Tengo una sorpresa.

Es increíble como hombres y mujeres tienen esa necesidad de controlar todo lo que es.
Sigo sorprendiendome. Digo es, porque no sé trata de un objeto, se trata de personalidades.

Apenas puse un pie en la recepción un hombre, no muy mayor, me hablo como si literalmente fue un servicio "especial" del lugar; seguramente sigue encerrado en su habitación, por imbécil. En el ascensor una mujer enterró sus uñas en el brazo de su amante, sí, me gusta leer a las personas, y salió enojada; obviamente esperaba, como sucedió, a que el sujeto corriera detrás de ella.

No tengo la culpa de que la gente se confunda y no, no estoy dispuesto a cambiar.

Con cada paso que doy mi cuerpo se calienta, sé que él me está esperando y un sentimiento arrogante sube por mi espalda y me pone a mil.

Espero unos momentos en la puerta y reviso mi celular, ha llamado una vez y su orgullo no le permitirá hacer otra.

Me quito los zapatos y paso la tarjeta magnética por la cerradura. En la mesa veo sus llaves y su maletín. Está en el cuarto. Camino en silencio hasta allí y su espalda descubierta y musculosa me recibe. Se da vuelta y puedo ver lo que sus puños sostienen con tanta fuerza, está avergonzado y erecto.

No puedo evitar caminar con el fuego corriendo a través de mí. Sostengo su rostro con mís manos y luego bajo una de ellas hasta su pecho, sus ojos cambian por un momento y lo sé, ahí está su resistencia hacia mí.

No me importa, me gustan los caramelos duros. Son los más difíciles de comer pero, al final, son los más dulces y jugosos.

Voy a romperte Chanyeol y lo sabes.

Tu resistencia solo me atrae más.

No debiste provocarme. Nunca debiste arriesgarte a cruzar tus límites para capturarme, porque ahora tienes mi interés y no pararé hasta enredarte.

¿Quieres tenerme? Bien, tendrás que caer primero.

Eres un gran hombre de negocios, pero tu visual no se dio cuenta del peligro que te acechaba. Sin embargo, quien puede contra los instintos; lo primero que me dijiste... oh, sí, zorra. En realidad, tienes razón, pero solo un poco. 

No eras un amor platónico... eras un capricho. Estaba aturdido y atontado por un hombre sexy... estúpido, pero sexy y quería probar.

Tu primera reacción fue desagradable y estamos de acuerdo en que te merecias mi respuesta. En el siguiente encuentro te comportaste un poco mejor, lo había notado, para que veas que valoro tus avances. Obviamente, el encuentro de sexo caliente fue lo mejor y tus intentos por controlarme fueron... algo tiernos. Te ves tan lindo cuando estás frustrado.

Lo quiero.

Quiero absolutamente todo.

Primero lo sabré todo y, después, te tendré solo para mí.

Mi terco y dulce Park Chanyeol.