Una semana de noviazgo, estoy tan feliz y tan desesperado. No he podido tocar un solo centímetro de la piel de Sehun. Cuando nos vemos los besos suben mi calor a niveles estratosféricos, pero él me detiene en seco, me sonríe y vuelve a su casa. Sé que soy un caso perdido. Mis músculos arden cuando él está cerca; necesito un baño de agua fría.

- ¿Cómo está el ceo? - Dijo Kay.

- No estoy de humor.

- ¡Oh! Pero si hace unos días estabas más que bien.

- Silencio, soy muy feliz.

- Para ser un hombre "serio" no eres muy bueno controlando los deseos extremos.

- ¿Extremos?

- Sí, tu extremidad inferior está a punto de colapsar tu bragueta.

- No estoy bien...

- Eso suponía. Bueno, debes ver el lado positivo, pasarás tu cumpleaños con tu novio.

- Sí, Leyna tiene un viaje de estudios.

- Que bueno que la dejaste ir.

- No me preguntó, solo me informó que lo haría.

- Ya veo.

- Sehun me dijo que esos viajes son importantes.

- Sí, es entendible. Él ya pasó por eso... ¿Y si tu novio tiene que hacer un viaje con sus profesores?

- Ni muerto.

- Veo que tus avances no han llegado muy lejos.- Comenzó a reír a carcajadas.

- No hagas ese tipo de bromas.

- No, voy a tener más cuidado la próxima.

- No es gracioso.

- ¿Por qué no le das a entender a tu chico que estás peligrosamente necesitado?

- Él lo sabe. - Dije mordiendo mi bolígrafo. - No quiero que crea que soy un idiota; tengo que comportarme cuando estoy cerca de él. No quiero dar una mala impresión, otra vez. 

- Bueno, tal vez tengas suerte y para la fiesta las cosas cambien un poco.

- No lo sé. Todo es una prueba de fuego para mi.

- ¿Comerán en casa o lo llevarás a alguna parte?

- Cena en casa, Sehun me lo dijo.

- Ya veo quién está manejando las cosas...

- No me gusta discutir con él, siento que termino perdiendo siempre.

- Oh, sé lo que se siente.

- ¿Qué?

- Nada... no lo arruines.

- Gracias por el consejo que ya sabía.

Mi celular comenzó a vibrar...

- ¿Chanyeol? ¿Cariño? - Me quedé en silencio esperando el siguiente. - ¿Amor?

- Sí, siempre estoy aquí cariño. Te ves hermoso.

- No puedes verme.- Estoy seguro de que está sonriendo.

- No, pero lo sé.

- Solo no llegues tarde. ¿Estás bien?

- Sí, mejor que nunca. Estoy volviendo a casa.