II
De pronto, un ruido extraño se escuchó y él a mis espaldas exclamó:
-S-Se que me has b-buscado por mucho tiempo, admiro t-tu esfuerzo, no buques más... A-aquí estoy.- dijo clavándome su hacha en el cráneo.
Desperté sobresaltado, poco a poco recuperaba la visión, solo para ver mi oscuro cuarto vacío.
Baje a tomar un vaso de leche tibia, la noche predominaba y pronto iba a amanecer.
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