Capítulo 6.
Anne ha visto muy buenos avances en Harry. El niño es más amable con sus familiares, y habla mucho más ahora. Aunque honestamente tiene unos intereses muy extraños que sus padres no logran comprender. Están teniendo problemas para encontrar un tema en común porque Harry siempre quiere hablar de animales, especialmente dinosaurios, y Anne no sabe cómo integrarlo a otras conversaciones.
También han asistido a varios grupos de terapia, ha llevado a Harry a todos los lugares necesarios para ayudarlo con su crecimiento social, aunque el niño no muestra mucho interés en interactuar o en hacer nuevos amigos.
Ella acaba de tener una conversación muy seria con su psicóloga mientras Harry está con Johannah y su hijo. Honestamente ha notado lo dependiente que es Harry con Louis, y eso evidentemente es un problema que ha llamado la atención de su doctora. No tiene problemas con que sean amigos cercanos, el problema son las consecuencias que eso puede traer a su futuro.
Anne no quiere admitirlo porque sabe lo mucho que Louis ha intentado ayudar a su hijo, haciendo todo lo que está a su alcance para que Harry no sufra por ningún motivo las consecuencias de su síndrome en esta sociedad ignorante. Louis siempre ha estado presente para Harry, lo protege y lo cuida cuando ella no está presente. Louis se ha ganado su confianza y la de su hijo sin esforzarse mucho, Anne sabe que es un buen chico, tiene un corazón enorme y quiere mucho a Harry sin importar lo diferente que puede ser, eso no ha impedido que Louis quiera pasar todo su tiempo con él, al contrario, parece que nunca quisieran separarse. Y ese el problema del que habla la doctora.
—Cariño, tenemos que hablar. —Dice una vez que Harry llega a casa después de que su padre lo recogiera en la casa de Louis.
—¿Sobre qué? —Pregunta con desinterés mientras su madre besa su cabeza como un saludo. Harry se aparta rápidamente porque odia los besos.
—Estuve hablando con tu doctora y ella sugirió algunos cambios. —Harry asiente con la cabeza, dispuesto a obedecer porque siempre respeta todas las sugerencias de la mujer.
No es amante de los cambios, pero Harry está dispuesto a cooperar con lo que sea, y siempre trata de poner su mayor esfuerzo para llegar a ser normal algún día. Nadie le ha dicho que no podrá ser neurotípico haga lo que haga, eso sería un detonante negativo que lograría frenar su progreso. Harry tiene la esperanza de que alguna vez podrá recuperarse y ser igual que todos, por eso adora las terapias y las conversaciones con su doctora. Sólo sueña con ser igual a todos los niños.
Sus padres toman asiento frente a él en la mesa del comedor, y Harry les presta demasiada atención porque quiere saber cuál es el próximo paso.
—La doctora dice que debes separarte un poco de Louis. —Y Anne sabe que Harry no muestra sus emociones, pero ahora puede ver lo torturado que esa noticia lo ha dejado.
—¡No! —Grita a la vez que golpea la mesa con uno de sus puños. Decir que Harry está furioso es quedarse corto.
—Hijo, escucha a tu madre. No debes reaccionar de esa manera. —Harry mira a su padre con mucha molestia.
—¡No voy a separarme de Louis! —Vuelve a gritar. Des sabe que su hijo no controla su ira, pero ha intentado cambiar eso durante muchos años.
—Amor, algún día tendrán que separarse, no queremos que a la larga eso afecte tu desarrollo personal.
—No. Louis prometió que siempre estaremos juntos. —Insiste, y no hay nadie que pueda convencerlo de alejarse de Louis.
—Lo sé, bebé, pero Louis tendrá que hacer su vida en algún momento. Él tendrá nuevos amigos y algún día tendrá una novia y tendrá su propia familia, tal vez se vaya a la universidad y deba mudarse de ciudad. Queremos que seas consciente de eso.
Harry sacude la cabeza en negación. No quiere. Rechaza esa idea completamente. No puede imaginar su vida sin Louis en ella.
—Queremos ayudarte a ser una persona independiente. Hemos notado que no puedes hacer ciertas cosas sin Louis presente, esperas que él esté contigo en cada escenario de tu vida, y eso puede ser muy negativo para tu proceso psicológico. Lamentablemente no podemos encariñarnos a nadie, eso tarde o temprano nos afecta y no queremos eso para ti
—Louis no me dejará solo, él lo dijo. —Se cubre las orejas con sus manos porque le atormenta tener que escuchar todo lo que su madre está diciendo.
Sus padres suspiran con pesadez, y ambos se toman de las manos para darse apoyo mutuo.
Le dan un tiempo para que Harry se tranquilice antes de retomar la conversación.
—No te estamos pidiendo que no lo veas más. Tampoco te estamos pidiendo que dejen de ser amigos. Sólo queremos que recorten su tiempo juntos. —Harry observa a su madre, apretando los dientes con fuerza.
—Louis me necesita a su lado ahora, no voy a dejarlo solo. No puedo hacerle eso. —Dice antes de levantarse de la mesa y correr hacia su habitación, muy molesto con sus padres y con la doctora que sugirió semejante cosa.
Piensa que es totalmente absurdo. ¿Por qué tiene que separarse de su mejor amigo para ser más independiente? Louis es su mayor motivación, es el motivo principal por el cual Harry quiere ser normal algún día.
Louis es todo lo que Harry quiere en su vida, y lo quiere conservar para siempre. No es posible que pueda vivir una vida sin él. Harry no piensa en el futuro, él vive el presente y eso es más que suficiente para él.
Se encuentra llorando sin darse cuenta, completamente afectado por la situación en la que sus padres lo han puesto. No puede abandonar a Louis cuando él más lo necesita, eso no sería justo porque Louis ha estado allí en los momentos más difíciles de su vida. De hecho siempre ha estado allí, cuando nadie más quiere estar.
Abre la gaveta de su mesita de noche y saca las fotografías que Louis le dió cuando eran niños. Las mira cada vez que se siente triste, y de alguna manera siempre logran mejorar su ánimo.
Anne no sabe cuál es el problema real de su hijo, pero la doctora está muy consciente de ello. Cada vez que Harry va a una consulta siempre le cuenta todo lo que hizo durante el tiempo que no se vieron, sin ocultar ningún detalle. Ella ha notado que Harry tiene una pequeña obsesión con Louis, y las obsesiones para las personas con Asperger son muy difíciles de eliminar. Ella quiere evitarle el mayor sufrimiento posible, al igual que sus padres. Sólo quieren lo mejor para él.
Harry no piensa en otra cosa que no sea Louis. Dice que va a investigar cosas nuevas con el fin de contarle a Louis, siempre hace cosas para él, absolutamente todo lo que hace tiene que ver con él. Incluso ha dicho que aprendió a tocar la guitarra sólo para sorprender al niño con sus habilidades musicales. Siempre quiere sorprenderlo, quiere que Louis vea todo lo que es capaz de hacer. Eso podría parecerle lindo a muchas personas, pero la doctora no lo ve de esa manera, no sabiendo cuál es la condición de Harry y cuáles son las posibles consecuencias.
×××
Al día siguiente, Anne se encarga de hablar con Johannah todo lo que ha conversado con la doctora. Ella no lo toma mal, entiende perfectamente cuáles son sus razones para sugerir eso, sin embargo, no se atreve a mencionárselo a su hijo. Louis se ha esforzado mucho para ver cambios positivos en Harry, él es el principal interesado en su progreso, jamás tendría la intensión de entorpecer su evolución.
Johannah siente mucha pena porque sabe lo importante que es Harry para su hijo, y tener que separarlos le rompería el corazón.
—¡Hola Harry! —Louis lo saluda cuando lo ve llegar a la escuela.
—Hola Louis.
—¿Te sientes bien hoy? —Harry asiente como es costumbre, y Louis le sonríe con cariño—. ¿Algún nuevo descubrimiento interesante?
Harry sacude la cabeza en negación, y entonces Louis realmente se preocupa.
—¿Por qué no? ¿Pasó algo? ¿Todo bien con tu doctora? ¿Tomaste tus medicinas?
El menor sacude la cabeza nuevamente y Louis está demasiado preocupado para negarlo.
—¿Qué sucedió?
—La doctora quiere que nos separemos. —Louis pierde toda expresión de su rostro. No sabe qué decir, entonces traga saliva y hace una mueca que Harry no entiende.
—¿Por qué?
—Dice que necesito ser una persona independiente, y que estar contigo todo el tiempo es malo para mi desarrollo. Mi mamá dice que no puedo contar contigo para todo lo que hago. —Louis suspira profundo, recibiendo la información con mucha serenidad.
—Entiendo. Creo que quieren lo mejor para ti. —Harry sacude la cabeza.
—Ellos dicen que tú tendrás nuevos amigos y tendrás una novia y te mudarás lejos. —Louis suelta una carcajada, pero se cubre la boca con rapidez cuando ve la mirada triste de su amigo.
—Falta mucho para eso. —Comenta con diversión, imaginando un futuro lejano. Harry siente mucha indignación al escuchar eso.
—Tú prometiste que siempre estaríamos juntos. —Dice con un ligero puchero. Louis ladea la cabeza para mirarlo con adoración, pensando que es realmente tierno.
—Y eso es verdad. Pero lo que dice tu doctora también es verdad. Creo que te estoy haciendo daño, nunca te dejo solo para enfrentar las cosas por tí mismo. Algún día deberás enfrentarlo solo, sin mi ayuda. Debes ser independiente y fuerte, eso es lo que ella quiere. Quiere que puedas defenderte solo y puedas superar cualquier cosa sin ayuda de nadie. —El menor niega con la cabeza repetidas veces.
—Pero no puedo. No quiero.
—Harry, yo quiero lo mejor para ti, siempre lo querré. No quiero entorpecer tu proceso, no quiero crearte problemas en el futuro. —Harry se cruza de brazos, muy indispuesto.
—No haces eso. Tú eres lo mejor que tengo, no eres malo para mí. —Louis coloca una mano sobre su hombro, obligándolo a mirar sus ojos.
—Claro que no soy malo. Pero odiaría verte en un futuro aislado y triste, ocultándote de todo el mundo porque no me tienes a tu lado para cuidarte. Tienes que salir adelante y ser grandioso, con o sin mí. Tú puedes hacerlo. Eres capaz de todo, Harry, no lo dudes.
El menor agacha la cabeza, pero Louis levanta su mentón con suavidad, mirando nuevamente sus ojos ahora cristalizados. Entonces se le ocurre una idea genial.
—Oye, no estés triste. Mira. —Louis observa la pulsera de plata en su muñeca, recordando el día que su padre se la obsequió, y rápidamente se la quita para mostrársela a Harry—. Te la regalo, cada vez que me necesites o me extrañes, sólo tienes que mirarla y recordar que siempre estaré presente, pase lo que pase.
Harry toma la pulsera en sus manos y la mira fijamente, impresionado.
—Pero es tuya, Louis.
—Ahora es tuya, y es un recordatorio de lo mucho que te quiero. Para que nunca lo olvides. —Louis sacude el cabello del menor, quien se aparta rápidamente, haciéndolo reír—. Ahora entremos a clases.
—¿Te sentarás en el mismo lugar de siempre? —Pregunta mientras caminan en dirección al salón.
—Claro que sí. —Louis le sonríe en complicidad, y Harry no puede evitar sonreírle de vuelta.
La maestra de inglés es muy amable, siempre hace las clases de forma didáctica para que Harry pueda entender igual que el resto del salón.
—Quiero que formen equipo con un compañero, el siguiente trabajo será en parejas. —Dice con una sonrisa amplia.
Harry inmediatamente se voltea para mirar a Louis, ya que siempre trabajan en pareja. Louis es consciente de que el menor siempre lo busca porque no tiene a nadie más con quién hablar, y tampoco intenta interactuar con otros estudiantes porque no le parece necesario teniéndolo a él. Ahora puede darse cuenta del daño que le está causando. Louis no quiere dañar a Harry por ningún motivo, el sólo hecho de pensar en que ha estado arruinando su progreso y es el principal motivo por el cual Harry no interactúa con otros niños, le causa mucha tristeza y decepción.
—Hoy trabajaré con Stanley. —Dice, tomando mucho valor para tomar esa decisión tan difícil. Harry se sorprende demasiado porque Louis jamás había elegido a otro compañero cuando él está presente.
—¿Por qué? Stanley no es un chico listo. —Louis se cubre la boca para reír discretamente.
—Lo sé. Pero debes interactuar con otros estudiantes, puedes hacerlo, Harry. Confío en ti. —Harry niega con la cabeza, mirando a su alrededor.
—No me agradan. —Confiesa, con un tono de voz neutro. Louis hace una mueca para no reír.
—Intenta con ese niño de ahí. —Señala a un niño pelirrojo que no tiene pareja, pero Harry se cruza de brazos.
—No me gusta su color de cabello extraño, me incomoda. No quiero otro compañero que no seas tú, Louis. —Louis señala la pulsera que ahora adorna la muñeca de Harry.
—No estoy lejos. Sigo estando aquí, sólo cambiaré de compañero. —Harry observa la pulsera con nostalgia, pero finalmente entiende que Louis sólo trata de ayudarlo y entonces se da por vencido.
—De acuerdo.
Louis se mueve cerca de Stanley, y Harry lo observa con atención, sintiendo muchos celos.
—¿Hola, tienes pareja? —Harry levanta la mirada para ver a un niño con cabello castaño y ojos azules. Ni siquiera conoce su nombre, de hecho es la primera vez que lo ve dentro del salón.
Sacude la cabeza en negación, y el niño arrastra su silla hasta colocarse a su lado, causando un ruido horrible. Harry inmediatamente se cubre las orejas, detestando el sonido que hace.
Ese día Harry finalmente interactúa con alguien extraño a Louis. El niño se llama Peter, tiene catorce años y es nuevo en la escuela. Cursa el segundo año de secundaria como ellos, y también vive cerca. Todo eso Harry lo aprendió porque Peter es un parlanchín, terriblemente irritante. No tuvo que hacerle ninguna pregunta porque Peter se auto-interroga y se responde él mismo sin necesidad de que alguien lo haga. También tiene un raro acento, y su inglés es muy decadente. No logró entender mucho de lo que dijo.
Al volver a casa Johannah tiene una larga conversación con Louis sobre Harry, pero el niño ya lo tiene todo bajo control.
—No te preocupes, mamá. Voy a lograr que Harry se integre y sea más abierto con otras personas. Ya lo hablamos, todo estará bien.
Johannah le sonríe con cariño, sintiendo mucho orgullo de la buena persona que es su hijo.
—Está bien, cariño. Confío en ti. Espero que Harry siga progresando y logre adaptarse con facilidad.
—Claro que lo hará, no hay nada en el mundo que Harry no pueda hacer. —Dice con seguridad, sin tener ninguna duda al respecto.
Esa noche Harry abraza la pulsera contra su pecho hasta quedarse dormido pensando en todo lo que aprendió durante el día. Sabe que todo será difícil a partir de ahora, pero Louis confía en él, y lo apoya a pesar de todo. No puede defraudarlo, debe mostrarle que puede hacer cualquier cosa, incluso hacer amigos nuevos.
Durante las siguientes semanas Harry observa cómo Louis interactúa más frecuente con otros niños, y se une al equipo de baloncesto. Mientras tanto, él no ha logrado hacer ningún amigo. Cada vez que intenta acercarse a un grupo, ellos se alejan o se ríen de él.
No comprende sus chistes, tampoco entiende porqué se ríen de él.
—Oye, dime Harry, ¿eres enfermo? —Pregunta Mason. Harry sólo quería sentarse en la mesa junto a su grupo de amigos para intentar ser amistoso.
—No estoy enfermo, me siento bastante bien. Gracias por preguntar. —Todos los niños comienzan a reír, hasta que Mason vuelve a decir algo.
—No te pregunté si estás enfermo, te pregunté si eres enfermo. Son dos cosas diferentes, retrasado.
—No soy enfermo, y tampoco lo estoy. Soy un niño normal como ustedes, no soy retrasado. —De nuevo los niños vuelven a reír, y Harry se siente muy incómodo porque no piensa que haya sido gracioso.
—Tú jamás serás como nosotros. Eres un idiota, y sí estás enfermo. Pero enfermo del cerebro. —Harry espera que todos dejen de reír para hablar.
—Idiota es una mala palabra. Ya te dije que no estoy enfermo, no podría estar enfermo del cerebro porque eso me imposibilitaría muchas cosas. Mi cerebro funciona bastante bien de hecho, no entiendo a qué te refieres con eso. —Lo próximo que siente es un empujón, y pronto cae al piso sentado.
Todos los niños presentes en la cafetería se acercan para ver la pelea. Cuando Harry logra ponerse de pie, otro niño lo empuja por la espalda, y esta vez cae de frente, pegando la cara contra el piso.
Es capaz de oír a todos riendo y gritando a su alrededor, y se cubre los oídos con sus audífonos nuevamente, hasta que todos los niños se alejan de la escena con mucha rapidez al ver a Louis llegar. Harry no se levanta del piso hasta que Louis lo ayuda a levantar, con ayuda de Stanley y otro niño del equipo.
—Son unos tontos. ¿Te encuentras bien, Harry? —Pregunta con preocupación, inspeccionando su rostro en busca de algún moretón. Por suerte no le encuentra ni un solo rasguño.
—Sí, pero él fue muy irrespetuoso. Me llamó idiota y retrasado, también dijo que estoy enfermo del cerebro. —Louis aprieta sus puños con fuerza, sintiéndose muy molesto con la situación.
Es claro que Harry intenta hacer amigos, pero todo lo que recibe son insultos y maltratos. Louis no se siente bien sabiendo eso, se muere por dentro. Sólo quiere protegerlo y nunca dejarlo solo.
—Está bien, Stanley. Necesito hablar a solas con Harry. —Dice con tranquilidad, y sus amigos se alejan para dejarlos solos—. ¿Estás bien?
—Sí, estoy muy bien. —Responde con seguridad. No le dolieron los empujones, ni la caída, necesitan más que eso para lastimarlo ya que es hiposensible al dolor.
—Prefiero que hagas otros amigos que no sea Mason y su grupo de tontos.
—De acuerdo. —Louis suspira profundo, sintiendo cómo su corazón se rompe dentro de su pecho viendo a su mejor amigo pasar por todo eso.
—No eres enfermo, jamás creas esas cosas. Tú eres perfecto, y no debes sentirte mal por nada de lo que ellos digan.
—Está bien. —Entonces Louis lo abraza con fuerza.
—Te quiero, Harry. —El menor se aparta del abrazo luego de un rato, esquivando su mirada y sacudiendo su ropa mientras Louis sólo se ríe de su reacción.
No necesita escuchar una respuesta porque sabe que Harry lo quiere. A su manera, pero lo quiere.
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Para que no digan que esperan mucho 🤭 díganme cuál fue su parte favorita 😍
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Capítulo dedicado a:
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