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- ¡Joder Min Yoongi! puedo hacer todo lo que quieras si te vistes asi.

- Yah~ ¿puedes callarte? - el sonrojo en las mejillas pálidas no pasa desapercibido por el menor - estás exagerando.

- No sabes lo sexy que te ves, hyung. Te ves... genial - le responde, observándolo de arriba hacía abajo, pensando que el color blanco le queda espectacular a su novio, mira los detalles del traje de piloto con una intensa mirada que cohibe a Yoongi. - Hay que llevarlo y usarlo ahora en la noche, Min.

- Ya basta. - susurra, observando hacia un lado donde una chica los observa con una sonrisa de oreja a oreja - mejor sigue tú.

- Esta bien. No debes ponerte tan nervioso, hyung.

Jimin se levanta del asiento que reposa frente al vestidor, se acerca a su novio y deja un beso húmedo pero corto sobre los labios ajenos. Toma el disfraz que había elegido, que cuelga en un gancho y entra al mostrador, no sin antes dejar ir con fuerza su pequeña mano sobre la nalga de Yoongi, sorprendiendolo ante su atrevimiento.

Se supone que ambos habían ido a una pequeña tienda de disfraces para comprar ropa y accesorios que los dejara irreconocibles para sus futuros robos, ya que poco a poco se iban arriesgando más y por consiguiente necesitaban de más trucos para no ser atrapados.

Sin embargo, ninguno de los dos se estaba tomando esa compra enserio y pareciera que estaban comprando disfraces para satisfacer sus fantasías sexuales.

- Hyung~

Jimin sale del vestidor de manera dramática, corriendo con fuerza la cortina hacía un lado y dejando ver su hermoso traje azul con rojo  de Príncipe, con hombreras galones plateadas, detalles en las mangas y lazos dorados que caen con elegancia en el torso del traje. 
Yoongi levanta su ceja espectante, disfrutando de la hermosa vista que su novio le regala, viéndose realmente como un Príncipe.

- Te ves muy hermoso.

- Lo sé, por eso me lo puse, para escuchar tu halago. - comenta, con una sonrisa desvergonzada ondulando su bello rostro.

-  Me tienes loco.

- ¿Te produce alguna sensación este traje?

- No sabes cuántas...

Y antes de que Jimin le responda algo más vergonzoso y obsceno, Yoongi lo empuja dentro del vestidor, jalando la cortina de éste para dejarlos en la privacidad necesaria en ese diminuto lugar. Las venosas y pálidas manos serpentenan hasta la cintura del menor y su boca se dirige de inmediato a la afilada mandibula besándola con lentitud, Jimin se hace bolita al ser acorralado en una esquina del vestuario, sintiendo como la pierna de su novio se entromete entre las suyas, y su pecho se pega al de él, percibiendo la respiración acelerada que tiene su novio. Después de besos tentadores, juguetones y calientes en todo las áreas visibles de piel, sus bocas se unen en un jugoso beso, donde los chasquidos y roces de sus lenguas no faltan y donde las sonrisas cómplices delatan sus actos. La cortina que los mantenia a solas se abre, dejando ver a la chica que los atendía en la pequeña tienda. Jimin empuja con fuerza a Yoongi y se limpia sus hinchados labios con vergüenza.

- Emm... ¿se llevaran esos disfraces? - pregunta un poco incómoda al interrumpir el momento de la pareja; sin embargo, debía hacerlo, no quería que su tienda se conviertiera en una habitación íntima para los tórtolos - si se llevan los dos disfraces... les haré un descuento.

- ¿Eh? si, si, está bien. 

La chica se aleja de nuevo, riendo por lo bajo, la verdad es que desde que habían entrado a la tienda, ella los observó desde lo lejos, muriendo de ternura ante las interacciones de la pareja, se emocionó mucho más cuando se dio cuenta que uno de los chicos era Agust D, y estuvo apunto de preguntarle del porqué de su despido en la empresa, pero decidió quedarse con la duda y dejarlos en paz.

- ¿Crees que deberíamos asaltar esta tienda porque nos interrumpió? - susurra Jimin, sonriendo avergonzado

- No seas tan malo, Jimin. Tenemos suerte de que no nos sacó,  asi que lo mejor sería pagar. - le responde, acomodando su traje de piloto - además... creo que ya  me reconoció y seria estúpido arriesgarnos.

- Solo bromeaba, hyung. - contesta, golpeando el hombro de Yoongi con pereza. Sale del vestidor, y un disfraz colgado  frente a ellos llama su atención al instante  - ¡Oh por dios! acabo de encontrar tu disfraz perfecto, hyung.

- Ni de broma usaré eso, Park Jimin.

(...)

- No quiero entrar vestido así, Jimin. Pasaré vergüenza. - dice, sujetando con más fuerza su teléfono.

- ¡Ay no! - exclama un poco abrumado y estresado por la actitud de Yoongi - hemos comprado este disfraz para que nadie te reconozca, asi qué nadie se burlará de ti.

- ¿No pudimos comprar algo mejor? ¿por qué tú si te vestiste genial y yo no?

- Se supone que estoy actuando como el inspector de la caja fuerte, hyung.

- ¿Y eso que tiene que ver con mi disfraz de colegiala de pelo corto?

- No puedo creer que aún no lo entiendas. - le responde, rueda sus ojos enojado y se acomoda en el asiento del auto, sosteniendo con su mano derecha el teléfono que tiene pegado a su oreja - nadie te verá como sospechoso porque estás vestido como una chica de secundaria, nadie creería que una chiquilla está apunto de robar un banco.

- Yah, está bien. Hay que hacerlo.

El plan se pone en ejecución, Jimin baja del auto tratando de actuar lo mas normal posible, se dirige con paso firme hacia la puerta del banco, encontrándose en el camino a Yoongi quien ya estaba hace un tiempo frente al banco; sin embargo, ni si quiera se ven entre ellos, Jimin entra primero, sosteniendo la puerta para que Yoongi entre por pura cortesía, siempre metidos en sus papeles. 

Y justo cuando ambos están adentro, Yoongi cae al suelo, fingiendo un desmayo que rápidamente llama la atención de todos los presentes, rodeando al cuerpo tirado en el piso, escuchando exclamaciones preocupadas de las personas al ver que sólo es una pobre chiquilla de secundaria que se ha desmayado. Jimin se agacha y se acerca al portero que trata de atender a Yoongi.

- Deberia de ventilarla, señor. - dice, y el hombre asiente preocupado. 

Jimin se levanta, no sin antes sonreír coqueto al saber que pudo cortar con una pequeña tijera el lazo que sostenía una pequeña tarjeta que le daba acceso directo hacía la caja fuerte del banco, todo eso sin que nadie se enterara. Yoongi se levanta con rapidez al ver que ya cumplió su objetivo, dejando completamente confundidos a todos, al ver como sale del banco diciendo que irá a ver a un médico, mientras que Jimin camina con paso confiado hacía la puerta donde solo el personal autorizado puede entrar y la abre gracias a la tarjeta que anteriormente había quitado. 

La puerta de la caja fuerte se encontraba abierta, ya que estaban esperando al inspector para la respectiva revisión y eso, Jimin y Yoongi lo sabían, el menor se dirige directamente hacía la caja, no obstante, un señor de unos sesenta años lo detiene.

- Oye, ¿puedo ayudarte?

- Buenas tardes, soy el inspector Choi - dice, enseñando una identificación falsa que no deja ni por dos segundos a la vista de aquel hombre - así que, si me permite...

- Espera, ¿qué pasó con el anterior?  ¿con Heechul? 

- Pues... diarrea, le ha dado una grave enfermedad por tocar dinero sucio, es por eso que traje mis guantes, usted también debería lavarse las manos seguido - responde, poniéndose sus guantes, con el objetivo que ninguna de sus huellas dactilares quede de evidencia.

El señor queda un poco confundido, pero no dice nada, dejando pasar a Jimin de una vez por todas, el chico abre el maletín que llevaba y comienza a cambiar dinero falso por el real, así nadie se daría cuenta por algunas horas o días que había dinero faltante, Jimin trata de no emocionarse tanto al tener más de un millón de wons en su maletín. Sale de la caja fuerte despues de mantener todo el dinero en orden y hace una pequeña reverencia al señor que lo había detenido.

Con suma tranquilidad, sale del banco, caminando luego con un poco más de velocidad hacía el auto donde Yoongi lo espera, que está estacionado fuera del estacionamiento del lugar, para prevenir que alguien los vea. LLega al auto con una gran sonrisa en su rostro y se sienta en el asiento del copiloto, riendo como un loco y besando luego a Yoongi.

- ¡Lo logramos, hyung!

- Tú lo lograste, Ángel.






















¡Hola! espero que les haya gustado. Gracias por leer mi capitulo. No se olviden de dejar su estrellita y comentario en este capitulo, que me hace sumamente feliz leerles. 

Aqui les dejo unas fotitos de los disfraces para alimentar la imaginación. (Cuando hablo de  el traje de colegiala, me refiero de la vez cuando Yoongi se vistió y se convirtió en Yoonji JAJAJA)

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