Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Único.

A mi padre:

Papá, ya hace más de cinco años desde que mamá murió, y aun lo siento como si hubiera sido ayer.

Sé que la casa con su ausencia se siente vacía, se siente sola... se siente muerta. Tanto como nosotros.

Y es que ya no sé qué hacer, estoy cansado, estoy harto de la soledad que la casa emana. Me enferma estar ahí.

Sé que fue muy duro para ti, estuviste más tiempo con ella del que yo, y puede que la ames más de lo que puedo imaginar. Sé que ustedes tuvieron una historia que yo nunca sabré, y que no deseo saber. Tu dolor no se compara con el mío, lo entiendo. Y te di tiempo para ti, tiempo para que trataras de superar aquel horrible sentir... pero ya me cansé de esperarte.

Estoy cansado de esperar a que te recuperes de la pérdida, estoy cansado de que sufras por su muerte, estoy cansado de tu lejanía, de escucharte sollozar cuando crees que nadie te escucha, estoy harto de esperar a que mi padre vuelva a mi lado.

«—No llores de esa manera en público, Adrien. Compórtate como un Agreste. —»

Eres un egoísta Gabriel, te haces la víctima de todo esto, sientes que eres el único que puede sufrir, me ordenas no sentir, quieres que la gente vea que soy perfecto, quieres hacerles creer que soy fuerte, quieres manejar mi vida, quieres que haga lo que te parece bien, quieres tenerme como una mascota, como un muñeco o un títere... Y no lo soy.

Lo lamento pero no soy fuerte, no soy perfecto, y no soy lo que esperas que sea.

¿Cómo esperas que no llore?, ¡¿cómo puedes tan siquiera decirme que no sufra?!

¡Yo también la perdí, maldita sea!

Perdí a la mujer más importante de mi insignificante vida, perdí los brazos de una madre, perdí los consejos de una gran amiga, perdí el cariño más puro que jamás tendré... ¡lo perdí todo!, ¿es que acaso no lo entiendes?

Si, ahora estas solo... o eso es lo que piensas... porque siempre me tendrás a mi, papá. Siempre podrás venir a mí cuando estés triste, y sin que hables o expliques el porqué tendrás mi apoyo y cariño.

Pero ¿y yo?, ¿a quién tengo yo?

Ella nos dejó... y tú me dejaste a mí.

Estás ausente... como si tú también hubieras muerto aquél día. Junto con ella en aquél hospital.

¿¡Acaso no lo entiendes!?, ¡yo te necesitaba!, ¡no a Natalie, no al gorila, no a las clases de esgrima o de piano!, ¡yo solo necesitaba de ti!, lo que fuese... y créeme que lo esperé, lo ansié cual niño pequeño...

Un abrazo, un consejo, unas palabras... aunque todas fueran mentiras. Que fueran tuyos bastaban.

Estuve esperando, y lo esperé, y lo esperé...

Te espere cinco años enteros, Gabriel.

¿De qué me sirve saber hablar chino, si no puedo siquiera hablar contigo?

¿De qué me sirve saber tocar el piano, si ya no puedo tocarlo junto a ti?

¿De qué me sirve saber esgrima si ya no puedo alardear con mamá?

¡¿Puedes explicarme de que sirve respirar si para ti estoy muerto?!

No lo entiendo. Traté de cumplir tus deseos al pie de la letra para que me notaras. Hacía hasta lo imposible por tener un poco de tiempo libre y poder pasarlo contigo, pero cuando eso pasaba me buscabas más cosas que hacer, como si trataras de mantenerme ocupado para que no te molestara.

¿Acaso me odias, padre?, ¿es porque soy como ella?, ¿me alejas de ti porque la recuerdas cuando me ves?

Padre, ¿por qué no puedes superarlo?

Sé que suena ridículo pero me ha entrado la duda hace poco... ¿te sientes culpable de algo?

Porque es que me he quedado sin ideas, no entiendo porqué tu obsesión de que aquello no ocurrió. Es como si trataras de negarlo; de fingir que ella está viva.

¡Ella murió hace mucho!, ¡supéralo de una maldita vez!

Ella murió para todos... pero ahora tú también para mí.

Querido Gabriel Agreste...

Estas muerto. Te maté. Ya no existes para mí.

Es mi turno de hacerme la víctima, es mi turno de no importarme lo que te ocurre, es mi turno de ignorarte, es mi turno de fingir que nada más que yo y mi dolor importa.

Y es tu turno de sentirte morir en vida.

Para cuando leas esto, yo ya estaré lejos de París. Tranquilo, no me he llevado nada. Todo está en esa prisión de la que eres esclavo. Mi ropa, mis libros, mi celular, las tarjetas de crédito, las fotos... todo. Dejaría incluso mi nombre si se pudiera, ya no quiero nada que venga de ti.

¿Estas feliz con eso?, es lo que querías ¿no?

Ahora soy todo un Agreste. ¡Regocíjate de orgullo!, ¡soy como tú ahora!

Y por favor...

No llores de esa manera en público, Gabriel. Compórtate como un Agreste.

Atentamente: Adrien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro