Fresco, tierno y fresco. Abrí los ojos y mi cabeza explotó de dolor; intenté levantarme pero algo me lo impidió.

- No te muevas de esa forma tan brusca, te hará daño. - Dijo Sehun y paso el paño húmedo por mi frente.- Es por el alcohol.

- Me va a explotar la cabeza.

- Debiste pensar eso antes de beber tanto.

- ¿Cómo llegué?

- Tu no llegaste, yo te traje.

- Sehun... - Quise un mechón de su cabello pero él se levantó de la cama.

- Tienes que dormir un poco más y beber agua.

- Gracias por traerme.

- No podía llevarte a tu casa, tu hermana haría muchas preguntas y tenías la boca muy suelta.

- Lo siento.

- No importa, tienes que mejorar y, luego te llevaré a tu casa. ¡Ah! Uno de tus amigos o socio llamo y le dije que no te serías bien, no te molestarán hasta mañana.

Se oía preocupado y eso, me hizo tener una esperanza, que se desvaneció cuando vi un par de manchas rojas en su cuello. Solo el demonio sabe el esfuerzo que hice en esos segundos para no explotar y buscar por toda la casa al imbécil que hizo eso.

Aún así, mi mente fue inundada por las imágenes de las últimas veinticuatro horas. La urgencia que tenía de verlo porque no contestaba mis llamadas o los mensajes, tampoco iba a casa a ver a mi hermana; la desesperación me empujó hasta el campus. ¿Para qué? Para ver como el insecto intentaba abalanzarce sobre Sehun, mí Sehun. Estaba que estallaba de ira, pero no podía darle una razón más para odiarme.

No importa lo que sea.
Eso fue lo que me juré a mí mismo el día que enterré a mis padres. No importa lo que sea, lo conseguiré y será mío.

¿Por qué no puedes ser mío? Ese pensamiento corría por mi mente cuando él dormía. ¿Cómo hacerte mío sin romper tu libertad?

Estoy acabado.
Cada regla que le impuse a mi destino se venía abajo cuando él me desafiaba. Y cuando me dijo que se iría todas se esfumaron y me dejaron solo, sin ninguna respuesta frente a ese dolor. Y entonces el cuestionamiento empezó: ¿Te necesito? ¿Te quiero a mi lado? ¿Me importa lo que digan los demás? ¿Qué estoy dispuesto a dar?

Sí, el cielo sabe que lo necesito. Lo quiero a mi lado, para siempre. Me importan una mierda los demás, el mundo se puede caer a pedazos si quiere. Todo. Estoy dispuesto a dártelo todo.

- Te amo, Sehun. - Lo dije apenas solté sus labios.