En la pequeña y humilde casa de los Lee-Han solo se podía escuchar el llanto desesperado del segundo cachorro más grande de la familia.

Jisung caminaba de un lado a otro mientras cargaba a Felix con dificultad en brazos, quien lloraba dolorosamente en la oreja de su padre aturdiéndolo, aunque al omega poco le importaba en esos momentos.

Después de todo le dolía más que su cachorro estuviera sufriendo.

En la mañana mientras todos se estaban preparando para ir escuela y trabajo. Felix empezó a quejarse levemente que no se sentía bien, pero no le prestaron tanta atención ya que en niño constantemente solía decir lo mismo para no asistir a clases. Pero cuando empezó a llorar supieron que realmente algo estaba mal.

Le dieron un poco de medicamento y esperaron unos minutos para ver si se le pasaba, pero parecía que había empeorado. Al final decidieron llamar al trabajo para explicar la situación.

Ahora Minho se encontraba dejando a los demás niños en sus respectivas escuelas, para después llevar al doctor al pobre cachorro enfermo.

—¿Quieres tomar algo? — Le dijo Jisung dulcemente a su retoño mientras acariciaba los cabellitos Rubio de este. ­—Vamos a hacerte un té de manzanilla ¿Te parece bien, mh?

Se dirigió a la cocina para preparar el dichoso té, ese que sirve para calmar dolores de estómago y termina relajándote. Cuando tuvo hecho el líquido amarillo hizo camino a la sala de la casa, sentando a Felix en uno de los cómodos sofá.

El niño había calmado su llanto, quedando unos pequeños sollozos y suspiros llenos de sentimiento. Aún así, el pelinegro mayor le acercó la taza y Felix solo lo miró analizándolo por unos segundos.

—Parece pipí. — Frunció el ceño y soltó un pequeño sollozo. —Que asco.

—Lo sé, pero anda, no sabe mal. — Acercó la taza a la boca del niño.

Confió en la palabra de su padre y dió un gran trago

Hasta que lo escupió en la camiseta de Jisung.

—¡Sabe horrible! A pipi de gato. — Y sin más el llanto comenzó otra vez.

¿Cómo es que sabía que el té sabia a pipí de gato?

Han entró en estado de Jisungshook como solía decirle el Alfa al sentir su ropa completamente mojada, pero volvió a reaccionar al escuchar a su hijo llorar.

Su Omega se encogió del dolor.

En verdad agradecía que Jeongin tuviera un sueño realmente pesado, el bebé realmente dormía como una roca. No necesitaba a dos de sus hijos llorando, gracias.

Jisung estaba a nada de ir a sentarse junto a Felix a acompañarlo a llorar cuando la puerta principal fue abierta por un preocupado por el llanto.

—¿Nos vamos ya? Ya llamé a Jinyoung hyung, nos está esperando.

—Sí, iré a cambiarme y por Jeongin.

Cuando estaba a punto de subir las escaleras para ir a su habitación, vio como Felix corría desesperadamente a abrazar a Minho, este no resistiéndose lo cargo en brazos y el niño escondió su cabeza en el cuello de su padre.

Y de la nada, hubo una explosión de olor a cerezas por todo el lugar, proviniendo de Lee Felix. Ahí es cuando los mayores cayeron en cuenta de todo.

Se estaba presentando como Omega.

Jisung quería darse golpes en la cabeza contra la pared por ser tan estúpido y no haberse dado cuenta de lo que estaba pasando.

Felix hace un par de meses había cumplido los 6 años, la edad donde los niños comentaban a presentar a su lobo Alfa o en este caso, Omega.

Anteriormente ya habían tenido esa experiencia con Chan, el niño se presentó como Alfa hace un par de años, este se había presentado por adelantado, cuando apenas tenía cinco años. Según les dijeron era normal en algunas ocasiones, por lo que no había por que preocuparse.

Quien iba a pensar que el segundo cachorro estaba pasando por lo mismo.

Los lobos de Jisung y Minho brincaban de la emoción y orgullo, incluso podrían jurar que estos estaban moviendo su cola de felicidad como un perro.

—Parece que solo necesitaba un poco de olor de su papi Alfa para poder dejar salir a su lobo, ¿eh?

Minho rio mostrando su sonrisa cuadrada y abrazó a Felix. Incluso creyó haber escuchado al menor ronronear como un gatito.

Que bonito es ver a los niños crecer.

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱