Por la Amistad
Nos miramos extrañados, mi hermanito seguía abrazándome.
—No sabían que sus hermanos eran amigos —se burló Jake.
—Dani, tú me dijiste que tú mejor amigo era Cam Cope —dijo cargándolo.
—Es Hope —corrigió el menor riendo divertido.
—Perdón Cami —negó Dani divertido.
Vaya ironía que es la vida.
—Me compras un helado —pidió Cam con ojitos de perro.
—A mi también —se unió Jake haciendo la misma carita.
—¿Y a mi? —preguntó Dani.
—¡Daniel! —regañó su hermana.
—Esta bien, yo invito —asentí, no me quedaba de otra, y con tantas perritas de perro no se.
Terminé comprándoles helado a todos excepto a Ander al que le compre unas papitas para que se sintiera bien.
Mi hermanito estaba feliz presentándome a todos.
—Será mejor que nos vayamos —mencionó Sofi cuyo hermanito ya se estaba quedando dormido.
—Los llevó —me adelanté.
—De verdad no es necesario...
—Insistimos —dijo Jake cargando a Cami.
—Anda, no quiero tomar autobús —pidió Ander igual de adormilado.
Tuvo que seder, los llevé hasta su casa, una zona a la que nunca había ido.
—Es ahí —señaló la casa.
—Claro —asenti.
Los deje en su casa, mi hermanito ya estaba dormido sobre Jake quien estaba igual.
—Entonces si puedo ir a casa de Cami —vió su oportunidad Dani.
Ella miró no tan confiada.
—Déjalo ir, yo lo cuido y cualquier cosa ya sé donde vives te lo puedo traer —convencí.
—Pofis —miró Dani a su hermana.
—Está bien —aceptó.
El chiquito gritó de emocion.
—Gracias Dean —asintió.
Ellos se fueron, deje a Jake en su casa pues había quedado de comer con sus padres.
—Espera dejó lo presento —dijo bajándose al bebé.
—No Jake espera...
Se lo llevó, suspiré para entrar tras ellos, al entrar mi hermano ya estaba derritiendo a los padres de Jake.
—¿Y tú cómo te llamas campeón? —dijo cargándolo Damian.
Una risita de parte del menor.
—Cameron pero me dicen Cami —sonrío.
—Eres igualito a tu hermano —sonrío Jon presionando su mejilla.
—Por favor, Cami si esta lindo no como su hermano —asintió Jake.
Negué divertido, Jake no se llevaba precisamente bien con Cade y eso lo sabía, lo aceptó mi hermano tampoco era muy afín a Jake y más de una vez se dijeron de palabras.
Sé que al final mis dos personas favoritas en el mundo hicieron las pases.
—Te quedas a comer hijo —me dijo Jon sonriéndome.
Esa palabra... me gustó.
—Ah no lo sé, nosotros...
—Anda Dean tengo hambre —se adelantó Cami.
—No hagas esperar al niño —regaño Jake— grosero.
No podía contra ellos, terminé sentado en la mesa para comer.
Mi hermanito era feliz donde le dieran de comer, sentado en mis piernas comía su pollito feliz, pidiendo doble del puré de papas.
Nos fuimos antes de que se quisiera quedar a dormir, así de confiansudo era el bebé.
Por la mañana siguiente quedé de pasar por Jake, llegué viéndolo salier en pijama con un tupper.
—Adivino no iremos a la escuela —murmuré.
—Te tengo un plan que te amerita un gran avance con Sofi —sonrío poniéndose el cinturón— ella no irá a la escuela y dada la circunstancia se me hace justo que igualemos la competencia.
—Tu lo que quieres es faltar —remarqué.
El chico asintió para verme.
—Tu puedes ir si quieres, pero creo que es lo que debemos hacer —mencionó.
—Odio cuando tienes razón —bufé molesto.
Encendí el coche sabiendo a donde nos dirigíamos, estábamos conectados yo lo sé.
Bajamos con la sopa y algo de galletas y café que compramos para no llegar con las manos vacías.
Tocamos a la puerta, fue cuando entendí qué tal vez lo era buena idea.
—¿Qué hacen aquí? —gruño ella.
—Buenos días Solecito —saludo Jake— me encanta esa sonrisa por la mañana.
Ella le alzó el dedo medio.
—Le trajimos algo de sopa a tu hermano —sonreí.
—Gracias, ya se pueden ir llegarán tarde —gruño.
—Decidimos no ir a la escuela —agregue— una pelea justa.
Ella nos observó insegura.
—Saben que yo no lo haría por ustedes verdad —nos recordó.
—Pero en nuestra conciencia queda que nosotros si —sonreí.
Ella nos miró indecisa.
—Nos vas a dejar pasar o nos vas a mantener aquí —se quejó Jake.
Ella nos dejó pasar no muy segura, le entregue la sopa que traía para sonreírle.
Ella me devolvió la sonrisa, entramos a esa pequeña casita un poco descuidada, la entendía yo también tenía un hermanito de cinco que parecía remolino.
—Quieren desayunar —ofreció viendo su cocina.
—No te preocupes ya desayunamos —calmó Jake— yo dos veces.
—Así es asentí —me obligó a comprarle su segundo desayuno.
—Pero trajimos sopa, café y galletas para este encanto —dijo mirando a Dani que nos veía desde la puerta.
El pequeño soltó una risita para salir y correr abrazarlo.
—Gracias Jake, Cami tiene razón eres un buen tío —lo abrazó con fuerza.
El chico nos miró victorioso.
—Claramente, venga te daré galletas —sonrío.
—No hasta que se acabe su desayuno —ordenó Sofi.
—Pero no me gusta...
Le dió una mirada de esas que dan miedo, si fuera Dani hasta yo.
El chico fue por su plato para desayunar con nosotros.
Ander estaba dormido pues no había pasado buena noche así que hicimos el menor ruido posible.
Dani era todo un encanto, el bebito contaba buenas historias.
—Planean quedarse todo el día en mi casa —nos vió insegura.
—Solo venimos a darte la sopa —asentí.
—Se pueden quedar a comer —invito Dani— prepara albóndigas muy ricas —asintió.
—Gracias Dani pero creo será mejor que los dejemos descansar —sonreí.
—Además mis padres están por darme en adopción si me salto la comida otra vez —se burló el enano.
—Yo te adopto —dijo Dani abrazándolo.
—Ni muerta —gruñó ella.
Dani se fue por órdenes de su hermana.
—Gracias, supongo fue tu idea y lo arrastraste contigo —miró a Jake.
—¿Por qué lo dices? —se burló
—Porque vienes en pijama y el bien vestido —me miró.
—Señor no paso del límite de velocidad siempre se viste así —le recordó— además yo voy en pijama la mayor parte de veces.
—Es verdad, en segundo año se la pasó en pijama todo el año —asegure.
Ella le miró incrédula.
—No te lo creo, porque te dejarían —señaló lista.
—Ah el TDAH te da privilegios —sonrío Jake— se pierden después de la medicación pero a quien engaño todavía siguen a mis pies.
—Medicado eh —le miro de arriba abajo— si así eres medicado no me imagino como eres sin medicar.
—No volvamos a esas épocas oscuras —negué empujándolo para salir.
A Jake lo empezaron a medicar desde los siete, imagínense si tomando medicina es así de hiperactivo sin tomarla era un desmadre, estaba a nada de que lo expulsaran, tenía a toda la primaria aterrada sin embargo no decidieron medicarlo por eso.
Al chico le daba por subirse a cualquier lugar que veía, meterse donde claramente no cabían y correr sin importar los posibles daños que tuviera, ya se había lastimado varías veces, huesos rotos, casi se moría por un auto... lo habían hecho por su seguridad.
Ahora se podría decir que era de los casos donde la medicina si le había funcionado, estaba más tranquilo, y si, era de los mejores de la clase.
—Nos vemos —me despedí.
—Gracias por venir —se despidió besando mi mejilla.
Al salir de la casa estaba más rojo que un tomate, Jake me miró divertido.
—Eso galán —me jaló divertido.
Suspiré para irnos en mi auto, estaba feliz... extrañamente feliz.
—Te invitó unas hamburguesas —sonreí.
—Me encantaría de verdad pero como te dije mis padres me darán en adopción...
—Yo te adopto —sonreí— tendrás la habitación de Liam para ti solito.
—Y vivir con tus padres, paso —bufó.
Ni yo quería vivir ahí, pero no podía... no podía fallarle a Cami.
—Escucha mis padres sienten que quieren compensar el tiempo que me ignoraron por Jens, ya les dije que no es necesario pero creo que es lo menos que puedo hacer —explicó— pronto yo también me iré, así que aprovecharé.
Asentí, debí ser lindo tener padres así, que te quieran pero no solo para usarte.
Después de dejar a Jake en su casa volví a la mía, al entrar una nenita me recibió.
—¡Tío Dean! —exclamó feliz.
—¡Princesa! —la cargué emocionado— ¿Qué haces aquí? —pregunté confundido.
—Venimos a visitarte —dijo Dylan con Cami en brazos.
Suspiré para lanzarme a él en un abrazo.
—Oye yo también quiero —pidió el bebito.
Negué para abrazarlo, y besar su mejilla.
Los nenes se fueron a jugar, la mini rubia ya tenía casi nueve años, era un encanto.
—Okay se que me extrañaste pero ya puedes soltarme —pidió Dyl divertido.
—No —dije abrazándolo más.
—Llevamos media hora así —se burló.
—Pues otra media hora más —dije prensado a él.
Él me miró para besar mi frente y revolver mi cabello.
—Venga vamos —me abrazó más— te traje algo especial.
Asentí pero aún así no lo solté subimos a mi habitación, no me había tocado vivir mucho con él pero en cuanto volvió no se separo de mi, constantemente me visitaba y siempre me traía los mejores obsequios.
—Ya que no voy a poder estar en tu cumpleaños, una disculpa por cierto —dijo hurgando en su maleta.
—Está bien —sonreí— eres un escritor famoso después de todo.
—Primero soy tu hermano —señaló besando mi frente— pero de esto no me pude safar así que para compensarte te traje esto.
Me dió una caja que abrí rápidamente para sacar lo que había dentro.
—No puede ser —dije emocionado— es tu último libro.
—Es inédito así que no se lo enseñes al mocoso de tu amigo —gruñó, puede que la última Jake soltara un spoiler por error.
—Tenía trece no lo culpes —me reí.
—Mocoso este —se quejó— ¿Cómo está?
—Igual de enano —asentí ojeando un poco.
—También sabes que te llevaré a la premier verdad —añadió.
—No esperaba menos, puede...
—No, no lo llevarás —aclaró.
Ya me las iba arreglar para llevarlo.
—Gracias —lo abracé.
—Espera deje lo mejor para el final —sonrió.
Mi hermano sacó otra caja que abrí para leer lo que decía "tío de dos pequeños mounstros"
—Gracias pero creo ya soy tío de tres —señale.
—Cuatro —corrigió divertido.
Miré la playera para luego verlo.
—¡Estas embarazado! —dije emocionado— felicidades—me lance a él.
—Mi esposa pero si —besó me abrazó— serás tío.
—Por cuarta vez —asentí.
—Estamos buscando nombres se aceptan sugerencias —añadió.
—Te haré llegar una lista —me emocioné.
Mi hermano asintió para abrazarme.
—Li me contó....
—No quiero hablar de eso si —pedí.
—Yo solo quiero que estés bien —me miró— se viene tu cumpleaños y en especial este.
—Estaré bien —lo calmé.
—Si me necesitas me llamas, aquí estaré —prometió.
—De acuerdo —lo abracé.
—Bien vamos los llevaré a comer algo antes de que lleguen tus padres —ánimo.
—También son tuyos —me queje.
—Dejémoslo en que son de Cami —asintió.
Sonreí para salir fuimos a comer hamburguesas mientras los niños volvían, solo un rato pues tenían que volver.
Al llegar a casa mi hermano nos dejó pues no quería hablar con mis padres, se comportaron por un tiempo sin embrago solo un par de meses después de la muerte de Cade le sugirieron que se encargara de la empresa pues Cade así lo hubiera querido... mentiras.
Me quedé en mi cama para ver un par de fotos del álbum, tenía demasiadas de bebé, Jeff era el encargado en tomármelas pues ni de broma pasarían tiempo mis padres tomándomelas, si a caso tenía dos o tres con ellos.
Sin embargo mi álbum estaba lleno de fotos con Cade, cargándome, besándome y no esta de más molestándome.
Terminé el día exhausto, si mi cumpleaños se acercaba y era algo que no quería... este año sería más grande de lo que mi hermano llegó a ser.
En mi defensa dire que según yo si lo había subido ayer 🥴 perdonen ya me falla la memoria por la edad
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