Yoongi estaba en casa, habían transcurrido varios días desde que Jeongyeon desapareció junto a Kook, seguía esperando noticias por parte de su mujer y mientras revisaba de nuevo sus cosas encontró una carta.

Le pareció extraño, puesto que desde hace años su esposa no escribía notas para él, su interior acuñó una tristeza inexplicable.

Min...

Lamento hacer las cosas así, pero no me dejaste otra opción, te preguntarás ¿Qué hice mal? Pusiste primero a Young Mi antes que nuestro matrimonio.

Y a pesar de que eso nunca antes me importó, hoy me duele... Tú serías capaz de desmoronar el mundo de Kook por ella. Sin pensar en el daño que nos harías a ambos.

Fui dura cuando hablé sobre Dolly y a lo que se dedica, mis celos de madre me cegaron.

Jungkook es todo para mi y si lo pierdo no lo soportaré... Mi hijo ni siquiera me ve ya como su madre y eso duele y me quema por dentro. Escuchar a Jungkook decir que desearía una madre como Yumi me dolió, pero jamás lo entenderías porque no lo vives. ¿Te imaginas que Kook diga que desea que alguien más sea su papá?

Me entenderías por completo, en lugar de juzgarme, querrías que tu hijo se alejará de todo aquel que pone en riesgo el cariño que te tiene.

Espero que algún día me entiendas y me perdones Yoongi, pero al menos por ahora no puedo volver, no cuando mi hijo está buscando la manera de irse de mi lado.

Mantente sano, come bien y descansa apropiadamente, Jungkook y yo te amamos.

- Jeong Yeon.

Con el corazón roto, dolido y decepcionado de su mujer, lloró cuánto sus ojos le permitieron. Amaba a Yumi, pero también amaba a su familia y si en algo tenía razón Jeongyeon fue en que muchas veces, Dolly fue puesta como prioridad antes que su esposa.

Todo se debía al pasado en común que tenían, Young Mi. Aquella prostituta como solían llamarla los otros, se encadenó a vivir más años atada a Namjoon con tal de que les ayudará a pagar el tratamiento del cáncer de la Señora Min, cuando Yoongi no tenía dinero para comer utilizaba lo poco que le pagaba Namjoon para que su mayor se alimentara sanamente y pudiese cuidar a su madre.

Cuando Jeongyeon estuvo embarazada la ayudo tanto como pudo y cuando se presentaron complicaciones dio todo por ella y quizás su esposa tenía razón ponía a Young Mi antes que nadie, pero era difícil no hacerlo cuando durante años mientras los otros le daban la espalda ella sacrificaba todo por quien consideraba su hermano mayor.

Min tomó las llaves de su auto mientras se lamentaba para ir en busca de su madre.

El trayecto a casa de su progenitora era corto, pero al sentirse tan solo y agobiado le era difícil no percibirlo como tortuoso. Al llegar al lugar su madre le esperaba a pesar de la hora, cuando traspasaron la puerta el pelinegro no pudo contener su sufrimiento, terminando por desplomarse frente a su madre.

Estaba tirado en el suelo, aferrado a las piernas de su madre como cuando un niño va por primera vez a la escuela.

- Mami... no sé qué hacer. Jeongyeon me dejó y se llevó a Jungkook - habló lleno de pesar. Sus pulmones colapsaban por lo alterado que estaba, sufría de eso no cabía duda. Estaba tan acostumbrado a la presencia de la mujer que amaba y de su pequeño hijo que ahora que no estaban, se sentía solo.

Era consciente de que Jeongyeon tenía razón al decirle que no le daba su lugar y así como le daba méritos a su hermana menor, ella estuvo junto a él cuando no tuvo nada, cuando consiguió lo que tenían y cuando perdieron todo.

La madre de Yoongi se esforzó y levantó a su hijo del suelo, guiándolo al sofá, se sentó junto a su pequeño para después colocar sobre sus muslos la cabeza de su hijo, acarició su cabello, sacando sonidos relajantes de su caja torácica.

- Llora lo que debas llorar mi pequeño gato, llorar purifica el alma - aseguró, aunque claramente dentro de su interior se instalaba la impotencia de no poder hacer casi nada por su niño. - Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amarga son aquellas que no se derraman - suspiró cansada - tu esposa te ama, tu la amas, solo necesitan un poco de distancia para sanar.

- ¿Y si ella ya no me ama? - su llanto se intensificó más.

- Yoonie, claro que te ama... Cielo es imposible no amar a un hombre como tu, cualquier persona quisiera tener a su lado a alguien que le brinde la seguridad que le das a Gigy.

- ¿Crees que debería decirle a Young Mi... que Jeong Yeon se llevó a Kook? - su madre asintió.

- Le prometieron a esa niña dejarla siempre cerca de Jungkook, no pueden romper su promesa.

Jeong Yeon caminaba por las calles, mientras cargaba a su hijo envuelto en una manta, no le importaba la mirada de los demás, solo deseaba llegar al encuentro con su suegra.

Esta se había tomado la libertad de llamar a su nuera, que no dudo ir hacia ella en ningún segundo. La madre de Yoongi, más que ser su suegra era su segunda madre.

La mayor preparaba el desayuno mientras veía a su hijo dormir desde la cocina, la puerta sonó y se apresuró a abrir, al hacerlo se topó con su nuera que vestía una falda larga con botas debido al frío, la dejó pasar y esta se quedo estática viendo a su esposo dormir, había llorado de eso no había duda.

La mayor acomodo el sofá más pequeño y ella recostó a su hijo, arropandolo por el frío que comenzaba a reinar en las calles.

- Gigy - sonrió Somi a la tierna rubia, esta la siguió a la cocina, se lavó las manos dispuesta a ayudarle con lo faltante, mientras preparaban el desayuno se dedicaron a hablar sobre la situación que vivían los Min.

- Señora Somi, yo sé que al ser su hijo le dará la razón y... - la bajita le negó y sonrió.

- Le doy la razón a lo que tiene sentido. Y como se lo dije a Yoongi, esta solo es una pequeña crisis matrimonial.

- ¿Realmente lo cree? - en el fondo Yoo deseaba que la madre de su esposo estuviese en lo correcto, era consciente que había actuado mal, pero se sentía atacada por la que por años había sido su cuñada. Jungkook significaba para ella su mundo y antes ella era el mundo para su hijo, cosa que cambiaba mientras crecía y le daba miedo.

- Mi hijo te ama y tu lo amas a él, ambos aman a Jungkook pero olvidan el detalle de Yumi... - hizo una pausa soltando un gran suspiro - para mi Young Mi representa a la hija que perdí durante mi juventud, antes de Yoongi tuve una hija igual de bonita que ella y la perdí, ella me la recuerda; aparte cuando mi enfermedad ella nunca me dejó. Así que entenderás que no puedo alejarla y tú no deberías alejarla de Kook, su conexión es sumamente fuerte y siempre se van a encontrar. Lo sabes ¿no?

- Lo sé, sé que le debo una disculpa a Young Mi por mi forma de hablar de ella - bajó la mirada apenada, Somi levantó su mentón y lo acaricio.

- Lo importante es aprender de nuestros errores, Yoongi lo está haciendo y tú también. Comprendo que todo lo que hacen es por su hijo y eso es entendible... pero no debes olvidar lo que le prometieron a Young Mi - advirtió tratando de no sacar a relucir el tema - si rompen su promesa, aún cuando se amen su mentira desmoronará todo.

- ¿Jeongyeon? - ambas se giraron en dirección a Yoongi, que se abalanzó a su mujer atrapándola en un abrazo. Las lágrimas no se hicieron esperar, Min estaba realmente preocupado por su situación. - yo~o prometo que...- la mujer le interrumpió con un beso.

- Lo siento - susurro una vez que se separó de él, - fui egoísta al solo pensar en lo que yo sentía.

- Solo quiero que volvamos a estar juntos los cuatro, no puedo vivir sin ustedes.

- Volveremos a estar juntos Yoongi - lo abrazó cálidamente mientras observaba a su hijo dormir plácidamente, aunque su interior seguía insegura por la de ojos celeste.

Todos los matrimonios tienen crisis, lo importante es aprender de ellas y sí aún hay amor dentro de esta relación salvarla, era el caso de Jeongyeon y Yoongi, sus miedos eran hasta cierto punto los mismos y sin duda alguna su prioridad era exactamente igual... Mantener feliz y a salvo a Jungkook de todo, de la verdad e inclusive de ellos mismos.

2/4.

Hola!

Ojalá les guste este capítulo y puedan contarme su opinión, les quiero!✨