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Taehyung estaba padeciendo un grado de estrés elevado, desde que decidió quedarse con Irene y luchar por ella, estaba moviendo cielo, mar y tierra para lograrlo, HyungSik tenía mucho trabajo por delante, lo principal era saber quien estaba peleando la custodia de la niña, Jungkook en todo momento había estado a su lado, era extraño como si ambos pasaran por una relación de amistad, no hablaron de la noche que pasaron juntos ni de sus planes a futuro, pero la tensión entre ellos se había aligerado gradualmente.
-Señor Kim tiene visitas-dijo su secretaria por el intercomunicador
No esperaba a nadie pero los dejo pasar, sólo esperaba que su cabeza no reventara, aún no le decía a Jimin o a su madre lo que estaba sucediendo con Irene, tendría que hacerlo tarde o temprano y estos se volverían más locos que él. Sólo deseaba que su padre siguiera con vida, él le habría dado un buen consejo.
Escuchó que la puerta de la entrada se abrió, levanto la vista y les miró, se trataba de las personas que menos esperaba en esos momentos pero que verlas había hecho que su corazón diera un vuelco de emoción.
-¡Hola!-dijo Irene feliz de la mano de Jungkook
-¿Cómo llegaron aquí?-pregunto mientras se levantaba y caminaba hacía ellos
-En tasi -respondió nuevamente Irene
-Venimos en taxi, quisimos visitarte y raptarte ¿Verdad Irene?-anunció Jungkook -Hoy salí temprano del trabajo y me vi con Jimin en una cafetería, le rogué para que me dejara llevarme a Irene y aquí estamos ¿Puedes salir? Por favor
Ambos hicieron un puchero y rogaron con sus manos juntas, Taehyung soltó el aire de repente envuelto en la ternura de aquellos ojos que le miraban expectantes.
-¿Qué más puedo hacer si ustedes me raptan? -sonrió ladino -Creo que no me queda más que aceptar pero ¿A donde me van a llevar?
Jungkook le guiñó el ojo -Tú sólo espera
De todos los lugares donde pudieron estar se encontraban en un festival de un pueblo cercano, Jungkook había visto en las noticias que ese día se inauguraba así que no dudo en asistir, hace años que no lo hacía, desde que era un adolescente, la primera vez que asistió fue con Taehyung, sabía que este también recordaba, porque al llegar y bajar del auto sonrió con la felicidad asomándose en sus ojos.
Volver a ese lugar donde sostuvo por primera vez la mano de Taehyung era especial, porque ese había sido su comienzo, Irene estaba feliz, esa era otra de las razones por las cuales elegir un festival, para que la pequeña forme buenos recuerdos de su infancia, estaba de más decirlo pero Jungkook había desarrollado un cariño especial por la pequeña, la adoraba, era la ternura personificada, tan lista y amable, que le hacía querer cuidarla para siempre.
-Ha cambiado mucho -dijo Taehyung mientras caminaban mirando alrededor los puestos de alimentos y juegos
-Esa es la ley de la vida Taehyung, ningún lugar al que regreses es el mismo, cambia, porque nosotros lo hacemos, ya no somos los mismos jóvenes de quince años -rió
Ambos llevaban de la mano a Irene, se pregunto si para la gente ajena ellos parecerían una familia, aquel pensamiento cargado de significado para su corazón le lleno de dicha y al mismo tiempo preocupación. Como se lo había dicho a SeokJin, él le daría otra oportunidad a Taehyung, quería intentar dejar ir su pasado doloroso y formar nuevos recuerdos, porque lo seguía amando como la primera vez, sabía que lo más duro venía por delante, sobretodo por Irene, ambos estaban asustados de perderla. Aunque Taehyung no lo dijera en voz alta estaba consciente de que hacía todo lo posible para que ella se quedará a su lado, lo podía ver en la manera en que su grande mano se aferraba a la de la pequeña.
Lo primero que quisieron hacer fue comer, compraron algunas cosas que se veían deliciosas, el festival estaba cerca de un campo, en temporada este se llenaba de flores, el frío apenas estaba comenzando por lo que el único color que adornaba alrededor era el de las hojas de otoño, aún así la vista era maravillosa.
Se sentaron en el pasto, había mucha gente pero era mínima comparada con la que habría en la noche tras los fuegos artificiales. Taehyung observó enternecido como Jungkook le servía a Irene con cuidado de no mancharla, le sonreía con cariño y la niña respondía de la misma manera. No pudo evitar no pensar en su pequeño hijo, todo habría sido tan diferente si su pequeño hubiera vivido, él jamás se habría separado de Jungkook y serían una familia feliz, pero al mismo tiempo pensaba también que no hubiera sido capaz de conocer a Irene, la niña que se metió en su corazón con sólo una plática, era especial para él.
La vida daba vueltas inimaginables, el destino era incierto pero correcto. Irene se levantó después de comer para conseguir flores de diferentes colores, ellos la vigilaban de cerca, sentados lado a lado, Jungkook recargó la cabeza en su hombro.
-Debí traer mi cámara, retratar este momento sería maravilloso-suspiro
-Retratalo en tu mente -le beso la coronilla de la cabeza aspirando al mismo tiempo su fresco aroma -Le gustas mucho
-Tú también, no dejo de hablar del día que pasaron juntos, Taehyung -se separo para mirarlo-La quieres ¿Verdad?
Taehyung miró hacía enfrente, directo a donde Irene jugaba-Cuando Lisa me dijo que estaba esperando un bebé, ella recalcó que no sabía si era mío o no, yo accedí a ayudarla porque estaba asustada, ella siempre dijo que no podía cuidar del bebé pero que tampoco quería deshacerse de él, me hizo prometer que la cuidaría, al principio acepte y Jimin intercedio para que fuera legal, yo creí que ella se arrepentiría, te había visto a ti con nuestro hijo y a Jimin con mis sobrinos, jamás imaginé que una madre pudiera abandonar a su bebé, sólo acepte porque ella estaba tan perdida, cuando nació Irene fue estuvo en incubadora por un mes entero, su peso era muy bajo, todo lo demás estaba bien, los doctores dijeron que era un milagro que no haya desarrollado el síndrome de abstinencia, Lisa no la vio, no la cargo, no le dio amor, se fue sin decir nada, no volví a saber de ella. Jimin y yo cuidábamos de la niña, dormía en mis brazos, la alimentaba y era un desastre, casi no pasaba tiempo con ella pero cuando estaba en casa Jimin o mi madre me hacían que pasara tiempo con ella. Yo, estaba muy triste, pensaba ¿Por qué una niña que no es amada sobrevive a un niño que era tan amado? yo cada que me acercaba a ella, recordaba a TaeOh y dolía como el infierno, pensé en buscarte pero con Irene las cosas podrían ser peores, no quería que pensarás que yo hice mi vida porque no fue así-bajo la mirada dolido -Pensaba que le estaba fallando a mi hijo si quería a Irene, yo cometí muchos errores, no te voy a decir que soy la mejor persona porque no, siempre he estado guiado por mis malditos miedos, pero ahora que te encontré, ahora que creo que puedo ser mejor yo no quiero perderla, no quiero perderte.
Jungkook suspiro a su lado -Si ella esta aquí es por algo Tae, ella necesita de ti más de lo que puedes imaginar, es una niña hermosa y merece tener un buen padre, es momento de que dejes de pensar sólo en ti y pienses en ella, yo la quiero y apenas la conozco. -le tomó la mano con cariño -Lo que pasó con nuestro hijo fue cruel, pero quiero pensar que él tuvo que irse por una razón, mi bebé siempre esta en mi corazón pero hasta yo sé que tengo que seguir, TaeOh es nuestro ángel Taehyung y eso nada lo va a cambiar. Es momento de soltarlo y enfocarnos en lo que ahora esta sucediendo y eso es cuidar de este otro ángelito
-Jungkook, sé que te he hecho mucho daño, lo he arruinado tanto pero quiero saber si existe una posibilidad para nosotros, no ha pasado un día en el que no deje de pensar en ti, el amor que te tengo nunca ha cambiado, hemos crecido y somos diferentes, lo entiendo a la perfección, pero ¿Podremos iniciar de nuevo? en este presente ¿Podemos estar juntos?
El pelinegro sonrió con un suspiro -Te amo Taehyung, no creo que sea capaz de dejar de hacerlo, por mucho tiempo creí que podía esconder lo que sentía por ti pero es en vano, ambos hemos sufrido mucho pero siento que es momento de cambiar esos recuerdos por nuevos, estaré para ti como sé que tu estarás para mi, deberíamos ir lento ¿No lo crees? lo importante en estos momentos es saber quien quiere a Irene
Taehyung le abrazó por los hombros y asintió -Lento es mi segundo nombre.
Los tres miraban los fuegos artificiales, Jungkook cargaba a Irene y Taehyung les abrazaba, todo parecía en calma, como si la tormenta no hubiera arribado en sus corazones. Suspiraron al ver como el cielo nocturno se encendía de colores. Jungkook sentía como la opresión de su pecho iba disminuyendo, Irene se abrazo a su cuerpo recargando la cabeza en su cuello, estaba por quedarse dormida, sonrió con los ojos cristalinos, hace mucho que no sentía el calor de un hijo.
Me dio tristeza 😭
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