada les cuesta! Pero claro, como me tienen de sirviente en esta cosa...

—Ay, cállate, mamá —Katherine rodó los ojos.

Corey apretó los labios, súper ofendido. Dio media vuelta con su escoba en manos y dignamente, continuó limpiando.

Con una sonrisa, rodé los ojos. Los dejé a ellos dos en la sala, a Peyton en la cocina lavando platos (se apiadó de Honguitochico, al parecer), y me fui por el pasillo en dirección a la habitación. No obstante, justo cuando pasaba por frente a la de Amir, la puerta se abrió y el mismo apareció de repente, chocando conmigo y haciendo que su teléfono, el cual antes estaba en sus manos, saliera volando. Por suerte, esta nena que está aquí fue bastante ágil y lo atrapó en el aire.

—Ay madresita santa, gracias —Amir soltó un exagerado suspiro de alivio e hizo un ademán para tomar su teléfono.

No obstante, lo aparté de su alcance porque algo captó mi atención. La pantalla estaba encendida, dejando a demostración un vídeo guardado de snapchat, en el cual aparecia Amir sonriendo y saludándole a la cámara, mientras que atrás de él, una chica castaña reía y le besaba la mejilla. Melanie.

Lo miré. Mi amigo negrito retenía la respiración, dando a entender que no quería que yo viera lo que acabo de ver. Y sé por qué.

—Tienes que superarla —hablé.

No quería ser entrometida, pero prefería eso a ver a Amir sufriendo por algo que no puede cambiar, y lo mejor que se me ocurre es conversar con él... además, quería saber su lado de la historia, obvio. ¿Y si soy chismosa? ¡Pues sí, y a mucha honra!
—Es un poco fácil para ti decirlo —murmuró Amir, sacándome de mi ensimismamiento—. Tu amor fue correspondido, _____. Yo por otro lado, fui bateado a la blackfriendzone. ¡Y creeme, si la friendzone es mala, no puedes imaginarte como lo es la blacksonu

Evitar reírme fue imposible. Este chico, por si no se han dado cuenta, tiene una seria obsesión con su color de piel.

—En cierto modo es gracioso —dijo, al contagiarlo con mi risa—. Pero... no lo sé —entonces aquello se convirtió en una simple sonrisita melancólica—. Quiero a Melanie. Odio estar en esa zona. Tengo hambre. ¡Vamos a merendar!

—Pero acabas de almorzar.

—¡Pero ahora quiero merendar! —y tomándome por los hombros, me arrastró hasta la cocina.

Tardé cierto tiempo en entender que usaba una técnica de persuasión para intentar cambiar el tema. Para entonces ya habíamos llegado a la cocina y Amir me ponía galletas, cajas de cereales y dulces en los brazos.

—Agradezco grandemente a Corey y a ti por hacer la compra de esta semana ¡Demonios, hay Lucky Charms! Dios, _____, te amo.

—Si, gracias, gracias —dije, luego me volvió a agarrar de los hombros para llevarme consigo a la sala, junto a Kathe—. Pero Amir —lo miré— creo que necesitas hablar.

—¿Hablar sobre qué? —Katherine seguía viendo la televisión.

—No lo sé, _____. Nada más la recuerdo ya me pongo a chillar como una protagonista blanca de una película de blancos. No creo que sea buena idea hablar de ella.

—¿Hablar de quién? —insistió Katherine.

Amir y yo la ignoramos.

—Pero si tan solo lo intentaras, Amir... —suspiré. Por su mirada sabía que no sedería—. Respóndeme siquiera una cosa: ¿todavía...?

—¿Qué no es obvio? —interrumpió Corey, que tenía la escoba en su mano—. ¡Llora por ella todas las noches!

—¿Por qué lloras por ella todas las noches? —inquirió Katherine.

—¡Gracias por guardar el secreto, Corey! —chilló Amir.

—¡De nada!

—Amir, sé que es difícil —proseguí—. Pero tienes que aceptar el hecho de que...

Mi amigo negro puso los ojos bizcos, como fastidiado.

—¡_____, deja tus palabras de ánimo, felicidad y comprensión para otro momento! —él se llevó las manos a la cabeza—. No puedes simplemente llegar y decir «Oh, negro Amir, olvida a Melanie. Tienes que reír, gozar ¡Y vivir tu vida!» —chistó, con voz más chillona que la mía—. ¡No eres el maldito Mark Anthony!

—Un afroamericano escuchando música latina... y en español —Katherine murmuró.

—Eso no se ve todos los días —Corey negó con la cabeza.

Yo solo observé a Amir, quién tenía los ojos cristalizados. Mi pena se incrementó todavía más y supe que tal vez, para él, hablar del tema no es la mejor opción. Pero...

—En primer lugar —alcé el dedo—, yo no hablo así.

—Es obvio que no ha escuchado sus notas de voz —le susurró Corey a Amir, quien asintió.

Decidí ignorar eso.

—Segundo —miré al chico en cuestión— Okay, lo admito, mi técnica de psicóloga no está haciendo efecto contigo, así que, dejaré que sufras en silencio —y soltando un bufido, me arrojé en el sofá al lado de mi amiga.

La misma me observó por unos segundos y luego llevó su vista a Amir.

—Solo para aclarar —dijo— ¿esa chica donde está?

—En Florida —respondió Corey.

—¡No jodan, ¿era Melanie?! —chilló Katherine, a lo que asentimos—. Uy. No me lo vi venir.

—En realidad, nadie se lo esperó —mi novio ya había dejado la escoba en algún lugar y ahora se sentaba, por alguna razón inexplicable, en mis piernas—. Si me lo preguntan, pensé que quedarían juntos.

—Pues nada es lo que parece —Amir tomó asiento en el sillón del frente—. Ella volvió a Florida después de dejarme en la blackfriendzone y no, no regresará arrepintiéndose porque justo en estos mismos momentos me está diciendo que se va a México a ver a un tipo que conoció por vía Skype. ¿Que tal?

—Se nota que no aprendió de su primo —le di un besito en el cuello a Corey, quien sonrió.

—Yo si regresé arrepintiéndome de todos mis pecados, perras.

—Si, como sea —Katherine rodó los ojos y miró a Amir—. Usted lo que necesita es distraerse, mijo. Juega un videojuego, ve a parrandear con tus amigos, toma alcohol hasta que te saquen del lugar a rastras... ¡Vive tu viiiiidaa, la la la la!

Amir tuvo un momento de razonamiento, con la mano en el mentón, para luego sonreír.

—¡Oh, ya lo sé! —exclamó—. ¡Iré a encerrarme en mi habitación y llorar como el negro depresivo que soy! ¡No molesten!

Y con una sonrisita de absoluta hipocresía, corrió hasta su cuarto.

—Él tiene un problema —Katherine señaló la dirección por la que se fue—. Un serio problema.

—Un problema que hay que solucionar tarde o temprano —mascullé.

—Esto será más temprano que tarde —Katherine se levantó.

Corey y yo fruncimos el ceño.

—¿De qué hablas?

Ella no respondió. En vez de eso, se dirigió al pasillo, empujó a Peyton —que salía del baño— y entró a la habitación de Amir. Momento después se oyó un grito y vimos a mi amiga arrastrando al chico como si de un cadáver se tratase. Era estúpido, porque Katherine es enana y Amir fornido, pero ella parecía que podía con él y demás, sin importar las sacudidas que mi amigo negro daba.

—¡Suéltame, suéltame, suéltame! —gritó él.

—Ni siquiera lo pienses, María Magdalena carbonizada. Preparate, porque tendrás el mejor día de tu vida ¡en Domino's Pizza!

—¿Domino's Pizza? —para ese entonces, Katherine ya había abierto la puerta y Amir se dejaba arrastrar sin poner resistencia—. ¡¿Por qué?!

—Porque no hay nada mejor para subir el animo que una buena pizza con un buen refresco —le respondió y luego, nos observó a los dos—. Nos vemos después, y entonces verán como Katherine Castillo hizo que este chico de color negro se vuelva un arco iris andante. ¡Adios!

Y con eso, cerró la puerta, creando un silencio entre mi novio y yo que solo fue interrumpido por Peyton, que se secaba el cabello con una toalla y miraba la puerta como si fuese una cosa del otro mundo.

—Esa amiga amiga tuya casi me rompe la cadera —chistó—. Y si lo hacia, ¡¿con qué se supondría que haría mi magia con Rowan?!

Entonces Corey y yo nos observamos mutuamente. Mi novio, todavía en mis piernas, encogió los hombros y formó una linda sonrisa.

—En otros tiempos, me hubiese asqueado tu comentario —dijo—. Pero ahora, que ya hice mi trabajo con la casa, ¡tendré sexo de paga! ¡Ya no serás el único no-virgen aquí, Meyer!

Entonces, Peyton me miró y yo lo miré a él. En cuestión de segundos, explotamos en una sonora carcajada que hizo que la sonrisa de Honguitochico desapareciera.

—Todo fue un engaño, ¿verdad? —bufó.

Estaba por responder, pero justo en este mismo instante, un mensaje me llegó.

MY BEST BROTHER: Hola :) Pato :)

MY BEST BROTHER: Solo :) quería :) decirte :) que :) ya :) puedes :) volver :)

MY BEST BROTHER: Ya :) tengo :) otro :) trauma :)

N/A: CHA CHAN CHAAAAAAAAAAN.

¡Adivinen quién está de cumple hoy, adivinen!

¡Nada más ni nada menos que mi bebé hermoso, Corey Fogelmanis!

Dios, ya está mayor de edad :') Pronto será un hombre grande y fuerte y hermoso y divino y de todo *c pone a babear*

¡Bueno, aquí tenemos otro capitulo! ¡Diganme lo que piensan al respecto!

Capitulo dedicado a unicorniosetzy por su épica respuesta a un comentario 😂😂😂

Si quieres una dedicación, comenten algo gracioso.

¡Las amo, chicas!

Se despide, xlexluthorx.

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