capítulo O5
ㅤ
Hoy tenían su segunda cita oficial y de nuevo, era en la casa de Jungkook. Decidieron que fuera así por un tiempo, así, si el castañito caía en su little space, sería en un lugar seguro, sin que Taehyung entrará en pánico al no saber qué hacer. Eso último lo dijo él mismo.
Así que, con todos los nervios que siempre tenía cuando de ver al chico que le gustaba se trataba, Taehyung tocó la puerta, esperando hasta que fuera abierta.
Se llevó la sorpresa de que no fuera Jungkook quien estuviera al otro lado de ella, sino un hombre de hebras rubias, ojos de gatito y piel muy pálida. Entonces, guiándose por las descripciones que Jungkook le dio, rápidamente adivino que ese debía de ser Yoongi.
"¿Yoongi?" trató, dubitativo.
"¡Taehyung!" entonces fue jalado hasta el interior del apartamento. "¡Hola!"
saludó antes de salir corriendo hasta una de las habitaciones que se encontraban en el pasillo.
"Hola" murmuró, confundido. "¿Jungkook está...?"
"¿En su little space?" gritó. "¡Sí! Lo siento, no me dio tiempo de avisarte" salió de la habitación con el castaño en sus brazos.
Y Taehyung supo que había caído. Más fuerte.
"Oh" dijo, con la sonrisa sólo haciéndose más grande en su rostro. "Si quieres puedo volver otro día, ya sabes, cuando no esté en su little space y-"
"No, está bien, quédate" pidió Yoongi, sentándose en el sofá y acomodando a Jungkook sin mucho esfuerzo en su regazo, colocándole luego su cabecita en su hombro, así podía tomar mejor su biberón y quedarse dormidito con mayor facilidad. "Es mejor que te vaya conociendo en este estado. Así se irá acostumbrando más a tu presencia y se sentirá menos incómodo con el tiempo"
Y eso hizo Taehyung. Se fue quedando por días, que se hicieron semanas, luego meses y finalmente años.
ㅤ
Salto en el tiempo.
ㅤ
ㅤ
Jungkook estaba envuelto en algunas sábanas completamente aferrado a su jirafita de peluche, con un puchero en sus labios mientras dormía y soltaba pequeños ronquiditos.
Taehyung sonrío, enternecido, siempre lo hacía cuando de su esposo se trataba, pues sabía y podía confirmar que él era el ser más tierno de todos.
Con cuidado de no despertarlo aún, dejó la bandeja en la mesita de noche, sentándose luego en la cama e inclinándose un poco así podía quedar más cerca del rostro de su pequeño.
"Bebé" acarició sus mejillas con cuidado. "Pequeño dormiloncito, despierta" empezó a dejar pequeños besitos en sus mejillas, sonriendo cuando su esposo empezó a quejarse en sueños, seguramente pronto iba a despertarse. "Traje la merienda, vamos, arriba"
Jungkook resopló, abriendo sus ojitos de manera lenta encontrándose con los ojos atentos de su esposo viéndolo fijamente, entonces, volvió a cerrarlos.
"Ño" renegó, agarrando la cobija y acomodándose de nuevo, teniendo cuidado con su vientre hinchado. Dejó una mano en esa parte de su cuerpo, mientras que, con la otra, se aferraba a la manta sobre sus hombros para que no se la quitara.
"Tienes que comer, mi amor" Taehyung puso su mano encima de la suya, en su pancita hinchada y por encima de la manta, dejando leves cariñitos allí. "Vamos, te hice tus galletas favoritas"
Jungkook asomó sus ojitos por la orilla de la cobija, con sus cabellos castaños despeinados y sus mejillas rojitas.
"¿Galletitas de avena?" preguntó despacito.
"Galletitas de avena" confirmó Taehyung, sonriéndole suavemente para inclinarse y agarrar un par de ellas. "Ven, me comeré una contigo"
"Bebé galletita" balbuceó, sobando su vientre mientras se sentaba con cuidado en la cama, chillando feliz cuando sintió una patadita en su vientre. "¡Bebé guta galletita! ¡Ñamñam!"
"A mis dos bebés les gustan las galletitas" agregó Taehyung, aun sin borrar la sonrisa en su rostro al ver a su tierno esposo, sin importar cuantos años pasaran.
La decisión de tener un bebé había sido bastante difícil de tomar. Ya era un problema -no realmente un problema, porque tampoco era una carga, más un cuidado que se había que tomar- el cuidar a Jungkook en su little space, y sabían que sería peor si estaba embarazado por todo el extra cuidado que había que tenerle a su vientre.
Pero, para sorpresa de todos, Googie -que era el nombre oficial que decidieron usar para referirse a Jungkook en su estado de bebé- había recibido bastante bien el embarazo. Cuidaba su vientre aun si estaba jugando con sus peluches o gateando por toda la casa -oh, también decidieron comprar una casa hace unos años y desde que están casados viven en ella. Aunque, realmente, viven juntos desde hace mucho más tiempo atrás cuando Taehyung decidió mudarse al apartamento de Jungkook para cuidarlo y estar más tiempo juntos-. Taehyung muchas veces lo había sorprendido acostado en el sofá, en medio de muchísimas mantas, hablando entre balbuceos con el bebé en su vientre; y éste último, en respuesta, daba muchas pataditas que sólo lograban emocionar a Googie, quien rápidamente llamaba a Taehyung para que pudiera sentirlas.
También estaba la adaptación de Googie con Taehyung.
Con el paso del tiempo, Taehyung se hacía más y más presente en el antiguo apartamento de Jungkook cuando el dueño de éste caía en su little space, a tal punto de que aprendió -con ayuda de Yoongi- a cómo cuidarlo, necesitando cada vez menos la ayuda y supervisión del mayor. Y después, aunque no mucho tiempo después, Taehyung se convirtió en el cuidador oficial de Jungkook.
A Yoongi no le importó tanto esto último, ni un poquito, él estaba realmente feliz de verlos felices a ambos. Sólo que a veces se ponía nostálgico, y era cuando le pedía a Taehyung cuidar a Jungkook durante algunos días. Cosa que así pasaba. Yoongi también se casó, y se aseguró de que su pareja no tuviera ningún problema con Jungkook, ya que él era esencial en su vida. Y cuando su pareja no mostró molestia con verlo siendo tan protector, cariñoso y amoroso con el niño, supo que estaba en lugar indicado. Entonces, cuando Taehyung estaba muy ocupado en el trabajo, el matrimonio Min se encargaba de cuidarlo con toda la alegría que una pareja queriendo tener hijos pronto podía tener.
Cuando Taehyung y Jungkook se casaron, la familia del último apareció, tachando a Taehyung como un aprovechado, acusándolo incluso de abusar de su hijo cuando se encontraba en su little space, y que sólo lo estaba usando para esto. Eso concluyó con un Jungkook muy asustado aferrado a Taehyung, mientras éste último sacaba las garras para defender a su cachorro. Al final, el de ojos cafés, con una sonrisa presumida, los había mandado a la mierda, tomando la mano de su ahora esposo y restregándoselos en la cara.
Ah, aquel había sido un buen momento.
Volviendo al presente, Jungkook ahora tenía siete meses de embarazo, lo cual lo había dejado bastante caprichoso, sensible y con muchos pucheros en su hermoso rostro ya que no podía corretear ni jugar con sus juguetes con tanta libertad como lo hacía antes.
Así que Taehyung, en un intento de subirle el ánimo, había horneado no sólo sus galletas favoritas, sino también uno de sus mayores antojos durante este mes.
"¿Bibi?" pidió Googie haciéndole ojitos, mientras se llenaba sus cachetitos de las migajas que las galletas dejaban.
"Oh, basta, no me hagas esa carita. Sabes que con pedírmelo ya me tienes a tus pies"
Googie río quedito, porque también, con el paso de los años, había aprendido a entender mejor esas palabras raras que los adultos usaban para hablar.
Con Taehyung hablándole constantemente y explicándole las cosas de la manera más suave y simple, había ayudado mucho a que esto pasara. Su vocabulario se seguía limitando a palabras entre balbuceos, chillidos felices o enojados, y muchos, muchos diminutivos que, de alguna forma, se le hacían más fáciles que decir la palabra en sí.
Y bueno, eso también hacía que el corazoncito de su esposo se derritiera. Así que, a veces, Googie era travieso y usaba eso a su favor para conseguir dulces o más horas para jugar cuando debería de estar tomando su siesta, pero ssshh, nadie tenía porqué enterarse de ello.
En su relación reinaba el amor, el cariño y, sobre todo, a causa de que no lo hicieron muy bien al principio, la comunicación. Como a cualquier pareja, les había costado bastante llegar hasta este punto, hubo algunas lágrimas de por medio, frustración y de vez en cuando peleas. Pero, tenían esa regla que muchas parejas aplicaban: nunca irse a dormir estando enojados. Una vez pasó, y no terminó para nada bien. Jungkook se había deslizado en su little space durante tres días seguidos, y nadie podía hacer que regresara. Y cuando finalmente regresó, no dejó de llorar hasta que estuvo siendo mimado, recibiendo muchísimos besitos de parte de su amor.
Entonces sí, esa era una regla bastante importante para ellos.
De nuevo, volviendo al presente, Taehyung se encaminó hasta la cocina para hacerle un biberón a su bebé. Sin mucho trabajo, pudo preparar uno. Jungkook constantemente se burlaba de ello, diciendo que se encargaría de prepararle siempre los biberones a su hijo una vez naciera, mientras él le iba a estar haciendo ojitos para que también le preparara uno. Taehyung, con esa sonrisa cariñosa que constantemente se encontraba en su rostro, le dijo que no tenía ningún problema con ello.
Una vez el biberón estuvo a buena temperatura, regresó a la habitación que compartía con su esposo, encontrándose con éste aún sentado en la cama, pero con su vientre hinchado al descubierto.
"¿Por qué hay migajas de galletas en tu pancita, bebé?" preguntó.
Googie se sobresaltó, viéndolo con un puchero en sus labios por haberlo asustado mientras abría y cerraba sus manitas pidiendo por su biberón.
"Bebé p-plobal galletitas" murmuró, con sus mejillas sonrojadas y ojitos felices cuando finalmente tuvo su biberón entre sus labios.
Taehyung río suavemente. "Bebé no puede probar las galletitas hasta que no salga de tu pancita, pequeño"
Googie sacó el biberón de sus labios para poder hablar, con su ceño fruncido y su cabecita levemente inclinada hacia un lado.
"¿No galletitas paya bebé?" sus ojitos se llenaron de lágrimas, acariciando su vientre. "Ow, no galletitas paya ti. Sholo paya Tete"
"Pronto podrá comer galletitas contigo. Muchas, muchas galletitas. ¡Todas las del mundo!"
El niño chilló emocionado para asentir muchas veces con su cabeza, sus cabellos castaños saltando con el movimiento.
"¡Mundo!" volvió a llevar el biberón hasta sus labios, sonriendo.
ㅤ
ㅤ
"¡Taehyung!" llamó Jungkook.
"¿Sí?" apareció el nombrado por la puerta, una sonrisa apareciendo en su rostro cuando lo vio con su pancita hinchada al aire.
Últimamente Jungkook odiaba ponerse ropa, se quejaba que le estorbaba y se sentía incómoda. Así que, cuando estaba en la comodidad de su casa, sino andaba desnudo, simplemente andaba en ropa interior.
Ninguna de las dos cosas terminaba bien para Taehyung. Jungkook no se quejaba. A veces lo buscaba.
"Tengo ocho meses de embarazo y aún no tenemos el nombre del bebé" hizo un puchero, extiendo sus brazos hacia su esposo.
Taehyung se acercó, lo levantó con cuidado y lo acomodó en su regazo, robándole algunos besos en el proceso.
"¿Tienes algunas ideas?"
"Síp. No son muchas, por eso quiero que me ayudes. ¡Es tan difícil! Imagina y nuestro hijo luego nos odia porque le pusimos un nombre horrible" abre sus ojos con sorpresa. "¿Y si eso pasa?"
Su esposo le sonrió, negando.
"No va a pasar, mi amor. No creo que nuestro hijo nos llegue a odiar. Pero, por si acaso, busquemos un buen nombre"
"Uhm" el menor asintió, acomodándose mejor en el regazo donde estaba sentado. "¿Qué opinas de Minki?"
"Nuestro hijo nos va a odiar"
"¡Taehyung" Jungkook chilló, indignado, dándole un golpe en su hombro. "Bien, entonces di uno tú"
"¿Taeyang?"
"Oh, dios" el castaño negó rápidamente. "Nuestro hijo se irá de la casa a los quince"
Taehyung soltó una carcajada, levantando sus manos en señal de paz.
"Bien, bien. Es justo, pero no se me ocurre nada. Soy muy malo para los nombres" hizo un puchero. "Mi hermana le ponía los nombres a nuestras mascotas. Casi que me tiraba agua siempre que sugería uno.
Ahora fue turno de Jungkook de soltar una carcajada, besando el puchero de su esposo.
"¿Dónde dejamos la manguera?" fingió pensárselo.
"¡Oye! Ya no voy a ayudar" se cruzó de brazos con algo de dificultad, ya que el otro seguía sentado en su regazo.
"Oh, mi amor, sabes que no lo decía en serio" besó todo su rostro. "Me gusta Taeyang, pero no para nuestro hijo" dijo con burla.
"Me voy"
"¡No!" soltó otra carcajada, abrazando los hombros de Taehyung con un poco de dificultad puesto que su vientre se interponía entre ellos. "Ya, prometo parar con ello. Realmente tenemos que buscar un nombre pronto"
"¿Yongmin?" trató el mayor nuevamente.
"Kim Yongmin" probó Jungkook. "No está tan mal"
"No te gusta, ¿verdad?" volvió a hacer un puchero que fue besado por su sonriente esposo.
"No es eso, es sólo... que es poco común"
"¿Pero te gusta?" preguntó en voz baja.
"Me gusta, síp"
ㅤ
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro