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Novio, amigos y familia

En mi filosofía de vida no habían muchas reglas.

1.-Si quieres coger coje.
2.- Nunca te traiciones a ti mismo.
Y la más importante.
3.- El último pedazo de pizza siempre será para ti... encárgate de eso.

Una filosofía de vida que había llevado muy bien, siempre terminaba agregando un par como cuidar de mi culito y una de las más importantes: siempre hacer feliz a mi mejor amigo.

Por eso en el momento en el que mis "padrinos" Winter y Sant me dijeron que me darían el viaje de mi vida aproveché, añadiendo al apoyo de mi tío Lu planearon todo un año para que recorriera el mundo.

Pasaría mucho tiempo estudiando y si mi tía Sofi tenía razón no vería a mi Dee Dee en mucho tiempo así que tenía que hacerlo.

—Seguro de esto —lo miré feliz.

—Más que nada en el mundo —afirmó el rulos con esa sonrisa.

—Bien entonces así será —afirme metiéndole una nalgada.

Otra filosofía de vida culo bonito, nalgada segura.

Dean asintió para entrar a la oficina, fui en busca de mi culito cuando lo ví en la cafetería llenando miles de hojas.

—¿Y esto? —pregunte confundido.

—Todos los papeles del reclutamiento, llegaron hoy —mencionó emocionado — lamento que no ganaras la beca.

Me senté en sus piernas para negar.

—Ah eso no era para mi —aseguré.

—Sigo sorprendido por tu carrera —me abrazó— no porque creo que no puedas, solo... siempre te he visto como un alma libre.

—No tengo ataduras ya veremos en el proceso —afirmé— seré un doctor ortodoxo

Harry asintió besando mi mejilla.

—Te disfrutaré antes de perderte en tu internado —señaló abrazándome más.

—Hey Jake Blue puede ser un prostituto sin paga pero jamás un infiel —establecí.

Harry asintió, para abrazarme con fuerza y llenarme de besitos.

—Pero primero Dee Dee y yo iremos a recorrer el mundo juntos —conté— puedes unirte si quieres.

—Quieres que cojamos en todo el mundo no es así —acertó perfectamente.

—Pero no lo digas así, sueno como un indecente —me queje.

Harry negó para atraerme a él, me undi en sus pechos como me encantaba.

—Un día, cuando sea un jugador profesional y tú el mejor Psiquiatra del mundo nos daremos un tiempo y entonces si cojeremos por todo el mundo —beso mis labios.

—Entonces es un no —reproche triste.

—Me encantaría pero en un año todo puede cambiar, ahora fui reclutado pero en un año quien sabe —explicó.

—Tu sueño es primero —bese sus labios— pero es una promesa, un día lo haremos.

—Así será —me abrazó con fuerza— Te lo prometo

Me quedé en su pecho por un rato hasta que me obligó ayudarlo a llenar sus formas.

—Tengo intenciones de conservarte en mi vida así que no dudes de mis sentimientos en lo que sigue de nuestro caminos —solté de momento.

—¿Tus sentimientos? —dijo burlón— solo dilo, me amas.

—Ya lo sabes, eso no está a discusión —me quejé poniendo los ojos en blanco.

—Pero me encanta que me lo digas —sonrió burlón

Bufé para besarlo.

—Te amo —lo dije— bien ahora ser tan cursi ya me dio hambre ahora vuelvo.

—Tráeme algo si, y no te lo comas antes de llegar —me regañó.

—No prometo nada —aseguré— el camino es largo me puede dar hambre.

Mi chico negó riendo volviendo a lo suyo, después de abastecerme volvía cuando encontré a mi niño mirando la sala de trofeos.

—Ahí estas —lo miré.

Mi chico se quedó mirando la foto de su hermano.

—Estaría orgulloso de ti —señalé, eran igualitos.

—De verdad lo crees —me miró nervioso.

—Siempre lo estuvo —le recordé — a Cade la valía madres tus calificaciones o que tan exitoso fueras en un futuro, su verdadero orgullo es la persona que eres, y Mierda eres asombroso.

Dean me miró con una lagrimita rodando por su mejilla, me acerqué para abrazarlo y calmar al bebé.

—El también estaría orgulloso de ti —afirmó— cumpliste su promesa.

—Claro protegerte y joder a mi hermano, mis dos mayores éxitos en la vida —me burlé.

El asintió con una sonrisa.

—Vamos compré pan —lo animé— muchas donas.

—Bien —aceptó.

Nos fuimos a tragar como es costumbre.

—Sobrevivió una dona —se la deje a mi hombre.

—Algo es algo —la miró— es media dona.

—Es que yo soy tu postre —guiñé.

—Lo vas a traumar —se burló Harry viendo a Dean rojito.

—Ya lo está —me burlé a lo que asintió.

Mis planes de postre se vieron frustrados pues me fui antes ya que tenía cita con mi loquera pues claro había pedido ayuda y mis padres no habían escatimado en ponerme mil sesiones a la semana.

Al salir me topé con la morena.

—¡Oye! —la llamé— Soso no me ignores —corrí a ella.

—Ahora no Jake —se quejó evadiéndome.

—Ahora si —la alcancé poniéndome de frente.

Fue cuando noté su rostro hinchado por llorar, probablemente ya le habían dado la noticia.

—Felicidades por la beca —mencione.

Ella suspiró para negar.

—Fui una estupida —se quejó— él me la dió y yo le dije cosas que no debía...

—Estabas molesta, solo discúlpate y listo —la tranquilicé.

—No es tan fácil Jake, yo...

—Si lo es —la detuve— las personas temen tanto a esas dos palabras por el miedo aceptar que se equivocaron, pero sabes algo se pierde más no diciéndolas.

Ella me miró para sin más abrazarme con fuerza.

—Serás un gran psiquiatra Jake, apuesto todas mis cartas que así será —dijo lo que me gustó escuchar, fe en mi.

—Y tu una excelente abogada que me sacara gratis cada que me empede o me multen por desorden público —me burlé, era algo que iba a pasar.

Ella soltó una pequeña risa para asentir.

—Sofi, Dean siempre te va a perdonar —afirmé— porque es la persona más honesta y pura qué hay en el mundo, no lo pierdas ante tus inseguridades.

Ella asintió levantando la cabeza como siempre, era una mujer fuerte que si.. nada la detendría.

—Ahora ve alcanzarlo, que no se te escape ese hombre —me burle.

Ella asintió con una sonrisa.

—Gracias Jake, por tu sabiduría y por ser un buen amigo —agradeció de corazón.

—Lo se, lo se sonó genial ahora ve —insistí.

La morena sonrió para salir corriendo y arreglar las cosas antes de que fuera tarde.

Mi Papá llegó por mí para llevarme a mi consulta, comprándome una gran y jugosa hamburguesa.

—Entonces yo le dije que fuera por ese hombre y mi culito y yo recorreremos el mundo cuando seamos grandes —conté dándole una mordida a la hamburguesa.

—No entendí nada de lo que dijiste Jake ordena tus ideas primero —negó riendo.

Levanté los hombros como respuesta.

—Estamos muy orgullosos de ti sabes —sonrió papá.

—Lo sé me lo dicen todo el tiempo —le recordé— y gracias por estarlo, se que no se los pongo fácil todo el tiempo.

—Teníamos que tener una balanza entre tú y tu hermano —mencionó— además sería muy aburrido tener dos hijos tranquilos.

Asentí, una vida tranquila sin emociones no es vida.

—Bien y ya escogimos destino para nuestro crucero —me sonrió.

—Crucero de Disney si —dije feliz.

—Tu no irás Jake, solo tus tíos y nosotros —dejo en claro.

—Se nota cuánto les urge dejarnos, ademas seguro que ese mocoso de Harry irá —me cruce de brazos.

Vaya ironía no, mi culito se llamaba igual que el fastidioso de mi primo... ese niño solo se robaba el amor de mi tío.

—Tiene ocho, claro que irá —me ragaño— deja de pelearme con un bebé.

Claro era un bebé cuando quería, pero a mi no me engañaba ese pequeño demonio.

Después de nuestra interminable discusión llegué a mi terapia con la loquera de siempre.

—Hola Jake —me sonrió ella— te ves muy bien hoy.

—Lo sé, el azul no solo me queda bien en mi apellido —me senté— pero dígame qué tal su semana, hay avances con la señorita Evelin.

—Que te parece si dejamos el chisme de mi relación para el final y empezamos contigo —desvío.

—Que aburrida —me quejé— bien solo porque le traigo buen chisme.

La terapia también me ayudaba a ver qué hacer y no hacer en el futuro, mucha gente tiene miedo al que dirán sin embargo no debe ser así, es un tiempo que te das para evaluar tus sentimientos y liberarte sin ser juzgado.

—Te veo más tranquilo Jake —me dijo ella al final— me alegro por eso.

—Y yo porque se atrevió a invitarla, vamos mejorando los dos —bromeé.

Ella sonrió, al salir Pa me esperaba para llevarme a casa.

—¿Todo bien? —me preguntó feliz.

—Excelente — afirme.

—Bien vamos a casa —asintió.

Nos subimos al auto y una sensación extraña se presentó en mi.

—Pa... puedo manejar —me atreví.

—Te sientes listo —me miró inseguro.

—Si papá —dije decidido.

Él asintió para dejarme, creo que me sentí un poco nervioso y a diferencia de como siempre iba tan rápido ahora iba considerablemente decente.

Al llegar a casa me estacioné con cuidado.

—¿Cómo te sientes? —preguntó confundido.

—La próxima ves iré más rápido —me animé.

Papá asintió feliz.

La cena fue muy grata para mí pues me encantaba comer, claro estar con mi familia era lindo pero la comida era la mejor.

Terminé para irme rodando hasta llegar a mi habitación, recibí esa llamada que nunca faltaba.

—Hola hermanito —saludó Jens— ¿cómo estás?

—A punto de estallar como siempre —asentí— más vale que tú ya hayas cenado.

Mi hermano me mostró su cena a medio comer.

—Trágate a todo señorito —regañe— estás muy flaco.

—Tranquilo tengo a mi guardia de la comida —giró la cámara.

Ahí estaba mi primo Oti comiendo media vaca como siempre.

—Primo favorito —me saludó— como va todo.

—Bien, ya cené —conté— tal vez me cené a mi culito, pero no les antojaré —me burle— ¿como vas?, Jens dijo que ya volviste a correr.

—Ni de broma como antes pero ya estoy mejor —afirmó— mi pierna está mejor y el bastón ya no lo uso.

Me alegre, después de aquel accidente mi primo y mi hermano quedaron muy lastimados, a pesar de los años aún seguían recuperándose de sus secuelas.

—Me dijo Dee Dee que lo invitaste a viajar con el —mencionó Jens— pensé que me ibas a llevar a mi.

—O a mi —se apuntó Oti.

—Ya quisieran —negué— nos hará bien esta experiencia, Dee Dee crecerá como persona y yo llenaré mi lista de comidas por probar.

Jensen negó para mirarme feliz.

—Estoy muy orgulloso de ti hermanito —me dijo feliz.

—Ya vas a empezar de cursi —me queje.

—Lo siento pero me vas a tener que aguantar —afirmó— estoy muy orgulloso de ti, y quiero que sepas que te apoyaré en todas tus decisiones.

Sonreí para asentir.

—Aún con eso no te llevaré a mi viaje —señalé.

—Se tenía que intentar —sonrió— bueno tenía dejamos descansar, te quiero hermanito.

—Yo también —asentí— y más vale que te acabes toda tu cena.

—Adiós Jake —se despidió burlón.

—Adiós Jens —sonreí.

Estaba emocionado por mi futuro... uno que sabría que sería bueno acompañado de las mejores personas.

Si señor que triunfe el mal 🔥

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