Solo diré una cosa antes de empezar a escribir este capítulo, más que nada, como una especie de "queja", tranquilos, no hacia ustedes, sino a mi estrés: Los medios visuales que suelo publicar como el logo del capítulo, seguramente nos les cargará. Sí, no es tan relevante ya que no es muy importante, pero a mí me gusta, ¿por qué? porque le da algo de belleza al capítulo, y es una grandísima inspiración para mí.

Wattpad: Hijole, yo creo que no se va a poder.jpg

Sí, Wattpad ya me di cuenta, gracias. Hacia Wattpad no tengo quejas, pero, en fin, la hipotermia.

Último aviso: Si quieren que los medios audiovisuales carguen, por favor, podrán hacerlo desde un ordenador. Lo acabo de intentar, y sí, efectivamente si funciona, si no les carga, bueno, ¿qué se le va a hacer?

Aprovecho en decirles: Los amo, gracias por leer esta historia.

SHIKAMARU.

"Que fastidio, que alguien me recuerde qué hago aquí", pensó mientras iba sumando mentalmente los números que Ino le iba dictando. La rubia lo miraba algo indecisa, totalmente inquieta y con nervios.

一¿Cómo puedes leer y sumar mentalmente todo lo que estoy diciendo?一 preguntó la chica.一 ¡Puedes equivocarte, y es muy importante que me des la cuenta exacta de la ganancia de esta semana!

一Son trece mil quinientos noventa y nueve yenes.一 dijo pasando la hoja del libro que estaba leyendo, ya recordaba por qué estaba allí.一 Felicidades, Ino, casi llegas a los trece mil seiscientos.一  Ino suspiró.

一¿Puedo confíar en ti?一 preguntó llevándose las manos a la cintura.一 Has estado distraído leyendo.

一¡Confía en él, Ino!一 dijo Naruto, él llevaba un delantal de servicio al cliente, al igual que todos allí.一 ¡No por nada es un genio, dattebayo! Le sobra cerebro.

一Neuronas, idiota.一 corrigió Sakura.

Shikamaru suspiró. Volvió su vista al libro, estaba estudiando la información que daba sobre las flores que habían en la tienda con el objetivo de cuidarlas como se debería hacer.

¡Shikamaru!一 el Nara talló sus ojos con la yema de sus dedos, todavía no terminaba de despertarse, y ya alguien estaba que lo molestaba.一 ¡Ven conmigo!

Era Temari. Cayó en cuenta que todavía seguía recostado entre sus piernas, a lo que rápidamente se puso de pie para evitar cualquier tipo de contacto. La rubia de Suna pareció darse cuenta, y esbozó una sonrisa de oreja a oreja al verlo despierto.

¡Vayamos a ayudar a Ino!一 dijo ella recordando que Sai le había comentado que ayudaría a Ino junto al equipo siete a cuidar de la florería, y que ella podía venir también.一 Será bueno para ti cuidar de seres vivos.

"¿Por qué me dejé arrastrar?", pensó llevándose la mano a la frente recordando lo que había sucedido. Se había dejado llevar por la situación y había seguido a la rubia hasta la florería Yamanaka. No podía describir la cara de sorpresa que tenían todos los presentes cuando entró junto a Temari.

一¡Shikamaru!一 dijo Sakura.一 Ven, ayúdame un rato.

一Qué fastidio...一 gruñó. Se levantó, y se dirigió hacia Sakura, todavía pensaba que se veía ridículo con el delantal de servicio al cliente, pero no podía quejarse, debía usarlo aunque no quisiese.一 ¿Qué quieres?

一Ayúdame a alzar un poco la maceta para acomodar bien las raíces, la planta se podría marchitar.一 dijo ella teniéndole la dichosa maceta de la cual se asomaban una flores rojas, camelias.一 Por favor.

Él rodó los ojos y tomó la maceta.

Sí.

El asesino de las sombras pasó de asesino temido por todos los ANBU, a ser un trabajador cuidando flores en la florería Yamanaka.

Que problemático era eso.

Una vez terminó de ayudar a Sakura, volvió a su asiento. Comenzó a mirar al rubio, él estaba con Temari. Apoyó su mejilla sobre la mano, y observó con cuidado el comportamiento de esos dos.

Temari lo estaba regañado, no a él, le regañaba a Naruto, y se sintió un tanto extraño debido a eso. Ambos estaban algo pegados, Naruto intentaba entender lo que le explicaba la ojiverde, y ella parecía perder la paciencia, pero igual parecían llevarse bien a pesar de la situación.

Se sentía...

一¿Celoso?

Tembló un poco ante esa voz. Volteó, Sai estaba allí mirándolo con una sonrisa, y con una maceta entre las manos. Shikamaru hundió las cejas y se cruzó de brazos.

一Cierra el pico.一 dijo Shikamaru volviendo a mirar el libro de antes.一 No me molestes tú también.一 dijo él Nara mientras miraba de reojo a Temari.一 Ve a acosar a Ino, eso se te da bien.

Para sorpresa del Nara, Sai dejó su palidez de lado y comenzó emanar un característico sonrojo,  y era curioso, se notaba demasiado, tanto que parecía un tomate. Miró a todos lados, nadie se había percatado a excepción de él.

一Demonios.一 dijo Sai.一 ¿Cómo me deshago de este color?一 preguntó él adivinando lo que le sucedía a su cara.一 ¡Dime, Shikamaru!

一¿Por qué rayos me preguntas a mí?

Ambos se quedaron un tanto silenciosos para evitar que alguien más escuchara su conversación. Sai rascó su nuca, todavía estaba algo rojo, pero no tanto.

一Hay una galería de arte...

一¿Eh?一 dijo Shikamaru confundido.

一Es gratuito, pero no hay muchos visitantes.一 comentó Sai.一 Todos los muros son blancos, y puedes pintar lo que quieras en ellos, totalmente gratis, y...

一Quieres invitar a Ino.

Sai asintió.

"Joder Sai, ¿me estás pidiendo consejos acerca de algo que desconozco?".

一¡Entonces vamos todos en grupo!一 los chicos temblaron cuando escucharon a Temari por detrás de ellos, ¿en qué momento?一 Será más fácil invitarla así. Ya sabes, cada uno se va por su lado, te la lleves a un riconcito y das el golpe de gracia.

Los chicos se miraron entre ellos. Shikamaru negó.

一Me niego, seguro estoy cargado de misiones.一 se levantó.一 No planeo seguirles el juego, así que me iré a ver si Danzou tiene un misión para mí.一 Apenas dijo eso, no tardó en sentir cómo le jalaban de la coleta.一 ¡Agh!

一Vas a ir conmigo, idiota.一 lo soltó. Shikamaru la miró con el ceño fruncido.一 Será una cita doble.

¿Una qué?

一¿Disculpa?

一Cita triple si Sakura y Naruto quieren venir.一 dijo Sai con una sonrisa.

¿Qué estaba pasando?

一Es más, vamos ahora.一 dijo Temari. Ella colocó una mano sobre el hombro de Sai y señaló disimuladamente hacia la Yamanaka, quien se encontraba haciendo adornos florales en el mostrador. Sai no tardó en sonrojarse.一 Ahora, ve.

Era inusual que Sai pudiera sonrojarse tanto, ya que sabía ocultar perfectamente sus sentimientos; sin embargo, era claro que el amor podía volverte más sensible, y Sai era prueba de ello. No había pasado ni una semana, y Sai ya estaba totalmente embelesado, y ni hablar de Ino, ella también lo estaba.

Rodó los ojos, no quiso saber lo qué iba a pasar, pero una gota de sudor pasó por su sien al sentir la mirada endemoniada de Temari sobre él, entonces decidió mirar lo que haría Sai respecto a la situación.

一Avanza rápido, y sabe lo que quiere.一 dijo Temari casi en un susurro.一 Es admirable.

Shikamaru hundió las cejas y esbozó una sonrisa ladina.

一¿Ahora me lanzas indirectas?

一Hasta que por fin tu única neurona sobre estos temas comienza a funcionar.一 rodó los ojos.一 Aleluya.

Ambos vieron cómo Sai entablaba una conversación pacífica con la ojiceleste. Ahora la que estaba completamente sonrojada era ella, en cambio, Sai, el que se la pasó sonrojado hace menos de veinte segundos, ya había vuelto a su color neutral, a un blanco pálido, sin rastros de rojo en su rostro.

一Wau, tiene talento.一 dijo Temari.

一Ciertamente.一 confirmó Shikamaru. Temari se sorprendió y comenzó a sonreírle en modo de fastidio. Shikamaru se dio cuenta, se sonrojó un poco, y habló fingiendo indiganción.一 Cierra el pico, rubia.

一No eres tan malo al fin y al cabo, ¿eh?

Shikamaru rodó los ojos nuevamentem y siguió observando a Sai y a Ino. Ella estaba moviendo sus hombros de una manera extraña, pero solía hacerlo cada vez que veía a Sai, así que una respuesta afirmativa le aguardaba al pelinegro. Después de unos minutos, Sai e Ino se acercaron a ellos.

一Así que una cita doble, ¿eh?一 dijo Ino mirando a Temari.一 No sabía que tú y Shikamaru eran novios.

一No lo somos.一 respondieron al unísono.

一Además, Sai ni siquiera es tu novio, solo es una cita.一 dijo Shikamaru cruzándose de brazos.一 Que fastidio, yo solo me meto en estos líos.一 rápidamente pudo notar como a Ino le brillaban los ojos.一Ah, joder...

一¡Entonces Temari es tu cita!一 dijo ella dando saltitos.一 ¡Acabas de admitirlo!

一Sí, porque aunque me niegue, igual buscará la forma de noquearme y llevarme, así que no tengo elección.一 dijo él.一 Es un fastidio, dejen de envolverme en un asunto tan problemático y molesto.

Temari esta vez rodó los ojos.

一Terminemos con esto y nos vamos.一 dijo Temari sonriendo.一 Preguntémosle a Naruto y a Sakura si quieren venir, y...一 fue interrumpida por los miembros del equipo siete, quienes ya estaban escuchando todo.

一La verdad no puedo.一 dijo Sakura.一 tengo entrenamiento con Lady Tsunade, y jamás tendría un cita con el estúpido de Naruto.

一Sakura-chan, eso duele.一 dijo Naruto en modo depresión.一 Pero es cierto, yo tampoco pedo, tengo que entrenar con ero-sennin.一 sonrió.一 pero pueden ir ustedes, ¡diviertanse, dattebayo!

Dicho esto, cuando terminaron con la florería, cada uno se fue por su lado.

La situación era un poco jodida para él, pero en fin, no podía hacer nada, bueno, de que podía, podía, pero no tenía las ganas suficientes.

¿O era una excusa?

TEMARI.

一Ya llegamos.一 Sai se detuvo frente a una tienda de gran altura.一 Entremos.

La persona que los atendió era un humilde señor que había elegido ese día para que la entrada a su tienda fuera gratuita, y le emocionó pensar que finalmente más personas entrarían.

一Amigos, ¿son parejas?

一Eh, ¿cómo?一 dijo Ino.

一La entrada está permitida por hoy únicamente a parejas.

Ah, chingados.

Sai rápidamente tomó la mano de Ino.

一Sí, lo somos.一 dijo Sai sonriendo y deslizando su manos por la cintura de Ino, esta se sonrojó.一 Mis amigos también son pareja, y venimos a ver su galería.一 eñ señor asintió, y les dio toda la autorización para entrar.

Genial, ahora debían fingir que eran pareja.

Esto no molestó a Ino, ni a Sai, y mucho menos a Temari.

A Shikamaru, sí, pero a la vez no.

Bueno, él solito se entiende.

Una vez entraron, se sacaron los zapatos, para luego darse cuenta que todo comenzó a tornarse oscuro cada vez que avanzaban, pero pronto comenzaron a notar que varios pintos brillantes comenzaron a aparecer conforme avanzaban, hasta formar muchas constelaciones. Esto maravillo a Temari y a Ino, era precioso.

一¿Saben algo?一 preguntó Sai mientras caminaba.一 ¿Cuál es el verdadero color del amor?

Esta pregunta desconcertó a los presentes.

一¿Rosa?一 preguntó Ino.

一¿Rojo?一 preguntó Temari.

Sai sabía que ellas se guiaban debido a las decoraciones de San valentín, sonrió, pero igual negó.

一El verdadero color del amor一 sonrió.一 es la que combinación del color del alma de dos personas, no importa que tan oscuro o claro seas, siempre habrá alguien que mantenga tu color en equilibrio.

Esto hizo sonrojar a Ino.

Tras eso, terminaron encontrándose con una gran habitación, era enorme, y habían personas dentro, pocas, pero las habían, ellos pintaban, o se lanzaban pintura,y topdas pare'cian ser parejas, sin excepción laguna. Todo era blanco, suelo, paredes y techo, con un tanto de salpicaduras de pintura en ciertos lados, pero todavía quedaban espacios en blanco, muy grandes.

一Sai, un poco más y podrías camuflarte en este lugar.一 rió Temari, y tras decir aquello, Ino le siguió. Shikamaru no la admitió, pero se mordió la lengua.

一Supongo que esa fue eso a lo que las personas llaman broma.一 dijo Sai revisando su libro para tratar con las personas.

Pero Ino se lo retiró de las manos y le sonrió.

一Vamos.一 dijo ella para luego jalarlo de la mano, y ambos se adentraron, y buscaron pinturas, dejando así a Shikamaru y Temari solos todavía en la entrada de ese lugar tan espacioso.

Shikamaru y Temari se quedaron ahí un rato, parados, mirando todo.

一Es un lindo lugar.一 dijo Temari intentando romper la atmósfera tensa.

一Sí, eso parece.一 la miró de reojo, y suspiró.一 Andando.

La rubia no pudo expresar el brinco que dio su corazón cuando sintió los dedos de Shikamaru entrelazarse con los suyos. El Nara la jaló hacia una pared en blanco, y miró las pinturas de al lado.

一Nunca fui bueno en esto.一 dijo Shikamaru.

一Yo tampoco.一 dijo Temari sonriendo de vuelta, no podía creer que él aún no le soltara la mano.

No quería que la soltara jamás.