Natilla...

Ambos estaban de camino a casa, las clases se habían terminado y el se estaba poniendo, abriendo paso gusto al bello crepúsculo, pintando de bellos colores el cielo.

— No debiste, Chisaki. — el chico de tez morena reprendió a la chica, después de todo por haber chocado con otra chica y tirar su almuerzo, ella le regalo el suyo en compensación. — Ella tuvo lo culpa, no debiste cederle tu almuerzo.

— Está bien, Tsumugu. Yo fui quien la empujó, no sería justo dejarla sin comer. — le contestó ella apenada, le apenaba ser reprendida por él.

Ambos guardaron silencio, uno tranquilo y cómodo, que ya era costumbre para ambos de camino a casa estarlo, cada quien en sus pensamientos, el sonido de sus pisadas sobre la poca nieve que caía y de fondo el crujido del hielo grande que flotaba sobre el mar...

El mar... Shioshishio... Sus amigos... Hikari...

Aunque no quisiera, su rostro delataba cómo se sentía en ese momento... Reflejaba tristeza... Y Tsumugu no podía evitar sentirse mal al ver que no podía hacer nada...

— Debes de tener hambre, ¿No es así? — habló él para llamar su atención y que ya no mirara aquel deprimente pero hermoso paisaje. — Vayamos a comprar un postre.

— ¿Un postre?

— Sí, ¿Cuál te gustaría?

Tsumugu siempre era así con ella, intentando a su manera hacerla sentir mejor, haciendo a su corazón latir con fuerza.

— Natilla.

Tsumugu x Chisaki drabble.

Gracias por leer.
Danielle