Prólogo
El fuerte sonar de sus pasos se podía escuchar como eco por todos los pasillos. BaekHyun iba rechinando sus apenas lustrosos y negros zapatos sobre las baldosas del sucio metro. Con su tarjeta prepagada pasó corriendo como pudo hasta llegar al final de las escaleras, y entre el poco bullicio que se iba perdiendo de la gente...
"¡Detengan las puertas, por favor!" Nadie le hizo caso a su suplicio. Apenas se paró frente a las obvias puertas del metro cerradas, BaekHyun quedó como estúpido, agitado y con la respiración entrecortada al ver cómo su transporte se iba y la última llamada era anunciada fuera. "¡Maldición!"
Nada le quitó que lanzara mil y un improperios que se podía saber al aire cuando vio cómo se fue por completo frente a él. Aunque gente lo pudiera oír y ver, poco le preocupó gritar y lanzar su maldita chaqueta del trabajo al suelo porque ya ni siquiera había nadie en el andén cuando claramente ese metro había sido el último en salir de la noche.
Eran las putas doce en punto de la noche, y tan preciso como era el metro aun en el bajo mundo de Seúl, BaekHyun no hizo más que maldecir otra vez por haber salido tan tarde esa noche del trabajo.
Claro que no había sido su culpa. Él no tenía en absoluto la culpa de que la maldita de Kim SeoHyun decidiera ponerlo a hacer revisión de todas las estúpidas cámaras de vigilancia porque la señorita Lee del local de joyería había dicho que alguien estaba entrando a la tienda, pero no estaba robando. BaekHyun no tenía ni puta idea de cómo era posible que alguien entrara a una tienda que estaba reforzada con una cortina eléctrica y cuatro candados junto a una alarma de movimiento sin que fuera siquiera advertido, y aparte que entrara sin robar nada. ¿Para qué demonios entraban? ¿Y cómo era que Lee se había dado cuenta de eso?
Bueno, pues ahí lo tuvieron toda la tarde, mientras revisaba cada puta grabación de la semana, minuto por minuto desde que el centro comercial cerraba–a eso de las diez de la noche– hasta que abría a las siete de la mañana, sin encontrar evidencias de lo que le pedían y siendo gritoneado por no hacer bien su trabajo.
¡¿Qué tenía que hacer BaekHyun para que entendieran esas mujeres que él no era responsable de lo que ya no pasaba en su hora de trabajo?!
Ah, bien, pues nada, porque luego de estar buscando por horas alguna evidencia de lo que podía estar pasando en la joyería del segundo piso en el Centro Comercial LILAC, finalmente había descubierto (casi dos horas más tarde de su salida) que la persona que estaba entrando a la joyería era la misma señorita Lee en pijama... extraño caso de sonambulismo.
Tantita vergüenza tuvo la señorita Lee después de decirle eso, con muchas venias y miradas incómodas, BaekHyun había decidido tomar sus cosas e irse. El metro podría no estar muy lejos del LILAC, el problema eran los filtros que tenía que pasar por su trabajo, porque aparte de tener que sellar su salida, le tocaba recoger sus cosas en los casilleros ocultos en el subterráneo, subir de nuevo, salir por la única puerta abierta que quedaba al frente, en la punta más lejana de donde estaban sus cosas–por lo que ya había peleado en juntas anteriores que dejaran abierta la puerta de atrás en lugar de la del frente, pero parecía que nadie le hacía caso–, y dejar que le hicieran un cacheo por si acaso decidía pasarse de listo y estarse llevando algo del centro a modo rata.
No importó cuánto corrió con todo eso, aun así había llegado un minuto más tarde de las doce y por eso el metro se le fue. Su último recurso para volver a casa había partido, y ahora...
Con un suspiro y su cabeza agachada, solo pudo ver su pobre chaqueta del uniforme negro tirada en el suelo y pateada. Seguro iba a tener que lavarla cuando llegara a casa, por algo más se podía quejar, pero no creía que pudiera hacerlo ahora cuando ni siquiera sabía cómo iba a llegar a casa.
"Maldición. Por favor, deja que traiga suficiente dinero para un taxi, deja que lo traiga..." apurado como estaba y molesto, no le quedó más que revisar su cartera en el bolsillo de su pantalón. Sin importar lo bien que se viera su pantalón negro y su camisa abotonada blanca con corbata, eso no lo ayudó en nada cuando revisó su cartera de Spiderman, porque el uniforme era pura pantalla cuando había más telarañas que wones al abrirla. "No..."
Era evidente cómo ya no iban a pasar camiones a esa hora, si el metro ya se había ido, los camiones dejaban de pasar mucho más temprano. No le quedó de otra más que llorar.
O al menos eso se dijo cuando se acuclilló, rendido y al querer tomar su chaqueta en el suelo donde pudo recargar sus brazos cruzados en sus piernas y esconder su rostro lleno de molestia.
La peor de las suertes solo podía tenerla Byun BaekHyun. ¿Qué más se podía esperar?
"¿Hay posibilidad de que me vaya en Uber?" Siguió rogando, sin querer rendirse muy fácil, y aun en esa posición, sacó su celular de su mariconera. La aplicación le dio la bienvenida, pero no obtuvo la mejor de las respuestas. "¡¿Qué?! ¿Cómo que tengo saldo insuficiente? Pero si pagué ayer mis tarjetas. No es posible que haya... oh, esta ya expiró," se dijo al mirar de nuevo su cartera. Tenía tres tarjetas de crédito y una de débito, pero la de débito ni la tocaba, esa solo era para sus ahorros de vida en la cual la cuenta podía decir que todavía estaba en ceros.
Todo lo que ganaba se iba en gastos de las tarjetas de crédito, y aparentemente tenía una ya expirada, mientras que las otras dos estaban en saldos rojos.
"Carajo..." así que, no había dinero ni tarjetas. Genial, parecía que sus únicas opciones se le habían desmoronado, ¿no? "JongIn ya debió entrar al trabajo," se dijo además al ver la hora en su celular, bien pensada la opción de llamar a su único amigo que conocía con transporte y que quisiera hacerle el favor de recogerlo. No era como si fuera muy popular, así que decir que hubiera una larga lista de contactos que lo pudieran ir a buscar, pues no, nada. Se quedaba sin ideas, y la última alternativa era caminar hasta su casa. "Puta hora y media caminando. Y para cómo vengo, seguro me asaltan en el proceso. Tan bello que es vivir en los suburbios, huh."
Suspiró, estaba derrotado. Sentado ahora como podía quedar sin poder sostenerse por mucho rato sobre sus puntas, BaekHyun se dejó caer al sucio suelo de baldosas que alguna vez fueron blancas y ahora eran grises, recargado sobre una exhalación en un pilar. Se pudo repasar la cara para quitar su malestar, y aunque realmente no funcionara demasiado, recargar la cabeza sobre el pilar y dejar sus ojos cerrados por unos minutos más alzada su frente despejada hacia arriba, BaekHyun se dio solo segundos de paz para organizar sus ideas y disponerse a sus posibilidades.
No había muchas, pero si caminar era la única alternativa, de menos debía pensar cómo iba a atravesar ese sendero lleno de malandros antes de llegar a su casa y salir con vida, o encontrar vías de escape en caso de que algo peor pasara.
No esperó que entre su cerrar de ojos, fuera escuchando un silbato sonar.
Con el ceño fruncido, abrió los ojos otra vez, y puestos en el techo, no pudo ver nada más que el gris que se replicaba abajo, pero sus oídos volvieron a captar ese sonido.
Definitivamente estaba escuchando un silbato, uno que parecía indicar la llegada de... ¿un tren?
"¿Eh?" Cuestionador, no hizo más que pararse de donde estaba. No podía ser posible que hubiera escuchado eso, ¿no? Los metros ya no hacían ese ruido, tal vez rechinaban y había alarmas que indicaban su llegada, pero los silbatos... ¿qué no eran cosa de antes? Entonces, ¿qué era esa luz que se venía acercando del túnel? "No puede ser cierto..."
Poco a poco, frente a él se fue parando un nuevo tren. Sus ojos incrédulos no encontraban cómo explicar la imagen procesada. Sin duda estaba viendo un tren, con todo y locomotora, pintura morada por fuera y sin ninguna palabra para indicarle de qué era esto, si acaso se trataba de una farsa o algún tren promocional por el que el gobierno de Seúl buscara patrocinar nuevos recorridos en la ciudad a horas tardías.
Pero eso era ridículo, ¿no? ¿Quién demonios querría un recorrido en tren a eso de la medianoche? La ciudad arriba seguía viva, pero aquí abajo... ¿esto qué significaba?
Curioso, miró su celular para revisar la hora. 12:12. El último metro pasaba a las 12:00 en punto, ¿en serio sería posible que existiera otro nuevo que desconociera y pasara a horas más tarde?
No tuvo cómo cuestionarlo. Cuando el tren se paró, en medio de chirridos de rieles, y bufidos de un motor que estaba exhalando humo invisible a sus ojos, todavía con el constante traqueteo de una locomotora funcionando, BaekHyun no supo cómo tomar eso.
Solo vio que justo frente a él se abrió una puerta prácticamente en automático, y él...
Dubitativo, se preguntó si ese iría para la línea que daba más cerca de su casa.
Tampoco fue como si tuviera alternativas. Era subirse al tren misterioso que había llegado o seguir llorando en el pilar, rodeado de chicles ennegrecidos, posibles ratas que salieran a comer en las noches y un mal olor que prefería no descubrir de dónde provenía.
Sus pies fueron casi en seguida al frente tan pronto puso eso en su cabeza. Subido al tren y pasados los primeros dos escalones enfundados en alfombra roja, se abrió paso en medio de un pasillo que seguía con la misma.
Al menos pudo admitir que el interior se veía impecable. Con esas paredes tapizadas en tela de gamuza beige, las ventanas rectangulares con marcos dorados, los techos altos donde veía luces distribuirse a sus laterales, y si solo veía más allá, asomado a la derecha, los vagones se iban dividiendo por pequeñas puertitas que imaginaba daban espacio a asientos individuales.
Era como un tren de lujo, nada parecido al feo y apestoso metro que podía subir. Ese tren... incluso parecía mágico. ¿Era real?
"Tiene temática vintage," se dijo, mucho más al escuchar cómo por detrás de sí se cerraba la puerta. Si acababa de cerrarse en automático como se había abierto hacía segundos, eso significaba que también traía algo de modernidad a pesar del estilo que le habían dado. Pero nada aun le decía adónde iría a parar. En cualquier otro caso un mapa de las líneas que tomaba el metro debería estar dispuesto por ahí en alguna parte, ¿no? ¿Dónde podía encontrarlo? "Eh... ¿hola?"
No sabía por qué estaba llamando por alguien cuando obviamente no había nadie en la estación de lo que pudo ver al subirse. Bien podía haber alguien que se hubiera subido en otra estación, pero había algo tan extraño en ese tren que no sabía qué hacer, y si acaso debería bajarse antes de que comenzara a moverse.
"¿Alguien siquiera lo estaría conduciendo o será un tren con temática especial para...?" Antes de siquiera poder preguntarse a sí mismo esa inquietud bullendo en su interior, BaekHyun escuchó disparos.
Aterrado, casi quiso regresar, dar la vuelta y salir de ese tren donde los disparos siguieron. Sin embargo, el tren comenzó a moverse. El jalón lo tomó desprevenido, no pasó desapercibido para él como podría hacerlo en algún otro metro, básicamente había sentido toda la fuerza de la inercia que lo llevó a caer de lado, y con eso... los disparos pasaron por encima de él.
BaekHyun gritó, asustado, y sin preocuparse por lo agudo que sonó, se agachó con manos sobre la cabeza en todo lo que pudo pegarse al suelo apenas preocupado por el dolor que le dio la caída de antes. Ahora más aterrado estaba POR SU PROPIA VIDA.
"¡¿Qué demonios está pasando?!" No tenía idea de dónde estaban viniendo los disparos. Frente a él no se veía nadie, y hacía solo unos segundos, detrás tampoco parecía haber nadie. No parecía que en esos momentos fuera lo mismo, si estaba escuchando disparos suponía que alguien habría entrado como él o aparecido, porque no podían surgir personas de la nada y solo empezar a matar sin restricciones, ¿no? "Oh, Dios, esto es un sueño. Esto es un sueño, tiene que ser un sueño. No puedo creerlo, ¡voy a morir!"
Y aunque no fuera creyente, BaekHyun comenzó a rezarle a cualquier ente poderoso que pudiera verle. Casi con los ojos lagrimosos, gritó todos sus temores, y tan solo más tarde su salvación había aparecido. Alguien acababa de jalarlo por los brazos.
Bueno, más como que lo cargaron con mucha fuerza por debajo de las axilas. BaekHyun fue sorprendido en medio del acto, pero no tuvo siquiera tiempo para oponerse, cuando quienquiera que fuera que lo estaba sosteniendo, terminó por meterse junto a él a una cabina y cerrada la puerta corrediza, acababa de alejarlos del mayor peligro.
Entonces, dejado sobre el sillón en el interior, BaekHyun abrió amplios sus ojos. Había sido despachado muy fácilmente, tal vez incluso rudo, pero no era como si pudiera quejarse. Cuando vio al hombre que podía ser su salvador, no le quedó más que enmudecer todavía al verlo.
"¡Maldición!" El hombre frente a él, pegado a la puerta que parecía estarse asomando por la ventana tapada por persianas se veía apuesto. Por no decir guapo, tal vez BaekHyun estaba dejándose llevar mucho por esa idea en lugar de describirlo como tal. Pero bueno, el hombre era alto, mucho más alto que él en su pobre estatura promedio de 1,74, este hombre debía medir poquito más del 1,80; tenía el cabello corto, lacio, con ligera patilla y negro como sus cejas rectas y sus ojos amplios sobre una nariz ancha y labios pequeños. Su mayor peculiaridad en todo eso podían ser sus grandes orejas, ligeramente torcidas y resaltadas, pero por alguna extraña razón la composición de su cara bronceada y estas lo hacían ver bastante bien. Era delgado, pero no escuálido, bajo el traje café de pequeñas rayas rojas y corbata del mismo color amarrada a su cuello de camisa blanca que estaba usando se mostraba un buen cuerpo moldeado. Sus brazos flexionados no mentían, un cuerpo ejercitado había debajo por el volumen que tenían de sus bíceps, donde podía notar cómo alzaba con sus manos una pistola que NO SABÍA CÓMO SE HABÍA DADO CUENTA HASTA AHORA QUE CARGABA.
Oh, Dios, no de nuevo. ¿Acaso este era el hombre que había iniciado los disparos? ¿BaekHyun se había dejado llevar demasiado por la cara bonita y ahora iba a morir a manos de un hombre guapo y bien ejercitado? A él le gustaba que lo maltrataran, pero no de esa forma. ¡Tampoco era como si hubiera podido tener voz y voto en esto! Él no había pedido ir ahí, su posible-sexy-asesino lo había arrastrado sin dejarlo hablar.
Tal vez era momento de que dijera algo precisamente por eso.
"¿Q-Qué está pasando? ¿Quién eres tú? ¿D-Dónde se supone que e-estamos?" No salió tan bien como lo pensó, pero para la situación en la que estaba, no creía que a cualquiera le saliera mejor de lo que a él. Con los ojos fijos del guapo desconocido sobre él en ese ceño de cejas delgadas y perfectamente bien depiladas que lo estaban interrogando sin palabras, BaekHyun se preguntó si acaso haber hablado antes de que se lo pidieran le había hecho firmar su sentencia de muerte. Esperaba que no, de menos quería saber del hombre en dónde se había hecho ese depilado, porque le quedaba increíble. Él podía no tener mucha ceja, pero una que otra vez le crecía un poco dispareja bajo sus pequeños ojos rasgados hacia abajo.
No importó, de cualquier forma, el hombre no le contestó ni hizo nada contra él después de dirigir su mirada una vez más afuera. Los disparos volvieron a escucharse, en lo que él se encogía bajo sus hombros y su camisa hecha jirones. Entonces, los disparos venían de dos direcciones, eso podía ahora darlo a notar, aunque no lo tranquilizara.
Más que nada, estaba temiendo saber qué traería para él si podía suponer que la otra dirección estaba JUSTO FRENTE A ÉL EN ESOS MOMENTOS.
Tal vez debía calmarse un poquito, en su mente había mucho uso de mayúsculas hasta ahora.
"¡Oye!" Cuando el hombre estuvo a punto de volver a abrir la puerta corrediza, BaekHyun se armó de valor para salir de su rinconcito en el sillón de la cabina. No podía quedarse ahí haciendo nada, sin respuestas. Él no se había metido solito en eso, tal vez entrar al tren fue un error propio, pero lo demás había venido de la parte del extraño guapo. Tenía que darle respuestas. "¿Vas a hacerme caso a lo que te pregunté?"
"Espera," el hombre le respondió con una voz muy grave y baja para sus orejas anchas. Su nariz boluda se arrugó ante eso, no era que el tono le desagradara, era que lo había tomado desprevenido, y más cuando lo tomó por un hombro con ese revólver que le había acercado a su rostro por la posición en la que terminó dejándolo. "Ahora no, tan solo aguarda."
"P-Pero ¿aguardar qué...?"
"Ese maldito capo Geb," sus preguntas siguieron sin tener importancia cuando el hombre volvió a dejarlo sin respuestas. Ahora, volteado y suelto su hombro para recargar su revólver en tan solo unos movimientos de muñeca que le dejó abriendo su carga, BaekHyun suspiró de alivio por saber que al menos el arma se la hubieran alejado. Aunque no estuviera cargada, eso no lo sabía antes, pero en aquellos segundos, era diferente. El hombre había cargado su arma, y con ella arriba, BaekHyun se alejó solo un poco, temeroso de que él fuera por alguna inesperada razón el siguiente en la línea. La persona que había mencionado, con nombre extraño e irreconocible pronunciado como Keb o no, apenas se le pasó por la cabeza cuando lo vio dirigirse de nuevo con él sobre unos ojos más pasivos. "Quédate aquí, ahora vuelvo."
Aceptó, no porque quisiera hacerlo, solo no creyó tener opción. Con el arma apuntada, BaekHyun supuso que aceptar por las buenas era lo único que podía hacer.
Al final, el extraño salió de la cabina y en un segundo, cerró otra vez la puerta para que al minuto siguiente comenzara a escuchar disparos.
BaekHyun se agachó con eso otra vez. Sus manos fueron hasta sus oídos e intentó cubrir el terrible sonido que le estaba llegando de cada uno. No había gritos, golpes o llantos que pudieran hacerle comprender lo que podía estar pasando afuera, pero eso no quitaba lo aterrador que era eso.
¿Por qué demonios le estaba pasando algo similar? ¿Acaso eso era una pesadilla?
"Debe serlo, no hay otra explicación, yo... debí quedarme dormido en el metro, debí quedarme súper dormido, agüitado en la estación del metro después de que el último me dejara. Y-Y si esto es un sueño, eso quiere decir entonces que..."
BaekHyun alzó la cabeza ante la realización de lo que le había llegado. Sin escuchar nada más a su alrededor, de repente con una claridad ante sus ojos, no pudo quedar más sorprendido por haber pensado en eso solo hasta entonces.
¡Todo era tan obvio!
"... nada va a pasarme. Solo despertaré si me siento en peligro... ¿o no?"
Giró su rostro en dirección a la puerta con eso. Bueno, en otro tipo de pesadillas algo similar le había pasado. Él solo necesitaba sentirse demasiado aterrado para que una parte de su mente estuviera consciente de lo mal que se estaba sintiendo, y que comenzara a actuar bajo sus propias normas, modificando el sueño sin necesidad de alterarlo para que dejara de ser tan aterrador y tuviera un final feliz donde él pudiera sentirse tranquilo de nuevo. O despertaba.
Él solo necesitaba darle un pequeño giro a los asuntos, y tal vez ese era su momento. Si abría la puerta seguro que podía cambiar la perspectiva del sueño y hacer eso más aceptable para él, sin temores ni posibles muertes...
Convencido por la idea, se paró. No se preocupó siquiera de ajustar su propio traje de uniforme, con seguridad caminó esos pocos pasos que lo dividían de la puerta, y al abrirla se dio mayor confianza para hacer esto.
O eso pensó hasta que escuchó un grito del lado izquierdo en el pasillo al que estaba regresando. Asustado de nuevo de que algo malo fuera a ocurrir, ya se estaba encogiendo otra vez hasta que volteó los ojos al lugar donde provino eso y encontró que había apachurrado con la puerta corrediza la mano de un sujeto trajeado y calvo.
No parecía asiático, pero eso poco le pudo importar cuando notó que con su mano apachurrada, tiró un arma al suelo. Misma que el extraño que lo 'salvó' acabó por patear para poner lejos, y al verla fuera de su camino, BaekHyun presenció cómo este hombre ponía su propio revólver sobre la nuca del extranjero para amenazarlo.
Eso no había salido como esperaba. ¿Acaso lo había empeorado?
"¡Alto! No hagas ni un solo movimiento más, sabandija. Podré tener una sola bala, pero tú mejor que nadie debe saber lo bien que me puedo manejar solo con eso," el extraño le advirtió al hombre junto a él. El extranjero alzó las manos por lo mismo, rendido, y en su obvio acto, el desconocido suspiró, en lo que terminaba por verlo, y por lo que él... no halló más qué hacer ante el ceño fruncido de este, también alzó sus manos aterrado de que la advertencia fuera para él como lo fue para el extranjero.
"¡Yo no hice nada!" Al menos podía excusarse del asunto si acaso le creía sobre sus palabras.
Pero como se debía esperar, el hombre ni siquiera le dio preocupación. Con un suspiro, dejó de verlo para dirigirse al calvo de ojo azul en traje verde, mismo de donde lo tomó por el hombro para levantarlo, y todavía amenazado por su arma, le dijo que lo siguiera.
BaekHyun no recibió el mismo trato, sin saber adónde se suponía que iban y qué debía hacer él ahora que lo habían vuelto a sacar de plano, quedó inmóvil, aún con manos arriba y en la pregunta de si se veía como un estúpido en esos momentos para cualquiera que pasara por ahí.
No importaba, él debía encontrar su salida. Ese era el momento en el que intentaba escapar de esa pesadilla, ¿dónde había quedado la puerta donde entró al tren?
"Me ayudaste a capturar al impostor del cristal," no llegó muy lejos cuando escuchó esa voz grave y baja por detrás de él. Detenido en sus pasos, BaekHyun apenas volteó la cabeza para ver al mismo extraño de antes, con las manos cruzadas y su revólver fuera de ambas. Se preguntó si acaso tenía algún cinturón especial atravesado bajo el saco donde lo hubiera guardado, pero fuera como sea, no quiso averiguarlo en la posible advertencia que le haría. Ahora que se le estaba acercando en unos pasos, BaekHyun decidió comportarse amable y como buen chico que podía fingir estar de su parte para que no fuera a matarlo. Podía no entender otra vez de qué le estaba hablando, pero muchas cosas en los sueños no eran comprensibles, y si no quería alterarse de nuevo ahora que parecía cómo su consciencia estaba tomando bien el rumbo de la antigua pesadilla, mejor no sacudir mucho el asunto. "Podrías ayudarme en futuros trabajos."
"¿Yo? Pff, no, no lo creo. ¿Quién sería yo para ayudarte? Eso es absurdo," incluso jugó al hablarle. Con risita incluida y movimiento de manos en negación, BaekHyun puso todo de sí para acabar con esto. ¿En qué momento se despertaba y se decía lo estúpido que había sido por caer ante semejante sueño?
Bueno, no se quejaba mucho si seguía viendo a semejante hombre frente a él, después de todo... era un buen taco de ojo.
"¿Cuál es tu nombre?" Oh, y parecía que su consciencia le estaba jugando de nuevo. Conocedora de sus intereses, acababa de darle un empujoncito en aquello que podía gustarle. Aunque no sonaba bien que él cediera con tanta facilidad en eso, ¿no?
"¿Por qué debería dártelo?"
"Astuto. Un buen detective nunca da su nombre real a cualquier extraño. Siempre hay que quedar en el anonimato para evitar conflictos. Soy Loey," BaekHyun frunció el ceño. Ese nombre pronunciado como Loi no sonaba coreano, pero estaba muy seguro de que el hombre frente a sí lo era, después de todo por más amplios que fueran sus ojos, estaban en las puntas rasgados, y su acento no sonaba extranjero. Aunque si unía los cabos y relacionaba aquello que le dijo, ¿acaso estaba queriendo decirle que el hombre le estaba dando un nombre clave? "Detective privado."
En seguida, le entregó una tarjeta. En color dorado y solo con algunas palabras impresas con ligero resalte, BaekHyun no se fijó mucho en lo que recibió en sus manos y guardó en automático en el bolsillo de sus pantalones. Más miró al hombre de nuevo ante él, como todo un enigma por resolver, y al hacerlo, su boca comenzó a hacer sus propias preguntas.
"¿Detective privado? ¿Eso realmente existe o de qué es...?"
"Lamento no poder contestar tus preguntas, me parece que la siguiente es tu parada," nuevamente frunció el ceño. ¿Su parada? ¿De qué le estaba hablando? Aunque BaekHyun quisiera saberlo, incluso al mirar a su alrededor como si algo ahí pudiera explicarle lo que estaba escuchando, no lo encontró. Nada en ese tren parecía tener lógica, y como era, el hombre lo condujo a la puerta más cercana donde vio que la abrió y sobre el viento frío y la oscuridad de la noche, BaekHyun todavía lo miró con esa sonrisa chulesca que le dio de lado al decirle: "Ven mañana a la misma hora para iniciar tu trabajo. Quiero escuchar pronto el nombre que tienes."
"¿De qué estás...?"
"Hasta entonces," inquieto y con mil y un dudas, Loey no lo dejó expresar nada más. Con un empujón a su espalda, BaekHyun fue tirado fuera del tren, y en medio de su grito, cayó a la oscuridad misma.
Empezamos una nueva historia que ya desde hace tiempo tenía muchísimas ganas de escribir. Y después de tanto, ¡aquí está! Con el prólogo listo para ser compartido con ustedes~
Déjenme decirles rápidamente que esta historia vino inspirada justo con la canción Lilac de IU (escúchenla si no lo han hecho), e interesada yo por hacer algo que incluyera poquita fantasía, poquito misterio (y hasta comedia), ha surgido esto. Como hace tiempo tuve en mi dinámica Idea X Mes (hecha en mi Instagram—link en bio— ya cerrada) una idea del ChanBaek siendo detectives tontos, bueno, decidí tomar eso también para aunarlo a lo que estaba planeando aquí y esperé dar el resultado que lafawae me dio al otorgarla.
Además de todo, en estas fechas que lo voy sacando, ¡es el mes del orgullo! Y coincidentemente también ¡es el mes del ChanBaek! No podía dejarles sin una historia nueva con esas excusas. Lo traje hoy justamente porque es el cumpleaños de mi querida lafawae , y como saben, ella me ha apoyado muchísimo a hacer cosas increíbles para mis historias; debía darle un regalo que le gustara, ¡denle una felicitación si es posible! (Y si quieren ver cositas de lo que ella hace como fanartist increíble que es, vayan a su perfil en Instagram @fawae.dan).
Con eso aclarado, ahora pueden decirme:
🚂 ¿Qué les pareció este inicio de historia? ¿Ya quedaron interesadas/os de lo que vendrá? 👀
🚂 ¿Será que lo que BaekHyun vivió fue realmente un sueño o algo más...? ¿Ustedes qué dicen? 🧐
🚂 ¿Qué se pueden esperar que venga de esta historia?
Aclaro: si vienen a leer esta mientras se sigue actualizando, es probable que no haya actualizaciones tan frecuentes o consecutivas como suelo hacer porque todavía no tengo bien armada y completa la historia, así que aguanten conmigo 🥲—si ya llegan cuando la historia está completa, pueden ignorar esta partecita.
Como les digo, tenía muchas ganas de que esta historia ya saliera a la luz, así que, espero pudieran disfrutarla hasta aquí. Se agradecen mucho sus comentarios, votos y todo lo que dejan aquí con amor. Espero que nos leamos en el siguiente capítulo, ¡hasta entonces! 💙
Pd. Les recuerdo que tengo ko-fi, por si gustan donar algo por este trabajo que comparto con ustedes, se agradecería muchito. Encuentran mi cuenta en el link de mi bio.
Pd2. ¡Agradezco infinitamente a la querida i_mdaw que me ayudó a crear esta bellísima portada! Se lució verdaderamente. Gracias otra vez, cariño, después de tanto por fin he podido sacar la historia 😅 Vales mil 🫶🏻
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