Capítulo 11.
MICH MICH: Porque estoy solitoo, no hay nadie aquí a mi laaaadoo. No habrá problemas hoy, de mi ya seaan burlaaadooo ¡AMIGOS DEBES TENEER!
MICH MICH: Pero claro, no tengo amigos porque todo el mundo al que considero como uno me abandona.
MICH MICH: Y pensar que fui yo quien impulsó sus carreras artísticas... malditos traidores. Cuervos a los que crié y me comieron los ojos. Los odio.
MICH MICH: Desgraciadamente, ni yo me creo eso. Pero el punto es que me tienen abandonado. A mí y a Girl Meets World.
MICH MICH: Si sigo así voy a gastar mis mensajes. Llámame y ponme en altavoz. Sé que estas con los chicos... traidores todos. ¿Ya dije eso?
—Vaya, ese si que está resentido —suspiró Peyton cuando les mostré los mensajes un segundo después.
—Ni que lo digas —concordé—. A ver, déjenme llamarlo.
Marqué el número de Mich y al tercer sonido mi productor contestó.
—¿Estoy en altavoz?
Le di al botón de altavoz y todos los demás se arremolinaron a mi alrededor.
—Ahora si —contesté—. ¿Decías?
—Ustedes se olvidan de uno —gruñó—. Sabrina con su estúpido álbum...
—¡Hey!
—Rowan con sus ridículas entrevistas...
—¡No son ridículas!
—_____ con su película en la cual es protagonista GRACIAS A MÍ.
—Y a mi ingenio al momento de audicionar —añadí.
—Peyton y Amir... Ni siquiera sé qué es lo que hacen ellos dos...
—Eso dolió —ambos llevaron sus manos a sus pechos.
—Y Corey con la película que deberá la mitad de su audiencia gracias a él porque es lo único interesante que hay en ella.
—Bueno, no quiero presumir, pero es verdad —dijo mi novio y Sabrina la dio un zape.
Agradecí por ello. Luego volví al teléfono.
—Mich, todos lamentamos profundamente nuestro abandono. ¿Verdad, chicos?
Ellos dijeron «Lo lamentamos profundamente Mich» a coro y monótonamente. El mencionado gruñó de nuevo en respuesta.
—Claro, lamentan ahora que les digo. ¡Pero ya son tres semanas que ni un "hola, Mich" me envían!
—Michael, deja de llorar. Ya dijimos que lo sentimos —dijo Sab, rodando los ojos—. Ahora, ¿para cuando grabamos?
Mich se tardó tres segundos en responder.
—Hoy. Veinte minutos. Libreto, ensayo y grabación. Dos episodios.
Todos, emitiendo quejidos de cansancio, asentimos y colgamos el teléfono.
[...]
—Como sabrán, se acerca el final de Girl Meets World... —decía Mich.
—Aguarda. ¿No habrá cuarta temporada? —pregunté.
Mi productor formó una mueca de indecisión.
—No lo sabemos todavía, aunque la serie es una de las más populares de Disney, por lo que no me sorprendería que los fans formaran la cuarta guerra mundial para que la continuemos. La pregunta es: ¿podremos hacer una cuarta temporada donde permanezca lo bueno de la serie? Porque han habido muchos programas de televisión cancelados a causa de la baja audiencia a lo largo de las temporadas. Ese es el temor de los escritores. El final de la tercera temporada está bien para mí. Es uno bueno, donde se cierra todo el ciclo del triángulo amoroso y blah, blah, blah. A mí parecer, Girl Meets World está perfecta con solo tres temporadas. Ni más, ni menos —se detuvo un momento, echándonos una mirada a todos—. Pero, ¿qué opinan ustedes?
Se hizo el silencio, todos nos tomamos un tiempo para reflexionar.
¿Girl meets world está bien así, con sólo tres temporadas? Tiene sus pros y contras, pues la serie, como dijo Mich, tiene un buen final cerrado. Las tres temporadas son buenas, una mejor que la otra. Con una cuarta, probablemente los chistes pierdan originalidad y la trama se vuelva fofa. Eso seria un peligro, dado a que se dañaría todo lo que con esfuerzo y dedicación hemos alcanzado. Aunque las fans se merecen una continuación de su serie favorita, pero ¿y si no alcanza los estándares? ¿Que pasa si es menos de lo que merecen?
—Dejemos todo al destino, ¿no? —habló Corey. Todos lo miramos—. Quiero decir, hay posibilidades de que la serie pierda popularidad, pero ¿y si no es así? No sé ustedes, pero yo tengo fe en nuestros escritores. Ellos tienen un estilo con el que, combinado con el nuestro, chicos, podríamos hacer de la cuarta temporada algo inolvidable. Algo...
—Algo a nuestro estilo —dijimos todos al mismo tiempo, lo que fue algo muy bonito, y en el ambiente se sintió.
Eso era lo que más me gustaba de mis amigos; aquella conexión que parecemos tener todos, lo que me sorprende pues se dice que una amistad no es verdadera si no pasa de siete años. Yo digo que en algunos casos no, porque en menos de doce meses nos hicimos buenos amigos. Tan buenos, que sé que son verdaderos. Hemos tenido nuestros problemas, si, pero al fin y al cabo terminamos perdonando nuestros errores y siendo los que siempre hemos sido. Además, una amistad no se basa en cuantos años han pasado, sino en cuantos momentos buenos y malos han tenido juntos dichos amigos. Y yo, con los míos, he pasado por tantos momentos que ya perdí la cuenta de ello. Cada uno tiene su estilo, que juntos, hacen que los quiera y confíe en ellos más de lo que ya lo hago.
Pero basta de reflexiones cursis: es hora de ir con el trabajo.
Michael nos informó acerca de lo que sigue en los próximos capítulos. No sé si les dije, pero ya los personajes están en la preparatoria y con ello se han venido sumando problemas y problemas a la vida de estos chicos. Para el siguiente capítulo, a sólo quince de terminar, tenemos un momento #Karkle, que por si se les olvidó, es el shipp de Katie y Farkle. Desde un principio se sabe lo que el chico siente por ella, pero el misterio misterioso siempre fue: ¿estará Katie enamorada de Farkle?
Hubo un capítulo, en la segunda temporada, donde ellos dos se besaban. Pero después de aquello, ninguno dijo más nada. No le contaron a nadie. Simplemente se guardaron el secreto y actuaban como si nada hubiese pasado. Pero casualmente en el antepenúltimo episodio que grabamos, a Farkle, casualmente también, se le escapa que había besado a Katie, frente a Lucas y, él como buen primo, arroja a Farkle a una canasta de baloncesto (ni me pregunten cómo; no sabría explicar). Le exige una explicación a Katie y ésta, entre nerviosa y molesta, le grita que no es su problema. Entonces Lucas y Katie se pelearon, Maya y Riley están en el medio de todo, Farkle no sabe qué hacer con su nerd vida, y Zay... Bueno, él tiene salud.
Así que el primer episodio que grabaremos hoy se llama Girl Meets Sorry so much, donde habrá una lluvia de disculpas, algunas lágrimas, una guerra de comida, momentos reflexivos y, para deleite de las fans #TeamKarkle y #TeamCorgelmanis, un emotivo beso de los dos personajes para el final.
Avanzamos rápido: en menos de cinco horas, ya teníamos gran parte del episodio grabado. Mich comentó —mientras grabábamos la escena donde Riley le decía a Lucas que estaba mal pelearse con la familia— que estaba sorprendido y agradecido por el profesionalismo que habíamos demostrado; gracias a que decidimos no hablar cuando leíamos el libreto, nos lo habíamos aprendido a tal punto que casi no nos equivocamos.
—No te emociones, Mich —le dijo Sabrina cuando terminaron de grabar—; es solo por hoy.
—Si —se le unió Rowan, pasándole una mano por los hombros—. Mañana volveremos a ser los mismos infantes revoltosos e inmaduros a quien tanto amas.
Dejamos la escena de la guerra de comidas para el final. Ésta era la última antes de terminar el episodio y también era el momento donde Lucas y Katie se disculpaban. Luego entraba Farkle al comedor, era bañado de comida, para después avanzar al centro del comedor y declararsele a Katie, para finalizar con un tierno y asqueroso beso de dos adolescentes hormonales llenos de lo que sea que fuera eso que trajeron al set haciéndolo pasar por comida.
—Okay —dijo Mich cuando nos vio volver de los camerinos—. Chicos, les ruego que hagamos todo en una sola toma, por favor. No queremos limpiarlos para volver a ensuciarse, ¿entendido? Bien, yendo con la escena: es importante que se sienta el amor y arrepentimiento por haberse peleado de Lucas y Katie —nos observó a Peyton y a mí—. Quiero que en sus caras esté reflejado el cariño de hermanos que se tienen, porque se supone que Lucas ve a Katie como una hermanita y he de ahí sus celos.
»Riley y Maya, quiero que sonrían al ver a los dos primos abrazados, pues esa escena causa ternura en quienes la ven. Sabrina —señaló—, una patata va a caer de tu cara así que no quiero que rías.
En respuesta, Sabrina se echó a reír en un repetitivo «je, je, je, je» que la hacía parecer una loca. Mich suspiró.
—O por lo menos intentalo —Giró hacia Corey—. Tú esperas mi señal para que entres, te bañan de comida (por favor, no te rías), y luego...
—Voy al centro, digo mi hermoso diálogo y beso a la igualmente hermosa chica que se está comiendo secretamente los maníes de la mesa —completó mi novio, señalándome.
Todos voltearon sus cabezas como el exorcista y me encontraron llevándome a la boca un puñado de maníes de la mesa de comidas. Yo los miré y terminé de meterme los maníes a la boca; mis mejillas queden infladas como las de ardillas.
—¿Khe? Io no eztoy hafiendoh naga —hablé, con la boca llena. En consecuencia, empecé a ahogarme con los maníes y a toser como vieja con epilepsia.
¡Gracias, Corey!, ¡casi muero a causa de tu comentario!
Te odio.
No mentira, te arrecho <3
Pero aun así te odio.
Terminando de darme palmaditas en las espalda, Mich se levantó y, con las manos en la cintura, gritó:
—¡_____ está bien, señores! ¡Nada pasó! Por favor, no permitan que se vuelva a acercar a la mesa si no quieren que se nos muera ahogada... o por un ataque cardiaco cuando pese mas de doscientos kilos —añadió y yo le saqué el dedo—. ¡Ahora si, a grabar se ha dicho! ¡Todos a sus posiciones!
Dicho eso, Corey me dio un beso en la frente y se fue hasta detrás de la puerta del comedor. Después de él, vino un Peyton muy sonriente a donde yo estaba.
—¿Me harías los honores, bella prima? —con un acento británico muy exagerado, me extendió educadamemte la mano.
—No soy tu prima, tonto —reí y le tomé la mano—. Soy tu hermana.
Él sonrió, me dio un apretón de manos y juntos fuimos al set, en donde ya los extras, Sabrina, Rowan y Amir estaban sentados en las mesas. Peyton tomó asiento al lado de Amir y yo me posé en una esquina, de donde haría mi entrada.
—Okay, todos listos —dijo Mich, sentado en una silla plegable negra y con megáfono en mano—. ¡Luces..., cámara y...! ¡Acción!
Las cámaras empiezan a grabar para cuando yo me aproximo a paso lento y con algo de timidez (nada propio de Katie) a la mesa donde estaban ellos. Sosteniendo mi bandeja con ambas manos, les doy una mirada a los chicos y me muerdo el labio aparentando duda.
—¿Puedo tomar asiento? —pregunto.
Los chicos, incómodos, miran a Peyton que como indicaba el libreto tiene la mirada puesta en su bandeja. Luego de compartir un silencio nervioso, Rowan en el papel de Riley dice:
—Sabes que no tienes que preguntarlo, Kat.
Al segundo de haber terminado su oración, Peyton, como es indicado, suelta un gruñido lo suficientemente audible para que yo lo oiga. Hago una mueca de molestia y dolor a la vez.
—Ya veo que no es así —digo, en una especie de bufido—. Pero saben, prefiero sentarme en otro lugar donde no hayan personas entrometidas que no confían ni siquiera en su familia. —escupo evidentemente hacia él, doy media vuelta y empiezo a caminar.
Peyton se levanta de golpe y con la cara contraída en una mueca de enojo, me espeta:
—¿Cómo quieres que confíe en ti si tú me ocultas que sales con Farkle?
—¡No estoy saliendo con Farkle, Lucas! —grito girándome y caminando de nuevo hasta él. Los chicos nos observan con miedo—. Fue sólo un beso, y si te lo oculté fue para que no reaccionaras de la manera en que lo haces.
—¡Lo hago porque te quiero, y no quiero que idiotas como él se acerquen a mi pri...!
—¡Ahora! —gritó Mich.
Esa era la señal. Tomo un puñado de una pasta verde de mi plato y se la restriego en la cara a Peyton (pobre, siempre es él quien hace este tipo de cosas), haciendo lo imposible para no reír de la escena tan graciosa.
—No hables así de Farkle —digo, lo más seria posible.
Respondiendo, Peyton toma el batido de Amir (que grita un «¡Hey!»), lo destapa, y yo cierro los ojos antes de que el líquido frío y espeso escurra por mi cabello hasta mi cara.
—Él mismo se lo busca —dice él. Los chicos se miran alarmados y en el comedor se forma un silencio suspensivo.
Luego Mich alzó la mano y le dio una corta sacudida. El extra programado para el momento, salta de su asiento y grita:
—¡GUERRA DE COMIDA!
Y comida tras comida vuelta por todo el set. Los de la mesa nos ponemos en guardia y usando las bandejas como escudos, tomamos comida de las mesas y se los arrojamos a los oponentes. Ben, en el papel de Cory, intenta poner orden pero es callado por la alita picante que le lanza Sabrina.
—¡Cierre la boca, Matthews!
—Bueno —dice él, comiendo la alita—, al memos lo intenté —encoge los hombros y sale del set chupándose los dedos.
—¡Eres un exagerado, Lucas! —grito yo arrojándole a Peyton lo que mis manos toquen que sea comida—. ¡Fue solamente un beso!
—¡Un beso del que no me había enterado que ocurrió! —dice haciendo lo mismo—. ¡Mi mejor amigo (Amir vuelve a gritar «¡Hey!» pero Peyton lo ignora) y mi prima besandose en secreto! ¡¿Cómo querías que reaccionara?!
—¿Como una persona normal, tal vez? ¡No tenias por qué hacer lo que hiciste! Farkle se rompió las costillas, ¡y también rompió una cesta de basquet! ¡UNA CESTA DE BASQUET! —le arrojé una pedazo de pizza, que le dio justo en la cara.
—¿Y qué importan las costillas de Farkle y la cesta? ¡Él besó a mi prima...! —se detuvo, bajando la mirada y relamiendo sus labios. Su expresión ya no era enojo, sino triste, desanimado—. Prácticamente eres mi hermana pequeña, Katie. No pude evitar sentir los celos que Kyel no tendría por ti —ríe cortamente y me mira—. Lo siento, Kat. De verdad, por todo.
Yo lo observo cortamente. Los demás también hacen lo mismo. Suelto la malteada que tenia en la mano y corro hasta él, abrazándolo con la cara pegada a su pecho. Peyton, haciendo lo que haría Lucas, se sorprende pero luego me devuelve fuertemente el abrazo.
—Yo también lo siento, Lucas. Perdón por haber actuado como actué y... por la cosa verde de procedencia misteriosa que te arrojé. ¡Es culpa tuya, Marta! ¡Sabemos que haces pudín de sapo! —una cámara enfoca en la cocinera, que rueda los ojos.
Peyton ríe y, dejando un beso en mi frente, susurra:
—Está todo perdonado.
—Y descuida, Lucas —Amir se pasa una mano por la cara, que está cubierta de esa pasta verde—: el pudin de sapo exfolia tu piel.
—Zay —Sabrina le pone una mano en el hombro y lo mira comprensivamente para luego poner cara poker—: Callate —y le da un zape.
Aun abrazados —y hechos un asco—, los dos reímos. (Ésta imagen seguro la usarán muchas fans del #TeamLutie o del #TeamCeyer)
—Perfecto, ahora que Maya y Riley sonrían —indicó Mich—. Si, perfecto. Gracias por no reirte, Sab. Ahora que entre Farkle.
Justo en ese instante se abren las puertas del comedor y entra Corey con aires de héroe o galán cuando hace su entrada especial. Rápidamente esa imagen es borrada cuando Sabrina grita «¡Ataquenlo!» y a los segundos ya es baleado con comida.
Corey, que como dice en el libro debe parecer graciosamente inquebrantable, se limpia con las dos manos la comida de los ojos y continúa avanzando con el mentón levantado y pecho afuera hasta donde estamos nosotros. Todos lo siguen con la mirada. Peyton y yo lo observamos levantando una ceja. Él inhala exageradamente para luego decir demasiado rápido:
—LucaslosientopornocontartequebesealaardientedetuprimadigonoquisedecirardienteperoloesadecirverdadDiosquédigosoloestoyfirmandomisentenciademuerteperonomeimportaporquevengoapedirtelamanodeKatieporquemepareceunachicaexcepcionalmenterudaylinday...
—¡Farkle/WeirdKid respira! —exclamamos los dos.
Corey lo hace, más por él mismo que por Farkle. Peyton ríe y, de la nada, me suelta para abrazarlo a él (esta imagen seguro la usarán fans del #TeamLukle o #TeamCeyton).
—No tienes que disculparte, hermano —dice Peyton y lo suelta. Luego se aparta para que Corey y yo nos miremos—. Además, y si te entendí bien, creo que tienes que hablar con Katie. No conmigo.
Corey lo ve como diciendo «¿Seguro?». Peyton asiente y camina hasta ponerse entre Rowan y Sabrina, ambas cruzando secretamente los dedos pues en el libreto ponía que Riley y Maya shippean ésta pareja. Corey se acerca a mí con las manos metidas en los bolsillos. Está todo sucio, pero aun así se ve hermoso. Cuando parece que está a punto de decir algo importante, vuelve a inhalar y decir un montón de cosas incoherentes hasta ponerse rojo.
—_____ —dijo Mich—. Ahora.
Rio negando con la cabeza.
—Ya deja de hablar, Weird Kid —susurro mirándolo a los ojos.
Lo tomo de la sucia camiseta y lo atraigo hacia mí en un tierno beso que no dura más de tres segundos, pero que es suficiente para que el comedor estalle en aplausos. Algunos incluso vuelven a arrojar comida como lluvia de diferentes y asquerosos colores. Nos separamos y Corey, sonriente, dice:
—De todas maneras... ¿puedo pedir tu mano? Siempre quise hacer eso.
—No rompas el momento, Farkle. Por favor. —le digo riendo.
De esa manera finaliza la escena.
Mich gritó «¡Corte!» y el set sucumbió en aplausos. Yo también aplaudí, pues me sentía contenta porque habíamos podido terminar el episodio en menos de siete horas, lo que es todo un récord.
—¡Perfecto! —gritó Mich cuando todos salíamos de los camerinos ya limpios y sin ninguna pizca de comida—. Los felicito chicos. En serio recompensaron estos días que no hemos estado grabando ¡De verdad! Ahora aquí tengo el libreto del siguiente capítulo.
Ninguno se quejó cuando Mich pasó el libreto, pues estabamos muy ansiosos por trabajar.
—Oye, Mich —dijo Corey—. ¿Me das las grabaciones de la ultima escena?
—Claro, cuando esté editado —respondió el productor—. ¿Por qué?
—Mel quería ver precisamente éste capitulo antes que nadie —respondió Amir—. Por eso nos amenazó diciendo que si no le enviabamos de anticipado una escena, nos castraría.
—Y yo no quiero que me castren —alegó mi novio, abrazándome por la cintur—. Tengo una novia a la que dar hijos.
—Podemos tener perritos —comenté y los chicos rieron mientras que Corey hacia una mueca.
—No ayudes tanto, _____ —dijo sarcástico—. Por favor.
Yo sonreí mientras me alzaba de puntillas para besarle la mejilla. —Sabes que bromeo, Honguitochico.
—Bueno, bueno —dijo Mich—. Sea broma o no, lo discutirán después. ¡Vayan todos a ensayar! Hoy no nos vamos hasta terminar.
Y así fue.
Suspirando, mis amigos y yo volvimos a lo que desde hace tiempo no hacíamos: ensayar juntos para la serie que me vio nacer como actriz.
N/A: HOLAAAAAAA.
Les tengo una gran noticia: ¡YA HAY WIFIIIIIIIIIIII!
*Hace una fiesta*
En fin, este es un capítulo algo largo y aburrido, pero el siguiente, según Antonella (quien lo leyò previamente y les envía saludos), si tiene mucho Froy, y Froy es diversión y rareza en pasta, así que esta bien. Pero igualmente, me gustaría que dejaran sus comentarios y opiniones pues me encanta leerlos.
Sin mas, les deseo un maravilloso dia a todas (y todos, por si acaso). Se despide x_girlmeetslove_x
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro