IX
-No podemos contra esto Taehyung -dijo HyungSik negando -Si no cedemos podrían meterte a la cárcel por negligencia infantil, la contraparte está haciendo un buen trabajo, ellos sólo quieren que le entregues a la niña
Taehyung negó sobando sus sienes con los dedos -¿Ya sabes quien la quiere?
-No, estoy en eso, por lo pronto tienes que prepararte porque servicios de protección infantil estarán haciéndote una visita esta semana, si todo sale bien tal vez podríamos alegar una custodia provisional-suspiro sentándose derecho -Pero Taehyung, esta es tu oportunidad, puedes entregar a la niña, total tú no la quieres cerca
Taehyung negó molesto -Que no la quiera, no significa que se la voy a dar a cualquier -gruño
-Bien, sólo es una opción sabes bien que haré lo que me digas pero piénsalo
-Gracias -dijo de mala gana.
Taehyung se encontraba en una encrucijada, porque sus sentimientos y pensamientos estaban mezclados entre la sombra del pasado y del presente. Cuando creía que las cosas iban a ser fáciles una bomba de realidad de explotaba en el rostro. Necesitaba el consejo de alguien que de verdad lo comprendiera, porque se sentía vacío, aquella mañana incluso se había levantado a hacerle el desayuno a Irene, la niña estaba tan confundida que se quedó en silencio comiendo, ver esa escena le dió un vuelco en el corazón ¿Tan mal padre había sido? La respuesta era lógica pero no quería pensar en ella.
Tomó su celular y llamó a la única persona que quería escuchar en esos momentos. Jungkook se había vuelto nuevamente en su tabla de salvación, la noche que le contó sobre lo que estaba sucediendo con Irene le hizo cuestionarse si en verdad quería tener a la niña a su lado o no, la forma en que le hablo le hizo ver algo que había ignorado durante años. Y eso era el cariño que le tenía a su hija. Era complicado y en esos momentos se sentía que iba a estallar.
-¿Bueno?-contestaron -¿Taehyung? estoy en el trabajo -escucho su risa y sonrió
-¿A qué hora sales? Irene quiere verte
-Oh así que Irene quiere verme -susurro -Mmmm puedo ir a jugar con ella mañana
-Yo también quiero verte -confeso con un suspiro -¿A qué hora sales del trabajo?
-Tarde, como a las ocho de la noche -bufó -Tengo que preparar unas cosas para un evento especial, y mi jefe Hoseok me ha dicho que quería hablar conmigo sobre algo importante, así que posiblemente salga a las nueve
-Irene estará dormida a esa hora-chasqueo la lengua -Pero yo no ¿Puedo pasar por ti?
-No, nos vemos mañana, salgo a medio día por un evento que habrá, podemos recoger a Irene e ir al cine -rió
-¿Y qué haré hoy sin ti?-pregunto con un puchero aunque sabía que el otro no era capaz de verlo
-Sal con ella -dijo con cautela -Me dijo que quería ir a una tienda de princesas, llévala y haz que se divierta
Se quedó en silencio por unos momentos -¿Y si no sé de qué hablar con ella?
-Hablar con un niño no es complicado Taehyung, puedes hablar con ella de lo que sea, sólo procura ser amable, no le grites, no te desesperes y si la vas a corregir hazlo con cariñó ¿Entendiste? porque le preguntaré como les fue y si me dice que la trataste mal yo mismo llamo a servicios infantiles ¿Quedo claro?
Suspiro -Esta bien -acepto -Te llamaré si algo ocurre
-Esta bien -lo escucho burlarse -Sólo sé tierno Tae
-Jungkook, aún hay cosas de las que debemos hablar, ¿Prometes que mañana lo haremos?
-Si, mañana hablaremos, por lo pronto haz las cosas bien hoy, me tengo que ir, nos vemos mañana -se despidió y colgó antes de que él pudiera decir algo más
Taehyung cerro los ojos y recargo la cabeza en el respaldo de la silla, lo que menos deseaba en esos momentos era pasar tiempo con la niña, Irene era un espejo en el que no quería reflejarse, pero viendo la situación, lo mejor era darle por lo menos un recuerdo amable de él.
No acostumbraba ir a la escuela donde la había inscrito, estaba en guardería, Jimin le había dicho que era una buena escuela, ya que sus sobrinos habían estado ahí. A él le importaba que ella tuviera una buena educación así que no dudo en inscribirla.
Tuvo que entregar su identificación, porque nadie lo conocía, siempre era Joy o Jimin los que pasaban por ella, chasqueo la lengua esperando, a su alrededor estaban padres como él abrazando a sus hijos y hablando sobre sus días, él no recordaba haberle preguntado alguna vez sobre su día a Irene, no sabía si tenía amigos o si los profesores eran amables.
La vio a lo lejos, estaba toda despeinada, como si se hubiera acabado de levantar, ahora que lo pensaba Irene nunca estaba peinada, la niña entrecerró los ojos cuando lo vio, se quedó parada por unos segundos hasta que comprendió que realmente era él. Se acercó a ella con una tenue sonrisa llena de nerviosismo.
-Hola ¿Qué tal tu día?-pregunto justo como había visto a los demás papás hacerlo
Irene abrió su boca dos veces antes de contestar -Mien ¿Qué ashes aquí?
Suspiro quitándole la pequeña maletita rosa y se la colgó en el hombro, la tomó de la mano y la guió a la salida -Hoy haremos algo juntos ¿Te gustaría?
-No lo she -dijo nerviosa
-¿Cómo que no lo sabes?-la miró fugazmente
Se encogió de hombros -Nuca había pashado, no she que penshar
-Pensar -corrigió con tranquilidad, abrió la puerta del copiloto, había olvidado de nuevo llevar la maldita silla pero esta vez se aseguró de que fuera muy bien sujeta -Haremos algo juntos por primera vez
-¿Cómo que?-pregunto sonriente
-Iremos a comer y después a esa tienda de princesas -explicó antes de cerrar la puerta y caminar a la del piloto, al subir vio que la niña lo observaba con curiosidad
-No esh mi cumpeaños -dijo con una sonrisa
-Ya sé que no es tu cumpleaños -bufó -Los papás a veces le dan regalos a los hijos por nada en especial, así que agradece sino no iremos a ninguna parte
-Gashiash -rió aplaudiendo
Taehyung suspiro y puso en marcha el auto, iba a llevar a la niña a un establecimiento de hamburguesas, era lo más fácil y tenían paquetes de niños. Puso la radio porque la niña estaba por dormirse y sabía que la música le despertaría, el camino no era largo por lo que no le dio tiempo ni de cerrar los ojos, la comida era importante para un niño, eso lo había aprendido cuando Irene era un bebé, normalmente en ese tiempo se quedaba en casa de Jimin para que este le ayudará a cuidarla, pero una noche su hermano había tenido que ir al hospital de emergencia porque Yoongi se había intoxicado con la comida, por lo que el cuidado de la niña tuvo que recaer en él. No sabía hacer una teta, tuvo que poner un tutorial en Youtube, cuando cargo a la niña para darle de comer esta bebía desesperada, como si tuviera mucha hambre, se sintió mal, la había dejado llorar mucho tiempo y eso no estaba bien.
Por esa razón no le gustaba estar cerca de Irene, la niña le recordaba lo terrible persona que era, aunque no hiciera nada, los recuerdos que Taehyung tenía con ella estaban cargados de dolor y tristeza. Llegaron al lugar, la ayudo a bajar y ambos entraron. Pidió una cajita feliz para ella con un juguete de niñas el cual no entendía pero Irene se había emocionado al verlo.
Estaban sentados en la mesa comiendo sin mirarse, justo como lo hacían todos los días, pero Taehyung no quería que ese fuera un día cualquiera.
-Irene ¿Tienes amigos en la escuela?-pregunto mirando a la niña quien asintió
-Dosh -levanto tres dedos. Taehyung rió y alargo la mano para bajarle un dedo
-Así es el dos-dijo -Bien, ¿Cómo se llaman?
-Wendy y Sheoulgi -sonrió mostrado sus dientitos -Ellash shon hermanash y shu mamá epera un bebé
Suspiro, el problema de lenguaje de Irene no estaba mejorando, necesitaría hablar con la terapeuta de lenguaje a la cual sólo había visto dos veces -¿Por qué no te comes la galleta?
Irene miró a su padre y rió-Tene nueces
-¿Y?-pregunto frunciendo los ojos
-Soy alegica
-¿A qué más eres alérgica?
-Al bocoli-batió las pestañas
-Eso no te lo creo -bufo -Hemos comido eso en casa de Jimin
Irene se encogió de hombros -Funshiona con el tio Yoonki
-¿Con Yoongi?-pregunto confuso -¿Has salido con Yoongi?
Asintió -Me llevo a un juego de baketbol, polque a mi me guta y a losh demash no
Taehyung se quedó callado, escuchaba atento como ella le hablaba de Jimin y Yoongi, de como este último le había enseñado el abecedario y a contar hasta diez, de como Jimin sabía sus comidas favoritas, la talla de zapatos que usaba y sus caricaturas favoritas, hasta había hablado de Jungkook y como le ayudó en su tarea de lenguaje, le hablaba de cosas que él no sabía y que no se imaginaba. Se sintió una persona terrible y al mismo tiempo celoso, porque en ningún momento ella había hablado de él, no lo mencionó ni siquiera cuando le dijo las mejores cosas que había hecho en esa semana, Irene no tenía buenos recuerdos con él. Sintió una enorme opresión en su pecho y ganas de llorar. Se sentía impotente.
Llegaron al dichoso lugar, se trataba de una tienda de princesas, las niñas podían maquillarse y vestir como una, había juegos, toboganes y castillos infables.
-¿Qué princesa quieres ser?-pregunto observando los trajes con brillantina
-Blanca Neves -rió
-Nieves -corrigió
-Esho -se encogió de hombros
Taehyung tomo el vestido que pensaba que a ella le quedaría y la acompaño a los vestidores, espero afuera hasta que la niña salió, se veía muy linda tanto que sonrió mostrando los dientes -Espera falta algo-le colocó en la cabeza la diadema de moño roja -Así, estas linda
Irene agrando los ojos sintiendo tanta felicidad, porque no había escuchado un halago de su papá tan genuino antes, Taehyung le tomó una foto y se la mandó a Jungkook. La tomó de la mano y la llevo a los juegos.
-¿A qué quieres jugar? -pregunto abrumado por el ruido a su alrededor
-A eso-señaló un juego de dos-Peleas
Taehyung recordó ese videojuego y le sorprendió que estuviera en un establecimiento tan rosa. -¿Cómo sabes jugar The King Of Fighters?
-Tu me ensheñaste -dijo mirándolo a los ojos -Hace una navidad, estabash jugando y despuesh me dijsite como
Taehyung entonces lo recordó, ese era uno de los juegos que llegó a jugar con Jungkook por lo que decidió jugar para eliminar su melancolía, le enseño a Irene, pero ella en ese entonces a penas iba a cumplir cuatro años -Me sorprende que lo recordaras -pero sonrió porque al menos había algo que él le había mostrado
Jugaron, él estaba siendo muy paciente y nada competitivo, Irene se esforzaba mucho, reía cuando hacía algún movimiento especial y ponía mucha atención cuando Taehyung le enseñaba algo. Ambos estaban tranquilos, se sentían bien jugando juntos, habían encontrado algo que podían compartir.
Cuando llegaron a casa esa noche Irene cenando su cereal le miró seriamente -¿Puedo peguntar algo?
Taehyung asintió -¿Qué pasa?
-¿Cómo ela mamá?
Aquello le tomó por sorpresa, hace años que no había pensado en Lisa, la hermosa chica que le conquisto, Irene no se parecía mucho a ella, de hecho sus facciones eran más suyas, estaba nervioso, Lisa era una chica que tenía muchos problemas, era adicta y ese mismo conflicto la llevo a entrar al mundo de la prostitución, cuando vivió con él pudieron hablar como amigos, ella no quiso abortar a Irene aún sabiendo que la abandonaría, su respuesta era que, la niña merecía un mejor comienzo que el de ella. Él prometió cuidar de Irene pero no creía que lo estaba haciendo como Lisa lo querría.
-Ella era alta -dijo con cautela -Tenía el cabello liso y pelirrojo, era muy pálida y su sonrisa esa como la de una niña, ammm, le gustaban los panecillos de arroz -un nudo en la garganta se formó en él, estaba melancólico, no por sus sentimientos sino por los de la niña-¿Eres feliz conmigo Irene?
La niña ladeo la cabeza pensativa, como si no comprendiera lo que él preguntaba, Taehyung temió la respuesta, pero su pecho se tranquilizo al verla sonreír y asentir -Lo soy, me guta, eles dlibeltido a veces
Taehyung le sonrió -¿Te divertiste hoy?
-Si -sonrió emocionada
-Bien -suspiro -Vamos a que te acuestes, debes descansar mañana Kook vendrá con nosotros
-¡Siiii!
La arropo, no hacía eso desde que ella era una bebé, Irene lo observaba fijamente sin decir nada. Taehyung se agacho y le dio un beso en la frente -Descansa
Taehyung no lo supo, pero esa noche la pequeña niña lloro, porque ese día había sido el más feliz de su vida, porque por primera vez pudo sentirse cercana a su papa y recibió un beso suyo. En cambio el mayor se quedó despierto, no podía dormir, sus ojos se arrugaban de tanto pensar ¿Estaría en lo correcto? porque de repente las ganas de quedarse cerca de la niña se instalaron con fuerza en su pecho.
Quedan sólo cinco capítulos...
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