—Entonces, mientras más se iba acercando, podía escuchar el llanto que salía de la habitación.

Bangchan se abrazó a Hyunjin, ambos temblando como un perro Chihuahua ante la historia que estaba contando Felix.

Los hermanos Lee se encontraban dentro de la casa de campaña improvisada que habían hecho juntando las sillas del comedor y una manta que robaron de la cama de sus padres.
Lo habían construido especialmente para esa ocasión especial.

Era Halloween.

Su padre Minho había ido a recoger los disfraces de todos, por lo que no estaba en casa. Su papá Jisung tampoco estaba, había que tenido que salir de emergencia ya que su tío— hermano menor de Han— se había
quedado encerrado en su universidad por accidente y no había nadie quien lo sacara.

Qué tío tan tonto, sinceramente.

Así que los cinco hermanos se encontraban solos, a cargo del mayor, Bangchan de catorce años.
Estaban realmente aburridos esperando la llegada de sus padres, querían ir a la calle a pedir dulces de una vez por todas.

En una de esas, a Bangchan se le ocurrió la grandiosa idea de apagar todas las luces del primer piso y ponerse a contar historias macabras para darle ambiente. Todos aceptaron para matar el tiempo y Felix se ofreció como voluntario para contar dichas historias.

Bangchan pensaba que sería divertido.

Pero que iba a saber él, que diez minutos después estaría abrazado a su hermanito como si su vida dependiera de eso ante el miedo.

—Abrió la puerta lentamente, preparándose mentalmente para lo que se pudiera encontrar detrás. Para su sorpresa, no vio nada cuando terminó de abrirla, por lo que creyó que se estaba volviendo loca. — Dijo Felix mientras que tomaba un libro sin que sus hermanos se dieran cuenta.

—¿Y qué pasó después? — Seungmin se abrazó a su peluche de perrito, completamente metido en la historia.

—Decidió regresar a su habitación, y justo cuando se dio la vuelta... ¡Una muñeca se le lanzó encina!

Ante lo último dicho, el Omega mayor tiró el libro que había tomado anteriormente contra el piso para hacer ruido, tratando de asustar a sus hermanos.

Vaya que funcionó, pues soltaron un montón de gritos y habían intentado salir disparados de la casa de campaña improvisada.

Todos gritaron, menos Jeongin.

—Vi como tomabas el libro, Felix Hyung.

—¡Pero yo no, no hagas eso! — Hyunjin se tocaba el pecho, tratando de calmar su corazón.

—¡Sentí qué el corazón se me saldría por la boca! — Gritó el mayor de los cinco.

El Omega cruzó los brazos, mientras que en su cara aparecía una sonrisa burlona al ver el estado de los presentes.

—Que miedosos, no fue casi nada.

—¿¡Casi nada, casi nada!?

Seungmin tomó por los hombros a su mellizo cuando vio que tenía intenciones de tirarse encima del mayor, de seguro a tirar un poco de sus cabellos como lo hacía con él cuando se peleaban por el último pedazo de pan.

—¿Por qué mejor no vamos a ver qué están pasando en la televisión? De seguro hay maratón de películas de Halloween en Disney.

—¡Si, espero que estén pasando Abracadabra! — Jeongin se levantó del suelo y corrió a prender la TV.

—Ya vimos un montón de veces esa película, ya no quiero. — Bangchan se quejó mientras se sentaba a un lado de su hermano menor.

—Cállate, tú has visto Matilda más de cincuenta veces.

—¡Es una obra de arte!

Felix se levantó del suelo bufando resignado que vería películas de Disney en lo que llegaban sus padres, no le quedaba nada más que hacer.

Era aburrido, muy aburrido.

—Si no hubiera entrado a la casa y prendido la vela nada de eso hubiera pasado.— Casi gritó Felix mientras estaba completamente metido en la película.

—Calla, la bruja verde ya va a empezar a cantar. — Hyunjin puso una de sus manos en la boca del mayor para que hiciera silencio.

En eso, un fuerte golpe se escuchó venir del segundo piso, haciendo que los chicos brincaran ante el repentino ruido.

—¿Q-qué fue eso?

—De seguro el aire cerró alguna de las puertas de las habitaciones. — Seungmin se encogió de hombros.
Otro golpe.

—No creo que eso sea una puerta. — Susurró Jeongin.

Otro más.

—¿Quién va a ver?

—¿Estás loco? Así empieza una película de terror.

—¿Y si es la muñeca de la historia que contó Felix Hyung?

Todos, incluído el mencionado, aguantaron la respiración por unos segundos al solo pensarlo.

—Que Bangchan vaya. — Habló rápidamente el menor de todos.

—¿Por qué yo? — Chan mostró una cara llena completamente de miedo.

—Eres el mayor, es tu deber protegernos de una posible muñeca endemoniada. — Hyunjin apoyó una de sus manos en el hombro de su Hyung.

—Fue culpa de Felix, él debería ir.

Los cinco empezaron a discutir entre ellos, para ver quién subiría a mirar al piso de arriba. Cuando el segundo a cargo se cansó de escuchar tantos gritos a la vez, por lo que soltó un pequeño quejido para llamar la atención de todos.

—Todos iremos a ver y punto.

Dos minutos después, cinco crías de lobo se encontraban subiendo de una forma demasiado lenta las escaleras, tratando de no hacer ruido.

Cuando llegaron al segundo piso, todos se juntaron más de lo que ya estaban. Estaban asustados, pues sentían que en cualquier momento se les aparecía la llorona o algún alienígena y estarían muertos para cuando intentaran correr.
Bangchan sacó valentía de quién sabe dónde y lideró a la pequeña manada hasta el final del pasillo, dónde se encontraba la habitación de juegos. De ahí habían provenido los extraños golpes.

Tomaron aire y con la poca valentía que cargaban sus cuerpos, entraron a la habitación esperando ver cualquier cosa.

—Oh.

Pero no sé esperaban ver a su perro Goori jugando con una pelota de tenis por toda la habitación.
El perrito soltó la pelota, haciéndola rebotar contra el piso.

Haciendo exactamente el mismo sonido que habían escuchado minutos atrás.

—Era Goori.

—¿Ven? Les dije que no había nada que temer. — Bangchan tomó la pelota amarilla y la lanzó para que el canino fuera detrás de ella.

—Si ti fuiste el primero en decir que era mejor idea salir de la casa y esperar afuera hasta que llegaran nuestros padres. — Seungmin se cruzó de brazos.

—Incluso diste la idea de mudarnos de casa. — Jeongin le siguió.

—¡Está bien! ¿Mejor por qué no seguimos viendo esa película de brujas? Se quedó en la mejor parte.

Tomó a Hyunjin por los hombros y lo apuró a salir de la habitación, los demás siguiéndolos para seguir con lo que estaban haciendo. Pero ahora Goori uniéndose a ellos mientras movía su cola de un lado a otro mostrando su felicidad.

Justo cuando terminaron de bajar las escaleras y estaban a punto de regresar a ver la película, la puerta principal fue abierta de golpe.

Había un payaso con un hacha llena de sangre en mano.

Los hermanos gritaron con todas sus fuerzas ante las vistas, completamente asustados.
Incluso inconscientemente se abrazaron entre los cinco ante el miedo.

Ahora sí, era su fin.

—¿Niños? — Habló el payaso.

El de la nariz roja se tocó la cara, retirándola de paso, pues simplemente era una máscara.

Dejando ver a su papá Minho.

—¿Qué estaban haciendo en la entrada? Ayúdenme a ir a por sus disfraces al auto— Volvió a hablar.

Jeongin fue el primero en reaccionar, acercándose a su padre Alfa para dejarle un pequeño golpe en su brazo.
Aunque para el alfa fue un simple cosquilleo.

—¿Auch?

—¡Nos sacaste un susto, eso no se hace! — Hizo un puchero.

Minho rio al comprender todo, contagiando la risa a sus cachorros.

—Perdón, realmente no era mi intención. — Abrazó por los hombros a Seungmin— Venga, vamos a por los disfraces, no es fácil cargar con ellos.

Y así, después de una hora pudieron ir a pedir dulces.

Feliz Halloween a la familia Lee-Han.

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱