Capítulo 4: La explosiva búsqueda del tesoro (1)
Que el tren fuera alguna especie de sueño recurrente que estaba teniendo era imposible. No lo decía porque no pudiera pasar, sino porque había muchas evidencias que decían lo contrario.
Lo que pasó con la tarjeta dorada que le dio Loey, el rayón que vio en su brazo con la hora anotada del tren, los dos sobres de dinero. Todo eso lo tenía en sus manos, eran pruebas que decían cómo de imposible sería que todo fuera producto de su mente. BaekHyun no hallaba otra explicación, el tren tenía que ser cierto.
Entonces, ¿qué sería? ¿Un mundo paralelo? ¿Una dimensión desconocida? ¿Los aliens que llegaban a abducirlo cada noche en el metro y lo metían en simulaciones para estudiar sus respuestas? No había respuesta para esas cuestiones, pero fuera lo que sea, BaekHyun no pensó que podría pararlo ahora.
Ir y descubrir lo que había en ese metro a las 12:12 de la noche le había traído emoción, aparte de dinero. Había vivido más en dos noches de lo que podría en diez años de su vida. Triste, quizá, pero era cierto. No esperaba perder algo así.
Emocionado como estaba, no hizo más que esperar otra vez a que fuera de noche para subir a las 12:12 al tren. Incluso en su trabajo, no importaba la mierda que le tocara pasar alrededor de todo el día, mientras las horas fueran lo suficientemente rápido y lo dejaran escuchar el reconocido silbato del tren, él iba a estar bien con eso.
O eso se dijo al menos hasta que esa misma mañana, tan solo después de haber resuelto esa idea en su cabeza y pasar un tiempo bostezando en su trabajo, se encontrara a JongIn frente su estante.
"¿Sucede algo, acaso?" Preguntó con la mano recargada en su mesita para sostener su rostro. JongIn lo había saludado como cualquier otro, por su aspecto hogareño y casual donde traía varias bolsas grandes de mandado, imaginaba que estaba haciendo parte de su segundo trabajo mañanero. Solo realizaba las compras de señoras mayores, eso no debería dejarlo frente a él en este momento.
Por algo que acabara interrogando en lo que apenas veía fruncir el ceño a su mejor amigo.
"Eso debería preguntarte yo. ¿Qué es lo que sucede contigo?" Fue su turno de hacer cuestiones mudas con sus gestos. BaekHyun no sabía a qué venía JongIn, y si menos lo explicaba interrogando otro poco, qué esperaba que pudiera decirle. "No has estado hablando mucho conmigo últimamente. La última vez que te vi fue en lo del desayuno, y de eso ya pasó un tiempo."
"Solo han sido días, JongIn, no exageres."
"BaekHyun, no estoy exagerando. Sé que el trabajo puede ser difícil, pero no tienes que desconectarte por él, soy tu mejor amigo por algo, ¿no? Solo estoy preguntándome qué has estado haciendo que ni siquiera has mandado un mensaje."
"Mm, no mucho, estoy aquí y allá, ya sabes," bostezó de nuevo. A JongIn le dio para arquear una ceja, pero BaekHyun apenas pudo preocuparse por cubrir su boca. "Lo de siempre."
"Sí, claro, y lo de siempre te tiene tan cansado en estos días," sonrió inconsciente. Bueno, subirse al tren en las noches parecía que tomaba un poco de factura. Tenía que decir, no sabía cómo funcionaba todo aquello, siempre regresaba como a eso de las seis de la mañana al metro, pero cuánto podría estar realmente durmiendo era un misterio. Solo sabía que sí estaba perdiendo un poco de eso, y a la vez no le importaba ni un comino. "¿Sabes? Para trabajar en el día, creo que pareces demasiado exhausto. ¿Estás durmiendo bien? ¿Tus vecinos cogelones te están molestando de nuevo? Sabes que puedes quedarte conmigo siempre que lo necesites..."
"Estoy bien, JongIn, nada en el gosiwon está pasando. Es igual de aburrido ahí, de todos modos."
"Entonces, ¿por qué te ves como si te faltaran tres kilos de sueño?" BaekHyun alargó su sonrisa de nuevo. Tres kilos de sueño, ojalá fuera cierto. Bajar de peso no le vendría mal, tal vez le ayudaría a correr o estar en forma para entrar en batalla con personas grandes. ¿Sería muy necesario agilizarse en batalla física para el trabajo que tendría en la noche? "¿Y por qué estás sonriendo como si eso fuera algo divertido? Espera, no me digas que estás teniendo una aventura con alguien."
"¿Qué?" BaekHyun preguntó ahora sorprendido. Por algo que se alzara de su mano y mirara a JongIn en lo que este cubría su boca, en la realización de algo incierto. "Oh, no, espera, JongIn, yo no estoy–"
"Es eso, ¿no es cierto? Te estás viendo con alguien. ¡Dios! Todo es tan obvio en este momento. El por qué has estado distante conmigo, por qué ni mandas mensajes, el que estés cansado, pero sonriente... te están cogiendo."
"No, no, claro que no..."
"O tú estás cogiendo. Es eso, ¿no? Te estás cogiendo a alguien. Conozco esa mirada, BaekHyun, oh, sí, la conozco, y sé qué estás haciendo. Porque lo estás haciendo, ¡lo estás haciendo!" Si BaekHyun quería que fuera peor, solo tuvo que ver cómo JongIn aplaudía antes de volver sus manos puños y hacer un movimiento de caderas aparentemente sensualón que no quiso imaginarse qué se estaba refiriendo, porque él no estaba haciendo nada de lo que JongIn suponía.
No realmente. Si consideraba la de veces que había imaginado hacerlo cada que veía a cierto detective, bueno, no podía decir que lo estuviera haciendo, pero...
El caso era que tal vez podía estar teniendo una aventura en las noches, pero no era ese tipo de aventura que creía JongIn. No evitó sonrojarse un poco por eso. Lo que fue peor, solo le dio más ideas nocivas a JongIn.
"Sí, sí, sin duda lo estás haciendo, ¿no es cierto? ¿Tienes a alguien ahora entonces? ¿Quién es? Dime, ¿acaso es alguien que haya conocido? ¿Es del trabajo? ¿Es un cliente? ¿O es una persona random? ¡Oh! ¿Te conseguiste un Sugar? No juzgo, estarías viviendo el sueño, BaekHyun. Pero si es cosa de una noche, puedes decirme, entenderé. Solo ¡tienes que decirme! Soy tu mejor amigo, y como tu mejor amigo tengo todo el derecho de saberlo, ¡es más! Es mi deber saberlo. En este momento te exijo que me lo cuentes. ¡Quiero todos los detalles! Que no te quede un pelo. Sabes que me encanta imaginarme el escenario completo."
"Y es por eso que comienzo a preguntarme por qué sigues siendo mi mejor amigo. De cualquier modo, no es nada de eso, ¿ok? Sí hay un chico..."
"Uuuuuuy," JongIn volvió a su movimiento de caderas con las manos arriba, en lo que BaekHyun las bajaba para detenerlo al decirle:
"Pero no es exactamente lo que estás pensando."
"Pero va a serlo. Dime que va a serlo, tiene que serlo, ¿no? No te estarías desvelando por un chico solo por gusto. Lo haces porque quieres cogértelo," BaekHyun se mordió el labio. Diablos si JongIn no tenía razón. Ok, sí quería cogerse a Loey, pero no estaba seguro de llegar a hacerlo. ¡Que el hombre ni siquiera existía en su dimensión! ¿Cómo demonios se podía tener sexo con alguien inexistente? Esperen, si el tren era de algún otro mundo, ¿era posible que en la parte de abajo Loey tuviera algo... diferente? ¡¿Qué demonios estaba pensando BaekHyun?! "Tu sonrojo me dice que quieres cogértelo."
"¿Quieres callarte? Estamos en un lugar público, y solo te recuerdo, en mi trabajo. Por si lo olvidaste."
"No escuché un no en nada de eso..."
"JongIn."
"Tienes que decirme todo, ¡sé más explícito!"
BaekHyun suspiró. ¿Podía contarle a JongIn sobre el tren?
Quizá podía. BaekHyun no sabía qué tan loco lo habría considerado si acababa por hacerlo, pero si lo que requería eran pruebas, podía dárselas. El problema de hacerlo quizá estaba en suponer lo que vendría después.
JongIn era su mejor amigo, pero esto que le estaba pasando era suyo. Era algo que él solito había descubierto, un gusto... que quizá sonaba muy egoísta decirlo, pero le gustaba mantenerlo como propio. ¿Qué sería de sus noches si JongIn conocía a Loey?
"¡Oh! Espera, me están mandando un mensaje," JongIn le dijo al soltarse del retén que tenía en sus manos. Tras sacar su celular del bolsillo en su pantalón, BaekHyun regresó de las cuestiones que solito estaba haciéndose, y al verlo, JongIn profirió un quejido que decidió antes de que él pudiera hacerlo. "Agh, la señora me está escribiendo, estoy seguro de que va a pedirme más cosas que se le han olvidado."
"Tal vez deberías ponerte en marcha con eso, no vaya a descontarte por tardar más de lo necesario."
JongIn lo miró dubitativo, y aunque BaekHyun se hizo el inocente al encogerse de hombros, lo dejó. Después de todo, sabía que estaba en lo cierto. Cuando se trataba de señoras grandes con dinero... uno nunca podía estar seguro.
"Bien, pero esto no ha acabado, ¿sabes? No olvidaré la conversación, tendremos que ponernos al corriente con todo muy pronto. Te llamaré más tarde, y espero que cuando vaya a hacerlo, vengas a mí con todos los detalles. Quiero saber qué tan grande y gorda la tiene, ¿ok? Todo."
BaekHyun sacudió la cabeza al solo verlo irse. Era gracioso, no podía decir que no, pero que pudiera alejarse le trajo calma de nuevo.
Realmente debía considerar si era seguro decirle a JongIn sobre el tren mágico. No era como si no pudiera, en parte podría gustarle, pero había mucho que considerar... no podía dejar de lado el saber que también había cierta inseguridad en lo que estaba haciendo. Traer a JongIn y pensar que pudiera pasarle algo por sus imprudencias en el trabajo...
O tal vez solo estaba diciendo eso para convencerse de no hacerlo. Quién sabía, BaekHyun era un poco difícil de entender a veces.
"¿Sonriente? En un día tan temprano, eso es nuevo en ti, Byun. ¿Qué se supone que te tiene tan sonriente?" Entre todas las cosas que su vida cotidiana tenía que traer, SeoHyun había aparecido al solo decirle eso.
No se había dado cuenta del modo en el que había quedado viendo al espacio vacío donde estuvo antes JongIn, todavía tal como le estaban diciendo: sonriente; pero lo había hecho, y ahora que su jefa acababa de aparecer para verlo con un par de papeles bajo el brazo, supuso que podía de menos compartir con alguien sus propias cuestiones.
"Oh, bueno, no es nada realmente. Solo vino aquí JongIn, lo conoce, ¿no? El guardia en el turno nocturno. Es mi amigo, y pues me estaba preguntando sobre esta razón por la que me veía así, yo solo estaba pensando en esto–" mientras se dejó hablar sin pensar mucho en cómo estaba sonando, BaekHyun vio a SeoHyun asentirle.
Al menos poco antes de fruncir el ceño, y sobre la risita simple que soltó por recordar las palabras que JongIn usó al hablarle, no miró los brazos cruzándose de la mujer que pronto tomó su propia interrupción para intervenir.
"Claaaro, y déjame ver, ¿por qué pensaste que contarme todo esto podría importarme?" BaekHyun calló sus risas debido a eso, y al ver a la mujer, seria, de nuevo, se dio cuenta de lo tonto que había sido. ¿Cómo siquiera lo pensó? SeoHyun era la persona menos indicada por contarle sobre esto.
"Hum, yo... bueno, usted... ¿preguntó?"
"Estaba siendo retórica contigo. No entiendo por qué siquiera estás riéndote cuando hay tanto trabajo serio que hacer por aquí. No te pago para que andes con amigos."
Técnicamente ella no le pagaba, pero... BaekHyun no iba a decir eso.
No quería un reporte.
"Lo siento, SeoHyun-ssi."
"Sí, eso está mejor. Ahora, sigue trabajando, estate bien en tu puesto. No te olvides que hay una capacitación en línea que debes realizar. Más te vale tenerla en la próxima semana, si no, habrá problemas. ¿Me entendiste?"
"Sí, entendido, SeoHyun-ssi."
"Me alegro."
Eso fue suficiente para que la mujer lo dejara. Alejada con el ruido de tacones sonando por el pasillo, BaekHyun apenas la miró cuando lo dejó sentado en su puesto sobre un suspiro.
Vaya forma de bajarle el ánimo. No importaba, BaekHyun tenía que recordarse. Nada de lo que ahí ocurría iba a importar, no cuando llegara al metro en la noche. Lo feo se iría con todo lo demás pasando. BaekHyun estaba seguro.
Era como su refugio.
Afortunadamente el día había acabado luego de aburrirse haciendo nada más que quedarse a contar cuántas parejitas tóxicas podía ver tomadas de la mano. En cualquier otro caso se habría ido de ahí directo a su casa para encerrarse después de comer, seguro hasta abrir su computadora y hacer el curso en línea que su jefa le estaba pidiendo para zanjarse de ese rollo; pero no en esta ocasión, como ya era costumbre, BaekHyun se preparó para irse al metro.
En la sonrisa que ya le estaba surgiendo por saber qué otros misterios y casos le tocaría resolver, BaekHyun fue sacando sus cosas en la sala de casilleros para empleados. Eso al menos hasta que pensó en algo.
Recientemente los asuntos en el tren se habían vuelto un poco complicados. Había mucho peligro en lo que estaba haciendo, en general porque parecía que cada situación en la que terminaba involucrado incluía un arma o muertes. Ir desprotegido no lo iba a salvar si quería solo cuidarse con los puños, un arma contra un puño obvio iba a ganarle. Podía recordarse algunas técnicas de sus clases en artes marciales para desarmar a alguien, pero si eran muchos contra uno, no creía salir bien parado de eso.
Depender de Loey para protegerlo en todo ese tiempo era vergonzoso también. Él quería demostrar que podía hacer más que solo ocultarse y ponerse detrás del hombre cuando las cosas se ponían densas. No era como si pudiera comprar un arma, porque hacerlo involucraría meterse en alguna página ilegal y no estaba para que la poli lo metiera al bote si resultaba ser descubierto por torpezas que seguro cometía.
Tampoco estaba para pedir permisos, ¿para qué demonios necesitaría una persona como BaekHyun un arma que le diera validez de comprársela? Eso sin contar el dinero que vendría en todo, si los permisos y el arma tenían un elevado costo, BaekHyun estaba fuera de su rango.
Sin embargo, aún había alguna alternativa...
Al ver en sus manos lo que le habían dado después de entrar como guardia al LILAC, BaekHyun se preguntó qué tan malo sería llevarse su taser y macana en la mochila. Sabía que eran propiedad del LILAC, no porque se lo dieran a él ya podía quedárselos, eran objetos que siempre se dejaban ahí al entrar y salir del recinto.
Pero eran las únicas armas que BaekHyun tenía más a la mano, y si no se daban cuenta de que los había casualmente metido en su mochila por error, entonces, no creía que hubiera algún problema de traerlos mañana temprano.
Si los perdía o algo les pasaba al llevarlos en el tren, iba a tener que reponerlos, eso seguro. ¿Cómo lo haría? Sabrá Dios, no le quedaría más que averiguarlo si era que eso ocurriera. En todo caso, tenía un dinerito extra con los últimos casos resueltos, podría tomar algo como un seguro de sus armas... él creía estar cubierto.
O eso se dijo al cerrar su mochila negra con sus cosas extra y colgársela al hombro luego de su casillero. Iba bastante nervioso, con el corazón acelerado como si hubiera robado un banco. No lo había hecho, pero técnicamente sí estaba robando. Pasar junto a los otros empleados, saludarlos de lo más normal y hasta sonreírles esperando que ninguno hubiera visto cómo se había embolsado algo del centro comercial lo estaba dejando hiperventilar.
No importó, se dijo que nadie se había dado cuenta, porque cada paso que daba era uno más cerca a su libertad. Ya que había llegado a la salida del lado contrario, estaba seguro de haberlo hecho hasta que...
"Byun," alguien lo detuvo, y al quedar erizo sobre la ruda voz, apenas pudo girarse cuando vio a SeoHyun a solo unos pasos. Oh, Dios, ¿lo habían descubierto? ¿Sería posible que ella lo hubiera delatado?
¿Qué pasaría si descubrían que estaba robando? ¿Lo despedirían, lo mandarían a la cárcel? ¡BaekHyun no quería ir a la cárcel! Ya tenía una deuda que lo estaba ahorcando, estar tras las rejas no iba a salvarlo de eso, le iba a ir solo peor, ¡podían embargarlo!
"SeoHyun-ssi, ¿sucede algo?" Actuó natural a pesar de todo. Aunque estaba seguro de estar sudando la gota gorda en ese momento, incluso sonrió. No podía delatarse solito, tal vez todo era solo un malentendido... tenía que cONTROLARSE.
"¿Sucede algo? ¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Acaso crees que no he notado lo que has hecho?" Ay, no, BaekHyun estaba frito. Lo habían descubierto, y adiós a la libertad que había gozado en estos minutos. ¿Qué pasaba si salía corriendo? ¿Sería un prófugo de la ley desde entonces? BaekHyun podía serlo, pero ¿qué iba a decir su madrecita en el cielo de él con eso?
"¿Notar haber hecho... qué cosa, SeoHyun-ssi?"
"Sé lo que traes contigo," la mujer le dijo, y al acercarse hasta él, BaekHyun rogó a los dioses en los que nunca había creído. De menos esperaba morir como un hombre bueno. ¡No como un ladrón! Dioses, perdónenlo. "No te puedes ir con eso."
"SeoHyun-ssi, yo lo lamento, no–" antes de que pudiera excusarse en cualquier mentira que pudiera dar para sumarse otro pecado a su larga lista, BaekHyun sintió cómo le jalaban algo. Luego, miró lo que SeoHyun tenía en sus manos. Era un pase de empleado, su gafete, SeoHyun se lo había quitado, y eso... lo hizo suspirar de lleno.
No podía ser, ¿en todo momento se había estado refiriendo solo a eso?
"El pase de empleados debe dejarse antes de irte, Byun. Si lo pierdes, recuerda que hay multa de 30,000₩. Dudo mucho que quieras pagar eso, con lo desordenado que has de ser, seguro lo haces."
"Oh... ¡oh! Sí, sí, claro, yo... lo siento, qué tonto. Supongo iba con mucha prisa al salir para notarlo," se rio, y verdaderamente lo hizo. Se sintió un estúpido después de entender lo que estaba pasando. Qué dioses ni qué nada, BaekHyun era un hombre libre. "Gracias por notarlo. Se lo dejo entonces."
"Por supuesto, pero que no se te olvide de nuevo, no soy tu mandadera de olvidos. Recuerda hacer también tu curso en línea, Byun, ¡lo quiero en la próxima semana!"
"¡Sí, señora!" Con una venia ante su último saludo, BaekHyun dio la vuelta y salió del LILAC.
Bien, se había salvado. Lo había hecho. Ahora solo tenía que encargarse de ir al metro.
Comenzó a emocionarse desde ahí. Esto iba a ser divertido, ya podía sentirlo.
Como cualquier otro de sus días saliendo, BaekHyun se había dirigido a la tienda de conveniencia para cenar algo. Era temprano, no muy temprano para decir que alcanzara a ir y regresar a su casa a cambiarse y comer algo, pero sí para darse unos minutos de relajación y sentarse en la barra de una tienda a comer un ramyeon que pudiera calentar ahí mismo.
Lo malo de pasar ese tiempo de aquel modo era el gasto innecesario. BaekHyun tenía ramyeon en el gosiwon, bien podría empaquetarse uno, pero no creía que en la tienda fueran a dejarlo usar el agua caliente y sentarse de ese modo si no estaba consumiendo algo de ellos. Igual, había pagado para hacerlo, y al dejarse su mochila abierta de junto en el asiento disponible donde pudo acomodarse para ver por la ventana aquellas calles activas en Seúl, no hizo más que ignorar la molestia del gasto y disfrutar de algo rico en su estómago.
Eso se dijo al principio, y fue así por algunos minutos. Los suficientes para estar por acabarse su bote y revisar intermitentemente su teléfono a pocos minutos de que la hora se le fuera acercando. Solo no contó con que en medio algo pudiera llegarle para interrumpirlo.
"¡BaekHyun-hyung!" Sorprendido por el llamado, miró a su derecha. Poco para descubrir a dos chicos que se le acercaban de junto. Sonrió ligero, no porque le molestara verlos, solo no estaba esperando encontrarse a sus vecinos en un lugar como ese antes de... bueno, eso. "Mira, TaeIl, te dije que era él, ¿ahora me crees, hermano?"
"Hey, DongYoung. Sí, yo... vaya, qué sorpresa verlos a ustedes. ¿Qué sucede? ¿Acaso hoy es salida de chicos?" Intentó ser amable de cualquier modo. No esperaba decirles mucho, no era como si fueran desconocidos. Eran sus vecinos, uno y otro, muy guapo, vecinos. Podía hablarles casualmente, ¿no?
"Sí, algo de eso, hyung," TaeIl respondió, ya parado junto a DongYoung a su lado. Ahora recargados sobre la barra a sus costados como si lo estuvieran flanqueando, BaekHyun se sintió casi acorralado. No les dijo mucho, no era como si fuera a demostrar que pudieran intimidarlo. No eran chicos malos, hasta donde podía saber, solo un poco tontos... más altos, pero no aterradores ni completos vándalos. "No creía que fuera usted el que estuviera aquí, le estaba justo diciendo eso a DongYoung cuando dijo que lo había visto. Tuvimos que acercarnos para verificarlo, espero no le moleste."
"No, no es nada de eso, solo... bueno, aquí estoy, ¿no? Ya pudieron... verificarlo," rio, sin muchas ganas.
Ya pasaban de las doce en ese momento. En cualquier segundo su alarma le diría que habían pasado los primeros doce minutos. ¿Cómo se iba a excusar para salir entre ellos? BaekHyun comenzaba a pensarlo.
Quizá se irían antes si no tenía mucho qué decirles...
"Es chistoso que lo diga de ese modo. Últimamente casi no lo hemos visto, quiero decir, en el gosiwon. Encontrarlo aquí tan tarde nos sorprendió por eso, quisimos suponer que estuviera ocupándose con algo, pero nunca imaginamos que sería esto," DongYoung continuó, en lo que él apretaba los labios. ¿Por qué seguían hablándole? ¿Acaso no podían captar su poco interés? Hombres. No advertían indirectas cuando estaban frente a sus ojos (y él podía decirlo, era un hombre también, tal vez debía ser más directo por eso). "¿Ya se consiguió un trabajo por la noche?"
"Eh, no realmente, yo solo he estado... ocupado por ahí con–"
"Wow, hyung, ¿qué es esto?" TaeIl preguntó antes de que él acabara hablando. Había planeado decir una mentira simple, algo con lo que pudiera excusarse y decirles que se iba a ir en ese momento. No esperó que antes de hacerlo, el tonto que tenía detrás de él fuera a sacar de su mochila abierta la macana que se había traído del trabajo. Con los ojos muy abiertos por ver que lo hubieran advertido, BaekHyun temió que por estos tontos fuera a salir mal en algo. "¿De dónde sacó algo como esto? ¿Y por qué lo lleva solo así consigo?"
"D-Deja eso, TaeIl. Eso no es... ¡no es tuyo!" Reclamó, pero supo que sonó tonto.
Tan nervioso como estaba, se sintió hasta como un niño. Con dos acosadores hostigándolo en lo que se reían de él por tomarle algo propio y alejarse para poder recuperarlo.
"Esto es algo grande, hyung, nunca había visto que nadie cargara con algo así como usted lo hace."
"¿Es por su nuevo trabajo, acaso?" DongYoung le siguió en la ecuación. BaekHyun se bajó de su asiento por eso, y al querer recuperar lo suyo, intentó arrebatarlo, pero TaeIl fue más rápido. Lo había alzado en una altura que obviamente él no alcanzaba en su tamaño. Malditos hombres más altos. "¿O hay otra razón para que la cargue?"
"Hyung, no sabía que pudiera tener este tipo de fetiches. Ya comienzo a imaginarme lo que hace con esto en sus noches."
"Por algo no lo hemos visto como antes, ¿huh? ¿A esto se dedica ahora, hyung?" DongYoung se burló, en lo que estiraba el brazo y tomaba de TaeIl la macana. BaekHyun quiso tanto poder alcanzarlos, pero esos idiotas lo estaban burlando...
"No, no es nada de eso, ustedes dos–" entre las risas que soltaron, BaekHyun empezó a enojarse. Hasta entonces, sus vecinos solo habían conocido el lado amable de BaekHyun, pero en este momento, no estaba para seguir en eso. Sépanlo bien, alguien lindo y divertido como BaekHyun podía ser la alegría de cualquiera al ponerse de su lado, pero si estaban en el otro donde podían sacarlo de su agrado...
No querían conocerlo. Personas como él enojados... eran un horrible sufrimiento.
"¡Paren en este segundo!" Gritó, y como no le hicieron caso, conocieron la furia del muy rojo BaekHyun de entonces. No le fue bien a ninguno de los dos. Cuando DongYoung quiso aventarle la macana a TaeIl, BaekHyun aprovechó el movimiento.
En su vía libre, BaekHyun golpeó a DongYoung en su garganta, de un tajo con su mano estirada terminó ahogándolo, y al toser por el golpe en su ligera compresión, BaekHyun acabó por tirarlo hasta el suelo con un codazo en el estómago.
La macana cayó con eso, y él la atrapó en el aire. Suficientemente a tiempo para irse con el otro.
"¡Hyung!" TaeIl pidió detenerlo con sus manos arriba y alejarse, pero no le dio importancia.
Lo habían molestado, ahora pagaban. Lanzó una patada con una vuelta para golpear la cara de su agresor y al tirarlo hasta el suelo, terminó amenazándolo con la macana sobre su cuello. En su modo a evitarle ponerse de pie. Había actuado en defensa propia, BaekHyun solo había reaccionado como de él se esperaba recordando sus años en artes marciales con sus medallas colgadas al pecho para hacerle ver lo bien que se seguía manejando, pero...
"¿Qué diablos, hyung? ¡¿Se ha vuelto loco?!" Cuando TaeIl le gritó, adolorido, mientras se estaba sosteniendo su mejilla golpeada, con la nariz sangrando, se dio cuenta de lo que hizo.
BaekHyun ahogó un grito, y al alejarse con su macana todavía en mano, vio a los dos chicos quejándose en el suelo y se sintió de nuevo indefenso.
"Oh, Dios. Lo siento, lo siento, yo no quería..." ninguno de los dos le respondió. Todavía adoloridos en lo que intentaban recuperarse, BaekHyun decidió que no tenía mucho por hacer ahí.
Era momento de que saliera a excusarse.
Nadie los había visto, la barra donde había estado se encontraba despejada detrás de algunas filas de alimentos, así que la cajera debía haber ignorado su mini pelea. Si lo habían captado en cámara, podrían detenerlo, pero...
Él no estaba por pagar ninguna fianza por meterlo en prisión preventiva por denuncias e impulsos. Era lo peor que podría hacer en ese momento, mas, decidió correr lejos de ahí.
Sin mirar cómo habían quedado otra vez los chicos, si acaso podían levantarse o algo, BaekHyun tomó lo suyo y salió de ahí como si lo estuviera persiguiendo el diablo. No se dio cuenta del momento en el que llegó a bajar las escaleras del metro, solo fue consciente cuando ya se detuvo al borde de los rieles.
Y cuando respiró con las manos sobre sus rodillas, y una mochila colgándole del hombro como la macana en la mano, BaekHyun reflexionó lo que había hecho. Ok, los chicos quizá lo habían merecido, pero había estado mal el modo en el que había actuado. No se suponía que usara sus habilidades en artes marciales sobre estúpidos menores, pero...
¡Dios! ¿Habían visto eso? BaekHyun se defendió, golpeó como todo un experto, y derribó a dos altos contrincantes en segundos. Eso había sido... Wow.
Sabía que había sido injusto, los chicos ni siquiera se lo estaban esperando, no eran oponentes calificados; igual lo había hecho a lo grande. No sentía la adrenalina de algo como eso desde hace mucho. Desde que había estado en los torneos, cuando se enfrentaba a golpes y patadas en karate y kickboxing. Estuvo increíble. BaekHyun aún sabía defenderse.
Tal vez no debería decirlo, pero algo de eso le pareció muy divertido. Fue como sacar todas sus frustraciones que llevaba embotelladas hace tiempo, con su trabajo, sus problemas en casa, sus enojos por la deuda y el dinero, todo... había salido ahí, en unos golpes, y eso... lo estaba haciendo sonreír como un loco.
No estaba diciendo que iba a golpear más a cualquier desconocido que pudiera provocarle, pero quizá estaba notando que podía buscar el modo de defenderse en caso de encontrarse en aprietos como esos. Si consideraba lo que había pensado al tener un modo de estar aventajado en casos como los que veía en el tren, eso podía ayudarlo.
Sabía que iba a necesitar contacto, y las armas no iban a temblar por sus golpes, mas, era algo. Había otra opción que podía tomar de verse malaventurado. La macana y el taser, bueno, eran extras que podían considerarse.
Eso se dijo cuando se incorporó, y al ver cómo estaba solo en el metro, tuvo que esperar segundos para que el clásico silbato sonara a lo lejos. Al alejarse para no ser golpeado por estar tan al borde, BaekHyun aguardó en lo que se detenía la máquina. Y al fin, dejó su mochila en el pilar de siempre, y subió con esa misma sonrisa que se estaba cargando a su destino.
Incluso entró un poco apurado, no podía esperar otro segundo para decirle a Loey lo que tenía con él. Comentarle la situación podía ser un poco complicado, pero iba a explicarle, a modo de hacerle saber que su compañero no era un indefenso, pobre y tonto. Quería darse algunos puntos, y aunque sabía que ya tenía conseguidos unos, no estaba mal que lo pusiera al corriente consigo.
El problema fue que, por más que buscó a Loey al entrar al tren y dirigirse a su típico vagón, no encontró nada en él. Inquieto por no advertirlo, miró a su alrededor.
El tren estaba... particularmente en silencio. Ni siquiera el mozo Lee se hallaba por ninguna parte, y eso... tal vez lo puso nervioso.
"¿Loey?" Lo llamó, pero siguió sin respuesta. Con los pasillos solos y los otros vagones cerrados, BaekHyun no supo si sería adecuado ir tocando uno en uno para ver si iba a encontrarlo. "¿Loey?"
No lo vio por ninguna parte. Nadie contestó, así que BaekHyun tuvo que aventurarse a seguir en su camino. Al dar los siguientes pasos al frente, en el pasillo, dejó una a una las puertas cerradas de los otros vagones en silencio, hasta llegar a la que conectaba con otro frente a él.
Por alguna razón, preparó su macana. Nunca había pasado de ese espacio más que cuando estaba acompañando a Loey, no sabía qué podía encontrar si iba solo, mejor era prepararse. Con el ceño fruncido y la inseguridad de lo que era ese silencio, BaekHyun abrió las puertas paralelas y pasó al siguiente pasillo.
Lo que fue sorprendente al abrir y pasar de ese lado fue ver la cantidad de personas que había en este espacio. A diferencia del anterior, donde todos los asientos estaban resguardados bajo puertas cerradas, ahí estaban al aire libre. Como un tren común y corriente, con asientos de un lado y de otro. Sin divisiones más que para contraponer los sillones entre ellos. No había paredes, puertas ni ventanas que los estuvieran separando, si una que otra ventana a los laterales, pero lo común. Nadie que diera completa privacidad entre los pasajeros que ahí estaban sentados.
Todos metidos en lo suyo, con sus pláticas escuchándose al aire.
BaekHyun bajó su macana por eso. Tal vez nadie había advertido que pasara de ese lado, ya con las puertas cerradas tras él al haberlas soltado, pero... no quería que alguien lo viera y lo señalara como loco o delincuente. No era como si estuviera intentando amenazar a nadie si no iban contra él, así que...
Mejor pasaba como un civil común y corriente. Al ponerse la macana sobre el cinturón igual que el taser, BaekHyun carraspeó y siguió caminando en lo que seguía buscando al detective.
Entremedio pudo ver un poco lo que había a su alrededor. Ya había dicho lo de los asientos, el cómo unos se contraponían a otros sin división. Eran tal como los que había visto en el vagón de Loey, con los asientos claros y las mesas que podían darles poco espacio. No eran muy grandes, a diferencia de los otros, en ellos apenas cabían dos personas cuando suponía que en el de Loey cabrían tres o cuatro muy apretados, pero... bueno, tampoco era algo que pudiera juzgar sin saber por dónde estaba yendo.
Los pisos y paredes estaban en los mismos tonos de siempre, con alfombras rojas, iluminación tenue, un simple y sencillo panorama que poco salía de lo relevante. Las personas eran algo que admirar en cambio, con todos esos trajes elegantes (aunque pudieran parecer comunes, no era como si estuvieran en colores vivos, solo grises, cafés y negros, lo de siempre) y faldas o vestidos de la época. BaekHyun debía recordarse que estaba en una especie de línea temporal en los 40s. Los peinados por algo eran diferentes, con las mujeres que llevaban sombreritos o los hombres fumando sin preocuparse por abrir los vidrios.
Una que otra mujer llevaba todavía un hanbok, muy tradicional y quizá elegante para el lugar en el que estaban, pero quién era él para saber a dónde estuvieran dirigiéndose. Sin preguntar mucho ni mirar por tanto tiempo para no incomodar a otros, BaekHyun siguió caminando y preguntándose si también él tenía la mínima idea de a dónde estaba encaminado.
Tal vez si preguntara con alguien...
"Disculpe," interrumpió por eso una conversación que una joven mujer en un hanbok azulado estaba llevando con un hombre mayor... muy mayor, diría BaekHyun para el modo en el que le estaba rodeando el brazo. Y por las miradas de ligero enojo por verlo involucrarse entre ellos, BaekHyun debió imaginar algo. No era que esto le gustara más que a ellos, pero BaekHyun no podía solo seguir sin rumbo. Tenía que orientarse, y si intervenir en una interacción entre un Sugar y su baby de las épocas de antaño iba a tener que hacer para conseguirlo, pues eso estaba haciendo. Más adelante ya podían continuar con lo que... sea que estuvieran llevando. "¿Sabe dónde puedo encontrar al detective Loey o... eh, si usted lo conoce, lo ha visto?"
Entre miradas perturbadas, molestas e incómodas sobre sacudidas de cabeza, BaekHyun se disculpó con una venia de nuevo y los dejó en lo suyo. No fueron los únicos a los que preguntó, BaekHyun continuó en su camino interrumpiendo convivencias y preguntando por su compañero, sin ningún éxito.
Parecía que nadie ahí conocía al detective ni lo había visto, lo que era demasiado raro si recordaba lo que muchos decían del detective. En cualquiera de sus otros casos parecía que era ubicado por todo mundo, ¿por qué aquí nadie tenía idea de él cuando... su vagón incluso quedaba a un lado del suyo?
"Disculpe, ¿está buscando al detective Park Loey?" Entre toda negativa, haber escuchado eso con un toque que le dieron a su brazo, BaekHyun se alegró de inmediato. Al voltearse, sorprendido, y con la alegría en su rostro, estuvo por contestarle hasta ver lo que estaba a su lado.
"¡Sí! El detective Park, ¿usted lo ha...?" Más se detuvo, no porque algo hubiera ocurrido, sino por descubrir lo que tenía. Con ese hombre de brazos cruzados y amplio pecho en traje rojo con bigote prominente, BaekHyun tuvo que fruncir el ceño, sin poder creer lo que estaba viendo. "¿Loey?"
Detrás de ese enorme bigote falso Loey le sonrió, y todavía con un guiño, BaekHyun abrió incrédulo sus labios. Sin decir nada más al respecto.
"¿Quieres sentarte conmigo, BaekHyun?"
"Pero ¿qué...?" BaekHyun siguió en la incredulidad del asunto. Con la risita que soltó Loey, se convenció de sentarse. Necesitaba ordenar sus pensamientos, y al hacerlo frente a él, BaekHyun al fin lo señaló en lo más obvio que podía cuestionarle. "¿Qué demonios sucede con tu aspecto?"
"¿Qué tiene de raro mi aspecto?"
"Hum, tal vez el hecho de que tienes un muy falso bigote que ni siquiera es del mismo tono de tu cabello."
"El bigote no es falso."
"Sí lo es."
"No, no lo es."
"Que sí, Loey, puedo verlo desde aquí, ni siquiera parece pelo."
"No lo grites demasiado, el día de hoy debí venir de en cubierto," el que bajara la voz al decirle eso, le trajo otra vez su ceño fruncido. Con la curiosidad al tope, BaekHyun solo pudo inclinarse sobre la mesa que los estaba dividiendo para preguntarle mudo sobre eso. "El bigote ayuda. Nadie me va a reconocer detrás de esto."
"Aunque dudo mucho que eso sea cierto, quiero preguntar en cambio: ¿por qué se supone que vienes hoy de en cubierto?"
"Hoy voy a reunirme con alguien. Alguien importante, y llegaste justo a tiempo para que puedas también verlo."
"¿Y en serio creíste que un simple bigote iba a esconderte?"
"Nadie sabe que viaja el detective Park en este vagón, ¿acaso no lo notaste?"
"Estás trayendo un traje rojo... ¡rojo! ¿Acaso tú no notaste lo muy vistoso que es eso?"
"No me viste tan pronto llegaste aquí, ¿no?"
"¿Sería porque estabas volteado, de espaldas a la puerta por la que entré?"
"¿Qué pasa contigo y tu negatividad de hoy?" BaekHyun abrió la boca, sorprendido por la acusación. No era que fuera negativo, era solo que... ¡esto era ridículo! Para ser un detective tan inteligente, como que a Loey le faltaba en esto un tornillo. "¿Acaso no te gusta mi bigote?"
BaekHyun tuvo que inclinarse poco más sobre la mesa para darle contestación. Al jalarle de un tajo el bigote de su rostro, Loey soltó un grito, y luego... cubierto con sus manos donde había quedado una piel roja por su movimiento brusco, le sonrió.
"La verdad, me gustan más los hombres rasurados," dejó el bigote falsísimo en medio de ellos. Puso las manos sobre la mesa con eso, en lo que Loey lo miró con ojos entrecerrados. "Tener una ardilla en la cara no te ayudará a camuflar todo tu rostro, genio."
"¿De qué estás hablando? Claro que lo hace."
"No, no lo hace, necesitarías más que solo eso para esconderte. Tienes demasiados aspectos reconocibles en ti como para creer que un simple bicho sobre el labio pudiera taparte. Una cirugía plástica quizá."
"¿Estás insinuando que me meta un cuchillo para camuflarme?"
"Estoy diciendo que eres un puto farol, Loey. Todo mundo puede darse cuenta de que eres tú solo con mirarte un segundo. Yo pude hacerlo, incluso cuando intentaras camuflar tu voz, dizque sonando de pitillo."
"¿De qué estás hablando?"
"Tu voz es demasiado grave, por más que intentas aclararla sigue sonando falso. Tienes muchas cosas destacables en aspecto físico. Con tus grandes ojos, grandes orejas, y ese resaltado labio, aun sobre el bigote, cualquiera podría verlo," ante las menciones de lo que él había visto, Loey se cubrió ahora sus orejas con ambas manos con su mismo ceño fruncido. BaekHyun rio, era tierno de cierto modo. El detective era diferente. No el siempre capaz e inteligente Loey, que podía resolver todo un caso en un segundo o el capacitado detective que sacaba su arma y disparaba a matar si fueran a provocarlo. Era casi un niño, que se estaba sintiendo ofendido por haber sido expuesto. "Eres muy obvio."
"No creo que otras personas me prestaran tanta atención como tú lo has hecho para distinguirlo," eso le quitó la sonrisa a BaekHyun de los labios. Había cierta insinuación detrás de lo que había dicho, porque no solo estaba poniendo los hechos frente él, estaba diciendo que BaekHyun le ponía mucho interés por esa misma atención de la que estaba hablando. Y aunque tal vez era cierto, no quitaba su vergüenza por haberse descubierto a sí mismo en eso por lo dicho. Qué tonto. "Pero gracias por resaltarme toda cualidad que tengo en mi hermoso rostro, BaekHyun, me hace entender lo incomparable que puedo ser con otros. Esta belleza que exuda el detective, ah, qué se le va a hacer, es difícil esconder el brillo en alguien."
"Yo no quise decir eso."
"No tienes que decirlo, sé que lo sabes," BaekHyun quiso reclamar de nuevo, pero Loey no lo dejó hacerlo cuando se puso serio de nuevo. "No importa, de todos modos, no traigo un bigote extra para cubrir eso. Supongo que me has dejado expuesto."
"¿Qué tan malo es que lo estés? Yo también estoy expuesto."
"Sí, y tú también tienes muchas cualidades destacables, ¿no?"
"¿En serio? Yo me considero un coreano muy común y corriente."
"Tus ojos son diferentes, aunque no sean muy grandes como los míos, tienes esta pequeña puntita hacia abajo que destaca por delinearte tan bien en tu rostro. Y tus orejas, oye, tú también las tienes grandes."
"No tan resaltables como las de cierto duende."
"Touché. De cualquier modo, no solo te pueden advertir con eso, tus manos son otro punto destacable. Tienes dedos tan delgados que siento cualquiera podría reconocerles. Dedos de pianista."
"Mamá decía que aprendiera a tocar el piano. Yo decidí mejor usarlos para el box."
"Están muy bien cuidadas para haber dado puñetazos."
"Para algo sirven los guantes."
"Es justo. E igual, tienes muchos lunares. Creo que si alguien pidiera cortarte una extremidad o algo, para saber que fuera realmente tuya, pedirían contar preciso cada uno de tus lunares. Es como los marinos que tienen tatuajes, es tu punto destacable, cualquiera te podría identificar por los lunares."
"Ignoraré que acabas de decirme que alguien puede pedir cortarme algo y me quedaré con lo otro. ¿En serio crees que soy identificable por mis lunares? O sea... todo mundo tiene lunares."
"Sí, creo que yo podría identificarte en una foto si tan solo mostraran una parte donde solo se vieran tus lunares. O tus manos."
"Posiblemente. Entonces, si tapo uno de mis lunares, ¿ya no pueden identificarme?" Siguió en lo que tomaba el bigote falso en medio y se lo ponía sobre sus labios. Con el lunar tapado sobre estos, le sonrió a Loey en lo que lo veía a él fruncirle el ceño.
Al menos antes de reírse.
"Muy bien, sí, ese bigote es ridículo. Tienes que quitártelo ahora mismo."
"¿Por qué? Yo creo que me veo muy en cubierto," siguió haciendo muecas para resaltar el bigote en su piel. Al exponer sus labios y poner su mano de pistola sobre su rostro, Loey soló la carcajada muda sobre un aplauso antes de jalarle el bigote. "¡Auch! ¡Oye!"
"Te estoy cobrando por haberlo hecho antes."
"Mm, es un empate," Loey sacudió la cabeza, todavía al reírse, lo vio guardar ese feo bigote en su bolsillo. Al menos antes de que él volviera a lo de antes, y curioso, pudiera preguntarle: "Entonces, ¿a quién se supone que estamos esperando? ¿Y por qué viniste de en cubierto en este otro vagón lleno de gente?"
"Es una persona importante," Loey también se puso serio. Al volver a cruzarse de brazos, suspiró, terminado por recargarse en su asiento. "Un amigo, otro detective. No me quiso ver en mi lugar de siempre, dijo que esperaba vernos en otra parte por hacerlo más casual. Es mejor para él, de todos modos, tiene algunas peculiaridades y viajar tan lejos le es un poco difícil."
"¿Por qué...?"
"Park Loey," antes de que BaekHyun pudiera preguntar un poco más de eso, escuchó a alguien con voz suave llamarlo. Tuvo que voltearse, porque estaba viniendo eso junto a él, y aunque lo dejó mudo, las preguntas comenzaron a bombardearlo por lo que estaba viendo. El hombre que tenía de junto era peculiar sin ninguna duda. No por excentricidades que mirara en él, en realidad, su simple traje verde bosque lo hacía ver como cualquier otro. Lo que era a cierto modo 'diferente' era el simple hecho de traer lentes oscuros en un lugar cerrado. Pero más allá de eso, BaekHyun notó que traía en la mano un bastón blanco. Un bastón bastante reconocible, porque era un apoyo para las personas con discapacidad visual. Ese hombre... era ciego. "Eres tú el que escucho, ¿no es verdad, amigo?"
"KyungSoo," Loey lo llamó, lo que le hizo mirarlo de nuevo. Loey estaba sonriendo a todas luces. BaekHyun no supo qué sintió con eso, no fue como si algo lo hubiera molestado, solo le causó curiosidad porque estaba conociendo a otra persona que pudiera saber de Loey, tal vez mejor que él, y bueno... se notaba diferencias entre el compañerismo. BaekHyun no creía que Loey hubiera sonreído así de amplio al verlo. "Estoy aquí, sí, es bueno verte, amigo."
"Lo mismo digo, te ves increíble hoy, ¿no?" El nombrado KyungSoo bromeó en lo que BaekHyun quiso suponer era una broma de ciegos. No era como si pudiera decirlo, si consideraba que no veía un carajo, pero bueno... quién era BaekHyun para juzgar su humor. "Creí reconocer tu voz cuando recién estaba entrando, me alegra haberte encontrado a tiempo."
"Sí, supongo que tengo una voz muy reconocible, ¿no?" Loey le guiñó el ojo a él debido a aquello, pero, antes de terminar ahí la oración, se paró y se acercó hasta KyungSoo para abrazarlo en ese abrazo de machos que tenía palmada incluida y sonaba como si tuvieran eco sus manos. BaekHyun se sintió un poco excluido. No importó, de todas maneras, Loey no lo estaba mirando. "Ven a sentarte, tenemos mucho que hablar, supongo."
"¿El asiento está ocupado?" KyungSoo preguntó, y al ver cómo se estaba dirigiendo a su puesto, BaekHyun tuvo que hablar con eso.
"Oh, sí, no, quiero decir... hola, perdón, sí, yo estoy ocupando el asiento, pero puedo hacerme a un lado."
"No te preocupes, estoy seguro de que hay espacio para ambos," le dijo el otro hombre, lo que le hizo asentir, pero fue estúpido de nuevo. Si no podía verlo, obviamente no sabría que estaba asintiendo. Qué más daba, al final, ya se había sentado junto a él, lo que dejó a BaekHyun pegado junto a la ventana. "Creí también reconocer otra voz. No una que pudiera conocer, pero estaba seguro de que Loey no podría estar hablando solo, a menos que el trabajo ya lo hubiera enloquecido."
"Estoy muy cerca de hacerlo," Loey bromeó al sentarse otra vez al frente. KyungSoo se rio tan suave debido a eso, lo que hizo que BaekHyun volviera a mirarle. Quizá no podía verle, pero BaekHyun sí iba a hacerlo. KyungSoo era un hombre guapo si tenía que decir. Con esa piel lisa y ligeramente oscurecida por posible exposición al sol. No tenía muchas imperfecciones, un que otro vello mal rasurado, sí, pero nada muy notable. Y tenía un par de pecas bajo los lentes que eran tenues. Su cabello negro y corto con flequillo se veía elegante. Sus cejas estaban disparejas, un poco pobladas, sin embargo, estaban en su punto de algún modo.
Fuera la composición de su cara en su totalidad, con esos ojos pequeños, esa nariz recta o esa boca pequeña con labios destacables de un bonito tono rosa, BaekHyun no sabía qué decir. El hombre era muy... atractivo. No del todo su tipo, pero sí debía reconocerlo. Se sentía envidioso, eran casi del mismo tamaño por el modo en el que pudo compararlo con Loey, pero se veía más delgado. Menos cachete. Menos grasita que ocultar bajo unos pantalones con camisa fajada.
"Qué exageración," KyungSoo se burló al quitarse los lentes. BaekHyun pudo ver mejor sus ojos con eso, y aunque no se vieran nublados con cataratas como podría haber esperado dada su condición, notó su profundo color oscuro. "Entonces, estás acompañado."
"Deja de fingir que no puedes verlo."
"¿Qué quieres decir con eso?" BaekHyun preguntó en esta ocasión, girado hacia Loey. Este apretó los labios, mas, él siguió volteado ahora con KyungSoo que directamente lo estaba viendo. Pero... no podía verlo, ¿cierto? "¿Estás...? Quiero decir, puedes... ¿puedes ver en verdad? ¿Es alguna especie de juego, broma o...? ¿Camuflaje también?"
"No precisamente. En realidad, puedo verte, solo un poco. Digamos que en visión funciono un 45%, así que sí, veo, pero no por completo. Eso no me ha detenido a seguir trabajando y esforzándome. Según los médicos es posible que pierda por completo la visión para finales de año, pero bueno, es algo irremediable. Enfermedades que no tienen cura por más que uno lo intente, estoy intentando habituarme a vivir de este modo," KyungSoo le respondió, lo que le hizo cerrar la boca. No sabía qué decirle, un lo siento no sonaba adecuado en este caso, pero casi lo sentía en el borde. "Es inteligente, ¿no es cierto?"
KyungSoo dijo ahora dirigido hacia Loey y al señalarlo con su cabeza. BaekHyun frunció un poco el ceño. Que fuera respetuoso con él debía ir por ambos lados, hablar de esa forma como si fuera quien no pudiera verlo haciéndolo lo molestó un poco.
Igual intentó calmarse, no había necesidad de pelearse con alguien que recién estaba conociendo y... bueno, era amigo de Loey.
"Mi nombre es Byun BaekHyun," dijo al fin buscando presentarse. Después de todo, si iba a hablar de él, de menos podía hacerlo con su nombre. Tenía que dejar en claro su posición. "Soy compañero de Loey."
"También es detective," Loey increpó, lo que le hizo extender su sonrisa un poco apretada. No era cierto, en general, él no era un detective como profesión ni de estudios, pero bueno, quién era él para negarlo si Loey lo presentaba de ese modo. "Va a estarme asistiendo por el tiempo que le sea posible."
"¿En serio?" Sobre la misma sonrisa que le ofreció Loey, KyungSoo pareció considerarlo. Luego, asintió al volver a verlo. "Bueno, supongo que me parece. Mientras más personas involucradas haya en el caso, mejor. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir para esto."
"Claro, el caso por el que me llamaste. ¿Exactamente contra qué vamos en esta ocasión? Tu telegrama sonaba apurado, pero no me explicaste nada de esto."
"No sabía cómo contarte, las palabras del telegrama no eran suficientes para decirlo. Tenía que verte para explicarlo, y me alegra que pudieras reunirte conmigo lo más pronto posible. Hay una mujer que llegó a la estación desde temprano. A la estación donde trabajo. Vino diciendo que es una asesina y quiere que la encierren."
"¿Cuál es el misterio ahí? Si está confesando sus pecados, ¿no deberían solo hacerlo?"
"Eso es lo que no sabemos. La mujer clama ser una asesina, pero no ha asesinado a nadie. Lo investigamos, está limpia."
"¿Está loca en ese caso?"
"No precisamente. Al interrogarla lo hemos revisado, no tiene problemas mentales. Yendo más a fondo con todo esto le preguntamos qué quería decir con ser una asesina si no había nada de sangre en sus manos. Ella nos dijo que es porque no ha asesinado, pero sabe que va a hacerlo. El problema es que no sabe cuándo ni cómo."
"¿Qué?"
"Exacto, eso mismo dijimos. Pero ella está siendo honesta con esto. No detectamos mentiras en su hablar. Además, dijo que algo le hicieron, sabe que va a matar cuando el momento llegue."
"Eso es... muy raro, por decir poco."
"Sí, estaba pensando lo mismo, pero la hemos detenido porque ha exigido que lo hiciéramos, prácticamente. La verdad no sabemos qué hacer con ella. No se quiere ir hasta que la encierren. Está en prisión preventiva, pero ella quiere que la lleven a la cárcel. Cómo hacerlo si no ha hecho nada."
"¿Y para qué me quieren en el caso?" Loey prosiguió al ya estirar uno de sus brazos por el asiento libre, cruzada una pierna sobre su rodilla. "¿De qué voy a servirles en eso?"
"Necesitamos que nos ayudes a descubrir qué está pasando con ella."
"¿Es muy necesario que Loey sea el que interfiera en esto?" BaekHyun preguntó igual de curioso y al quererse involucrar en la charla. Cuando KyungSoo asintió sin verlo, tuvo que insistir: "¿Por qué?"
"Bueno, aparte de que es un increíble detective," Loey sonrió divertido con eso, y aunque notó una sonrisa conocedora en los labios de KyungSoo al decirlo, como si se estuviera mofando... (¿o lo estaba halagando? Qué complicado era esto), notó que KyungSoo era muy bueno para ocultar sus expresiones. "La mujer pidió explícitamente que no la comunicaran con el detective Park."
"Eso es... muy exacto."
"Sí, y lo vuelve más interesante, ¿no?"
"¿Por qué harían lo contrario si es lo que ha pedido?"
"Eso es lo que hay que averiguar. ¿Cómo se llama esta mujer?" Loey continuó, en lo que KyungSoo sacaba de su bolsillo en el saco un papel doblado. Era una foto con una hoja de expediente. La información de la mujer.
"Im YoonAh. 37 años. Madre soltera de un hijo hasta donde conocemos. ¿Te suena de algo el nombre?"
"En mi vida la había oído," Loey confesó en lo que tomaba la foto. Era una mujer linda, a pesar de su edad se veía joven. Con el cabello marrón corto y lacio, unos ojos oscuros y piel clara con ligeras arrugas y ojeras. Se veía delgada, pero no en un plan de estar en forma, más como por forzarse, lo que BaekHyun debería conocer bien si sabía lo que era pasar hambre. Quizá estaba haciendo suposiciones premeditadas, pero si podía guardarse un par de cálculos la belleza de la mujer se veía opacada por el mero hecho de estar bajo días de desvelo e inanición. ¿Quién sería esta persona y qué estaría pasando con ella para llegar a este punto? Tanto misterio. "Ok, estoy dentro. ¿Vamos a la estación en este momento?"
"Definitivamente. Síganme," KyungSoo les dijo al recopilar sus cosas de inmediato.
Sin más palabras sobre eso, Loey fue detrás del hombre en lo que terminaba señalándolo con él. BaekHyun lo siguió después. A donde sea que fueran ahora sobre lo que estaban diciendo.
No se fueron muy lejos, a pesar de su desconocimiento, la estación de policía donde KyungSoo trabajaba estaba a unos pasos. Un par de vagones más adelante, ni siquiera les tocó usar el elevador mágico. No era muy distinta a la que había visitado donde HyeJin era capitana. Aunque los colores fueran los mismos, variaban solo en distribución. Con menos cubículos y más puertas cerradas alrededor de la recepción. Imaginaba siendo un lugar donde detectives como KyungSoo trabajara, podía ver cómo cada uno tenía su propio espacio por ahí.
No entraron a ninguna de esas, de cualquier modo. Luego de que KyungSoo los presentara con sus superiores para explicar que ellos iban a trabajar en el caso de Im YoonAh, fueron por otro pasillo a la izquierda junto al escritorio en medio de las puertas cerradas y rotuladas con nombres diversos.
Los habían llevado a salas de interrogación, todas resguardadas por distinta seguridad, y por lo que podía notar, varias estaban siendo usadas en ese momento. La prisión estaba solo frente a todo eso. El tamaño del vagón debía ser enorme si consideraba todas las salas que había por ahí, y no podía proyectarse cómo eso era posible, pero ya que estaba olvidando la lógica y pensando más en lo mágico que era todo, no cuestionó por mucho tiempo.
KyungSoo se detuvo frente al guardia con sus lentes oscuros, y al ser saludado como alguien que pudiera reconocer, de inmediato pidió su acceso.
"¿Él también entrará, detective?" El guardia preguntó al señalarlo, aparentemente por reconocer quién era Loey, pero él... bueno, era el nuevo, y aunque lo molestara un poco ser señalado como un perrito que estaba metiéndose sin permiso a un restaurante, esperó con sus labios apretados y ceño fruncido en lo que KyungSoo solo terminaba sonriendo.
"Sí, él también. Es amigo nuestro."
El guardia asintió, y aun cuando le dio una mirada de arriba abajo, BaekHyun no se rebajó. Entró como el puto amo que podía ser ahí, y al quedarse en medio de la sala de interrogación, solo se detuvo cuando les cerraron la puerta por detrás y vio cómo los otros dos lo hicieron.
No era muy diferente a cualquier otro vagón que ya hubiera entrado antes. Con la única diferencia de tener sillas en lugar de sillones en medio de una mesa pegada a la pared, BaekHyun vio a la mujer reconocida por la foto portando un largo vestido de día bajo un sombrero de ala corta. Estaba básicamente en la esquina, y no los había mirado, más enfocada en morderse una de sus uñas como para verlos. Pero qué se podía esperar, si la mujer estaba perturbada por algo, debía ser tan normal encontrarla de ese modo.
"Señora Im," con la voz grave que Loey dio al llamarle, sus ojos pronto se enfocaron. No soltó su uña por eso, pero los estaba viendo a los tres ahí parados a menos de un metro, en lo que Loey parecía sonreírle. Por lo que veía, no asemejaba que la mujer supiera con quiénes estaba hablando, por más que hubiera pedido no ver a Loey. Lo que traducía que definitivamente Loey nunca había conocido a la mujer antes. ¿No? "Lamento sorprenderla de este modo, nos han pedido venir para hablar con usted. ¿Es posible que nos permita un tiempo?"
"¿Tengo alguna otra opción?" La mujer respondió con voz ronca. Rasposa, y por el carraspeo que dio, BaekHyun supuso también lo notó.
Era justo que dijera eso, después de todo, estaba encerrada ahí, ¿no? ¿Qué más podía hacer si no era dejar que hablaran consigo?
"Las dejo en sus manos," KyungSoo dijo al menos antes de salirse. Solo estuvieron Loey y él poco después, y al verse con la puerta cerrada nuevamente, hicieron lo propio.
Loey le indicó la silla frente a la mujer. BaekHyun se sentó como era esperado, pronto Loey lo siguió, y al estar frente a Im, ellos pasaron a lo que quedaba imaginarse.
"Señora Im, me presento. Soy el detective Park Loey y he venido a atender su caso."
"¿Detective Park?" La mujer se paró en seguida con eso. Asustada evidentemente por los temblores que empezaron a suscitarle, BaekHyun quiso asistirle, pero no hubo cómo. La mujer solo sacudió la cabeza, y alejada de su espacio, la vieron negar de manera interminable. "No. No. Usted no, n-no, no puede estar aquí, no, d-detective."
"Señora, por favor, cálmese."
"¿Por qué lo trajeron cuando yo les dije...? ¿Por qué cuando les dije que hicieran lo contrario? Debía estar lejos de mí, detective, usted... usted..."
"Señora Im..."
"¡Aléjese de mí!" Im gritó tan pronto vio cómo Loey hizo la moción de pararse. Loey alzó las manos como si buscara hacer un alto, y quedó congelado donde estaba, sin que BaekHyun supiera qué hacer en eso. "N-No, n-no me toque, detective. No se atreva a tocarme, por favor."
"Señora Im," esta vez él intentó ayudarlo, pero fue en vano. La mujer corrió hasta la puerta donde intentó abrir. Fue inútil, habían cerrado para ellos. Luego le siguieron los golpes. "¡Señora!"
"¡Ayuda! ¡Ayuda, por favor! Ábranme, por favor, ábranme en este momento, ¡se los suplico! Déjenme salir, ¡POR FAVOR!"
"Señora Im," BaekHyun quiso pararla con todo eso. Al levantarse y acercarse a su lado, no hizo más que ver el modo en el que podía detenerla y regresarla con ellos. Pero la mujer parecía aferrada a salir de ahí, daba manotazos y golpes por todas partes para creer que pudiera tomarla sin lastimarse.
"¡No estoy a salvo aquí! Por favor, sáquenme."
"¿Por qué piensa que no está a salvo aquí, a mi lado, señora Im?" Loey insistió, lo que la hizo detenerse. BaekHyun ya estaba a una de aplicar sus llaves de lucha para sostenerle los brazos, pero no fue necesario. Tan pronto lo miró por el hombro, directo a Loey, la desesperación se vio en sus ojos, pero el temblor en sus labios le dijo algo tan diferente. "¿Piensa acaso que le voy a hacer daño?" Im sacudió la cabeza a pesar de eso, y pronto Loey increpó. "Entonces, explíqueme."
"Usted no es el que me haría daño, detective, soy yo. Yo le voy a hacer daño, por favor, debe entender... no quisiera hacerlo, pero me están obligando."
"¿Quién?" Loey insistió mucho más grave, y eso la hizo liberar un hipido. Estaba llorando, y BaekHyun... Dios, quería tanto sostenerla en este momento, no por retenerla, estaba diciéndolo por abrazarle.
De cierto modo, le recordaba a su madre, cuando recién la enfermedad la estaba agobiando...
"Los hombres de Geb."
"¿Geb?" Él repitió, y aunque la mujer asintió llorando, tan pronto miró a Loey las expresiones fueron diferentes.
Todo en su compañero estaba ardiendo. Loey se mostraba enojado, molesto, furioso por decir lo menos. Con los puños apretados a cada lado y una expresión ilegible, BaekHyun lo supo.
Otra vez volvían a lo mismo, ese dichoso nombre estaba en labios de otra mujer... ese que era tan desconocido, pero a la vez tan escuchado entre ellos. ¿Quién demonios era Geb para estar en boca de todos? Bueno, lo sabía, el problema era que sentía lo sabía a medias.
"¿Geb le ha pedido que me mate?" Loey preguntó, pero más sonó como si lo afirmara. La mujer se lo dijo, al mirarlo de nuevo con las lágrimas hasta su mentón, estuvo tan claro. "¿Por qué Geb quiere que me mate?"
"No lo sé, yo... fui engañada, detective."
"Señora Im, tiene que concentrarse. Por favor, coopere con nosotros y podremos ayudarla en esto."
"Por más que quieran ayudarme, sabe que nada podrá ser posible. Estoy perdida, al igual que usted, detective. Una vez que Geb busca algo, lo consigue," Loey no pareció estar de acuerdo con eso, pero BaekHyun lo vio, y lo hizo con tanta preocupación que no pudo contenerlo en sus labios.
"Loey..." al detallar sus temores en ese suspiro, Loey lo miró solo un segundo antes de regresar a la mujer con ellos. No iba a darle explicaciones, estaba claro, no en ese momento, y tal vez no en poco tiempo.
"No voy a permitir que esta vez se salga con la suya, señora Im. ¿Recuerda específicamente qué le dijo Geb al ordenar matarme?"
¿Por qué Loey hablaba tan calmado de esto? Ok, podía estar molesto, pero eso no era nada comparado con lo que había detrás. ¡Estaba hablando de su muerte! De su posible asesinato. Un maldito mafioso lo quería muerto, y él solo estaba preguntando... por qué o cómo. ¿Acaso no podía Loey ser un poco más consciente y llorar de miedo? BaekHyun lo haría, después de todo él era humano, Loey... ¿no?
"Fue tan extraño, detective, no puedo... no puedo explicarlo bien. Él mencionó algo de que usted le había hecho daño."
"¿Yo a Geb?" Im asintió, y sobre eso, Loey redireccionó sus cuestiones. "¿En qué lo hice?"
"Ya tiene varias ocasiones en las que se truncan sus negocios, por usted. Le echó la culpa de que no estuvieran saliendo bien las cosas," Loey suspiró con eso, y ahora con los puños relajados, abiertos de nuevo para ponerlos sobre su cadera, lo vio relamerse los labios antes de señalarle con una mano las sillas al frente en su obvio pedido.
"¿Cree poder tomar asiento, señora Im? Por favor."
Obedeció a pesar de su renuencia de antes, y al hacerlo, BaekHyun la acompañó para orientarla como si no conociera el camino. De menos así pudo él también regresar a su lado y sentarse con Loey. Ya los tres en la mesa, aun con el nerviosismo notable de la mujer al tamborilear sus dedos sobre la madera frente a ellos, Loey fue el primero en retomar la palabra.
"Tranquila, señora Im, nosotros vamos a ayudarla. Terminaremos con esto. Pero para hacerlo, quiero que nos apoye. ¿Cree que sea posible que nos comente un poco más de todo? ¿Cómo fue su reunión con Geb? ¿De qué modo se encontraron? ¿Por qué le pediría a usted que hiciera esto?"
"Yo... nunca me había involucrado con la mafia, detective," Im les explicó en medio de un suspiro. Mucho más calmada de lo que antes, quizá por las palabras conciliadoras que recibió de Loey con las que los miró bajo sus mejillas mojadas y ojos hundidos. BaekHyun le ofreció un poco de papel que llevaba consigo en el bolsillo. Ella agradeció al limpiarse antes de seguir explicándoles. "No por propio pie, pero mi hijo... tuvo unos problemas con ellos."
"Su hijo..."
"Im JaeMin. Pero tiene que entender, detective, que mi hijo tampoco lo querría muerto. Es solo un niño, tiene 17 años."
"Es usted madre soltera, ¿no es cierto?" Loey confirmó, aunque era información que sabían dicha por KyungSoo. BaekHyun no supo por qué lo sacó aquí a colación, no le gustaba suponer que Loey pudiera creer que la mujer hubiera dado mala educación a su hijo por el mero hecho de la falta de un padre o un hombre en su vida, el problema era que no podía saberlo. Por más que Loey pareciera tener otras ideas por aceptar lo de las parejas de un mismo sexo y todo aquello, debía recordarse estaba en otra época. Y aun en la suya, las madres solteras eran tan juzgadas sin ningún fundamento. Maldita sociedad de mierda. "¿Y su padre...?"
"Preferiría no hablar de ese hombre, si me lo permite, detective."
"¿No tiene nada que ver con la mafia?" Loey insistió, lo que hizo que Im sacudiera la cabeza, casi indignada de siquiera considerarlo. "Ni con Geb."
"En lo absoluto."
¿Lo estaba preguntando solo por querer buscar alguna pista en esto o había algún supuesto detrás de todo? BaekHyun tenía tantas preguntas que hacerle a Loey del mismo modo. No era que quisiera cuestionar su método, era solo su curiosidad atacando. Por una vez quisiera tener un tiempo fuera con Loey, al menos para que lo informara de algo antes de hacer interrogatorios, porque sentía que se perdía de mucho por estar desinformado.
¿Acaso Geb tenía hijos regados por el mundo que pudieran dejar suponer que este fuera uno de ellos? ¿O de qué modo suponía Loey que pudiera involucrarlos? ¿Deudas sin pagar, negocios cerrados, tratos firmados con el mismísimo infierno?
"¿Por qué se involucró su hijo con la mafia en ese caso, señora Im?"
"¿Por qué más lo haría? Por lo que todos lo hacen."
"¿El dinero?" Loey adivinó, lo que hizo que Im agachara la mirada. Claro, cómo no esperarlo. "Ustedes..."
"Como madre soltera, usted debe entender lo difícil que es encontrar trabajo. El dinero no era mucho entre nosotros, pero habíamos hecho lo posible para sobrevivir, detective. Supongo yo no hice lo suficiente para mi hijo, porque él buscó otros medios por su cuenta para pagar algunos de nuestros pagos atrasados... y debe saberlo, yo no tenía idea de que lo estuviera haciendo. No lo hice hasta que fue muy tarde. Mi JaeMin, mi querido niño... estaba vendiendo drogas para Geb. Opio."
"Con un carajo," Loey blasfemó con una mano repasada por su rostro. Diablos, esto era más serio de lo que se estaba imaginando. Opio, pero ¿quién demonios traficaba eso? Oh, claro, los 40s... la famosa época del auge y la distribución ilegal del opio.
Im lloró más por eso, BaekHyun se acercó a ella para sobar su mano. No quiso ser invasivo, pero ver a una madre llorando de ese modo podía con su pobre corazón.
Era débil cuando alguien estaba llorando, más por reflejar algo que no debería en mujeres del estilo.
"Un día, solo... JaeMin tan apurado llegó conmigo y me dijo que debíamos irnos. Que había cometido un terrible error. Yo quise entenderlo, calmarlo, pero él estaba incontrolable, detective. No pude pararlo, y cuando menos lo esperé, me había dicho que lo había consumido. El opio."
"Señora Im..."
"Se gastó la mercancía de Geb, como su vendedor, él pensó que podía tomarlo e invitar a sus amigos, pero los hombres de Geb lo supieron, entonces... le preguntaron cuándo iba a pagarlo todo. Él no tenía el dinero, lo que había conseguido se había ido en nuestros pagos. Así que le dijeron que por ser un vendedor podían esperarlo, pero debía pagar si no quería que algo le pasara a su madre... A mí, lo amenazaron con matarme."
"¿Y usted no llamó a la policía cuando pasó todo eso?" Sacudió la cabeza, de nuevo al limpiarse sus lágrimas con su papel gastado. "¿Por qué?"
"No sabía qué hacer, detective, sabe cómo es esto. Geb es demasiado poderoso, ir a la policía podría salvarme o ponerme en peor posición. No tuve tiempo, de cualquier modo. Cuando calmé a JaeMin al decirle que nada iría a pasarnos y que buscaríamos resolverlo después, tan solo esa misma noche... los hombres de Geb entraron a la casa. Destruyeron todo y se llevaron a mi hijo."
"Dios mío," soltó sin pensarlo, y se cubrió la boca por haber interrumpido.
No importó, Im continuó ahora con los ojos abajo.
"Es ahí cuando todo se puso tan difuso. Yo... intenté pelear con ellos, pero obviamente no pude. El problema no fue ese, el problema fue lo que ocurrió más tarde. No recuerdo qué pasó, solo sé que ellos me tomaron y me pusieron algo en el rostro. Creo que me drogaron. Perdí la consciencia por un rato, pero más tarde, yo... cuando desperté de nuevo estaba en una habitación amarrada, con los ojos cubiertos. Y aunque grité nadie me escuchó. En ese momento Geb llegó conmigo."
"¿Geb? ¿Geb mismo?" Loey preguntó casi al borde de su asiento.
"Sí. Él, o eso fue lo que me dijo, porque no pude confirmarlo. De todas maneras, ¿cómo podría? Nadie le ha visto nunca el rostro al gran capo. Él me dijo que era Geb, así que tuve que creerle y escucharlo porque me estaba amenazando con una pistola en la frente. Cuando pedí por mi hijo, su libertad por mi vida, Geb me dijo que me iba a dar otro modo de saldar mi deuda. Que se iba a divertir con nosotros, porque nos iba a encomendar algo que estaba deseando hacer desde hace tiempo..."
"Matarme," Loey concluyó, lo que trajo de vuelta los ojos de la mujer en él. BaekHyun de nuevo se afectó, sin saber cómo seguía diciéndole sin sentir... sin sentir nada que al menos estuviera delatando.
"No tenía opción, detective. Fue lo que pidió, y me dijo que si lo hacía, seríamos libres. Pero ¿cómo puedo hacerlo? No pienso matarlo. No soy una asesina. El problema no es si quiero o puedo..."
"Es que debe hacerlo, porque la vida de su hijo pende de un hilo si no lo hace."
"No es solo eso, detective, estoy segura de que hay mucho más que solo eso, porque Geb entonces... me dijo algo. No... no sé qué haya sido, se pone difuso todo aquello de nuevo cada que intento recordarlo, solo sé que me mostró un objeto rojo al levantar poco la venda de mis ojos, y yo... me hizo algo, detective, algo por lo que estoy segura estoy obligada a matarlo por más que no piense hacerlo."
"La hipnotizó, señora Im," Loey declaró, cosa que hasta a BaekHyun sorprendió. Tan involucrado como estaba en la historia de la mujer, no se había esperado eso. Ni tiempo le dio de deducirlo, pero Loey estaba convencido, y se los dijo: "Es una técnica que ya ha usado antes, con varias de sus víctimas y hombres en trabajo. Geb es peligroso no solo por el poder que tiene en dinero y alianzas, lo es por el simple hecho del poder que tiene en sus propias manos. Se ha adiestrado en la hipnosis, y ha conseguido que inmensidad de atrocidades terminen ocurriendo por eso mismo, con el solo deseo salido de su boca."
"¿Es eso lo que siento en la parte difusa de mi mente? Ese... control... ¿es la hipnosis?"
"Debe serlo, y no sabe cuánto lo siento, señora Im, no hay nada que yo pueda hacer para eliminar aquello que le han impuesto. A menos de que consiga la palabra clave que le ha dado Geb, lo sentirá hasta que logre cumplir con sus deseos."
"Pero sus deseos son matarlo, detective."
"Sí, pero no me ha matado, así que eso significa que tampoco hemos activado el control. Geb debió instruirla de algún modo para que atacara, y si no lo ha hecho, podemos decir que todavía estamos seguros."
"¿Hasta qué momento?"
"Hasta que la palabra o acción que le impusieron llegue, supongo. Y si no obtenemos la contraseña que también le dieron para liberarle, no podremos hacer mucho para detenerlo. Pero voy a descubrirla, no se apure por eso, le he prometido protección. Aunque ahora no pueda dársela, prometo hacerlo."
"No importa si usted busca o no la contraseña de Geb, lo único por lo que me preocupo es por mi hijo, detective. Me he entregado a la policía para evitar matarlo, pensé que eso redimiría a Geb, lo haría ver que he fallado y soltaría a mi hijo."
"No es tan fácil como eso," Loey la decepcionó, y al verla apretar los labios temblorosos, suspiró al menos antes de darle otro apoyo. "Pero fue una idea brillante, tengo que admitirlo. Eso la llevó hasta nosotros, quienes van a ayudarla a encontrar la contraseña para liberarla de la hipnosis y a su hijo."
"¿Van a buscar a mi hijo?"
"Evidentemente. No podemos dejar que Geb se salga con la suya, ¿no es cierto?"
"Pero eso... no quitará que Geb pueda encontrarnos más tarde, al ser libres de nuevo."
"Es posible, pero para eso estamos nosotros. Vamos a protegerlos, conociendo su caso, hay consciencia y los asisten en cualquier tipo de amenaza en la que se vean de nuevo."
"Es un alivio escuchar eso, porque realmente no estaba segura de cómo salir de esto. Ellos me dieron un collar, de cualquier modo," la mujer siguió, en lo que mostraba debajo de su vestido rojo lo mencionado. Con este fuera y puesto ante ambos, BaekHyun retiró su mano para ver la cadena plateada con dije en forma de corazón junto a Loey, en lo que ella terminaba por decirles: "Me dijeron que cuando cumpliera mi tarea, lo usara para guiarme a dónde está mi hijo."
"¿Sabe cómo usarlo para eso?" Ella sacudió la cabeza, pero Loey asintió, y al acercar su mano para tomarlo, solo dijo: "Está bien, nosotros nos podremos encargar de hacerlo."
Tomó el collar de la mujer con eso, pero antes de siquiera saberlo, hubo un cambio. BaekHyun debió verlo mejor al enfocarse en su rostro, el modo en el que sus pupilas se dilataron o sus músculos quedaron tensos. El asunto fue que no lo notó a tiempo, porque cuando lo hizo ya había ocurrido todo.
La mujer gritó llena de rabia, y poco más tarde, con los ojos asustados, se lanzó sobre Loey sin pensarlo. Loey ni siquiera pudo reaccionar tampoco. En ese momento, él terminó cayéndose de su lado. La silla se volcó, él quedó lejos y golpeado, mientras la de Loey se inclinaba contra la pared para darle la disposición a la mujer de encimarse en la mesa con toda la fuerza que jamás imaginarían tendría para ahorcar a Loey con sus dos manos.
BaekHyun apenas vio eso, y si notó o no el modo en el que Loey intentó luchar con ella, alejarla o quitársela de encima, igual no funcionó. Parecía tener tanta fuerza, casi como si se hubiera transformado. La mujer sacó el poder de donde no lo tenía, y estaba cumpliendo su misión como se lo habían ordenado.
Era esa su acción para activarle. BaekHyun lo entendió tarde, y por lo mismo, al quejarse, se paró. Adolorido, pero lo hizo, e hizo lo mejor que podría para evitarlo. Loey estaba en peligro, necesitaba ayuda, iba a ayudarlo.
No lo pensó mucho, eso fue cierto. Entre tantas cosas que BaekHyun pudo hacer, la verdad acercarse fue estúpido. La mujer terminó pateándolo. Debió suponerlo, pero no, y bueno... ya sabían cómo había acabado.
Él inconsciente por el golpe y Loey muerto por ser ahorcado.
Fin del libro.
En realidad no, pero pudo haber sido. Si BaekHyun no hubiera reaccionado de nuevo. Ahora en el piso con una mano para sostenerse las tripas que casi se le salían en el golpe, lo consideró. Esa mujer parecía drogada o algo, cualquiera que hubiera sido el embrujo en el que Geb la había puesto, era fuerte. Tenía que verlo, no podía solo esperar a detenerla con sus manos, era momento de que usara...
Sus armas.
Fue ahí donde BaekHyun se paró de nuevo, y aunque vio el modo en el que Loey quiso usar sus manos para apartar a la mujer de su cuello, sus movimientos fueron torpes. Estaba perdiendo fuerza en sus acciones. Suficiente para que la mujer lo evitara y siguiera en lo suyo.
Tan ocupada como para darse cuenta del momento en el que él llegó de nuevo y la tomó con la macana por el cuello. Al imponer ahora su fuerza, BaekHyun la jaló. El golpe más el ahogo que provocó mediante eso le puso difícil que actuara de inmediato. No pudo golpearlo como antes, además, ahora BaekHyun la tenía de espaldas. Aunque diera de manotazos y pudiera alcanzarlo si se estiraba un poco entre los gritos desesperados que estaba soltando, no era un gran daño.
BaekHyun la sacó de los asientos, y como Loey no estaba capacitado para ayudarlo ya que estaba más recuperando su color en su rostro, tuvo que ser él el que siguiera actuando bajo eso.
La llevó de ese modo hasta la puerta, y ahí la estampó. Con toda la fuerza que pudo poner contra ella, la retuvo. Pero no pudo por mucho tiempo, estaba arañando todo, BaekHyun estaba perdiendo la fuerza en sus brazos para mantenerla quieta. ¡La mujer estaba loca! Tenía que hacer algo si quería detenerla por completo.
"¡Basta! Deténgase, señora Im, por favor, ¡pare!" Claro que no lo escuchó, ni siquiera reaccionaba a su nombre, así que BaekHyun hizo lo mejor que creyó poder hacer en ese momento. "¡Pare! Pare, ¡por favor! Pare," gritó en medio de azotarla otra vez contra las puertas. La había hecho golpearse entre cada palabra que había soltado. Los golpes fueron repetidos, hasta la sangre brotó, y cuando lo hizo, la mujer cayó en un punto.
Había terminado en poco rato inconsciente, sobre el suelo, sin que ella misma pudiera sostenerse, BaekHyun al fin la soltó, y al verla tan herida y sin movimiento a sus pies, él...
"Oh, Dios," tiró la macana, asustado, hasta cubrirse los labios en sus peores temores. "Oh, Dios, no puede ser, yo... ¿la maté?"
"No, ella solo está... inconsciente," Loey le dijo entre mucha tos. Cuando lo vio, de nuevo con temor por descubrirlo, BaekHyun solo se calmó cuando pudo verlo bien. Más por las palabras que había soltado. Ok, había dejado a una mujer inconsciente. Fiu. No era lo mejor, no querría decir que estaba orgulloso de hacerlo, pero eso era ciento por ciento mejor que haberla matado, ¿no? "Despertará más tarde," Loey siguió con respiración jadeante, y al poder pararse de su asiento, caminó lento hasta él para decirle antes de dar un último respiro hondo. "Y seguro querrá volver a matarme cuando lo haga, pero ya no estaremos para verlo."
"Eso... es horrible, yo... Dios, no sé cómo... no... no... no me siento bien de haber hecho esto," confesó, en lo que Loey le ponía una mano en el hombro. La adrenalina del momento lo había llevado a eso, y sí, quizá al inicio de la noche había dicho que se había emocionado por recordarse en su modo de defensa personal al haber golpeado a los idiotas de sus vecinos, pero haberlo hecho de nuevo con esta pobre mujer obligada... era peor de lo que hubiera deseado sentir al meterse en su elemento. "Loey..."
"Está bien. Está bien, BaekHyun, es... hiciste lo mejor que pudiste."
"Pero la señora Im..."
"Me hubiera matado si no la hubieras detenido. Hiciste eso para salvarme," Loey lo volteó con él ante eso, y al poner ambas manos sobre sus hombros (tal vez como apoyo para él), pudo verlo directo a los ojos tan cerca de su rostro, inclinado. "Y te lo agradezco, BaekHyun."
Lo abrazó después de aquello, lo que fue inesperado. BaekHyun ni siquiera supo qué hacer con eso, no correspondió porque estaba muy sorprendido, pero...
No tuvo que preocuparse de hacerlo por mucho tiempo. Loey lo había soltado, y al verlo de nuevo, entre palmadas que dio a su hombro el gesto había acabado.
"Ahora tenemos esto," le señaló el collar en sus manos poco más tarde, y al redirigir su atención en lo mismo, BaekHyun lo miró, serio. "Hay que buscar qué hacer con él. Lo último que ella nos dijo fue que la ayudaría a encontrar a su hijo."
"¿Cómo un collar va a ayudarnos?"
"Para algo nos contratan, ¿no?" Loey respondió sobre una sonrisa incrédula para el momento en el que se la estaba compartiendo.
BaekHyun no cuestionó mucho, cuando salieron de la sala de interrogación, se encontraron pronto con KyungSoo y al verlo supo a lo que iban en este momento.
Loey le contó todo el asunto de la mujer sobre una rápida explicación. Solo ver las marcas que se estaban formando de dedos que habían estrangulado a Loey en su cuello les fue suficiente prueba para saber lo que había pasado, y claro, la policía intervino de inmediato.
Metieron a la señora Im inconsciente en la prisión, dijeron que la sacarían cuando pudieran probar su inocencia en lo demás que se le estaba adjudicando. Loey no pondría denuncia contra ella sabiendo lo que había pasado, pero era proceso del lugar, habrían de mantenerla cautiva. Deberían cuidarla hasta que obtuvieran lo que pudiera salvarla.
Solo entonces enjuiciarían sus actos. BaekHyun se había disculpado por haberla golpeado de ese modo, pero todos le habían dicho lo que Loey. Había sido lo mejor debido su caso.
Loey había apostado encontrar su palabra clave para liberarla a la vez de encontrar a su hijo. No era tarea fácil, pero BaekHyun ya debía estar acostumbrado a los grandes retos.
Ya que KyungSoo había agradecido a sus allegados por hacer lo necesario luego de ponerse al corriente con ellos, los había seguido fuera de ahí. Era momento de que la acción iniciara.
"Dame el collar, quiero revisarlo," KyungSoo les dijo tan pronto estuvieron en el pasillo del vagón de nuevo. Loey no lo había cuestionado, asintió y le pasó el collar sin preocuparse. Todavía se notaba adolorido por lo de su cuello, y por los moretones que parecían estársele formando, BaekHyun creía que lo estaría por un tiempo. Le hubiera gustado tener consigo algo más que solo un taser (y la macana que había recuperado tan pronto recordó no era suya y no podía perder si no quería otro gasto), pero un ungüento o medicina para golpes no estaba entre sus bolsillos. Tuvieron que dejar a Loey sufrir solo aquello. KyungSoo al menos lo hizo más calmado, ahora que se había acercado el collar y puesto lentes de semejante grosor al bajarse los negros, con ojos entrecerrados pareció buscarles algo. "Es antiguo. Por lo que puedo ver en el diseño y lo gastado que se muestra al tacto, tiene más de algunos años en su uso. No creo que sea de aquí, quizá... ¿europeo? Tiene incrustaciones de rubí, o eso pienso."
"¿Esas chispitas alrededor del corazón son rubies?" BaekHyun preguntó más sorprendido por eso. Se acercó incluso a KyungSoo, y al verlo asentir, abrió impactado sus labios. Nunca había visto rubies tan cerca de él. Bueno, no realmente si consideraba que joyas semejantes no estarían nunca a su alcance. "Wow, son realmente rojos... quiero decir, eh, ¿hermosos?"
"Siento algo más en mis manos. No alcanzo a leerlo, es muy pequeño, pero puedo percibirlo. BaekHyun, ¿crees poder leer lo que dice?"
"Eh, claro, ¿dónde...? Oh, está aquí, entre los rubies dice... eh, no es coreano."
"Léelo, igual puedes leerlo, ¿no?" BaekHyun asintió. No creyó saber leerlo por la pronunciación que debía tener en el idioma que estuviera escrito, pero bueno, leyó lo que creía estar entendiendo.
"Dice l'amore a volte ci parla con parole che solo attraverso gli occhi si possono..."
"... spiegare e solo il cuore riesce a capire," Loey terminó por él en un perfecto acento que le hizo entender lo mal que lo estaba pronunciando. Igual no importó, lo que lo hizo fue ver cómo Loey no había leído como él la frase, porque ni siquiera estaban cerca uno de otro para verlo. Loey la había recitado, como si la supiera de memoria, y eso trajo ceños fruncidos en ambos compañeros. "Es italiano."
"¿Cómo lo sabes?" Preguntó, pero reformuló su pregunta en algo distinto. "Más bien, ¿cómo conoces la frase? ¿Es famosa, acaso?"
"No realmente, es... es solo una frase romántica."
"¿Está escrita en un libro?" KyungSoo continuó, y aunque Loey se vio renuente a decirlo, sacudió la cabeza. "Entonces..."
"Solo la sé, ¿bien? No es nada importante."
"¿Qué significa?" Él cuestionó, todavía intrigado. Y por lo que pudo ver, Loey entendió que no se estaba escapando de hablar al respecto.
En un suspiro, tuvo que explicarse.
"Significa literalmente el amor a veces nos habla con palabras que solo a través de los ojos puede ser explicado y solo el corazón puede entender, es una frase que decirle a la persona que ames."
"¿Sabes italiano?" BaekHyun insistió, pero Loey sacudió la cabeza de nuevo.
"Solo un poco, yo... no lo hablo, pero puedo entender algunas frases."
"¿Cómo...?"
"Más importante, ¿cómo conoces esa frase si no es frase popular o que hubieras leído en algún libro?" KyungSoo interrumpió en su interrogatorio. BaekHyun se sintió chiquito al verlo fruncir el ceño. Con esos lentes sus ojos se veían inmensos, pero nada quitaba la seriedad a sus gestos. "¿Loey...?"
"Es por un viejo amigo."
"¿Amigo...?"
"Un detective, él... está muerto," cuando Loey dijo eso quedó un silencio incómodo.
BaekHyun bajó la mirada, avergonzado. No supo qué decirle, disculparse podía ser, pero era esos momentos en los que no sabías si hacerlo iba a ofender a la persona, a hacerla llorar o dejarlo sentir más cómodo. En cualquier caso, ninguno de los dos dijo nada, o sea, tampoco KyungSoo, y eso... bueno, fue mejor de lo que hubiera esperado.
Loey fue el que volvió a hablar antes de que alguno de los dos se animara a hacerlo.
"Eso puede tener relación con lo que Geb está haciendo. Considerando este viejo detective muerto y que a mí me quieren muerto ahora... Al final, Geb va siempre tras todo aquel que se ponga contra él, ¿no?"
"Geb va más allá de eso, Loey," KyungSoo señaló, lo que hizo que BaekHyun frunciera el ceño.
"¿Qué quieren decir con eso?"
"No es importante. Lo que sí es que si Geb piensa que puede amenazarme de ese modo, no pienso caer."
"Loey, cuida tus palabras, por favor," KyungSoo lo advirtió, pero lo ignoró.
"Debemos buscar más pistas que nos lleven por Im JaeMin."
BaekHyun entró en eso al ver el collar entre sus manos. KyungSoo se había quitado los lentes de aumento para guardarlos de nuevo, y sobre un suspiro, lo esperaron en lo que terminaba por decirles algo que quizá no habían detallado.
"Es un relicario, no es solo un dije esto. Debe poder abrirse, pero..." al intentarlo, BaekHyun no pudo, y lo sacudió, sin ayuda. "Está cerrado. No creo que pueda abrirse fácilmente. Eso debe significar algo, ¿no?"
"Probablemente la clave esté dentro," Loey supuso al tomar el collar de sus manos e intentarlo. Tampoco pudo abrirlo, y aunque a BaekHyun lo molestó pensar que pudiera considerarlo menos fuerte para no poder hacerlo, no lo dijo. No tenía caso pelearse. "Tiene que ser eso, no estaría así de resguardado por cualquier cosa."
"O puede ser una bomba también," KyungSoo sugirió, al tiempo que lo miraban intrigados. "¿Qué? Es posible, si Geb te quiere muerto, quizá espere que lo abras y con todo acabe."
"Es un riesgo que estoy dispuesto a correr."
"Loey..."
"Hay que llevarlo a que lo abran. La vida de alguien puede estar ahí adentro," con esas palabras, lo dicho por Loey quedó soldado.
No dijeron que no, lo siguieron a donde los llevó para hacerlo.
Dios mío, capítulo más largo no había escrito en mi vida desde hace ¡tanto! Si me siguen en Instagram sabrán de lo que hablo. Este capítulo he tenido que partirlo en dos justo por eso. Como vieron algunas personitas (ustedes), el capítulo de hoy (sin partirse) estaba cerca de las 27k palabras y en más de 50 páginas de Word... así que sí, fue un capítulo MUY largo.
Por algo que tardara tanto en subirlo. Pero ¡lo hice! Aquí tienen su primera parte, y pronto espero subir también la segunda en sus dos actualizaciones que les dije esperaba darles al menos en el mes. Un buen trato~
Me he emocionado mucho escribiendo este capítulo, de cualquier modo, no solo digo por lo largo, sino todo lo que en él se introduce. Hay muchas cosas pasando que van más allá de los simples misterios que hasta ahora los chicos habían resuelto, involucrando sobre todo a Loey en esto, así que...
🚂 ¿Qué me pueden decir del capítulo? Hasta ahora, en la mitad que se les ha mostrado, ¿ya traen el interés de lo que se viene?
🚂 ¿Qué les parece el nuevo misterio? ¿Qué piensa que se vaya a develar con él? Créanme, hay mucho que han de saber aquí, y aunque espero dejar un poco abierto el suspenso y misterio, si son muy buenas o buenos para captar los enredos en los que se meten, seguro lo advertirán pronto. La vida de Loey está en riesgo en este capítulo, y eso es lo que lo vuelve inquietantemente más emocionante 👀
🚂 Además, ¿cómo estuvo la introducción del nuevo personaje? ¡KyungSoo ha entrado a la ecuación! No sé si lo estaban esperando, pero ya iba emocionada de poder presentarlo. Es un personaje muy interesante y de gran valor en la historia aunque pueda poco parecerlo.
Ya me contarán qué piensan luego de él. Ahorita saben poco, pero más tarde, estoy segura de que va a intrigarles/cautivarles.
¡Viva la representación de personas con discapacidad en las historias! 🥳
Con eso les dejo aquí. Más adelante discutiremos lo que se viene en la segunda parte, con más misterio y suspenso por venir en los chicos. ¡Muchas gracias por llegar a este punto! Nos estaremos leyendo en lo siguiente, ¡hasta entonces! 💙
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