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- ¡Que hiciste qué! - Le arrojé lo primero que tenía cerca.
- ¿Puedes gritarlo más alto la próxima vez?
- Es que, es...
- No le busques una palabra.
- Bueno, eso ya es algo... te ha dejado sin palabras y... sin energía. - Levanté mi cabeza del escritorio.
- ¿Me veo muy mal?
- No, solo cansado.
- Él me eligió el traje. - La cara de Kai cambió.
- Pero...
- Lo hicimos en su auto, en mi garage.
- ¿Y tu hermana?
- Estaba en clases... fue durante la mañana. También, lo hicimos en mi habitación... Él revisó mi armario y me dijo que este me quedaría bien.
- Oh...
- Se fue antes de que ella llegara y, por la noche, me llamó y... - No quería contarle esa parte.
- Veo que ocupaste muy bien el día libre.
- No lo entiendes. Este,... ese no era yo. - Él sólo me miró.
- Veamos... Te acostaste con él, pero estas arrepentido.
- No, ese no es el problema.
- ¿Entonces?
- No tengo control cuando estoy cerca de él.
- Eso es lo que uno busca en el otro.
- Yo no.
- ¿Por qué?
- Ayer, me sentí como mis padres. Él y yo... no nos llevamos bien, pero lo hicimos hasta que nos quedamos sin aire... Ellos terminaron mal.
- ¿Tus padres? Bueno, tu no eres como ellos. La atracción sexual es algo que se da.
- Nunca he perdido el control.
- Bueno, debes alejarte de él, o caerás una y otra vez. - Golpeó dos veces con su dedo en mi escritorio.
- No voy a caer de nuevo... - Kai sonrió. - Voy a controlarlo.
- No creo...
- Sí, lo haré. Puedo hacerlo.
- Él no es un contrato de venta, Chanyeol.
- Sí, puedo hacerlo... Lo tendré bajo control.
- Puedes escucharme... esto terminará mal. No atraparás nada si vas con esa forma tan brusca. La respuesta te explotará en la cara...
- Estoy decidido.
Cuando tome el control de la empresa la saque adelante y la mejoré. ¿Qué tan difícil puede ser? Es un ser humano, igual a mí. Ya nos conocemos... me ha visto desnudo; yo lo he visto... Si las cosas se arreglan un poco, puede funcionar. Recorrí la sala de reuniones de un extremo a otro y busqué su número en mi celular, obviamente no lo tenía.
- Leyna.
- ¿Hyung? ¿Sucede algo?
- Necesito el número de tu tutor.
- ...
- No es para nada malo. Lo juro.
- Bueno... te lo enviaré.
La pantalla de mi celular se iluminó y agendé el número. Tomé aire dos veces y marqué. La repetición de la música de espera estaba por partirme el oido.
- ¿Hola?
- Hola, ¿Sehun? - Escuché un suspiro y me colgó. - ¿Qué demonios? - Volví a marcar y está vez tenía más fuerza que antes.
- ¿Hola? ¿Quién habla? - Todo se fue al demonio.
- ¿Por qué me cortaste?
- ¿Cortar? ¿Chanyeol?
- Sí, se que no me presenté, pero fue descortez de tu parte. - La línea quedó en silencio por un momento; en verdad, pensé que me había cortado, otra vez.
- No fui yo... Seguramente el profesor atendió mi teléfono. - Desinflé mi pecho y giré sobre mis pies.
- Necesito hablar.
- Bueno, ahora estoy en clases.
- Lo sé. ¿Te llamo después? - A veces hay que ceder un poco, solo un poco.
- Sí, eso estaría bien.
- Te llamaré luego.
- Bien, adiós. - La línea quedó abierta durante unos segundos y cortó.
- Debí decirle que me agendara.
- ¿Problemas con tu hermana?
- No, Kris, ¿tu tienes pareja? - En ese momento casi dejó caer todo lo que traía en las manos.
- ¿Yo? Bueno, estoy en eso... ¿Por qué?
- ¿Qué harás para que te haga caso?
- Trato de atraer su atención.
- No me refiero a eso. ¿Cómo consigues que haga lo que tu dices?
- Creo que no entiendo.
- Ya tienes su atención...
- Sí.
- Entonces, ¿cómo haces que te obedezca? - Se rió.
- No funciona así.
- ¿Cómo?
- Eso depende de la otra persona. Lo que se hace es llegar a un acuerdo.
- Un acuerdo...
- Sí, es algo que se hace de a dos. Una pareja.
- En ese acuerdo ¿quién tiene más poder?
- Supongo... No lo sé, es algo complejo.
- No me estas ayudando.
- ¿Por qué estamos hablando de esto?
- Tengo una reunión y necesito tener las cosas claras.
- Buena suerte. - Suspiró. - Llevo meses intentando llegar a un acuerdo, pero siempre caigo.
Juntó los papeles y me dejó con más intrigas que respuestas.
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