22. Una tierna castaña.
Tae y MiYeon llegaron al edificio, aunque antes de bajar del vehículo el mayor le dio una sudadera y una mascarilla para evitar a Dispatch o a algún fan que estuviese por ahí.
- Dolly te importa mucho, ¿verdad? - Kim se giró en dirección a MiYeon y esta le observó despreocupada - eres muy obvio, te gusta - señalo con su dedo índice, la mascarilla escondía su sonrisa.
- Dolly no me gusta - respondió seriamente y se adentraron al lugar.
- Deberías convencerte de eso, es demasiado obvio que realmente te gusta, te importa y te duele lo que le pase - soltó sin más y Tae no supo qué más decir.
Tae se quedó pasmado, no estaba seguro de si en realidad le gustaba Yumi, pero sabía que sentía algo profundo por ella. - ¿Nos vamos? No sé cómo llegar a tu apartamento.
Llegaron al hogar de Tae, Yeontan ladraba frente a la puerta del cuarto de Yumi, Tae se imaginó lo peor, tanto que terminó por tumbar la puerta, encontrando a Dolly en una crisis nerviosa, donde de nuevo estaba lastimándose y torturandose por lo que pasaba.
Arañazos, gritos, sollozos y lamentos eran lo único que se escuchaba en esa habitación, Taehyung corrió en dirección donde se situaba la castaña, la mirada de MiYeon estaba sobre ambos, observando como Kim halaba a su pecho el rostro de Young Mi, intentando tranquilizarla, acarició innumerables veces su cabellera y soltó susurros relajantes.
- Llora lo que debas llorar, esperaré lo que deba esperar para ver tus ojos aguamarina - beso levemente su sien y esta no objeto.
Poco a poco, tendida en el suelo, entre los brazos de Tae su cuerpo se relajo, de un momento a otro Tae sintió unos brazos rodear su cuello y su interior sonrió.
- Creo que realmente no me necesitabas - confesó la menor, - la castaña se giró en dirección a la niña y la observó en la puerta comiendo una paleta.
- MiYeon... - al escuchar su nombre salir de la boca de su mayor, su pecho se contrajo al ver su rostro - lamento que Taehyung te hiciera venir en vano - rápidamente escaneo su apariencia, el vestido estaba algo roto, sus piernas tenían moretones y sus hombros que estaban ligeramente descubiertos mostraban heridas de mordidas con un poco de sangre en ellas.
Tae, que miraba a la pequeña, giró en dirección a lo que miraba y observó las heridas en el lugar donde se situaban sus pulgares, Yumi lo miró y acarició su mejilla con una sonrisa ligera.
- No es nada, Tae - aseguro y le sonrió a MiYeon - le pediré a Tae que te devuelva a casa.
- No se preocupe Yumi, puedo irme sola - aseguró.
- Puedes quedarte, si eres amiga de Yumi... eres amiga mía - la pequeña sonrió emocionada y sin controlar su euforia se abalanzó a él y lo abrazo.
- Gracias, prometo portarme bien - aseguró con una sonrisa
La niña tomó a Young Mi del antebrazo y la ayudó a ponerse de pie con ayuda de Tae, ambas castañas caminaron hacia el sanitario para limpiar las heridas de Dolly mientras Taehyung calentaba la cena.
MiYeon no paraba de observar a la ojiazul con una sonrisa divertida.
- ¿Sucede algo Mimi? - su sonrisa se ensanchó el doble al escuchar el apodo que le había puesto la de hebras doradas, la abrazó y se aferró a su cuello.
- Gracias - susurro aferrada a su cuello, Young Mi por su parte no entendía el raro actuar de la adolescente pero prefirió abrazarla.
Las chicas platicaban sin parar como si se conocieran de toda la vida, parecían hermanas; mientras curaban las heridas de la mayor Yumi volvió a sentir aquella sensación, la necesidad de proteger a la castaña iba incrementando cada que estaban cerca una de la otra, después de compartir sus miedos y sueños salió la pequeña, para que la mayor pudiese ducharse.
MiYeon tomó asiento en una de los bancos pertenecientes a la barra, se apoyó en sus codos y observó el porte de espalda del mayor, le pareció muy apuesto. «Seguramente Tae debió de haber crecido en un buen ambiente» pensó, una sonrisa se posó en sus labios al recordar a su madre, poseía el mismo color canela que él.
- Te voy a cobrar por verme - bromeo Kim y ella sonrió divertida.
- Lo lamento, oppa - a diferencia de con otras personas, Tae no objetó ante la forma en la que la menor lo llamó, se percibía natural, sin segundas intenciones.
- Ven - le brindo una sonrisa el mayor y ella se acercó, Tae sacó un fideo con la ayuda de un tenedor y se lo extendió - prueba.
Probó lo que le extendía el castaño y sonrió de nueva cuenta, sabían igual a los de su mamá.
- Saben bien, ¿no? - soltó una risa de nariz y comenzó a servir la comida en tres platos.
- Si, saben como los de mi mamá - aseguró de una forma tierna.
- Mi mamá también los cocinaba así - aseguró con una leve sonrisa, dándole seguridad a la chica de lograr abrirse con él. Sabía que Dolly le tenía aprecio a esa chica y él estaba dispuesto a cuidarla de la misma manera que con Yumi.
- Asombroso.
- ¿Cómo terminaste trabajando para Namjoon? - curioseo y le extendió un plato.
- Vine en busca de mi familia, mis papás me hablaron de mis hermanos mayores y quería conocerlos.
- Pero... ¿por qué fuiste con RM? Hay muchos trabajos de medio tiempo y tus padres... ¿cómo lo permiten? - no le parecía correcto que ella teniendo la oportunidad de no estar en ese ambiente, su familia no la cuidara.
- Mis papás no tienen idea de donde estoy... Vivíamos en Daegu, pero para mi el saber que no estaba sola hizo que tomara un rumbo de vida distinto y me escape - confeso y comió un bocado de sus fideos.
- Y por lo menos... ¿ya encontraste a tus hermanos? - ella asintió con las mejillas llenas de comida, estaba a punto de seguir preguntando sobre la curiosa y misteriosa vida de aquella tierna castaña, pero la ojiazul que vivía con él llegó a escena y solo pudo concentrarse en verla.
- Volví - sonrió Yumi más tranquila, tomando asiento frente a Tae y acomodando unos mechones rebeldes de MiYeon, tomó un bocado y sonrió por sus ojos mientras comía - está delicioso Tae, gracias.
Al llegar Yumi el tema anterior se olvido y solo se dispusieron a comer, parecían una familia y la calidez que sentían en su interior era inmensa y bastante grata.
Al llegar tiempo para irse a dormir, Tae le ofreció su cuarto a MiYeon que gustosa aceptó, Yumi le prestó una pijama y la menor se recostó a dormir.
Tae y Dolly recogían la cocina, bromeaban y trataban de aligerar la carga de lo que pasaba Young Mi.
De un momento a otro, la castaña quedó atrapada entre los brazos de Tae, que se encontraban a sus costados mientras la observaba, aquellos ojos aguamarina que le hacían sentir en paz, estaban algo irritados por su llanto, pero no le importaba.
- Tae... - soltó un jadeo nervioso la más baja.
- Dame un segundo, me gusta ver tus ojos - aseguro con una sonrisa.
- ¿Podrías dormir conmigo? - soltó sin más y su pregunta lo tomó por sorpresa, su semblante lo delató - yo... Habló de acostarnos como hace días. No creó poder dormir.
- Por supuesto, me encantaría - acomodo sus mechones de cabello y beso su sien, acto que tomó por sorpresa a la mujer, pero que aceptó gustosa.
Dolly iría por el pijama de Tae para no incomodar a la chica y la notó dormida plácidamente junto a Yeontan, de manera espontánea sonrió y como la mayoría del tiempo deseo que Jungkook estuviese ahí.
Abrimos maratón jajaja.
1/?
Ya veremos cuántos capítulos salen, ojalá les guste mucho esté capítulo y puedan contarme su opinión!!!✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro