VII
Taehyung dejo los papeles que revisaba en la mesa cafetera de la sala, frunció el ceño porque nadie tocaba a esa hora, eran las dos de la mañana, sin embargo se preocupó así que se levantó suspirando y abrió la puerta. Pero se espero todo menos esto.
-¿Jungkook?-dijo con los ojos abiertos, boqueando porque no estaba seguro si realmente estaba ahí o era solo un producto de su imaginación cansada y estresada-¿Cómo...? Pasa
Jungkook asintió y entró al departamento, era amplio y bonito pero muy sobrio para su gusto, hasta parecía que no tenía ningún hijo.
-Lamento haber venido a esta hora sin avisar -dijo jugando con sus dedos. Llevaba ropa deportiva y una chaqueta de mezclilla en contraste con Taehyung quien llevaba una pijama de seda azul.
-No tienes de qué disculparte, es sólo que estoy sorprendido -sonrió -Siéntate- dijo señalando los sillones
-Gracias -respondió al encaminarse a estos con los nervios de punta, en su mente ese impulso nocturno era buena idea pero una vez estando frente a él creía que era un completo error
Taehyung se sentó a su lado alejado no porque quisiera sino porque no deseaba incómodarlo
-¿Cómo supiste mi dirección? -pregunto con una ceja alzada
-Jimin me la dió -sonrió -Le desperté pero contesto amablemente, creo que jamás le veré molesto
-Tienes suerte, a mi siempre me regaña-rió por lo bajo -Pero ahora soy yo quien tiene curiosidad ¿Por qué deseaste venir a esta hora a verme? Pudo ser peligroso
Jungkook suspiró y desvió la mirada quería encontrar las palabras para decirle pero se acobardaba, le daba miedo e incertidumbre tener una respuesta a sus preguntas a aquellas que se había hecho desde hace años
-Leí tu carta -Dijo sin miramientos devolviéndole la mirada
Taehyung trago -¿Lo hiciste?
-Si, SeokJin me la dió, lo siento...por lo que él hizo
-Esta bien, de alguna manera lo merezco -sus dedos jugaban con su rodilla nervioso -¿Qué te pareció? ¿Había muchas faltas de ortografía?
-Bueno, espero que actualmente tu disgrafía haya mejorado-dijo en tono de burla-Fue...hermosa, yo...gracias
-Si la hubieras leído en ese entonces ¿Qué habría pasado con nosotros?-preguntó con nerviosismo sintiendo de repente el cuerpo ajeno cerca a pesar de la distancia que les separaba
-El hubiera no existe Taehyung-suspiró -Pero si deseas una respuesta, creo que el verme aquí a las tres de la mañana debe decirte algo ¿No lo crees?
Taehyung relajó sus hombros que con el paso de la conversación se habían tensado, observó los brillantes ojos de Jungkook y no pudo detenerse, sin pararse a pensar en sus acciones se acercó a él, tomando sus manos cosa que hizo estremecer a Jungkook, este se relamió los labios presa de los nervios. El toque que compartían sus manos les aceleró la respiración, sus bocas se secaron de repente sedientos, se miraron y al instante se arrepintieron, porque a través de sus ojos podían verse realmente, descifrar lo que su alma había mantenido oculto por tanto tiempo. Fueron conscientes de lo buenos que se habían vuelto en el arte de fingir, siete años de su vida se mantuvieron mostrando a los demás una sonrisa arcaica, realizaban sus trabajos con entusiasmo vació y acudían a las reuniones sociales con el fin de mantener a todos al margen de sus verdaderos sentimientos. Pudieron engañar pero era imposible si el dolor se reflejaba en los ojos del otro, proyectando una realidad que les partía el alma.
Poco a poco la distancia fue disminuyendo, no era necesario admitir en voz alta que en el tiempo que habían estado separados sólo una cosa les mantenía despiertos en la madrugada, y eso era la imagen de un beso perfecto. Taehyung acunó las mejillas de Jungkook en sus manos, dándose cuenta de la calidez que estas emanaban, Jungkook cerro los ojos anticipando eso que tanto esperaba.
Era como si el tiempo no hubiera pasado dejando un camino de crueldad y desespero, sus labios se amoldaban a la perfección, se movían al son de una danza íntima, una en donde ellos eran los únicos que sabían los pasos. Su sabor mezclado fue para sus papilas gustativas el mejor de los manjares, Jungkook suspiro tomando la nuca de Taehyung para evitar que este se separara, no deseaba abandonar los labios que muchas veces le dieron seguridad, el mayor de los dos sintió una opresión en su pecho, de repente los recuerdos dolorosos le atacaron en lo más profundo de su ser, si no hubiera abandonado a su familia habría podido disfrutar de esos tiernos besos las veces que deseaba. Nunca había estado plenamente consciente de todo lo que había perdido.
Aunque no lo deseaban, tuvieron que separarse por la falta de aire, Jungkook miro a Taehyung con ojos brillantes -No me sueltes -susurró al borde de las lágrimas -No puedo fingir que esto que siento no me esta matando por dentro, no puedo ignorar el hecho de saber que a pesar del tiempo sigues estando en mi corazón, no puedo dejarte ir, no creo ser capaz de poder olvidarte.
-Jamás deje de amarte Jungkook, nunca pude sacarte de mi mente -suspiro pegando sus frentes-Por mucho tiempo he sido un caminante sin vida ni motivación, esperando que dios sea indulgente conmigo y me de la oportunidad de remediar lo que hice, no te voy a dejar ir, así me tenga que arrastrar una eternidad quiero estar a tu lado y no volver a soltar tu mano, me niego a vivir en un mundo donde tú no estés para sostenerme.
Los ojos de Jungkook se cristalizaron, quiso que ese momento durará toda la eternidad, pasar sus días mirando al amor de su vida sin decir palabra alguna que pudiera destrozar la burbuja que se creo a su alrededor, aquella colmada de calidez y felicidad. Lo amaba, jamás dejo de amarlo.
-Hazme el amor -susurro cerrando sus ojos con el miedo de que el otro se negara, pero grande fue su sorpresa cuando Taehyung le sostuvo el mentón haciendo que le mirara de frente
-¿Estás seguro? porque te juro que en estos momentos podría sufrir un ataque al corazón de felicidad -susurro cerca de sus labios
-Quiero hacerlo-sonrió ladino -Quiero tocarte, necesito hacerlo.
Si Taehyung pudiera definir la belleza, sin duda de su boca saldría el nombre de Jeon Jungkook, había estado alrededor del mundo, admirando toda clase de arte pero ninguna de esas esculturas, murales o pinturas se comparaban con el pelinegro de mejillas sonrojadas que le observaba con los ojos encendidos de amor.
A pesar de la poca luz que había -porque Jungkook así lo había querido-pudo ser capaz de ver la perfección de su cuerpo, acostado a su lado acariciaba la piel de su costado hasta la cadera, donde había una curvatura impecable, sonrió besando su frente, bajando hasta su nariz y mejillas, con sus labios delineó su mentón descendiendo hasta su cuello, donde enterró el rostro y aspiro su aroma a caramelo.
-Hueles dulce-susurro saboreando con la lengua la piel tersa
-Mi crema es de....ammm....¿Qué?
Taehyung sonrió, se separo de su cuello para mirarlo -Apenas empezamos y ya olvidas las cosas cariño
-Tonto -bufó dándole un pequeño golpecito en el hombro
-No puedo creer que seas real -susurro -Siempre soñé con esto pero mi imaginación es pobre comparada con la realidad, eres perfecto, completamente hermoso
Jungkook cerro los ojos y sonrió sintiéndose en las nubes. Taehyung siguió con su recorrido de besos, bajando a su pecho donde le prestó mucha atención a los botones erectos y claros, lamió y estimulo satisfecho de verlo alzar el pecho y jadear de placer, estaba muy atento a sus reacciones, porque quería guardar cada una de ellas en su memoria. El sabor de su piel inundó su boca lo que le hizo excitarse con mayor fuerza.
Bajo hasta su abdomen plano y buen trabajado, se dio cuenta de lo mucho que sus cuerpos habían cambiado con los años, ya no eran unos adolescentes, sino adultos maduros. Debajo de su ombligo estaba la marca de una cicatriz profunda, trago en seco deteniéndose a admirarla por completo, la muestra de que su bebé existió, beso esta con mucho cariño sintiendo de repente la mano de Jungkook acariciarle los cabellos, no levantó la mirada pero supo que le estaba observando.
No escatimó en tiempo, uso cada momento paciente para prepararlo, masturbando y saboreando su cuerpo, Jungkook permanecía con los ojos cerrados concentrado en las sensaciones de su cuerpo, en el calor que las manos de Taehyung le daba erizando su piel. Abrió las piernas para que este se posicionará entre ellas.
Taehyung le tomo las rodillas separándolas más, su erección palpo la entrada de su amante y sosteniéndose de los brazos fue ingresando con lentitud, sintiendo las paredes ajenas abrirse paso y apretarlo, su tacto quemaba. Jungkook gimió ante la deliciosa intromisión, rodeando con los brazos la espalda ancha donde los músculos se marcaban. Comenzaron con en vaivén lento y tortuoso, el que tanto extrañaban, Taehyung beso con necesidad los rosados labios de Jungkook quien intuitivamente abrió la boca para recibir su húmeda lengua.
-Abre los ojos-susurro Taehyung en sus labios
Jungkook al escuchar la gravedad de la voz gimió pero obedeció, miró con deseo los ojos grises que le examinaban con un dolor indescriptible. Se sintió desnudo así que le abrazo con fuerza, acomodando la cabeza en su hombro, Taehyung le devolvió el abrazo al momento que afianzaba su agarre en la cintura dura y aumentaba las estocadas. Ambos gemían y jadeaban sedientos del otro, se abrazaron con fuerza compartiendo el calor que les hizo sudar, sus ojos se llenaron de lágrimas por el deseo y el cúmulo de emociones que compartían.
Taehyung sintió el orgasmo de Jungkook y eso mismo le hizo llegar a la gloria, acabando dentro de él, con el corazón y la respiración inestable abrió los ojos. De repente el cuello sudoroso de Jungkook fue el mejor refugió para su alma herida, comenzó a sollozar, sacando el dolor y la culpa que había acumulado a través de los años.
El pelinegro también derramando lágrimas acarició la espalda ajena, mirando el techo sonrió, no sentía culpa de lo que había pasado, al contrario, volvía a sentirse vivo. Taehyung le miró a los ojos acariciando su mejilla izquierda
-Lo siento-balbuceó como si fuera un niño perdido -Lo...lo siento...jamás debí irme, no debí dejarte no en ese momento ni en ningún otro, debí estar ahí y sobrepasar el dolor a tu lado...pero, era mi hijo, nuestro bebé, fue mi culpa, debí revisarlo mientras dormía, yo debía estar al pendiente, fui egoísta, fui un cobarde...perdóname, lo siento tanto, te amo y no te merezco, jamás merecería a un ángel como tú.
Jungkook negó -No digas eso, no fue tu culpa, no fue la culpa de ninguno de los dos, los doctores lo dijeron eso pudo pasar en cualquier momento -susurro sin dejar de llorar -No es tu culpa
Y ahí se encontraban, dos padres destrozados por la prematura e inexplicable muerte de su hijo años después, el dolor que sólo ellos entendían se mezclo, haciéndoles decir aquello que se guardaron
-Me abandonaste....yo te necesitaba -sollozo
-Lo sé mi vida, lo sé, no tengo escusa ni justificación para lo que hice, estaba aterrado porque me sentía tan miserable que lo único que quería hacer era estar solo, te estaba viendo caer y no tenía la fuerza para levantarte porque yo estaba igual-suspiro -No merezco tu perdón pero quiero que me perdones, quiero tenerte en mis brazos y demostrarte que puedo hacerte feliz porque te amo con todo mi ser
-Si yo te acepto de vuelta, ¿Qué me garantiza que no saldrás corriendo ante cualquier dificultad?
-Las palabras pueden ser vacías pero yo estoy dispuesto a demostrarte que daré todo de mi para que esto funcione
Jungkook lo tomo de las mejillas y beso sus labios -Te necesite tanto, estaba tan vació sin ti, ¿cómo es posible seguir amándote tanto?
-No lo sé, de lo único que estoy seguro es de que te amo con todo mi ser -beso su frente con cariño -Te amo como las estrellas aman a la luna
-Te amo como el sol ama el cielo -susurro de vuelta -Pero tengo mucho miedo
-Deja que mis besos disipen ese miedo que ambos compartimos, déjame ser fuerte por los dos -suplico
-Seremos fuertes los dos -sonrió aliviado y con el corazón palpitando con vida.
hola 🖤
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