"Kim Taehyung, modelo, cantante, bailarín y un hombre extremadamente apuesto. También conocido como V, la nueva sensación del mundo del Kpop y de nuestros corazones".

Dolly veía la televisión junto al pequeño Kook, ya habían pasado tres semanas desde su accidente y ya podía articular algunos sonidos mínimos.

-Noona, ¿ese es el dueño de Taennie? - la chica se centró en el castaño que señalaba el pequeño y se sorprendió.

-Increíble - pensó, a eso se refería cuando dijo que no saldría con ella por su imagen.

- Yumi, ¿quieres pizza? - ella asintió. El pequeño se puso de pie y corrió a casa de sus padres en busca de sus alimentos.

-¿Por qué siento como si te conociera? - se cuestionó a sí misma luego de ver a Taehyung, la chica suspiro y se levantó de la cama camino hacia la pequeña cocina de su hogar, pero no pudo evitar ver su cuello por el espejo. Algunos hematomas seguían ahí, pero ya eran pocos. No pudo evitar recordar al hombre y sus palabras tan groseras esa noche.

-Te crees la gran cosa, pero no eres absolutamente nada, no eres especial, tampoco le atraes a la gente, todos te detestan por ser una zorra. Todos conocemos tu historia, tu madre te vendió por algo tan insignificante como la droga, pero la entiendo, también te cambiaría por unos gramos de esa maravilla -soltó una risa divertido mientras desabrochaba su pantalón.

- ¿Entonces qué haces aquí? Deberías comprarle un poco de droga a RM, tal vez alguna de esas mierdas te ayuden a que funciones como hombre -soltó sin pensar, ganándose un golpe en la mejilla.

- ¿Quieres conocer a un verdadero hombre? Te lo mostraré, piruja sarnosa. - la arrinconó contra la pared para comenzar a ultrajarla.

Mientras Dolly se sumía en su recuerdo, Taehyung cantaba en la televisión Inner child.

-Debió haber sido doloroso, debió haber sido muy difícil... - la melodía comenzaba a transportar a Young Mi a su niñez. Estaba de nuevo en ese cuarto oscuro, con ese hombre gigante y gordo, quien era un monstruo para ella.

- Por favor suelteme - suplico cubriendo sus oídos con ambas manos - papi ven por mi, por favor vuelve. ¡Papá! ¡Papá ayuda! - sintiendo un tacto que había olvidado empezó a rasguñarse como si tratara de alejar a quien la tocaba - ¡mamá no me dejes!

Desbloqueando lo que era mejor olvidar, Yumi comenzaba a desmoronarse. Se sentía tan sola y vacía, como si no tuviera a alguien que estuviese ahí para ella. Su ritmo cardíaco era acelerado, su imagen comenzaba a distorsionarse en el espejo, su imagen era como el de una flor seca, o eso le mostraba su subconsciente, hasta los huesos, rota, marcada.

Su mente le estaba jugando en contra, provocando una crisis nerviosa, comenzando a golpearse y a romper las pocas cosas que tenía.

La imagen de la señora Chae se hizo presente, sus duras palabras estaban ahí de nuevo - Las prostitutas como tu no tienen derecho a nada. Deberías desaparecer de la vida de todos.

-Soy una basura - lloró dejándose caer y a gritar, su avance vocal podría retroceder debido a esa crisis, se envolvió en sus propios brazos mientras intentaba evitar rasguñarse -ellos tienen razón, solo doy asco.

Jungkook iba en compañía de su padre buscando a la castaña, hasta que se toparon con el desastre provocado por la misma. Kook intentó acercarse, pero su progenitor se lo impidió, acercándose primero.

-Kook, ve por tu mamá - pidió amablemente y el pequeño asintió marchándose. Camino hasta Dolly siendo perseguido por la mirada amenazante de la misma. Colocó una de sus manos frente a él intentando calmarla, esta seguía llorando sin parar recordando ahora a su padre.

-Siempre estaré contigo, para protegerte y amarte sobre cualquier cosa o persona eres mi pequeña - acarició las pequeñas mejillas de la niña que yacía acurrucada en el regazo de su papá.

- Papá nunca me dejes - sonrió para el hombre y este asintió.

- ¡Papá! - lloró desconsolada en su realidad.

- Dolly, por favor escúchame, no te hagas daño, estás bien, estarás bien. Nos tienes a nosotros que somos tu familia, pero por favor no llores - pidió Min y ella lo ignoró.

- Me van a dejar igual que él, me van a abandonar como todos porque no valgo la pena - lloró.

- Dolly mirame, te prometo que vamos a estar siempre contigo - se acercó un poco más mientras la chica lo miraba atenta, esta se distrajo un poco en sus felinos ojos hasta que por fin llegó a ella abrazándola para contenerla.

Jungkook le contó a su madre como habían encontrado a la joven, esta tomo unos medicamentos que el doctor le había recomendado para la castaña y corrió en dirección a donde se encontraba su marido.

Al entrar al cuarto, Yoongi mantiene abrazada a Dolly casi como una bebé berrinchuda. Era calmada por los brazos del hombre, siendo observado por su esposa preocupada. Conocía la sensación de Yoongi con Dolly, puesto que durante años lo vivió con su madre.

Taehyung terminaba su presentación en el programa en el que se encontraba, siendo escoltado por Nayeon y un guardia. La chica seguía tratando de convencerlo sobre no objetar el trato de su relación.

- No, no quiero estar con ella. No soporto a Sunhee y esa es mi última palabra.

- ¿Quieres perderlo todo? - este paro en seco al oírla - sabes que el jefe no se anda con rodeos y cumplirá su palabra.

Mientras se dirigía a su camerino, se topó con la antes mencionada Kim Sunhee, la chica con la que forzosamente lo habían emparejado. Para Tae, Sunhee era una niña caprichosa y sin escrúpulos que se escondía detrás de una máscara de niña perfecta, pequeña e inocente.

A pesar de tener enfrente a la peliazul en su cabeza solo aparecía la imagen de unos ojos azules, tan cerúleos como el agua, el mar y tan hermosos como el mismo cielo. Parte de él deseaba saber cómo seguía la castaña y tenía el fugaz deseo de ayudarla a mejorar.

No entendía sus cambios tan repentinos hacia Dolly. A veces amable, en ocasiones grosero e irrespetuoso. Pero una parte de él le hacía pensar que la castaña era la clave de su vida. Tal vez aquella prostituta como muchas veces le llamo, era quien podía ayudarle a suprimir su odio a las mujeres. Quizá eso era lo que le hacía falta para vivir en paz.

Inconscientemente sonrió, pero fue sacado de su pensamiento por Sunhee.

- ¡Taehyung oppa! - sonrió ampliamente entrelazando su brazo al del chico, recibiendo rechazo por parte de él, fingió una cara de cachorro regañado ganándose la compasión de los presentes.

-¡Yah! Te veo luego - salió de ahí sin avisar y decir más condujo a su apartamento por Yeontan, para luego dirigirse a Bisan-dong.

Antes de llegar al posible lugar donde podría buscar a la castaña, pasó a comprar un poco de Dakgangjeong, quería disculparse por lo ocurrido la última vez, debido a que Yeontan de nuevo había intentado escaparse.

Pensaba en donde podía buscar a Dolly y recordó al pequeño pelinegro y se dirigió a ese lugar, bajo del auto y Yeontan se emocionó buscando bajar rápidamente de sus brazos.

El pequeño peludo corrió por la rejas y se adentro hasta la puerta de Dolly, la cual estaba abierta, corrió a la chica quien seguía en la esquina de su recamara y lamió su rostro sacándola de su trance.

-Taennie - sonrió.

Tras su puerta apareció Taehyung, tenía una bolsa con comida. La castaña se quedó boquiabierta al verlo, se veía diferente, más apuesto. Pues claro, era inevitable no perderse en la mirada del castaño ante ese maquillaje que lo volvía más imponente, ese traje rojo lo hacía ver increíblemente guapo.

- Hola Dolly - no comprendió la razón, pero ver a Yumi creó una corriente eléctrica que comenzó a recorrer su cuerpo.

-Taehyung... - habló con bastante esfuerzo, lo poco que se escuchaba de su dicción era ronco, este se acercó a ella colocándose a su altura para así callarla con su dedo sobre sus labios. Esta se sobresaltó y se hizo como un reflejo hacia atrás chocando con la pared, su rostro aún tenía marcas de rímel corrido.

-¿Pasó algo? -acarició su mejilla y esta se desconcertó. - lloraste - señaló algo preocupado. El pequeño Kook se apareció, siendo sorprendido por el perrito.

- ¡Yeontan! - sonrió emocionado. Miro a Tae muy cerca de Dolly, limpiando sus lágrimas.

- ¿Por qué lloraste? - preguntó preocupado y Kook se acercó a ambos y miró atentamente a Tae, deslumbrado por su increíble aspecto. - Jungkook, ¿cierto? - el pequeño asiente nervioso. - ¿Por qué lloró Dolly?

-Por su papá y porque recordó a un señor al que tuvo que ayudar a que dejara de estar triste - Tae lo miró bastante confundido y luego se giró a la chica, quien prefirió evitar su mirada para volver a llorar en silencio.

Taehyung se acercó y la abrazó, quiso separarse al tenerlo tan cerca, pero sintió una calidez inexplicable y optó por acercarse más a su pecho. El castaño comenzó a cantarle al oído para intentar calmarla.

-Vamos a cambiar.

Ahora quiero que nos riamos mucho.

Va a estar bien porque el yo de hoy está bien.

El tú de ayer, ahora puedo verlo con claridad.

Quiero abrazar todas las espinas de una rosa estropeada.

Un niño inocente que siempre estaba sonriendo.

Es por eso que cuando te veo empiezo a sonreír un poco... - dentro de esa burbuja de calidez hicieron un pequeño contacto visual, ambos comenzaron a sentirse bastante nerviosos. - Dolly, ven a vivir con nosotros.

Hola!

Por fin pude actualizar, lamento mucho la demora, pero como estoy editando la historia demoro un poco más en subir los capítulos.

Ojalá sea de su agrado y puedan contarme su opinión, les quiero! 💜